3 de septiembre de 2011

3 de septiembre de 2011 – TO – SABADO DE LA SEMANA XXII – Lectio Divina

¿Por qué hacéis lo que no está permitido en sábado?

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 6, 1-5

Un sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían.
Algunos fariseos les dijeron: «¿Por qué ustedes hacen lo que no está permitido en sábado?»
Jesús les respondió: «¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus compañeros?»
Después les dijo: «El Hijo del hombre es dueño del sábado.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

La extensa lista de las prohibiciones relativas al reposo sabático incluía – y sigue incluyendo todavía hoy – hasta la preparación de la comida, además del “trabajo de recogida” con el que se manchan los discípulos de Jesús. A la pregunta de los maestros de la Ley y de los fariseos, que se atienen de manera escrupulosa al precepto de la Torá, Jesús responde remitiéndose al episodio narrado en 1 Sm 21 a propósito del rey David y de sus compañeros. Sin embargo, con las palabras “el Hijo del hombre es señor del sábado” (v. 5) no pretende compararse Jesús tanto con el rey de Israel, heredero de las promesas, como con Dios mismo.
La Ley correspondiente al sábado fue promulgada claramente, en efecto, por YHWH y entregada a su pueblo en tablas de piedra en el Sinaí. Por otra parte, en el relato del Génesis, se presenta a Dios como el que “reposó el séptimo día”, día consagrado por Él y bendecido (Gn 2,2 ss).
Puede decirse que el Dios de Israel, es el “Dios del sábado” y que el shabbath es el día de Dios. De este modo, Jesús se pone en el sitio de Dios, aunque la suya no es una usurpación ilícita: se pone en el sitio del Creador para contemplar su obra allí donde el hombre la había interrumpido alejándose con el pecado. El Hijo ha venido, en efecto, a consolar, a sanar, a reconciliar. Ahora bien, lo que pertenece a Jesús se extiende también a los suyos: así sucede con la libertad respecto al precepto sabático y a toda ley cuando se opone al bien de la vida humana.
Párrafos extraídos de “Lectio divina para cada día del año” – Editorial Verbo Divino – páginas 246-246.

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Conozco las Escrituras para poder dar razón de mi fe como lo hizo Jesús?
 ¿Tiene el Hijo “señor de sábado”, señorío sobre mi vida?
 ¿Tengo actitudes legalistas en mi religiosidad, especialmente hacia otros?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que sos el señor de todo, enséñame a reconocer tu autoridad sobre mi vida y todas las cosas. Ayúdame a no tener actitudes de juicio sobre la vida espiritual de otros.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Trato de “mirar” a Jesús con sus discípulos recorriendo los sembrados, comiendo espigas ante la mirada condenatoria de los fundamentalistas religiosos. Escucho la respuesta de Jesús y reflexiono sobre el alcance de su declaración de señorío.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo eliminaré actitudes de juicio religioso sobre otros?
 ¿Cómo reconoceré a Jesús en su señorío sobre mi vida?
 ¿De qué manera consideraré el conocimiento de las Escrituras en la defensa de mi fe?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/inicio/lecturas.html y bajar la lectura.

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