23 de noviembre
de 2012 – TO – VIERNES DE LA SEMANA XXXIII
«Está escrito: Mi casa será una casa de oración,
pero ustedes la han convertido en una cueva de
ladrones.»
Lectura
del libro del Apocalipsis 10,8-11.
Y la voz que había oído desde el cielo me habló nuevamente, diciéndome: “Ve a tomar el pequeño libro que tiene abierto en la mano el Angel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra”.
Yo
corrí hacia el Angel y le rogué que me diera el pequeño libro, y él me
respondió: “Toma y cómelo; será amargo para tu estómago, pero en tu boca será
dulce como la miel”.
Yo
tomé el pequeño libro de la mano del Angel y lo comí: en mi boca era dulce como
la miel, pero cuando terminé de comerlo, se volvió amargo en mi estómago.
Entonces se me dijo: “Es necesario que profetices nuevamente acerca de una multitud de pueblos, de naciones, de lenguas y de reyes”.
Entonces se me dijo: “Es necesario que profetices nuevamente acerca de una multitud de pueblos, de naciones, de lenguas y de reyes”.
Palabra
de Dios
SALMO Sal 119,14.24.72.103.111.131.
R: ¡Qué dulce
al paladar tu promesa!
Mi
alegría es el camino de tus preceptos,
más
que todas las riquezas. R.
Tus
preceptos son mi delicia,
tus
decretos son mis consejeros. R.
Más
estimo yo los preceptos de tu boca
que
miles de monedas de oro y plata. R.
¡Qué
dulce al paladar tu promesa:
más
que miel en la boca! R.
Tus
preceptos son mi herencia perpetua,
la
alegría de mi corazón. R.
Abro
la boca y respiro,
ansiando
tus mandamientos. R.
EVANGELIO
+
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19, 45-48
Jesús
al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Está escrito:
Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva
de ladrones.»
Y
diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más
importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo
hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus
palabras.
Palabra
del Señor.
Para
reflexionar
ñ En
el itinerario de Jesús la ciudad de Jerusalén es el escenario de su
confrontación final con los representantes del Israel institucional. En esta
segunda escena Jesús entra al templo de Jerusalén, famoso por su colosal tamaño
y por el incalculable valor del tesoro que allí se acumulaba.
ñ Pero
de nuevo, como en la escena anterior, Jesús se encuentra con una enorme
perversión, porque en ese recinto sagrado se refugian los que buscan ávidamente
el poder económico y lo cubren legalmente con una fachada religiosa.
ñ El
cambio inequitativo de la moneda imperial por la moneda del Templo era ocasión
para que las personas pobres se vieran despojadas de los centavos con los que
acudían en peregrinación al Templo.
ñ Nuestras
sociedades actuales se nutren, al igual que en la época de Jesús, de
intercambios inequitativos en los que las naciones pobres pagan precios
exorbitantes por tener acceso a algunas cosas básicas como la tecnología o los
recursos energéticos. Pero todo se cubre con el manto de la burocracia
económica que defiende tales desventajas y las presenta inclusive como la
máxima expresión civilizadora.
ñ Al
igual que Jesús debemos desterrar de nuestros intercambios estas medidas
ventajosas, aunque sean legales.
· · ·
ñ Hoy
leemos un gesto simbólico en el que el
vidente tiene que comer el rollo antes de
transmitir su contenido.
ñ Este
gesto ya lo encontramos en Ezequiel, el profeta,
el que habla de parte de Dios, primero tiene que comer lo que anunciará
después. El libro contiene las profecías del Antiguo Testamento y recibe como
misión el revelar su sentido a la luz del Nuevo.
ñ El
profeta debe «alimentarse de la palabra y del pensamiento que contiene» porque
es un mensajero y un intérprete de la Palabra divina. Lleno de la Escritura puede descubrir en ella el misterio del plan
de Dios sobre el mundo.
ñ El
libro
es en parte dulce y en parte amargo, trae a la vez consuelo y tribulación,
sufrimientos y alegría, nos revela el amor de Dios
por nosotros pero tiene aspectos difíciles y exigentes.
· · ·
ñ Las
peregrinaciones anuales a
Jerusalén eran una importante fuente de comercio.
Muchos israelitas acudían con sus animales durante la pascua para ofrecer un
sacrificio a Dios. Todos los aportes y transacciones que se realizaban en el
templo, era necesario que se hiciesen con la moneda judía. Por ese motivo, alrededor del templo se había organizado un comercio muy fuerte en torno al cambio de moneda romana por
moneda judía y a la compra y venta de animales para los
sacrificios. Los mercaderes se aprovechaban de la necesidad de animales puros
para los sacrificios, elevando considerablemente sus precios.
ñ El
templo
había sido construido para ser lugar de culto al Dios vivo,
en cambio se había montado un gran negocio con la piedad
del pueblo. Esta realidad provoca la ira de Jesús que llega a Jerusalén en compañía
de sus discípulos.
ñ Ayer
Jesús lloró sobre su ciudad, triste por la ruina que se le avecina. Hoy se pone
a echar a los vendedores realizando un gesto profético y valiente.
A partir de este momento Jesús se convierte en una figura popular. Pero su interés era advertir al pueblo sobre el peligro de una piedad afianzada
exclusivamente en el templo. Por esta razón, las acciones que
siguieron se encaminan hacia la enseñanza de la multitud y la ayuda de los
necesitados.
ñ Cristo
quiere restablecer el sentido de la alianza en el corazón del templo para que
aparezca un nuevo tipo de liturgiabasado en la Palabra viva de
Dios y en la obediencia a ella. Jesús,
que es la Palabra entra de modo solemne en el
templo, ese lugar privilegiado en donde Él podrá concluir de manera
sorprendente su enseñanza.
ñ El contenido esencial del sacrificio de Cristo es la obediencia. En la obediencia a su Palabra, se
encuentra la obediencia a Él mismo
y a su plan de salvación. La palabra
debe ser escuchada en los acontecimientos, que nos descubren la presencia de
Dios en el mundo.
ñ Ante
estas intervenciones de Dios en la propia vida, tenemos la posibilidad de aceptarla; también está presente en nosotros el
intento de eliminación
de esta palabra que nos inquieta, tal como sucedió en la vida de muchos,
durante la predicación de Jesús en Jerusalén. De la elección
que hagamos entre estas dos formas de
recibir la Palabra, depende el valor
de nuestra fe y de nuestro encuentro con Dios, que da sentido a
toda nuestra existencia.
ñ
Jesús nos sale al paso y nos llama a hacer de nuestras comunidades y de nuestras vidas
un lugar de culto al Dios de la Vida.
La intervención de Jesús en el Templo es una llamada de atención para que
vivamos nuestra fe en autenticidad y sinceridad. Hoy sigue habiendo mercaderes
en el Templo. Cada hombre es “templo del Espíritu Santo”
y hay muchos hombres y mujeres cuyos templos están siendo profanados con todo
tipo de abusos morales, económicos, sicológicos y físicos. Este panorama
debería suscitar en nosotros la misma pasión de Jesús por
lo que es sagrado: cada hombre.
ñ También
nuestros templos materiales como espacio sagrado deben adquirir su
verdadero sentido como lugar y forma de encuentro
con Dios, verdaderas casas de oración,
abiertas a todos, y lugar donde Jesús sigue
enseñando con la fuerza salvadora de su Palabra.
Para discernir
ñ ¿Experimento mi vida como templo de Dios?
ñ ¿Dignifico la vida de mis hermanos?
ñ ¿Mi relación con Dios está marcada por la
veracidad y la sinceridad?
Repitamos a lo
largo de este día
¡Mi dicha es
vivir en la casa del Señor y tener mi refugio en ella!
Para la lectura
espiritual
Que el templo
interior sea tan bello como el de piedras
…”Cuando tres están reunidos en mi nombre (Mt 18,20) forman ya una iglesia. Guarda a los millares aquí congregados: sus corazones ya habían preparado un santuario antes que nuestras manos construyeran éste para gloria de tu nombre. Que el templo interior sea tan bello como el de piedras. Dígnate habitar tanto en el uno como en el otro; tanto nuestros corazones como sus piedras está marcados con tu nombre.
…”Cuando tres están reunidos en mi nombre (Mt 18,20) forman ya una iglesia. Guarda a los millares aquí congregados: sus corazones ya habían preparado un santuario antes que nuestras manos construyeran éste para gloria de tu nombre. Que el templo interior sea tan bello como el de piedras. Dígnate habitar tanto en el uno como en el otro; tanto nuestros corazones como sus piedras está marcados con tu nombre.
La omnipotencia
de Dios se hubiera podido levantar cómodamente, no más que tal como él con un
gesto, ha dado existencia al universo. Pero Dios ha construido al hombre a fin
de que el hombre construyera unas mansiones para él. ¡Bendita sea su clemencia
que tanto nos ha amado! Él es infinito; nosotros somos limitados. Él ha
construido para nosotros el mundo; nosotros le construimos una casa. Es
admirable que el hombre pueda construir una morada al Todopoderoso presente en
todo, a quien nada se le puede escapar.
Habita en medio
de nosotros con ternura; nos atrae con vínculos de amor; se queda entre
nosotros y nos llama para que escojamos el camino del cielo para habitar con
él. Él dejó su morada y se escogió la Iglesia para que abandonemos nuestra
morada y escojamos el paraíso. Dios habita entre los hombres para que los hombres
encuentren a Dios”…
La liturgia
maronita – Oración para la dedicación de una iglesia
Para rezar
Nos
encontramos aquí, Señor,
porque tu amor nos invita y nos espera.
Venimos con nuestras alegrías y penas,
inquietudes y certezas,
aciertos y errores.
Te pedimos que nos despiertes los sentidos,
para poder percibir tu presencia;
y escucharte, y encontrarte;
en las lecturas, las oraciones, las canciones;
en cada hermano y en cada hermana;
en el sonido y en el silencio.
Despierta, Señor,
nuestra sensibilidad adormecida por la rutina,
y renueva siempre en nosotros,
la sed de ti.
Quédate y bendícenos,
alumbra nuestro andar,
ahora y siempre,
por tu gran amor. Amén.
Claudia Ursini
porque tu amor nos invita y nos espera.
Venimos con nuestras alegrías y penas,
inquietudes y certezas,
aciertos y errores.
Te pedimos que nos despiertes los sentidos,
para poder percibir tu presencia;
y escucharte, y encontrarte;
en las lecturas, las oraciones, las canciones;
en cada hermano y en cada hermana;
en el sonido y en el silencio.
Despierta, Señor,
nuestra sensibilidad adormecida por la rutina,
y renueva siempre en nosotros,
la sed de ti.
Quédate y bendícenos,
alumbra nuestro andar,
ahora y siempre,
por tu gran amor. Amén.
Claudia Ursini
LECTIO DIVINA
Han convertido la casa de Dios en una cueva de ladrones
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 19, 45-48
Jesús
al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Está
escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en
una cueva de ladrones.»
Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
· Guías para la lectura:
De la entrada de Jesús en Jerusalén, sólo retiene el gesto de la expulsión de los vendedores que ejercían su oficio en uno de los atrios del Templo.
El profeta Malaquías había anunciado que Dios entraría en su Templo para purificarlo (Mal 3, 1-3), mientras que el profeta Jeremías denunciaba el hecho de convertirlo en una “cueva de ladrones” (Jr 7,11), e Isaías prometía que el Templo volvería a ser la “casa de oración” que siempre debió haber sido (Is 56,7). Expulsando a los que vendían, y recordando la Palabra de Dios (19,46), Jesús cumple estas promesas proféticas, buscando hacer de la casa de su Padre un lugar de encuentro con el Dios santo de Israel.
A la vez, con las palabras de las Escrituras, Jesús afirma que el Templo de Dios es “mi casa” (19,46), porque Él es el Hijo de Dios, y porque actúa con la autoridad de un verdadero rey, mediador entre Dios y su pueblo.
Jesús enseña en el atrio del Templo como lo solían hacer los maestros de la ley (21, 47 y 21,37). Pero éstos quieren matar a Jesús, ya que piensan que algunas acciones suyas merecen la muerte, como por ejemplo: perdonar pecados (5,21; 7,49), violar el sábado (6,9-11; 13,14) o expulsar a los vendedores del Templo; porque se atribuye un poder divino y social que los dirigentes de Israel no están dispuestos a reconocerle.
Por eso buscan la forma de ejecutarlo sin provocar la reacción del pueblo. Lucas, una y otra vez, aclara a sus lectores que no fue el pueblo el que quiso la muerte de Jesús, sino sus dirigentes (19,48; 20,29; 22,2; 23,35; 24,20)
2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
· Preguntas para la meditación:
· ¿Por qué Jesús echó a los vendedores? ¿Cuál era la actividad que tanto irritó a Jesús?
· ¿Qué significado fuerte tuvo en su momento que Jesús llamara al Templo “Mi casa”?
· ¿Por qué los sacerdotes y escribas no sabían cómo prenderlo a Jesús? ¿A quiénes temían?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
SALMO Sal 118, 14. 24. 72. 103. 111. 131 (R.: 103a)
¡Señor, qué dulce es tu palabra para mi boca!
Me alegro de cumplir tus prescripciones,
más que de todas las riquezas.
Porque tus prescripciones son todo mi deleite,
y tus preceptos, mis consejeros.
Para mí vale más la ley de tus labios
que todo el oro y la plata.
¡Qué dulce es tu palabra para mi boca,
es más dulce que la miel!
Tus prescripciones son mi herencia para siempre,
porque alegran mi corazón.
Abro mi boca y aspiro hondamente,
porque anhelo tus mandamientos.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
ALELUIA Jn 10, 27
Aleluia.
Dice el Señor: Mis ovejas escuchan mi voz,
yo las conozco y ellas me siguen.
Aleluia.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
· Preguntas para la acción:
Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
· Guías para la lectura:
De la entrada de Jesús en Jerusalén, sólo retiene el gesto de la expulsión de los vendedores que ejercían su oficio en uno de los atrios del Templo.
El profeta Malaquías había anunciado que Dios entraría en su Templo para purificarlo (Mal 3, 1-3), mientras que el profeta Jeremías denunciaba el hecho de convertirlo en una “cueva de ladrones” (Jr 7,11), e Isaías prometía que el Templo volvería a ser la “casa de oración” que siempre debió haber sido (Is 56,7). Expulsando a los que vendían, y recordando la Palabra de Dios (19,46), Jesús cumple estas promesas proféticas, buscando hacer de la casa de su Padre un lugar de encuentro con el Dios santo de Israel.
A la vez, con las palabras de las Escrituras, Jesús afirma que el Templo de Dios es “mi casa” (19,46), porque Él es el Hijo de Dios, y porque actúa con la autoridad de un verdadero rey, mediador entre Dios y su pueblo.
Jesús enseña en el atrio del Templo como lo solían hacer los maestros de la ley (21, 47 y 21,37). Pero éstos quieren matar a Jesús, ya que piensan que algunas acciones suyas merecen la muerte, como por ejemplo: perdonar pecados (5,21; 7,49), violar el sábado (6,9-11; 13,14) o expulsar a los vendedores del Templo; porque se atribuye un poder divino y social que los dirigentes de Israel no están dispuestos a reconocerle.
Por eso buscan la forma de ejecutarlo sin provocar la reacción del pueblo. Lucas, una y otra vez, aclara a sus lectores que no fue el pueblo el que quiso la muerte de Jesús, sino sus dirigentes (19,48; 20,29; 22,2; 23,35; 24,20)
2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
· Preguntas para la meditación:
· ¿Por qué Jesús echó a los vendedores? ¿Cuál era la actividad que tanto irritó a Jesús?
· ¿Qué significado fuerte tuvo en su momento que Jesús llamara al Templo “Mi casa”?
· ¿Por qué los sacerdotes y escribas no sabían cómo prenderlo a Jesús? ¿A quiénes temían?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
SALMO Sal 118, 14. 24. 72. 103. 111. 131 (R.: 103a)
¡Señor, qué dulce es tu palabra para mi boca!
Me alegro de cumplir tus prescripciones,
más que de todas las riquezas.
Porque tus prescripciones son todo mi deleite,
y tus preceptos, mis consejeros.
Para mí vale más la ley de tus labios
que todo el oro y la plata.
¡Qué dulce es tu palabra para mi boca,
es más dulce que la miel!
Tus prescripciones son mi herencia para siempre,
porque alegran mi corazón.
Abro mi boca y aspiro hondamente,
porque anhelo tus mandamientos.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
ALELUIA Jn 10, 27
Aleluia.
Dice el Señor: Mis ovejas escuchan mi voz,
yo las conozco y ellas me siguen.
Aleluia.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
· Preguntas para la acción:
ñ ¿Respeto
con mis gestos interiores y exteriores la sacralidad del Templo?
ñ ¿Considero
realmente a Jesús como centro del Templo?
ñ ¿Con
quién compartiré lo reflexionado en la Lectio de hoy?
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