2 de junio de 2012

2 de junio de 2012 – TO - SABADO DE LA OCTAVA SEMANA – Ciclo B

“¿Con qué autoridad haces esto?”

PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol San Judas 1,17.20-25.

En cuanto a ustedes, queridos míos, acuérdense de lo que predijeron los Apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Pero ustedes, queridos míos, edifíquense a sí mismos sobre el fundamento de su fe santísima, orando en el Espíritu Santo.
Manténganse en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la Vida eterna. Traten de convencer a los que tienen dudas,
y sálvenlos librándolos del fuego. En cuanto a los demás, tengan piedad de ellos, pero con cuidado, aborreciendo hasta la túnica contaminada por su cuerpo. A aquel que puede preservarlos de toda caída y hacerlos comparecer sin mancha y con alegría en la presencia de su gloria, al único Dios que es nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea la gloria, el honor, la fuerza y el poder, desde antes de todos los tiempos, ahora y para siempre. Amén.
Palabra de Dios

SALMO Sal 63,2.3-4.5-6.
R: Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

Señor, tú eres mi Dios,
yo te busco ardientemente;
mi alma tiene sed de ti,
por ti suspira mi carne como tierra sedienta, reseca y sin agua. R:

Sí, yo te contemplé en el Santuario
para ver tu poder y tu gloria.
Porque tu amor vale más que la vida,
mis labios te alabarán. R:

Así te bendeciré mientras viva
y alzaré mis manos en tu Nombre.
Mi alma quedará saciada como con un manjar delicioso,
y mi boca te alabará con júbilo en los labios. R:


EVANGELIO
+ Lectura del santo Evangelio según san Marcos 11,27-33.

Y llegaron de nuevo a Jerusalén. Mientras Jesús caminaba por el Templo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a él y le dijeron: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo?".
Jesús les respondió: "Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas. Díganme: el bautismo de Juan, ¿venía del cielo o de los hombres?".
Ellos se hacían este razonamiento: "Si contestamos: 'Del cielo', él nos dirá: '¿Por qué no creyeron en él?'. ¿Diremos entonces: "De los hombres'?". Pero como temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta, respondieron a Jesús: "No sabemos". Y él les respondió: "Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas".
Palabra del Señor

Para reflexionar

• La expulsión de los mercaderes del Templo se convierte en un desafío directo para las autoridades del mismo Templo de Jerusalén. Aunque los jefes conocían las tradiciones proféticas que hacían del Templo una casa de oración abierta a todas las naciones, sin embargo, para ellos eran más importantes los controles y limitaciones que les daban poder.
• El Templo era más una enorme caja fuerte y un banco que un espacio para el crecimiento espiritual. La principal actividad era el consumo de animales de sacrificio y la recepción de impuestos y ofrendas monetarias.
• El poder de las familias sacerdotales que lo controlaban era tal que influían sobre los invasores romanos en el nombramiento de las autoridades civiles. Jesús se opone a tales prácticas en nombre de Dios, a quien supuestamente se le rendía homenaje con tal monumento.
• Hoy nosotros nos enfrentamos a desafíos semejantes. En nombre de la libertad, de la justicia o, incluso, del amor se desvían recursos para encubrir la violencia y la enajenación mental y espiritual.
• Los impuestos con frecuencia terminan invertidos en propiedades particulares de quienes controlan el poder.
• Como Jesús, también nosotros podemos poner en evidencia las contradicciones de esas realidades y la verdadera función que deberían cumplir.
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• Hoy leemos uno de los escritos más breves del NT: la carta de san Judas.
• No sabemos con seguridad quién es su autor. Tal vez sea Judas, el hermano de Santiago y por tanto primo de Jesús, el que sucedió a Santiago como responsable de la comunidad de Jerusalén. Lo que sí es seguro es que pertenece al tiempo inmediatamente después de los apóstoles.
• La breve carta va dirigida, contra los gnósticos, que se metían a maestros en la comunidad, proclamando un espiritualismo que se demostraba falso, entre otras cosas por el libertinaje moral a que iba unido.
• El autor anima a los cristianos a mantenerse fieles en su fe, vigilantes, ejerciendo el discernimiento.
  
• La escena de hoy es continuación de la de ayer: ante el gesto profético de Jesús expulsando a los mercaderes y cambistas del Templo, las autoridades, envían una delegación a pedirle cuentas.
• Jesús les propone una pregunta. Cuando Él ve que no hay fe, o que hay doblez en la pregunta, considera inútil dar argumentos. A veces se calla, a veces contesta planteando a su vez preguntas. Jesús también sabe ser astuto y desenmascarar las intenciones capciosas.
• La pregunta de los jefes no era sincera. Es inútil razonar con estas personas. Jesús no les va a dar el gusto de afirmar una cosa que no van a aceptar.
• Desde ahora se van a precipitar las cosas, con fuertes controversias que desembocarán en el proceso y la ejecución de Jesús.
• Hay que saber discernir personal y comunitariamente, si los movimientos o las voces nuevas vienen o no del Espíritu. No deberían ser los intereses personales, el orgullo o la pereza lo que motive nuestra decisión. Para discerní

Para discernir

• ¿Practicamos el discernimiento personal y comunitario?
• ¿A qué actitudes nuevas me invita la liturgia de hoy?
• ¿Qué implica esta palabra en el discipulado?

Repitamos a lo largo de este día

«Tu gracia vale más que la vida»

Para la lectura espiritual

«¿Con qué autoridad haces esto?»
Es del Padre este Hijo que se le parece. Viene de él, este Hijo que se le puede comparar, porque le es semejante. Es su igual este Hijo que hace las mismas obras que él (Jn 5,36)... Sí, el Hijo hace las mismas obras del Padre; por eso nos pide creer que él es el Hijo de Dios. No se otorga un título que no le es debido; no es sobre sus propias obras que apoya su reivindicación. ¡No! Él da testimonio que no es sobre sus propias obras, sino sobre las de su Padre. Con ello da testimonio de que el esplendor de sus acciones le viene de su nacimiento divino. Pues ¿cómo los hombres hubieran podido reconocer en él al Hijo de Dios, en el misterio de este cuerpo que había asumido, en este hombre nacido de María? Es, precisamente, para que penetrara en su corazón la fe en él, que el Señor hacía todas sus obras: «Si hago las obras de mi Padre, aunque no me creáis a mi, creed a las obras» (Jn 10,38).
Si la condición humilde de su cuerpo parece ser un obstáculo para creer en su palabra, nos pide de creer, al menos, por sus obras. En efecto ¿por qué el misterio de su nacimiento humano nos iba a ser un obstáculo para percibir su nacimiento divino?... «Aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí y yo en el Padre»...
Esta es la naturaleza que posee por su nacimiento; este es el misterio de una fe que nos asegura la salvación: no dividir a los que son una unidad, no privar al Hijo de su naturaleza, y proclamar la verdad del Dios Viviente nacido del Dios Viviente... «Igual que el Padre que me ha enviado, vive, igualmente yo vivo por el Padre» (Jn 6,57). «Igual que el Padre tiene la vida en él, igualmente ha dado al Hijo el poder de tener la vida en sí mismo» (Jn 5,26).
San Hilario (hacia 315-367), obispo de Poitiers y doctor de la Iglesia Sobre la Trinidad, VII, 26-27

LECTIO DIVINA

¿Con qué autoridad haces estas cosas?

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 11, 27-33

Y llegaron de nuevo a Jerusalén. Mientras Jesús caminaba por el Templo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a él y le dijeron: «¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo?»
Jesús les respondió: «Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas. Díganme: el bautismo de Juan, ¿venía del cielo o de los hombres?»
Ellos se hacían este razonamiento: «Si contestamos: "Del cielo", él nos dirá: "¿Por qué no creyeron en él? ¿Diremos entonces: "De los hombres?"» Pero como temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta, respondieron a Jesús: «No sabemos.»
Y él les respondió: «Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Aunque los dirigentes traman su muerte (11,18), Jesús se pasea solo por el templo, sin que se mencionen sus discípulos. Mientras que los dirigentes tienen miedo de él, él no lo tiene de ellos.
Se le acercan los tres grupos que componían el Sanedrín o Gran Consejo, exponentes de los tres poderes: el religioso-político (los sumos sacerdotes, aristocracia sacerdotal), el intelectual (los letrados, teólogos y juristas) y el económico (los senadores, aristocracia civil). La presencia de los tres grupos, el Consejo en pleno, indica la gravedad de la situación.
Le hacen dos preguntas: la primera quiere saber qué clase de autoridad se atribuye Jesús para hacer lo que hace, la segunda, quién se la ha dado.
Jesús quiere desenmascarar la mala voluntad de los dirigentes, que impide toda posibilidad de diálogo. Hace su pregunta, aunque prevé que no van a contestarla, porque cualquier respuesta los comprometería.
Optan por no pronunciarse, mostrando su mala fe. Sus motivaciones nada tienen que ver con Dios, cuya invitación han rechazado en la persona de Juan: buscan conservar su poder y salvaguardar sus intereses. Para ello, lo más conveniente es mantener una postura ambigua que no los comprometa. Con ello, sin embargo, no podrán condenar el mesianismo de Jesús ni desautorizarlo. Tendrán que tolerar su enseñanza, y, más tarde, prenderlo en traición.
Jesús no responde a la mala fe.

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:
Ø ¿Cuál era la trampa en la pregunta de las autoridades judías?
Ø ¿Por qué Jesús los pone en aprietos con su pregunta?
Ø ¿A quién temían y ha quién habían dejado de temer los interrogadores de Jesús?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, que tenga siempre temor de ti y que pueda discernir tu palabra y tiempos y vivirlos con humildad y valentía. Y que no tema a la gente por lo que mis palabras y actos de fe cristianos pueda incomodarlos.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en las profundas contradicciones que puede producir perder el temor a Dios y la sensibilidad a su palabra. Medito en el cerrojo de pensamiento y acción que puede generar no querer importunar a la gente con mi testimonio cristiano.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:
Ø ¿Tengo temor de mostrar en mi vida y mis palabras mi testimonio cristiano?
Ø ¿He actuado alguna vez de una manera hipócrita o acomodaticia por temor?
Ø ¿Con quién he de compartir lo reflexionado en la Lectio de hoy?

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