19 de octubre
de 2012 – TO - VIERNES DE LA SEMANA XXVIII
San Pablo de
la Cruz
“No hay nada oculto que no deba ser
revelado, ni nada secreto que no deba ser conocido.”
Lectura de la
carta del apóstol san Pablo a los cristianos de
Efeso 1,11-14
En él hemos sido constituidos herederos, y
destinados de antemano -según el previo designio del que realiza todas las
cosas conforme a su voluntad-
a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo, para alabanza de su gloria.
En él, ustedes, los que escucharon la Palabra de la verdad, la Buena Noticia de la salvación, y creyeron en ella, también han sido marcados con un sello por el Espíritu Santo prometido.
a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo, para alabanza de su gloria.
En él, ustedes, los que escucharon la Palabra de la verdad, la Buena Noticia de la salvación, y creyeron en ella, también han sido marcados con un sello por el Espíritu Santo prometido.
Ese Espíritu es el anticipo de nuestra herencia y
prepara la redención del pueblo que Dios adquirió para sí, para alabanza de su gloria.
Palabra de Dios
SALMO Sal 33
(32) ,1-2.4-5.12-13
R: Dichoso el pueblo
que el Señor se escogió como heredad.
Aclamen, justos, al Señor;
es propio de los buenos alabarlo.
Alaben al Señor con la cítara,
toquen en su honor el arpa de diez cuerdas; R
Porque la palabra del Señor es recta
y él obra siempre con lealtad;
él ama la justicia y el derecho,
y la tierra está llena de su amor.
¡Feliz la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se eligió como herencia!
El Señor observa desde el cielo
y contempla a todos los hombres;
EVANGELIO
+ Lectura del santo Evangelio según san
Lucas 12, 1-7
Se reunieron miles de
personas, hasta el punto de atropellarse unos a otros. Jesús comenzó a decir,
dirigiéndose primero a sus discípulos: «Cuídense de la levadura de los
fariseos, que es la hipocresía. No hay nada oculto que no deba ser revelado, ni
nada secreto que no deba ser conocido. Por eso, todo lo que ustedes han dicho
en la oscuridad, será escuchado en pleno día; y lo que han hablado al oído, en
las habitaciones más ocultas, será proclamado desde lo alto de las casas.
A ustedes, mis amigos, les
digo: No teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más. Yo
les indicaré a quién deben temer: teman a aquel que, después de matar, tiene el
poder de arrojar a la Gehena. Sí, les repito, teman a ese.
¿No se venden acaso cinco
pájaros por dos monedas? Sin embargo, Dios no olvida a ninguno de ellos.
Ustedes tienen contados todos sus cabellos: no teman, porque valen más que muchos
pájaros.»
Palabra del Señor.
Para reflexionar
La enseñanza de Jesús insiste en tres temas.
Primero, frente a los fariseos que sobrevaloran su propia doctrina y desprecian
incluso lo bueno de otros grupos religiosos, Jesús destaca que es mejor ser que
parecer. No es suficiente con aparecer como justo, sino actuar en coherencia
con las exigencias de la justicia.
Segundo, el temor de Dios no es en la Biblia un
miedo hacia él, sino un reconocimiento de su poder para afirmar la vida, en
particular cuando está amenazada por la violencia humana. El cristiano debe ser
consciente de la presencia del mal en el mundo y del poder del maligno para
destruir no sólo el cuerpo, sino también el alma.
Y tercero, el cristiano debe tener presente que la
memoria de Dios restaura lo que la historia humana sume en el anonimato. El
conjunto de las enseñanzas nos ayudan a entender cómo se contraponen los
valores del Reino con los de la cultura vigente.
Mientras el mundo actual valora la imagen pública,
el evangelio exalta la coherencia íntima; mientras el pensamiento común
minimiza la injusticia, el evangelio advierte sobre el alcance real de la
maldad en el mundo. – ¿Cómo podemos, desde nuestra identidad cristiana,
transformar los anti-valores que gobiernan la vida social?
+++
El pasaje, que pertenece al himno inicial de la
carta, está lleno de motivos de esperanza.
El Padre nos ha destinado a ser su pueblo y propiedad suya,
en Cristo hemos sido salvados, y todos hemos recibido la marca del Espíritu, que es
“prenda de nuestra herencia” final. El término usado por Pablo evoca el «sello»
con el que se marcaba a las ovejas para comprobar a quien pertenecen. La
presencia del Espíritu en nosotros nos marca para poder ser reconocidos
por El como suyos.
Pablo dice que en este admirable
plan salvador de Dios, por medio de Cristo Jesús, están comprendidos tanto los
judíos como los paganos. Pablo, judío de origen, estuvo obsesionado toda su
vida por la convicción de introducir a los gentiles en la Iglesia,
en pie de igualdad.
Los judíos, que ya “esperaban en Cristo”, son los
primeros en heredar su gracia, pero también los paganos, que han
escuchado la extraordinaria noticia de que han sido salvados y “han
creído”, tienen la misma suerte.
Los que han conocido la Buena Noticia de que hemos
sido salvados por el amor de Dios y han creído en la Buena Noticia ya están
heredando, y ya son salvados; pero “mientras llega la redención completa”, el Espíritu es la garantía
de la herencia que espera al final.
La vida
cristiana para Pablo es un dinamismo
vital, lo realizado hasta hoy no es más que un inicio, un «primer
avance» que un día llegará a la plenitud y su total
cumplimiento.
+++
Lucas nos dice que Jesús rodeado de
la multitud que lo sigue se dirige en primer lugar a sus discípulos para advertirlos de la levadura de los fariseos. Jesús
aquí está hablando de una actitud externa de justicia, sabiduría,
observancia de la ley; que no está
respaldada por el amor, la
misericordia, la justicia y el respeto por la dignidad de la persona humana.
Jesús está convencido que para
muchos será difícil dejar de lado las exigencias legalistas con
las que han crecido y vivido hasta su llegada. Muchos
temen abandonar ciertos criterios y prácticas religiosas pensando que Dios los
va a desechar.
La hipocresía es
el pecado típico del fariseo y Jesús teme que esa “mala levadura”
se filtre en la nueva comunidad; por eso invita a los discípulos a estar
atentos y a cuidar sus corazones. Con fuerza y con paciencia los irá llevando desde el cumplimiento de ritos externos
hacia lo central, lo fundamental de la vida del creyente: el amor y la misericordia de Dios, que no necesita
absolutamente de nuestros cumplimientos ni los exige so pena de castigo.
El discípulo de Jesús debe proceder
sin disimulo, sin doblez, sin mentira. Su
conducta debe ser siempre franca, como quien obra a la luz del día, como en
plena plaza. Toda su acción, toda palabra suya será un día testimonio público.
La libertad de
Jesús
frente a la ley, frente al legalismo y fariseísmo de su tiempo deben incorporarse
en el comportamiento de los que lo siguen para ser verdaderos discípulos suyos.
Para que sean libres, Jesús insiste en que no
deben tener miedo de nadie ni de nada. Si tenemos miedo, ya estamos atrapados.
Lo dice, cuando está cercado por sus adversarios que no lo pueden atrapar por dentro porque su corazón sólo
pertenece al Padre.
Temamos
más bien al mismo Dios, ante quien no podemos
proceder con hipocresías; pero no con ese temor servil que actúa solamente por
evitar el castigo, sino con ese temor santo de quien
sabiéndose amado por Dios, le corresponde amorosa y fielmente.
Dios conoce hasta lo más profundo del ser del
hombre, y a pesar de todo, lo llama a trabajar por su Reino. Será necesario
afrontar todos los riesgos y consecuencias que trae ese anuncio. No hay que temer a quienes al rechazar a los
enviados de Dios, que trabajan por su Reino, intenten hacerlos desaparecer o
atraparlos con toda clase de seducciones, pues, finalmente, la
vida pertenece a Dios.
Dios jamás se
olvida de nosotros. A pesar de nuestros pecados e
infidelidades, Él siempre vuelve su mirada compasiva
y nos contempla con gran amor. Prueba de ello
es su propio Hijo que, hecho uno de nosotros, dio su
vida por nosotros en un amor que llegó hasta el extremo. “Dado
que aquí no puedes elegir el no morir, mientras vives elige el no morir
eternamente». San Agustín
Para discernir
¿Somos verdaderamente
aquello que mostramos?
¿Tememos a Dios o lo
amamos?
¿Qué lugar ocupa el
cumplimiento en mi vida de fe?
Repitamos y vivamos hoy la Palabra
…No temo Señor, te sigo…
Para la lectura espiritual
…”Debemos darnos cuenta de que nosotros «somos la
gloria de Dios». Leemos en el libro del Génesis: «Entonces el Señor Dios formó
al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz un hálito de vida, y el
hombre se convirtió en un ser viviente» (Gn 2,7). Nosotros vivimos porque
participamos de la respiración de Dios, de la vida de Dios, de la gloria de
Dios. La cuestión no es tanto la de «cómo vivir para la gloria de Dios», como
la de «cómo vivir lo que somos, cómo realizar nuestro ser más profundo».
Tú eres el lugar donde
Dios ha elegido habitar, tú eres el tópos tú theú (el «lugar de Dios»), y la
vida espiritual no es otra cosa que permitir la existencia de ese espacio donde
Dios pueda morar, crear el espacio donde pueda manifestarse su gloria. Cuando
medites, pregúntate a ti mismo: « ¿Dónde está la gloria de Dios? Si la gloria
de Dios no está aquí donde yo estoy, ¿en qué otra parte puede estar?».
Naturalmente, todo
esto es más que una intuición, más que una idea, más que un modo de ver las
cosas y, por consiguiente, es más tema de meditación que de estudio. Pero
apenas empieces a «darte cuenta», de un modo íntimo y personalísimo, de que
eres verdaderamente la gloria de Dios, todo se volverá diferente y tu vida
llegará a un viraje decisivo. Entonces, por ejemplo, esas pasiones que parecían
tan reales, más reales que el mismo Dios, revelarán su naturaleza ilusoria y,
en cierto sentido, se disiparán”…
H. J. M.
Nouwen, He escuchado el silencio, Brescia 10 1998
Para rezar
Quiero seguirte,
Señor
A pesar de las incomprensiones de los demás.
A pesar de mis momentos débiles.
A pesar de las horas de cansancio.
Quiero ser dichoso con los que te siguen
con corazón sencillo.
A pesar de mis momentos débiles.
A pesar de las horas de cansancio.
Quiero ser dichoso con los que te siguen
con corazón sencillo.
Con los pobres que sienten necesidad de Ti.
Con los que sufren en su caminar por la vida.
Con los que trabajan por implantar la justicia.
Con los de corazón puro.
Con los que llevan consigo la paz y la transmiten
Con los que sufren en su caminar por la vida.
Con los que trabajan por implantar la justicia.
Con los de corazón puro.
Con los que llevan consigo la paz y la transmiten
Quiero seguirte Señor…
LECTIO
DIVINA
Tienen contados todos sus cabellos
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Lucas 12, 1-7
Se
reunieron miles de personas, hasta el punto de atropellarse unos a otros. Jesús
comenzó a decir, dirigiéndose primero a sus discípulos: «Cuídense de la
levadura de los fariseos, que es la hipocresía. No hay nada oculto que no deba
ser revelado, ni nada secreto que no deba ser conocido. Por eso, todo lo que
ustedes han dicho en la oscuridad, será escuchado en pleno día; y lo que han
hablado al oído, en las habitaciones más ocultas, será proclamado desde lo alto
de las casas.
A
ustedes, mis amigos, les digo: No teman a los que matan el cuerpo y después no
pueden hacer nada más. Yo les indicaré a quién deben temer: teman a aquel que,
después de matar, tiene el poder de arrojar a la Gehena. Sí, les repito, teman
a ese.
¿No se
venden acaso cinco pájaros por dos monedas? Sin embargo, Dios no olvida a
ninguno de ellos. Ustedes tienen contados todos sus cabellos: no teman, porque
valen más que muchos pájaros.»
Palabra
del Señor.
1.
LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO
BÍBLICO?
Guías para la
lectura:
El
evangelio de hoy nos presenta una crítica de Jesús contra las autoridades
religiosas de su tiempo.
• Lucas 12,1a: Miles
y miles de personas buscan a Jesús. “En esto, habiéndose reunido miles y miles
de personas, hasta pisarse unos a otros…”.
Esta frase deja entrever la enorme popularidad
de Jesús y el deseo de la gente de encontrarse con él (cf. Mc 6,31; Mt 13,2).
Deja entrever, asimismo, el abandono en el que se encontraba la gente. “Son
como ovejas sin pastor”, decía Jesús en otra ocasión cuando vio la multitud
aproximarse para escuchar su palabra (Mc 6,34).
• Lucas 12,1b:
Cuidado con la hipocresía “Se puso a decir primeramente a sus discípulos:
«Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía”. Marcos hablaba
ya de levadura de los fariseos y de los herodianos y sugería que se trataba de
la mentalidad o de la ideología dominante de la época que esperaba a un mesías
glorioso y poderoso (Mc 8,15; 8,31-33). Aquí, en este texto, Lucas identifica
la levadura de los fariseos con la hipocresía. La hipocresía es una actitud que
invierte los valores. Esconde la verdad. Muestra una fachada bonita que encubre
y disfraza la podredumbre que hay por dentro. En este caso la hipocresía era la
cáscara aparente de la máxima fidelidad a la Palabra de Dios que escondía la
contradicción de la vida de éstos. Jesús quiere lo contrario. Quiere coherencia
que no deja en lo escondido.
• Lucas 12,2-3: Lo
escondido será revelado. “Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni
oculto que no haya de saberse. Porque cuanto dijisteis en la oscuridad será
oído a la luz, y lo que hablasteis al oído en las habitaciones privadas será
proclamado desde los terrados”.
Es la segunda vez que Lucas habla de este
asunto (cf. Lc 8,17). En vez de la hipocresía de los fariseos que esconde la
verdad, los discípulos deben tener sinceridad. No deben tener miedo a la
verdad. Jesús los invita a compartir con los otros las enseñanzas que
aprendieron de Él. Los discípulos no podían tenerlas sólo para ellos, sino que
debían divulgarlas. Un día, las máscaras se caerán y todo será revelado a las
claras, proclamado desde los terrados (cf. Mt 10,26-27).
• Lucas 12,4-5: No
hay que tener miedo. “No temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no
pueden hacer más. Os mostraré a quién debéis temer: temed a Aquel que, después
de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, os repito: temed a ése”.
Aquí Jesús se dirige a sus amigos, a los
discípulos y a las discípulas. Ellos no deben tener miedo de aquellos que matan
el cuerpo, que torturan, que machacan y hacen sufrir. Los torturadores pueden
matar el cuerpo, pero no consiguen matar en ellos la libertad y el espíritu.
Deben tener miedo, esto es, de que el miedo al sufrimiento los lleve a esconder
o a negar la verdad y, así, les haga ofender a Dios. Pues quien se aleja de
Dios se pierde por siempre.
• Lucas 12,6-7:
Valéis más que muchos pajarillos. “¿No se venden cinco pajarillos por dos ases?
Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Hasta los cabellos de
vuestra cabeza están todos contados. No temáis; valéis más que muchos
pajarillos”
Los discípulos no deben tener miedo a nada,
pues ellos están en las manos de Dios. Jesús manda mirar los pájaros. Dos
pajarillos se venden por pocos centavos y ninguno de ellos cae en tierra sin el
consentimiento del Padre. Hasta los cabellos de la cabeza están contados. Lucas
dice que ningún cabello cae sin que el Padre lo diga (Lc 21,18). ¡Y caen tantos
cabellos! ¿Por esto: “no temáis; valéis más que muchos pajarillos. Es ésta la
lección que Jesús saca de la contemplación de la naturaleza. (cf Mt 10,29-31)
• La contemplación de
la naturaleza. En el Sermón de la Montaña, el mensaje más importante Jesús lo
saca de la contemplación de la naturaleza.
El dice: " Habéis oído que se dijo:
Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros
enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre
celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e
injustos. Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre
celestial.” (Mt 5,43-45.48).
La observación del ritmo del sol y de la
lluvia llevaron a Jesús a esta afirmación revolucionaria: “Pero yo os digo:
amad a vuestros enemigos!” Lo mismo vale para la invitación a mirar los lirios
del campo y las aves del cielo (Mt 6,25-30). Esta actitud, sorprendentemente
contemplativa ante la naturaleza, lleva a Jesús a una crítica de las verdades
aparentemente eternas. Seis veces seguidas tuvo el valor de corregir en público
la Ley de Dios: “Se os dijo, pero yo os digo...”. El descubrimiento hecho en la
contemplación renovada de la naturaleza se vuelve para él una luz muy
importante para releer la historia con otros ojos y descubrir en ella las luces
que antes no eran percibidas. Hoy estamos ante una nueva visión del universo.
Los descubrimientos de la ciencia respecto de la inmensidad del macro-cosmos y
del micro-cosmos están siendo fuente de una nueva contemplación del universo.
Está comenzando ya la crítica de muchas verdades aparentemente eternas.
Tomado de:
“Los Carmelitas”
2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE
EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para
la meditación:
Lo escondido será revelado. ¿Hay en mí algo que
temo sea revelado un día?
La contemplación de los pajarillos y de las cosas
de la naturaleza lleva a Jesús a actitudes nuevas y sorprendentes que revelan
la bondad gratuita de Dios. ¿Tengo costumbre de contemplar la naturaleza?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A
DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
Pues recta es la
palabra de Yahvé,
su obra toda fundada en la verdad;
él ama la justicia y el derecho,
del amor de Yahvé está llena la tierra. (Sal 33,4-5)
su obra toda fundada en la verdad;
él ama la justicia y el derecho,
del amor de Yahvé está llena la tierra. (Sal 33,4-5)
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO
INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
Repito y reflexiono la palabra de Jesús:
“Ustedes
tienen contados todos sus cabellos: no teman…”
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A
VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para
la acción:
¿Me cuido yo también
de la hipocresía en mi vida?
¿Pienso antes de
hablar en que lo que digo en la oscuridad puede ser escuchado en pleno día?
¿Qué seguridad me dan
las palabras de Jesús sobre su cuidado personal?
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