18 de junio de 2012

18 de junio de 2012 – TO – LUNES DE LA SEMANA XI

“Yo les digo: No hagan frente al que los ofende”

PRIMERA LECTURA
Lectura del primer libro de los Reyes 21, 1-16

Nabot, el izreelita, tenía una viña en Izreel, al lado del palacio de Ajab, rey de Samaría. Ajab dijo a Nabot: «Dame tu viña para hacerme una huerta, ya que está justo al lado de mi casa. Yo te daré a cambio una viña mejor o, si prefieres, te pagaré su valor en dinero.»
Pero Nabot respondió a Ajab: «¡El Señor me libre de cederte la herencia de mis padres!»
Ajab se fue a su casa malhumorado y muy irritado por lo que le había dicho Nabot, el izreelita: «No te daré la herencia de mis padres.» Se tiró en su lecho, dio vuelta la cara y no quiso probar bocado.
Entonces fue a verlo su esposa Jezabel y le preguntó: «¿Por qué estás tan malhumorado y no comes nada?»
El le dijo: «Porque le hablé a Nabot, el izreelita, y le propuse: "Véndeme tu viña o, si quieres, te daré otra a cambio." Pero él respondió: "No te daré mi viña."»
Su esposa Jezabel le dijo: «¿Así ejerces tú la realeza sobre Israel? ¡Levántate, come y alégrate! ¡Yo te daré la viña de Nabot, el izreelita!»
En seguida escribió una carta en nombre de Ajab, la selló con el sello del rey y la envió a los ancianos y a los notables de la ciudad, conciudadanos de Nabot. En esa carta escribió: «Proclamen un ayuno y en la asamblea del pueblo hagan sentar a Nabot en primera fila. Hagan sentar enfrente a dos malvados, que atestigüen contra él, diciendo: "Tú has maldecido a Dios y al rey." Luego sáquenlo afuera y mátenlo a pedradas.»
Los hombres de la ciudad, los ancianos y notables, conciudadanos de Nabot, obraron de acuerdo con lo que les había mandado Jezabel, según lo que estaba escrito en la carta que les había enviado. Proclamaron un ayuno e hicieron sentar a Nabot en primera fila. En seguida llegaron dos malvados que se le sentaron enfrente y atestiguaron contra él diciendo: «Nabot ha maldecido a Dios y al rey.» Entonces lo sacaron fuera de la ciudad y lo mataron a pedradas. Y mandaron decir a Jezabel: «Nabot fue apedreado y murió.»
Cuando Jezabel se enteró de que Nabot había sido matado a pedradas, dijo a Ajab: «Ya puedes tomar posesión de la viña de Nabot, esa que él se negaba a venderte, porque Nabot ya no vive: está muerto.»
Apenas oyó Ajab que Nabot estaba muerto, bajó a la viña de Nabot, el izreelita, para tomar posesión de ella.
Palabra de Dios.

SALMO Sal 5, 2-3a. 5-6. 7 (R.: 2b)
R. Señor, atiende a mis gemidos.

Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos;
oye mi clamor, mi Rey y mi Dios. R.

Tú no eres un Dios que ama la maldad;
ningún impío será tu huésped,
ni los orgullosos podrán resistir
delante de tu mirada. R.

Tú detestas a los que hacen el mal
y destruyes a los mentirosos.
¡Al hombre sanguinario y traicionero
lo abomina el Señor! R.

EVANGELIO
+ Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 38-42

Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo
prestado.
Palabra del Señor.

ü Para reflexionar

• La filosofía oriental nos muestra tres caminos para controlar la violencia. Los dos primeros tienen el problema que sólo incrementan la violencia y escalan el conflicto, aunque parezcan más eficaces.
• El primero, completamente desechado en la espiritualidad cristiana, es el camino de la «violencia mayor». Ante una agresión, por pequeña que sea, se responde con tal magnitud que el agresor debe desistir de su propósito. Un ejemplo de esto lo ofrece Lamec, el descendiente de Caín que amenaza con quitarle la vida al que le inflija la más leve herida (Gn 4, 23-24).
• El otro camino es el de la Ley del Talión, es decir responder al agresor con una violencia proporcional a la ofensa.
• El tercer camino es el de la justicia mayor que implica no dejar que el conflicto escale y se vuelva incontrolable, sino que se debe desarrollar una resistencia ante el mal que permita su resolución por medios más efectivos.
• Aunque el tercer camino parezca más «débil» e ineficaz, sin embargo, tiene la ventaja de detener el conflicto, porque, al afrontar con mayor fuerza interior la ofensa inicial, tiene la posibilidad de permitir una respuesta más acorde con la justicia y la verdad.
***
• Omri y Acab fueron los reyes de Israel en la época de Elías. Omri, padre de Acab, hizo de Samaria su nueva capital. Acab construyó allí su "casa de marfil", la que más tarde será condenada por el profeta Amós. Acab mandó reconstruir y fortificar las ciudades, e hizo alianza con el rey de Tiro. Esta alianza fue sellada por el matrimonio con Jezabel, la hija del rey de Tiro.
• Este desarrollo económico se hacía a costa de muchas injusticias. Se robaban tierras a los campesinos y los mataban como si fueran los dueños de la vida y de la muerte de sus súbditos.
• El rey ansiaba la viña de su vecino Nabot. Existía una ley entrada en desuso que prescribía que cada uno permanecería en la tierra de sus antepasados y condenaba toda compraventa de propiedad fuera del clan. Esta era una ley agraria que no respondía ya a las exigencias de la urbanización y de la evolución de la administración de la corte.
• Nabot desea ser feliz en la tierra que había elegido, por eso, se opone en nombre de la antigua ley al pedido del rey. Su viña representa para él el lugar de su fidelidad a los antepasados y al mismo Yahvé. El rey Acab parece resignarse, pero Jezabel sin ningún tipo de escrúpulos trama la muerte de Nabot para dejar el terreno libre al rey. Es necesario hacer condenar a Nabot apoyándose en falsos testimonios. La mentira, el homicidio y el hurto que se realiza contra el campesino israelita ponen de manifiesto la degradación moral de la monarquía.
X X X
• Frente al mal recibido el primer impulso que aparece es la venganza, devolver con la misma moneda. En su momento la ley del talión fue un gran avance porque evitaba la justicia por manos privadas y la desmesura y desproporción en la aplicación del castigo. El famoso «ojo por ojo, diente por diente» limitaba el derecho de venganza a una justa proporción: sólo se puede hacer al prójimo como retribución a un daño recibido lo mismo que él ha hecho, de lo contrario se comete una injusticia; a “tal” daño, “tal” respuesta.
• En el contexto de las bienaventuranzas desde la cuales el discípulo está llamado a ser sal de la tierra y luz del mundo Jesús enseña que el odio se supera en el perdón y la venganza con el amor; así lo expresó Él mismo cuando, en la cruz, intercedió por sus verdugos: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen». Esta novedad evangélica que no es resignación piadosa ni sumisión fatalista que no están en el proyecto del Reino.
• Frecuentemente se confunde la expresión “poner la otra mejilla” con la idea de la renuncia a nuestros derechos legítimos. Sin embargo poner la otra mejilla quiere decir denunciar e interpelar a quien nos ha agredido, con un gesto pacífico pero decidido. El perdón debe acompañarse con la verdad. No perdonamos tan sólo porque nos vemos imposibilitados o disminuidos.
• El discípulo no debe buscar revancha, pero sí mantenerse firme; estar abierto al perdón y decir las cosas claramente. Ciertamente no es un arte fácil, pero es el único modo de frenar el odio y la violencia y manifestar la vida nueva del Evangelio a un mundo a menudo carente de amor auténtico y transformador. Se trata poner en marcha el compromiso de transformar el espiral de violencia que domina el mundo con una actitud propositiva que brota un cambio profundo y radical sostenido por la gracia.

ü Para discernir

• ¿Qué concepto de justicia manejo en mi relación con los demás?
• ¿Qué actitudes tomé ante el mal recibido?
• ¿Caí en la venganza? ¿Cómo me sentí?

ü Repitamos a lo largo de este día

Demos siempre al que nos pide

ü Para la lectura espiritual

…El triunfo sobre el otro sólo se consigue haciendo que su mal termine muriendo, haciendo que no encuentre lo que busca, es decir, la oposición, y con esto un nuevo mal con el que pueda inflamarse aún más. El mal se debilita si, en vez de encontrar oposición, resistencia, es soportado y sufrido voluntariamente. El mal encuentra aquí un adversario para el que no está preparado. Naturalmente, esto sólo se da donde ha desaparecido el último resto de resistencia, donde es plena la renuncia a vengar el mal con el mal. En este caso, el mal no puede conseguir su fin de crear un nuevo mal y queda solo.
El sufrimiento desaparece cuando es sobrellevado. El mal muere cuando dejamos que venga sobre nosotros sin ofrecerle resistencia. La deshonra y el oprobio se revelan como pecado cuando el que sigue a Cristo no cae en el mismo defecto, sino que los soporta sin atacar. El abuso del poder queda condena-do cuando no encuentra otro poder que se le oponga. La pretensión injusta de conseguir mi túnica se ve comprometida cuan-do yo entrego también el manto, el abuso de mi servicialidad resulta visible cuando no pongo límites. La disposición a dar todo lo que me pidan muestra que Jesucristo me basta y sólo quiero seguirle a él. En la renuncia voluntaria a defenderse se confirma y proclama la vinculación incondicionada del seguidor a Jesús, la libertad y ausencia de ataduras con respecto al propio yo. Sólo en la exclusividad de esta vinculación puede ser supera-do el mal…
Dietrich Bonhoeffer, El precio de la gracia. El seguimiento, Sígueme.

ü Para rezar

Amar es darlo todo y darse a sí mismo
Vivir de Amor, es darse sin medida
sin reclamar ningún salario aquí abajo.
¡Ah! doy sin contar, estando muy segura
que cuando se ama, no se calcula!
Al Divino Corazón, desbordante de ternura,
se lo he dado todo... corro ligera.
No me queda nada más que mi única riqueza:
Vivir de Amor.
Vivir de Amor, es expulsar todo temor,
todo recuerdo de las faltas pasadas.
De mis pecados no veo ninguna huella,
¡en un instante el amor lo que quemado todo!
Llamarada divina, oh dulce hoguera,
en tu hogar he fijado mi estancia.
Es en tu fuego que yo canto a mi placer (cf Dn 3,51):
«¡Vivo de Amor!»...
«Vivir de Amor, ¡qué extraña locura!»
El mundo me dice: «¡Ah! deja de cantar,
no pierdas tus perfumes, tu vida:
sepas emplearlas útilmente!»
Amarte, Jesús ¡qué perdida tan fecunda!
Todos mis perfumes son tuyos para siempre,
Quiero cantar al salir de este mundo:
«¡Muero de Amor!»
Santa Teresa del Niño Jesús. Poesías

LECTIO DIVINA

Yo les digo que no hagan frente al que les hace mal

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 5, 38-42

Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El “ojo por ojo y diente por diente” es la ley del talión, que era común en la antigüedad como limitación de la venganza salvaje del más fuerte (Gn 4,23) y restablecimiento de una cierta paridad. Se supone el mal y se busca contenerlo con el terror de una pena correspondiente, o incluso mayor (Gn 4,15).
Jesús se coloca en un punto de vista diferente, el de la justicia “excesiva” del Padre. Sólo ésta vence el mal. En el trasfondo está la cruz del Hijo del Hombre que carga con el mal de los hermanos, y así cumple toda justicia.
Jesús propone y ofrece la nueva economía del amor, que vence la del egoísmo. Siguen cinco ejemplos, que son también cinco reglas con las cuales se muestra cómo se vence el mal con el bien.
1. “no hagan frente al que les hace mal”. La primera regla para vencer el mal es oponerse al mal y no al malvado. El mal obra el mal y causa daño ante todo a quien lo comete y no debe devolverse a quien lo comete. El malvado, que es la primera víctima del mal, es un hermano mío al que tengo que amar.
2. “si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra”. Si la primera regla para vencer el mal es la de no restituirlo, la segunda es la disponibilidad a llevar el doble de él con tal de no redoblarlo. La “tolerancia” cristiana no es indiferencia hacia el mal, sino la fuerza de “tolerar” (llevar) sobre sí mismo el mal del otro; es la capacidad de “llevar uno el peso de los otros”, cumplimiento de la ley de Cristo (Gal 6,2).
3. “Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto”. La tercera regla para vencer el mal es renunciar a tu derecho, consciente de tu deber de hijo, el de no oponerte al hermano.
4. “y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él”. La cuarta regla se refiere a las vejaciones. Todo hombre es hijo de Dios, el gran Rey, y tú tienes el deber de ayudarlo a llevar sus cargas. Las necesidades del otro son tus deberes. Y si uno te obliga a hacer una cosa, haz por él dos cosas.
5. “Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado”. La quinta regla es la disponibilidad a “dar” que es la victoria sobre el “arrebatar”. El arrebatar para poseer es el principio de todos los males, destruye la creación que es un don del amor. El dar es principio de comunión. La comunión entre todos viene precisamente del Cuerpo del Hijo, que Él nos dio.
Párrafos extraídos de “Una comunidad lee el Evangelio de Mateo” Silvano Fausti – Editorial San Pablo– Páginas 88-89.

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

Ø ¿Qué tiene de debilidad la ley del talión?
Ø ¿Qué fuerza espiritual y personal tiene el poner la otra mejilla?
Ø ¿Cuáles son las formas actuales de volver la espalda al que pide?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, dame la gracia de poder actuar venciendo el mal que está en mi y con el amor vencer el mal que el otro me ocasiona. Dame la fuerza de tu Espíritu Santo para poder vivir de esa manera, que humanamente me resulta tan difícil.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono acerca de la importancia de ofrecer una alternativa superadora y cristiana al “ojo por ojo”. Medito en mis actitudes cuando me siento agredido y pienso en la manera que Jesús me indica que debo actuar.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

Ø ¿Es la ley del talión mi norma de conducta cuando me hacen daño?
Ø ¿Qué distintas maneras hay de poner la otra mejilla?
Ø ¿Estoy dispuesto hoy a dar al que pide y no volver la espalda?

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