9 de octubre de 2012


9 de octubre de 2012 – TO – MARTES DE LA SEMANA XXVII


San Héctor Valdivielso Sáez, Argentina (a. 1934)

«Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada.»

PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia 1, 13-24

            Hermanos:
            Seguramente ustedes oyeron hablar de mi conducta anterior en el Judaísmo: cómo perseguía con furor a la Iglesia de Dios y la arrasaba, y cómo aventajaba en el Judaísmo a muchos compatriotas de mi edad, en mi exceso de celo por las tradiciones paternas. Pero cuando Dios, que me eligió desde el seno de mi madre y me llamó por medio de su gracia, se complació en revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara entre los paganos, de inmediato, sin consultar a ningún hombre y sin subir a Jerusalén para ver a los que eran Apóstoles antes que yo, me fui a Arabia y después regresé a Damasco.
            Tres años más tarde, fui desde allí a Jerusalén para visitar a Pedro, y estuve con él quince días. No vi a ningún otro Apóstol, sino solamente a Santiago, el hermano del Señor.
            En esto que les escribo, Dios es testigo de que no miento. Después pasé a las regiones de Siria y Cilicia. Las Iglesias de Judea que creen en Cristo no me conocían personalmente, sino sólo por lo que habían oído decir de mí: «El que en otro tiempo nos perseguía, ahora anuncia la fe que antes quería destruir.» Y glorificaban a Dios a causa de mí.
Palabra de Dios

SALMO  Sal 138, 1-3. 13-14b. 14c-15 (R.: 24b)
R.         Señor, llévame por el camino eterno.

            Señor, tú me sondeas y me conoces
            tú sabes si me siento o me levanto;
            de lejos percibes lo que pienso,
            te das cuenta si camino o si descanso,
            y todos mis pasos te son familiares.  R.

            Tú creaste mis entrañas,
            me plasmaste en el seno de mi madre:
            te doy gracias porque fui formado
            de manera tan admirable.
            ¡Qué maravillosas son tus obras!  R.

            Tú conocías hasta el fondo de mi alma
            y nada de mi ser se te ocultaba,
            cuando yo era formado en lo secreto,
            cuando era tejido en lo profundo de la tierra.  R.


EVANGELIO
            + Lectura del santo Evangelio según san Lucas          10, 38-42

            Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra.
            Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude.»
            Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada.»
Palabra del Señor.

ü Para reflexionar

  • El Evangelio nos plantea un dilema de la vida cristiana: no basta con recibir a Jesús, ya que la mayor parte de la gente lo hace, incluso los no cristianos; es necesario elegirlo a él.
  • Jesús llega a la casa de estas dos mujeres en calidad de huésped. Martha cumple religiosamente sus deberes de hospitalidad para con este invitado, pero no acude a su enseñanza; María, por el contrario, asume la condición de la discípula y se coloca a sus pies; la escucha de las palabras del maestro marca la diferencia con su hermana Martha.
  • En la vida cristiana puede ocurrir otro tanto. Hemos recibido a Jesús a través de rituales religiosos de amplio reconocimiento social. Incluso podemos exhibir un ctficado de nuestro bautismo, pero tal vez no podemos decir lo mismo respecto a escuchar la palabra que Jesús nos comunica en el Evangelio y en la vida.
  • La actitud de estas dos mujeres nos lleva a reflexionar sobre nuestra propia manera de relacionarnos con Jesús y sobre aquello que es más relevante para la vida cristiana. Escoger la mejor parte significa aprender a escuchar la palabra de vida que Jesús nos revela en los Evangelios y en el encuentro con nuestra comunidad de fe.
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·         Pablo, para defenderse de las alusiones infamantes de los judaizantes cree útil explicar los acontecimientos que han antecedido y continuado a su conversión. Si perseguía a la Iglesia de Dios tratando de destruirla, sobrepasando en el judaísmo a muchos compatriotas, y luego abandonó la «tradición» recibida en su juventud, fue debido a una llamada personal de Dios.
·         Fue Dios quien tuvo la iniciativa y lo separó «desde el seno de su madre», sin mérito alguno, sin hacer nada por su parte.
·         Era «perseguidor» pero Dios lo hizo «apóstol». Pablo se pone como ejemplo de cómo hay que pasar de lo antiguo a lo nuevo, de la ley a la gracia, sin dar pasos hacia atrás.
·         El encuentro con Jesús lo prepara para "anunciarlo a los gentiles". Pero antes siente la necesidad de subir a Jerusalén y conocer a Cefas. La "revelación" lo vincula inmediatamente a Jesús, pero también a todos los que han recibido el mismo don.
·         Pablo quiere subrayar la unidad de la "misión” quiere estar de acuerdo con el resto de la Iglesia, y en particular con la jerarquía de su tiempo, pero subraya con claridad que lo que enseña no lo ha recibido de los Doce, sino directamente "de Dios", no obstante es el mismo evangelio porque Dios no se contradice.
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  • Jesús sigue su camino y hace un alto poco antes de llegar a Jerusalén. El evangelio nos presenta la conocida escena en la casa de Betania, donde Marta y María, sus amigos de siempre lo reciben.
  • Como suele ocurrir en muchas casas, la demasiada preocupación por los preparativos para recibir bien a los invitados hace que se pase por alto lo esencial: el visitante. Todo tiene que estar bien preparado para que no pase nada nuevo e inesperado.
  • Sin embargo María ha elegido “la mejor parte”: escucha al Señor mientras que Marta; está “atareada en muchos quehaceres”. La historia se estropea cuando Marta trata de apartar a María de la tarea de escucha y de adoración que había elegido. Eso es lo que le reprocha Jesús, y no su deseo de servirlo. Jesús la invita a llegar hasta el fondo de su servicio, a encontrase con la raíz y no quedarse en lo superficial.
  • Marta y María aparecen como las dos formas de escuchar la Palabra, dos formas que no se niegan sino que son complementarias entre sí. La mejor parte consiste saber adorar a Dios, lo mismo en el templo que  en la vida.
  • María saborea las palabras de Jesús que quedarán grabadas en lo más íntimo de su corazón y serán una fuente de seguridad gozosa que más allá de las evidencias de la muerte, la harán capaz de descubrir la novedad de la Pascua. La misma que ahora contempla a Jesús, es la que correrá hasta el sepulcro cuando esté apagada la esperanza de los hombres.
  • Como Iglesia estamos invitados a recoger con la palabra del Maestro. Estar en su presencia, aunque luego haya que improvisar un poco de comida. Una Iglesia que prefiere lo provisorio de las tiendas del desierto, a la seguridad de las casas demasiado estables, que no tardan en convertirse en cargas o prisiones.
  • Necesitamos por la contemplación ver más allá de la dura realidad humana y descubrir la imposible novedad pascual y la otra cara de las cosasUna Iglesia que sólo se preocupa de las muchas cosas, puede transformarse en empresa en cadena, donde todo está programado y donde todo irá bien, pero no habrá novedad ni fiesta.
  • Una Iglesia que no pasa del estar con el Señor a la acción comprometida, vive alienada de la historia: no ha contemplado al Señor; simplemente lo ha mirado.
  • Como Iglesia, para cumplir verdaderamente nuestra misión, necesitamos pasar primero por el discipulado "a los pies del Señor". De este modo, nuestra acción en el mundo no será únicamente un conjunto de actividades en favor de un proyecto, sino una forma de hacer crecer la presencia de Dios, su Reino, entre los hombres. Y para esto, necesitamos de la palabra del Maestro, que nos guíe,  ilumine y revele “el quehacer necesario e importante” en cada momento.
  • “Dichosos los de escucha atenta y acción vigorosa, los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica”.

ü Para discernir

  • ¿Qué es lo necesario para ser discípulo, según Jesús?
  • ¿Qué privilegio en mi vida de fe: la acción o la escucha?
  • ¿Qué espacio de nuestra vida dedicamos a la escucha de la Palabra?
  • ¿Qué lugar le doy a la acción?

ü Repitamos a lo largo de este día

…Quiero escucharte Señor…

ü Para la lectura espiritual

…”Jesús no responde a nuestro estilo de vida, marcado por las preocupaciones, diciendo que no deberíamos dedicarnos tanto a los asuntos de este mundo. No intenta alejarnos de los acontecimientos, de las actividades y de las personas que forman parte de nuestra vida. No dice que todo lo que hacemos es insignificante, carente de valor o inútil. Ni siquiera nos sugiere que nos retiremos de todas las actividades en las que estamos comprometidos, para vivir en quietud y tranquilidad lejos de las tensiones del mundo.
La respuesta de Jesús a las preocupaciones que colman nuestra vida es muy diferente. Nos pide que transfiramos el centro de gravedad, que traslademos el centro de nuestra atención, que cambiemos el orden de nuestras prioridades. Jesús quiere que nos traslademos desde las «muchas cosas» a la «única cosa necesaria». Es importante que nos demos cuenta de que Jesús no quiere en absoluto que abandonemos nuestro mundo, tan complejo. Su voluntad, más bien, es que vivamos en él, firmemente arraigados en el centro de todas las cosas. Jesús no habla de que cambiemos de tipo de actividad o de que modifiquemos nuestras relaciones, ni siquiera de que disminuyamos el ritmo. Jesús nos habla de un cambio del corazón. De una disposición diferente del corazón que haga todo diferente, aun cuando todo parezca seguir como antes. Eso significa: «Buscad primero el Reino de Dios... y todas estas cosas se os darán por añadidura». Lo que cuenta es el empleo de nuestro corazón.
Cuando nos asaltan las preocupaciones, nuestro corazón se encuentra en el lugar equivocado. Jesús nos pide que traslademos el corazón al centro, allí donde todo lo demás está en su sitio”…
H. J. M. Nouwen, Invitación a una alta vida espiritual, Brescia 1998.

ü Para rezar

Ayudanos Señor a saber a escuchar,
Que puestos a tus pies,
dejemos que tu palabra nos empape
como suave rocío
Que al rumiarla 
en la lectura de cada día,
se fecunde nuestra vida.
Enséñanos Señor
a escuchar tu Palabra;
que se haga carne de nuestra carne,
Luz de nuestros ojos
para mirar la vida
según tu voluntad
para que cada uno
de nuestros gestos y acciones
sean expresión de tu reino ya comenzado.

LECTIO DIVINA

Marta lo recibió en su casa.
María eligió la mejor parte.
   
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     10, 38-42

Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra.
Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús:
Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude.»
Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada.»
Palabra del Señor. 

1.     LECTURA -  ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO? 

 ·   Guías para la lectura:
          
Claramente Marta era quien tenía a su cargo la familia, probablemente como hermana mayor, y estaba particularmente dotada para la administración, mientras que su hermana María era por temperamento más tranquila y dispuesta a escuchar y reflexionar.
Es significativo que Jesús la anime precisamente a escuchar y aprender, cosa que los rabinos no permitían con facilidad a las mujeres, en el ámbito religioso.
El significado general del episodio depende en parte de la lectura adoptada en el v. 42 “…una sola cosa es necesaria…”.  Jesús está hablando de “cosa” o “cosas” necesarias, lo que se entiende en sentido figurado como el alimento espiritual obtenido escuchando a Jesús.
No hay que buscar en este dicho una base para sostener la superioridad de la vida contemplativa sobre la activa, o para desacreditar las funciones administrativas o de servicio. El texto subraya la importancia fundamental de escuchar a Jesús, mientras Él esté aquí, o en cualquier ocasión que se presente. En otras palabras, el alimento espiritual es más importante que el material (Mt 4,4; Jn 6,27).
Quizá Marta hubiera querido escuchar a Jesús, pero se encontraba imposibilitada para hacerlo a causa de sus deberes de hospitalidad, que absorbían toda su atención. Estaba atareada y se afanaba, preocupada por cosas secundarias. Es lo que dice Jesús después de haber repetido su nombre, como expresión de afecto y atención.  

2.     MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

·                        Preguntas para la meditación: 

Ø ¿Cuál fue la actitud de Marta y por qué hace el reclamo a Jesús?
Ø ¿Por qué en lugar de apoyar su reclamo, Jesús la reprende?
Ø ¿Cuál es la parte elegida por María que no le será quitada? 

3.     ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?      

Señor, ayúdame a tener la vocación de servicio de Marta cuando sea necesario y la escucha dependiente de María cuando ésta sea la mejor parte de mi día.  

4.     CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
  
Repito varias veces y reflexiono en las palabras:

“…te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria…”

5.     ACCIÓN -  ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

·                        Preguntas para la acción:
  
Ø¿Tengo la actitud de servicio de Marta?
Ø¿Tengo la sensibilidad de escucha atenta de la palabra de Cristo de María?
Ø¿Sé combinar adecuadamente esas dos actitudes cada día?


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