11 de mayo de 2012

11 de mayo de 2012 – VIERNES DE LA SEMANA V DE PASCUA
Lecturas y comentario “en forma completa”

“…No hay amor más grande que
dar la vida por los amigos…”


PRIMERA LECTURA
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 15, 22-31

En aquellos días, los Apóstoles, los presbíteros y la Iglesia entera, decidieron elegir a algunos de ellos y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, hombres eminentes entre los hermanos, y les encomendaron llevar la siguiente carta:
«Los Apóstoles y los presbíteros saludamos fraternalmente a los hermanos de origen pagano, que están en Antioquía, en Siria y en Cilicia. Habiéndonos enterado de que algunos de los nuestros, sin mandato de nuestra parte, han sembrado entre ustedes la inquietud y provocado el desconcierto, hemos decidido de común acuerdo elegir a unos delegados y enviárselos junto con nuestros queridos Bernabé y Pablo, los cuales han consagrado su vida al nombre de nuestro Señor Jesucristo. Por eso les enviamos a Judas y a Silas, quienes les transmitirán de viva voz este mismo mensaje.
El Espíritu Santo, y nosotros mismos, hemos decidido no imponerles ninguna carga más que las indispensables, a saber: que se abstengan de la carne inmolada a los ídolos, de la sangre, de la carne de animales muertos sin desangrar y de las uniones ilegales. Harán bien en cumplir todo esto. Adiós.»
Los delegados, después de ser despedidos, descendieron a Antioquía donde convocaron a la asamblea y le entregaron la carta. Esta fue leída y todos se alegraron por el aliento que les daba.
Palabra de Dios.

SALMO Sal 56, 8-9. 10-12 (R.: 10a)
R. Te alabaré en medio de los pueblos, Señor.

Mi corazón está firme, Dios mío,
mi corazón está firme.
Voy a cantar al son de instrumentos:
¡despierta, alma mía!
¡Despierten, arpa y cítara,
para que yo despierte a la aurora! R.

Te alabaré en medio de los pueblos, Señor,
te cantaré entre las naciones,
porque tu misericordia se eleva hasta el cielo
y tu fidelidad hasta las nubes.
¡Levántate, Dios, por encima del cielo,
y que tu gloria cubra toda la tierra! R.

EVANGELIO
+ Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 12-17

Jesús dijo a sus discípulos:
«Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá.
Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.»
Palabra del Señor.

Para reflexionar

• Una de las grandes problemáticas que sufre actualmente la Iglesia es la ruptura entre vida y fe, entre lo que decimos creer y lo que en realidad hacemos.
• Esta situación es provocada por la incomprensión del criterio fundamental de la fe cristiana: la vivencia del mandamiento del amor.
• Para Juan es importante la práctica del amor fraterno dentro de la comunidad de discípulos, ya que es la manera real de vivir plenamente la fe; por ello Jesús mismo se pone como ejemplo de vida (“como yo les he amado”); él es el modelo del amor perfecto, del amor desmedido y entregado por la humanidad.
• Este amor desbordante, que es criterio de vida para la comunidad, exige comprender de una manera distinta al ser humano y a la naturaleza, pasando de una relación de poder (amo-siervo) a una relación íntima de amistad (amigo-amigo), en la que existe el conocimiento del otro, el apasionamiento por la realidad de mi semejante, hasta el punto de ser capaz de entregar todo por la vida y el bienestar del otro (Cfr. v.13).
• La vida y la fe se vinculan cuando verdaderamente asumimos en libertad la experiencia del amor; si somos conscientes de ello, la vida de la Iglesia tendrá sentido en el mundo.
***
• Es preciso que la Iglesia de Antioquía, de donde surgió el conflicto, esté al corriente de la deliberación y de las decisiones. Se envía una carta con los delegados personales desde Jerusalén a todas partes donde haya convertidos del paganismo, sobre todo a Antioquía, con detalles muy precisos. El primer Concilio ha decidido unánimemente no imponer una "sobrecarga" a los gentiles, por lo tanto las prescripciones de la Ley de Moisés ya no son obligatorias. Esta decisión; es una novedad capital.
• Las pocas exigencias concretas propuestas a todos, antiguos gentiles y antiguos judíos son: abandonar totalmente a los ídolos... privarse de comer ciertas carnes, restaurar una sexualidad normal en el marco de la pareja monogámica.
• Teniendo en cuenta las costumbres paganas de la época, la conversión a Cristo pedía un verdadero cambio de mentalidad, comportamientos nuevos, una vida nueva. Creer en Cristo y pedir el bautismo es cambiar de vida, es entrar en nuevas exigencias.
• Después del primer Concilio, Pablo, partió de nuevo hacia sus comunidades y cuida de que se apliquen las decisiones tomadas.
  
• Jesús, en la última cena había insistido en que sus discípulos deben «permanecer» en Él, y que eso significa «permanecer en su amor, guardando sus mandamientos». Ahora añade matices que brotan de su corazón de hijo amado por el Padre. Les quiere dejar en claro que no son sus siervos, sino sus amigos, los que Él ha elegido».
• Además, marca la actitud que los debe distinguir en este caminar: “que se amen unos a otros como Él los ha amado”. Si antes su amor a los discípulos era una invitación a permanecer en su amor, ahora deben corresponderle amándose unos a otros, no de cualquier manera. Él mismo se pone como modelo. Él se ha entregado por los demás a lo largo de su vida y más plenamente dándola en la cruz por sus amigos.
• Hay en estas palabras de Jesús un inefable matiz de ternura. En ellas descubrimos, que la iniciativa de nuestra elección parte de El y que nos elige aunque nosotros no lo hubiéramos elegido a El. La fuerza de este amor es infinita: no tiene en cuenta ingratitudes porque no busca su propia conveniencia sino el bien y la felicidad de aquellos que hace sus amigos.
• El amigo no es un simple conocido o un socio, sino alguien con quien se comparte la intimidad, lo más profundo de nuestro ser y esto es un don gratuito. Los llamó amigos porque les ha dado a conocer todo lo que aprendió de su Padre. El amor de amistad es respuesta de adhesión a una intimidad que ha revelado en el marco de la confianza y la fidelidad. El amor del amigo demuestra la verdad pasando por el fuego de la entrega, porque nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos en lo cotidiano, en la capacidad de gastar y desgastar la vida para que sean felices los que Dios coloca a nuestro paso.
• Otro fruto de la Pascua es el amor fraternal. Un amor que no está atado a los vínculos de sangre ni de la propia tierra, ni siquiera es un amor que se centra exclusivamente en los integrantes de la propia comunidad o grupo. Es un amor abierto a la humanidad, especialmente a la más doliente y humillada para que experimente la amistad de Jesús.
• El amor cristiano de los discípulos tiene que manifestar el amor del Padre, y esto es posible en la medida en que vemos a los demás como personas dignas de ser amados, compadecidos, respetados y ayudados desinteresadamente. Amar no de palabra sino de obra es saber salir de nosotros mismos con la palabra y el silencio oportuno, con la comprensión y la ayuda necesaria, con la corrección cuidadosa y la presencia sanadora, con la tolerancia sacrificada y la entrega gratuita de nuestro tiempo y nuestras cosas.
• Un amor tan profundo sólo es posible si el discípulo opta por la propuesta de Jesús y se hace uno con Él permaneciendo en su amor.

Para discernir

• ¿En qué apoyo mi seguimiento y mi ser discípulo de Jesús?
• ¿Tengo presente que el amor tiene un modo y una forma que es la que le imprimió Jesús?
• ¿En qué experiencias he sentido que di la vida?
• ¿En que experiencia sentí que di vida?

Repitamos a lo largo de este día

“¡Señor, enséñanos a amarnos como vos nos amás!”

Para la lectura espiritual

…Cuando el Señor mandó a su pueblo amar al prójimo como a sí mismo (cf. Lv 19,18), no había venido aún a la tierra; de suerte que, sabiendo hasta qué punto se ama la propia persona, no podía pedir a sus criaturas un mayor amor al prójimo. Pero cuando Jesús dio a sus apóstoles un mandamiento nuevo, su mandamiento, no habló ya de amar al prójimo como a sí mismo, sino de amarlo como él, Jesús, lo amó y lo amará hasta la consumación de los siglos.
Señor, sé que no nos mandas nada imposible. Tú conoces mejor que yo mi debilidad, mi imperfección, sabes que no podré nunca amar a mis hermanas como tú las amas, si no eres aún tú, Jesús mío, quien las ama en mí. Para concederme esta nueva gracia has dado un mandamiento nuevo. ¡Oh! Cuánto lo amo, pues me da la garantía de que tu voluntad es amar en mí a todos aquellos a quienes me mandas amar. Sí, estoy convencida de ello; cuando practico la caridad, es sólo Jesús quien obra en mí. Cuanto más unida estoy a él, tanto más amo a mis hermanas…
Teresa de Lisieux, Manuscritos autobiográficos C, Monte Carmelo, Burgos 1997.

Para rezar

SALMO DEL AMIGO VERDADERO
Señor Jesús, eres Amigo verdadero, como el buen pastor
que conoce una a una sus ovejas y las llama por su nombre.
Eres fiel en tu amistad para conmigo y nada me falta.
Nada me falta, porque tú llenas los deseos de mi corazón,
nada me falta, porque tú estás a mi lado aunque todos me abandonen,
nada me falta, porque tú has dado la vida por mí
en lo alto de la cruz,
nada me falta, porque tu perdón y tu gracia
me acompañan siempre,
Me regalas con tus dones, me alimentas con tu pan de vida,
me recreas en el gozo y paz de tu Espíritu.
Tú eres Amigo que me has dado a conocer
los secretos del corazón del Padre,
eres Amigo que has salvado mi vida
dejándote colgar al madero.
Enséñame, Señor Jesús, a dar mi vida
por los que necesitan seguir viviendo,
enséñame, Señor Jesús, a permanecer fiel
al lado del hermano que está solo.
Tú eres la puerta que abre camino
hacia el corazón del Padre,
guíame, Amigo, y condúceme
hacia las aguas tranquilas de tu Reino.

LECTIO DIVINA

Lo que yo os mando
es que os améis los unos a los otros


+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 15, 12-17

Jesús dijo a sus discípulos:
«Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá.
Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El amor de Jesús además de ser grande, es realmente íntimo, como el amor del amigo que quiere compartirlo todo con el amigo del alma: “A ustedes los llamé amigos, porque todo lo que oí a mi Padre se lo comuniqué a ustedes”.
Jesús ya no quiere aparecer como el rey que exige sometimiento y obediencia, sino como el amigo del corazón que espera una respuesta de amor. Es cierto que Jesús pide algo a sus discípulos, les reclama una entrega, pero sus pedidos están unidos al dulce regalo de su intimidad.
Y en realidad lo que él nos exige para seguir regalándonos su intimidad y su amistad no son mandamientos duros ni cargas pesadas. Sólo nos pide lo que puede hacernos felices, lo que nos conviene: que nos amemos. Ese es el fruto que él espera, esa es la fecundidad que produce su vida en nuestra vida.
Nos pide que no dejemos clausurado su amor en nuestra intimidad, que dejemos en libertad el dinamismo de su amor y lo compartamos con los demás sin ponernos límites, hasta el punto de dar la vida por los amigos: “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos” (15,13).
Pero el origen de nuestra capacidad de amar no está en nosotros, en nuestras iniciativas o en nuestras fuerzas naturales; está en su amor, que siempre tiene la iniciativa: “No me eligieron ustedes a mí, sino que yo los elegí a ustedes” (15,16).
No ignoremos la belleza de esta verdad: hemos sido amados antes de que pudiéramos hacer algo; hemos sido mirados con amor, hemos sido elegidos sin que nosotros hayamos tenido que comprar esa mirada de ternura. No lo conquistamos al Señor con algo bello que sea nuestro, sino que él mismo ha puesto en nosotros la hermosura que lo cautiva. No nos buscó porque necesitaba algo, simplemente nos eligió porque sí, porque quiso; nos eligió por puro amor.

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:
 ¿Cuál es la medida y el modelo de nuestro amor hacia los demás?
 ¿Qué características tiene un amigo de Jesús?
 ¿Cuáles son los motivos de la elección de Jesús de sus amigos?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Coloca en mi corazón Señor, ese ideal supremo de dar la vida, de reproducir en mi existencia tu suprema entrega de amor. Te doy gracias, Señor, por el tesoro de tu amistad y te pido que destruyas todas las resistencias que pongo a ese amor inmenso.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono acerca del mandamiento de amor de Jesús y su “cómo”. Medito en la profundidad de amistad que propone Jesús, sus alcances, motivaciones, iniciativas y responsabilidades.

5. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:
 ¿A quién miraré como modelo cuando ame a mi prójimo?
 ¿De qué manera, mis conocimientos de la persona de Dios me conducen a una relación de amistad con Él?
 ¿Cuáles son los frutos espirituales y duraderos que llevo conmigo?

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