27 de agosto de 2012

27 de agosto de 2012 – T0 - LUNES DE LA SEMANA XXI
Reflexión de “Unos Momentos con Jesús y María”

SANTORAL: Santa Mónica

¡Ay de vosotros, guías ciegos!

Principio de la segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica 1, 1-5. 11b-12

Pablo, Silvano y Timoteo saludan a la Iglesia de Tesalónica, que está unida a Dios, nuestro Padre y al Señor Jesucristo. Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios Padre y del Señor Jesucristo.
Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios a causa de ustedes, y es justo que lo hagamos, porque la fe de ustedes progresa constantemente y se acrecienta el amor de cada uno hacia los demás. Tanto es así que, ante las Iglesias de Dios, nosotros nos sentimos orgullosos de ustedes, por la constancia y la fe con que soportan las persecuciones y contrariedades. En esto se manifiesta el justo Juicio de Dios, para que ustedes sean encontrados dignos del Reino de Dios por el cual tienen que sufrir.
Que Dios los haga dignos de su llamado, y lleve a término en ustedes, con su poder, todo buen propósito y toda acción inspirada en la fe. Así el nombre del Señor Jesús será glorificado en ustedes, y ustedes en él, conforme a la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
Palabra de Dios.

SALMO Sal 95, 1-2a. 2b-3. 4-5 (R.: 3)
R. Anuncien entre los pueblos las maravillas del Señor.

Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre. R.

Día tras día, proclamen su victoria,
anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos. R.

Porque el Señor es grande y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Los dioses de los pueblos no son más que apariencia,
pero el Señor hizo el cielo. R.

X Lectura del santo Evangelio según san Mateo 23, 13-22

«¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno de la Gehena que ustedes!
¡Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: "Si se jura por el santuario, el juramento no vale; pero si se jura por el oro del santuario, entonces sí que vale"! ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro o el santuario que hace sagrado el oro? Ustedes dicen también: "Si se jura por el altar, el juramento no vale, pero vale si se jura por la ofrenda que está sobre el altar." ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar que hace sagrada esa ofrenda?
Ahora bien, jurar por el altar, es jurar por él y por todo lo que está
sobre él. Jurar por el santuario, es jurar por él y por aquel que lo habita.
Jurar por el cielo, es jurar por el trono de Dios y por aquel que está
sentado en él.»
Palabra del Señor.

Reflexión
Los evangelios son también catequesis para las comunidades a las que se dirigen. Mateo escribe para las comunidades judeocristianas en las que debería ser aún grande la influencia de los fariseos. Hay que recordar que los judeocristianos habían sido excluidos oficialmente de las sinagogas. Por todo eso, el Evangelio de Mateo tiene mayores resonancias antifariseas.
En estos Ayes, o lamentaciones de Jesús, contra los fariseos y maestros de la ley, ataca su hipocresía: dicen y no hacen, pretenden ser fieles a Dios en detalles insignificantes, y son infieles en los principal de la ley, que es el amor y la justicia.
No sólo han desoído el llamado al reino, anunciado por Juan, y proclamado por Jesús, sino que estorban la entrada a él a la gente de buena voluntad.
Van hasta el fin del mundo para convertir al judaísmo a algunos paganos y los hacen peores que ellos.
En vez de jurar por Dios y por todo lo que se relaciona con él, lo hacen por cosas materiales profanando el santo nombre de Dios.
Aquellos maestros de la ley, en vez de ser guías fieles hacia la verdadera religión y los primeros en aceptar el mensaje del reino, que presenta Jesús, se han convertido en los mayores obstáculos para él. Cerraban, en vez de abrir, las puertas.
Tal vez nosotros también hemos obrado así sin siquiera darnos cuenta, cerrando las puertas al mensaje cristiano a tantos paganos de buena voluntad, por nuestro mal comportamiento, por nuestras divisiones, por el amor desenfrenado al poder y al dinero.
En vez de hacernos servidores del mundo, mensajeros de la paz y la reconciliación, nos hemos presentado como "civilizadores", como mejores que ellos, como una clase aparte.
Hemos querido atraerlos a Cristo por nuestra superioridad y no por nuestro servicio humilde y desinteresado. Hemos querido suplantar sus grandes valores por los nuestros, y cuando los hemos atraído a la fe cristiana les hemos contagiado también nuestros vicios y nuestro orgullo.
Las palabras de Jesús a escribas y fariseos son también para nosotros hoy, y no podemos negar que aquella semilla de la hipocresía, que el Señor recrimina en ellos, puede ser también abundante en nuestros campos.
También el fariseísmo, en lo que tiene de malo, arraiga entre nosotros.
Por eso hoy vamos a pedirle especialmente al Señor, que sepamos llevar la los demás a Cristo, con nuestro testimonio y con nuestra vida.
SANTORAL: Santa Mónica
Había nacido de una familia cristiana. Es más: cuando era pequeña fue testigo de una persecución de cristianos y los vió morir. Y siempre vivió con el miedo de que aquellos horrendos hechos se volvieran a repetir. Había nacido en un pueblecito de la región de Túnez, en África, el año 332 de nuestra era.
Estaba casada con un hombre bastante inaguantable, debido a sus arrebatos de furor. Tuvo varios hijos. Uno de ellos se llamaba Agustín. Este niño era la admiración de sus maestros. Lo llevaron a estudiar, con hartos sacrificios y Agustín se transformó en un gran profesor. Fue entonces cuando el hijo se separó de los consejos de la madre. Pero Mónica no perdía de vista a su hijo.
Era maravillosa. Cumplidora de su deber, fiel cristiana, ejemplo vivo para su hijo. Agustín, aún alejado de su madre, la admiraba como se admira a una santa. Ella, por su parte, no se olvidaba nunca de unas palabras que había escuchado a un obispo, amigo suyo: "No es posible que perezca un hijo de tantas lágrimas".
Hasta que por fin sucedió. Ella vivía con su hijo en una casita cerca de Milán. Una noche, Agustín se convirtió a Dios. La primera persona a quien fue a contarle sus decisiones fue a su madre. Al año siguiente, Agustín se bautizó. Luego llegó a ser obispo y lumbrera de la Iglesia.

LECTIO DIVINA

¡Ay de vosotros, guías ciegos!

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 23, 13-22

«¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para conseguir un prosélito, y cuando lo han conseguido lo hacen dos veces más digno de la Gehena que ustedes!
¡Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: "Si se jura por el santuario, el juramento no vale; pero si se jura por el oro del santuario, entonces sí que vale"! ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante: el oro o el santuario que hace sagrado el oro? Ustedes dicen también: "Si se jura por el altar, el juramento no vale, pero vale si se jura por la ofrenda que está sobre el altar."
¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar que hace sagrada esa ofrenda?
Ahora bien, jurar por el altar, es jurar por él y por todo lo que está sobre él.
Jurar por el santuario, es jurar por él y por aquel que lo habita.
Jurar por el cielo, es jurar por el trono de Dios y por aquel que está sentado en él.»
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

El “ay” significa “¡Ay de mí!” y expresa no una amenaza, sino el dolor del que habla por el mal del que escucha.
Los escribas son los que saben; los fariseos los que hacen. Pero existe un saber y un obrar hipócrita, que sirve no para expresar la propia realidad, sino para ocultarla; la finalidad no es el amor, sino el aparecer inteligentes y buenos.
Existe un saber y un obrar que no abre el reino, sino que lo cierra para uno mismo y para los otros: a uno mismo, porque no se hace lo que se dice, a los otros porque se les dice, a los otros porque se les impone cargas insoportables. ¡El conocimiento del Padre y del Hijo está reservado a los pequeños, y no a los que creen estar por encima de todo! El que no acepta ser hijo, cualquier cosa que haga, está en contradicción consigo mismo: se condena a la inautenticidad, a la autodestrucción.
Existe un “celo evangelizador” que no es movido por el amor. Es el deseo de tener prosélitos, con los cuales se mide la autonomía y el propio poder. El resultado de este celo no es la difusión de la fraternidad, sino el “duplicado” del propio egoísmo, multiplicable sin fin.
El hipócrita es ciego: no ve lo que existe, sino que proyecta sobre todas las cosas la sombra de sí mismo. La realidad ya no se lee en su significado de referencia al otro. Cada cosa se vuelve un fetiche: el oro vale más que el templo, la ofrenda más que el altar – cada palabra, incluso la más sagrada como el juramento, pierde su valor.
Párrafos extraídos de “Una comunidad lee el Evangelio de Mateo – Silvano Fausti – Editorial San Pablo – Páginas 517 – 518.

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

Ø ¿Qué diferencias hay entre evangelización y proselitismo?
Ø ¿Dónde residía el pecado en el juramento de los escribas y fariseos hipócritas?
Ø ¿Por qué Jesús los llama ciegos?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

SALMO Sal 95, 1-2a. 2b-3. 4-5 (R.: 3)

Anuncien entre los pueblos las maravillas del Señor.

Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre.

Día tras día, proclamen su victoria,
anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos.

Porque el Señor es grande y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Los dioses de los pueblos no son más que apariencia,
pero el Señor hizo el cielo.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono acerca de cómo el proselitismo aún vestido de “evangelización” es un obstáculo para la verdadera fe. Medito en la actitud hipócrita que siempre va asociada a un legalismo sin sensibilidad espiritual.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

Ø¿Cuál debe ser mi verdadera motivación al evangelizar?
Ø¿Cómo evitar actitudes hipócritas y legalistas en la fe cristiana?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te invitamos a dejarnos tus comentarios, sugerencias u observaciones. Gracias por hacerlo.