31 de mayo de 2012

31 de mayo de 2012 - VISITACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

“Feliz de ti, Virgen María, por haber creído”

PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Sofonías 3, 14-18

¡Grita de alegría, hija de Sión! ¡Aclama, Israel! ¡Alégrate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén! El Señor ha retirado las sentencias que pesaban sobre ti y ha expulsado a tus enemigos. El Rey de Israel, el Señor, está en medio de ti: ya no temerás ningún mal.
Aquel día, se dirá a Jerusalén: ¡No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos!
El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero victorioso! El exulta de alegría a causa de ti, te renueva con su amor y lanza por ti gritos de alegría, como en los días de fiesta.
Yo aparté de ti la desgracia, para que no cargues más con el oprobio.
Palabra de Dios.

SALMO Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6 (R.: 6b)
R. ¡Es grande en medio de ti el Santo de Israel!

Este es el Dios de mi salvación:
yo tengo confianza y no temo,
porque el Señor es mi fuerza y mi protección;
él fue mi salvación.
Ustedes sacarán agua con alegría
de las fuentes de la salvación. R.

Den gracias al Señor, invoquen su Nombre,
anuncien entre los pueblos sus proezas,
proclamen qué sublime es su Nombre. R.

Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso:
¡que sea conocido en toda la tierra!
¡Aclama y grita de alegría, habitante de Sión,
porque es grande en medio de ti
el Santo de Israel! R.

EVANGELIO
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-56

María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:
«¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor.»
María dijo entonces:
«Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.»
María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
Palabra del Señor.

ü Para reflexionar

• No sabemos si Sofonías, cuando habla de la Hija de Sión, piensa en el pueblo elegido o en una persona individual que lo simboliza; posiblemente se le superponen ambas imágenes. Lo importante para él es la expresión que muestra que Yahvé está en medio de su pueblo. Y, cuando Yahvé se acerca a los suyos, aparta el temor y aparece la fiesta, la alegría y el gozo.
• Lucas contempla a María desde los antiguos símbolos judíos: la Hija de Sión, el arca de la Alianza, el santuario cerrado; todo lo que puede significar la presencia cercana del Dios entrañable. María, como el Arca de la Alianza, sube a la montaña de Judá llevando consigo al Dios del gozo.
• Lucas subraya su prontitud para el servicio. La indicación de que Isabel, su prima, de edad ya avanzada, va a necesitar ayuda basta para provocar el movimiento de la Virgen María. No permanece pasiva, encerrada en su mundo de jovencita embarazada que necesita atención y cuidados.
No se regodea en su privilegio y alegría. María sale de su mundo, de sí misma y tomando el camino que atravesaba los montes de Samaría acude con rapidez a Ain Karem donde residían Isabel y Zacarías para ayudar a su parienta.
• Así como el ángel «entró» en su casa y la «saludó» con el “Ave María”, María «entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel». Se confunden en un abrazo la que va a ser Madre de Dios con la que será madre del Precursor.
• Dos mujeres habitadas por el Espíritu Santo comparten la obra de Dios en un impulso de ternura. El encuentro de las dos madres sirve de telón de fondo para el encuentro de los dos niños que lleva cada una en su seno. El hijo de María, verdadero “Hijo del Altísimo” concebido gracias a la potencia del Espíritu, es la fuente del gozo que experimenta Isabel al oír el saludo de María y la causa por la cual el otro niño, Juan, salta de alegría en el vientre de su madre.
• Isabel proclama a María, Bienaventurada porque ha creído. Ella es la primera de los pobres de Yahvé que, en medio de su misma pobreza ha recibido la gracia de Dios y ha respondido con fe y con el corazón abierto a los planes de Dios. María es de Dios. Por eso es grande y dichosa: ha recibido el don de Dios, ha creído, y puede presentarse como portadora de Dios entre los seres humanos.
• María es mujer de nuestra historia, abierta a Dios y a los seres humanos. Ha vivido siempre en actitud de gratuidad y de donación. Se reconoce amada de Dios que es su Señor, y canta agradecida. Mujer solidaria que cree en el Dios solidario.
• El Dios de María, el Dios Santo y Todopoderoso es solidario y está a favor
de los humildes, de los humillados, de los pobres. María se reconoce inmersa en la historia de pobreza y sufrimiento de los seres humanos, descubriendo, al mismo tiempo, la fuerza creadora de Dios que transforma, por medio de Jesús, las viejas condiciones de la historia. María alaba al Señor por esa misteriosa forma en que actúa y proclama no sólo lo que Dios ha hecho en su vida, sino que alza su voz para cantar la acción de Dios en la humanidad.
• María cree y canta a un Dios solidario y, por eso, liberador del mal que pesa sobre la vida del hombre bajo diversas formas. La solidaridad lleva a Dios a hacerse hombre en Jesús de Nazaret. Esa solidaridad liberadora del Dios de la vida, lleva a Jesús a la pasión y a la cruz. María, Mujer solidaria estará al lado de su hijo que muere en la cruz.
• Hoy es preciso mirar a María, verla en el Evangelio como ella se presenta y no como nosotros nos la imaginamos. Es necesario mirar a María para contemplar el papel esencial que ella tiene en el misterio de Cristo y en el misterio de la Iglesia. En ella, como imagen de la Iglesia, se nos muestra el cuño con el que cada cristiano y la Iglesia entera debe ser modelada.
• …“La Iglesia contempla a María "como purísima imagen de lo que ella misma, toda entera, ansía y espera ser”… (SC 103; MC 22). En la escuela de la Madre de Dios, la Iglesia aprende el estilo de vida de la gratuidad, del amor que se adelanta a las necesidades del otro y le trasmite no sólo la vida, sino el gozo y el sentido de la vida: …"La Virgen fue en su vida ejemplo de aquel amor maternal con que es necesario que estén animados todos aquellos que, en la misión apostólica de la Iglesia, cooperan a la regeneración de los hombres"… (LG 65).
• En el acontecimiento de la Visitación, María ayuda a la Iglesia a tomar conciencia de su vocación misionera. …“En efecto, con su visita a Isabel, María realiza el preludio de la misión de Jesús y, colaborando ya desde el comienzo de su maternidad en la obra redentora del Hijo, se transforma en el modelo de quienes en la Iglesia se ponen en camino para llevar la luz y la alegría de Cristo a los hombres de todos los lugares y de todos los tiempos...” Juan Pablo II

ü Para discernir

• ¿Qué me dice la imagen de María en la Visitación?
• ¿Reconozco en la servicialidad un gesto evangelizador?
• ¿Sé proclamar lo que Dios obra en mi vida y en la historia?

ü Repitamos a lo largo de este día

”Mi alma canta la grandeza del Señor”

ü Para la lectura espiritual

…“La conciencia cristiana "percibe a María como la figura de la Iglesia..., su sacramento..., el espejo en el que se refleja toda la Iglesia. Ella la lleva ya y la contiene toda entera en su persona. María es el inicio, el germen y la forma perfecta de la Iglesia; en ella se encuentra todo lo que el Espíritu derramará sobre la Iglesia. En María se celebra la promesa y la anticipación del triunfo de la Iglesia. De este modo, María "no eclipsa la gloria de todos los santos como el sol, al levantarse la aurora, hace desaparecer las estrellas", como se lamentaba santa Teresa de Lisieux de las presentaciones de la Virgen. Al contrario, la Virgen María "supera y adorna" a todos los miembros de la Iglesia”…
SAN BUENAVENTURA. H. DE LUBAC, Meditación sobre la Iglesia,

ü Para rezar

Virgen María, que movida por la caridad,
no dudaste en abandonar tu tierra
y ponerte en marcha hacia la casa de tu prima Isabel,
dame un corazón desprendido
para que no tema abandonar mis propias seguridades
y lanzarme al encuentro de aquellos que me necesitan.
Tú, que a pesar de estar embarazada,
te pusiste al servicio de tu anciana pariente
que necesitaba de tu ayuda,
enséñame a hacer de mi vida un servicio constante a los demás.
Que sepa llevar a los demás a Jesucristo,
así como tú lo llevaste en tu vientre,
y lo hiciste presente en la casa de Isabel.
Yo también quiero, Madre, ser misionero como tú,
y hacer presente a Jesucristo en todo lugar donde vaya,
donde la voluntad del Padre del Cielo quiera llevarme
.

LECTIO DIVINA

¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor
venga a visitarme?


+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 1, 39-56

María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:
«¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor.»
María dijo entonces:
«Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.»
María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

En este día escuchemos a los Padres de la Iglesia en este texto bíblico tan importante:
María visita a Isabel para que el Hijo que lleva en su vientre pueda bendecir a Juan y hacerlo su precursor. (Orígenes).
La humildad conduce a María a la región montañosa de Judea para felicitar a Isabel por la milagrosa concepción de Juan y ayudar a su prima, de avanzada edad, en los últimos meses de su embarazo. (Beda)
Juan salta en su seno materno como signo milagroso de fe. (Agustín)
Estando todavía en el vientre, Juan advierte ya el advenimiento de Cristo y profetiza como precursor del Mesías. (Máximo de Turín).
Isabel, llena del Espíritu Santo, expresa a voces la bienaventuranza de que goza María gracias al fruto de su vientre. (Orígenes)
La fe de María en la promesa de Dios lleva a la Iglesia a glorificar al Señor, pues la Iglesia también da ahora su respuesta de fe a Cristo, el cual es fruto de la fe de todos los creyentes. (Ambrosio).
El Magníficat viene a ser lo mismo que un aria dentro de la ópera: la acción se detiene casi por completo para que podamos recrearnos más detenidamente en aquel momento. La visitación hace referencia al encuentro físico de las madres de estas dos figuras últimas de la Salvación. María no añade nada a Dios con su canto, pero, con el Magníficat, Cristo es engrandecido en nosotros a través de la imagen suya impresa en nuestra alma. (Orígenes)
En las Escrituras, la humildad es una de las virtudes. La humildad de María y la gran paradoja que conlleva, resaltan aún más sobre el fondo de la misericordia derramada de generación en generación sobre aquellos que temen a Aquel que es santo. (Orígenes)
La descendencia de Abrahán descansa ahora en el seno de María, dando cumplimiento al juramento que Dios hizo, y, por medio del Hijo de María, Dios hará nacer a la Iglesia, descendencia eterna de Abrahán. (Beda)

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

Ø ¿Qué significado especial tiene el salto de Juan al oír el saludo de María?
Ø ¿Qué claridad tenía Isabel sobre el lugar de María en la salvación de su pueblo?
Ø ¿Con qué otro canto se asimila el Magníficat y por qué?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Gracias Señor por este texto en las Escrituras que nos revela con tanta claridad la misión de María, el lugar importante de Isabel, y con ellas el rol trascendental en que pusiste a la mujer en tu plan de salvación.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Repito en voz alta y a modo de reflexión orante el Magníficat, meditando el tiempo necesario cada palabra para que renueve en mi corazón su profundo significado.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

Ø ¿Siento el “salto” de la alegría ante la presencia cercana del Señor?
Ø ¿Me siento pequeño y mantengo la humildad de María ante la grandeza del Señor?
Ø ¿De qué manera me siento hermanado en la promesa dada a Abrahán y al pueblo de
Israel?

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