10 de diciembre de 2012



Ntra. Sra. de Loreto

Día universal de la declaración de los Derechos Humanos 

“Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder
de perdonar los pecados-dijo al paralítico- yo te lo mando,
levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa.” 

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del profeta Isaías    35, 1-10

    ¡Regocíjense el desierto y la tierra reseca, alégrese y florezca la estepa! ¡Sí, florezca como el narciso, que se alegre y prorrumpa en cantos de júbilo! Le ha sido dada la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.
    Fortalezcan los brazos débiles, robustezcan las rodillas vacilantes; digan a los que están desalentados: « ¡Sean fuertes, no teman: ahí está su Dios! Llega la venganza, la represalia de Dios: él mismo viene a salvarlos.»
    Entonces se abrirán los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos; entonces el tullido saltará como un ciervo y la lengua de los mudos gritará de júbilo. Porque brotarán aguas en el desierto y torrentes en la estepa; el páramo se convertirá en un estanque y la tierra sedienta en manantiales; la morada donde se recostaban los chacales será un paraje de cañas y papiros.
    Allí habrá una senda y un camino que se llamará «Camino santo.» No lo recorrerá ningún impuro ni los necios vagarán por él; no habrá allí ningún león ni penetrarán en él las fieras salvajes. Por allí caminarán los redimidos, volverán los rescatados por el Señor; y entrarán en Sión con gritos de júbilo, coronados de una alegría perpetua: los acompañarán el gozo y la alegría, la tristeza y los gemidos se alejarán.
Palabra de Dios.

SALMO    84, 9ab y 10. 11-12. 13-14 
R.    Ahí está nuestro Dios, viene a salvarnos.

    Voy a proclamar lo que dice el Señor:
    el Señor promete la paz,
    la paz para su pueblo y sus amigos.
    Su salvación está muy cerca de sus fieles,
    y la Gloria habitará en nuestra tierra. R.

    El Amor y la Verdad se encontrarán,
    la Justicia y la Paz se abrazarán;
    la Verdad brotará de la tierra
    y la Justicia mirará desde el cielo. R.

    El mismo Señor nos dará sus bienes
    y nuestra tierra producirá sus frutos.
    La Justicia irá delante de él,
    y la Paz, sobre la huella de sus pasos. R. 

EVANGELIO 
    + Lectura del santo Evangelio según san Lucas    5, 17-26

    Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para curar. Llegaron entonces unas personas transportando a un paralítico sobre una camilla y buscaban el modo de entrar, para llevarlo ante Jesús. Como no sabían por dónde introducirlo a causa de la multitud, subieron a la terraza y, desde el techo, lo bajaron con su camilla en medio de la concurrencia y lo pusieron delante de Jesús.
    Al ver su fe, Jesús le dijo: «Hombre, tus pecados te son perdonados.»
    Los escribas y los fariseos comenzaron a preguntarse: « ¿Quién es este que blasfema? ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?» Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: « ¿Qué es lo que están pensando? ¿Qué es más fácil decir: “Tus pecados están perdonados”, o “Levántate y camina”? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa.»
    Inmediatamente se levantó a la vista de todos, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios. Todos quedaron llenos de asombro y glorificaban a Dios, diciendo con gran temor: «Hoy hemos visto cosas maravillosas.»
Palabra del Señor. 

PARA REFLEXIONAR 

El profeta Isaías anuncia que Dios mismo en persona vendrá a salvar al pueblo. Nosotros, cristianos, encontramos en este pasaje un preanuncio de la venida del Mesías. Dios mismo asume nuestra condición humana para salvarnos.
El salmo 94 también es un anuncio de este acontecimiento salvífico, cuyo actor principal es el mismo Dios. El relato de Lucas sobre la curación de un paralítico deja ver claro que Dios actúa en Jesús. El poder de Dios lo impulsaba a curar a los afectados por los males de la sociedad, que impedían a los pobres poder caminar y asumir su propia historia.
Por eso Jesús confronta a los representantes del sistema religioso, que tienen paralizado al pueblo, y ordena al paralítico que se ponga en pie.
Muchos son los factores que nos impiden caminar y nos mantienen postrados, rendidos, oprimidos. Nosotros, seguidores de Jesús, tenemos la misión del mismo Maestro de levantar a todos los que están postrados por múltiples parálisis que les impiden recobrar su dignidad.
Pero para ello necesitamos llenarnos de la fuerza de Dios. Nuestras comunidades cristianas deberían ser lugares óptimos donde nuestros hermanos pudieran encontrar un espacio para recobrar y reconstruir su dignidad de seres humanos y de hijos de Dios.
***
Durante esta segunda semana de Adviento, leeremos unos pasajes de la segunda parte del libro de Isaías.
Esta segunda parte de Isaías se conoce también como «el libro de la consolación». Jerusalén, como Samaría, ha sido destruida, el Templo profanado y arruinado por los ejércitos enemigos, y todos los judíos aptos para el trabajo fueron deportados a Babilonia donde están sometidos a duros trabajos. En ese contextoel profeta medita sobre el “retorno a la tierra santa”. Con imágenes de alegría tales como el desierto florecido el profeta hace una vigorosa predicación de esperanza.
Las amarguras de la opresión y el mal causado por los babilonios serán cambiadas por tiempos mejores. No se trata de tiempos nuevos y mejores sólo para los humanos, sino que esa transformación o esa bendición, también incluye a la naturaleza.
Todos han de regocijarse en el Señor, pues Él jamás ha dejado de amar a su pueblo. Deben recobrar el ánimo porque no sólo hay que reconstruir la ciudad, sino el Templo de Dios. Pero antes es necesarioreconstruir el corazón y llenarlo de esperanza para poder poner manos a la obra.
Ésta es una obra personal de Yahvé donde revela su poder, sus caminos y su misericordia.
*** 
El evangelio aclara y completa el sentido de esta página del profeta Isaías: en Cristo Jesús se restaura todo lo perdido por el pecado de AdánCristo, perdonando el pecado y curando a los enfermos se nos presenta como el auténtico Salvador y Redentor. La salvación del hombre consiste en su transformación. Pero el hombre es incapaz de transformarse por sí solo. Este paralítico, como tantos otros, estaba totalmente impedido para desempeñarse como cualquier otro hombre. A esta dolorosa limitación había que sumarle el desprecio al que era sometido debido a que se consideraba que la enfermedad provenía del pecado. Cuanto más grave la enfermedad, tanto mayor se suponía que era el pecado que habría cometido el enfermo, la familia o algún antepasado.
Jesús se presenta como el que salva, el que cura, el que perdona. Al ver la fe de aquellos hombres, recibe con ternura al paralítico, lo cura de su mal y le perdona sus pecados dándole así, más de lo que pedía. Lo que le ofrece no sólo es la salud, sino la liberación integral de su persona.
Para el judío el perdón de los pecados sólo podía otorgarlo Dios. Por eso a la perplejidad de constatar cómo Jesús va sanando a muchos de sus males, se agrega el escándalo de ver que se atreve a perdonar los pecados al paralítico.
Lo que promete Isaías, Jesús lo hizo realidad. El ser humano, cualquiera que sea, tiene un valor tan grande que las leyes y las normas tienen que ser una ayuda y no una traba en su desarrollo como persona y como creyente. La fe se afirma en la certeza de que el Dios de la Vida está en medio de nosotros para hacernos crecer en dignidad, justicia y solidaridad. La fe en Dios no puede ser un pretexto para marginar y recriminar a nadie. Los notables del pueblo se escandalizan mientras la gente sencilla alaba a Dios por lo que han visto y oído.
Jesús no sólo ha venido a ayudarnos en nuestros dolores y pobrezas, no sólo ha venido a curarnos de nuestras enfermedades; nos ha abierto las puertas de la salvación. para que vivamos la libertad de los Él ha venido para liberarnos de la esclavitud del pecado y de la muerte  Hijos de Dios.
Los que hemos recibido la salvación que Dios nos ofrece en Cristo, tenemos que ser los primeros enpreocuparnos del bien y la salvación de los demás, trabajando intensamente y utilizando todos los medios a nuestro alcance para conducirlos al encuentro con el Señor.
El mensaje del Adviento es hoy, y siempre ante tantas rodillas vacilantes y manos temblorosas:“levanten la cabeza, ya viene la liberación”, “no tengas miedo”, “tus pecados son perdonados, levántate y anda”.

PARA DISCERNIR

¿Qué cosas me paralizan en mi camino de fe?
¿Busco al Señor con humildad?
¿Reconozco el daño que produce el pecado en mi vida?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DIA

¡Gracias, Señor, puedo ver!”

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

« ¿Quién puede perdonar pecados más que Dios?» 
…¡Oh desdichado Adán! ¿Qué buscas que sea mejor que la presencia divina? Pero, hete aquí, ingrato, rumiando tu fechoría: « ¡No; seré como Dios!» (Cf. Gn 3,5). ¡Qué orgullo tan intolerable! Acabas de ser hecho de arcilla y barro y, en tu insolencia, ¿quieres hacerte semejante a Dios ?… Es así como el orgullo ha engendrado la desobediencia, causa de nuestra desdicha…
¿Qué humildad podría compensar orgullo tan grande? ¿Es que hay obediencia de hombre capaz de rescatar semejante falta? Cautivo ¿cómo puede liberar a un cautivo?; impuro ¿cómo puede liberar a un impuro? Dios mío ¿va a perecer vuestra criatura? « ¿Es que Dios se ha olvidado de su bondad, o la cólera cierra sus entrañas?» (Sl 76,10). ¡Oh no! « Mis pensamientos son de paz y no de aflicción » dice el Señor (Jr 29,11).
¡Apresúrate, pues, Señor; date prisa! Mira las lágrimas de los pobres; fíjate, «el gemido de los cautivos llega hasta ti» (Sl 78,11). Tiempo de dicha, día amable y deseado, cuando la voz del Padre exclama: «Por la opresión del humilde, por el gemido del pobre, yo me levantaré» (Sl 11,6)… Sí, «Ven a salvarnos, Señor, ven tú mismo, porque se acaban los buenos» (Sl 11,2)…
 Aelredo de Rielvaux (1110-1167), monje cisterciense – Sermón para Navidad

PARA REZAR

¡Ven Señor! Tú eres el Dios de la Vida,
¡Ven Señor! tú eres el compañero fiel
que está siempre a mi lado.
¡Ven Señor! Maestro que me descubre
mis propios talentos y dones.
¡Ven Señor! Amigo que me palmea el hombro
y me alienta en el camino.
¡Ven Señor! Horizonte de mis días,
¡Ven Señor! Alegría de mi sonrisa
y sostén firme de mi existencia.
¡Ven Señor! Tú eres mi Dios,
aquel que quiero seguir
aunque cueste y sea difícil,
aunque haya renuncias y opciones.
¡Ven Señor! Porque Tu eres la Vida y el Camino,
la fuente de donde brota mi propia vida
y el destino final de mi sendero.
¡Ven Señor! Tú eres el Dios de la Vida
el Señor, el Dios con nosotros. 

LECTIO DIVINA
  
Hoy hemos visto cosas maravillosas 

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     5, 17-26

Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para curar. Llegaron entonces unas personas transportando a un paralítico sobre una camilla y buscaban el modo de entrar, para llevarlo ante Jesús. Como no sabían por dónde introducirlo a causa de la multitud, subieron a la terraza y, desde el techo, lo bajaron con su camilla en medio de la concurrencia y lo pusieron delante de Jesús.
Al ver su fe, Jesús le dijo: «Hombre, tus pecados te son perdonados.»
Los escribas y los fariseos comenzaron a preguntarse: «¿Quién es este que blasfema? ¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?» Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, les dijo: «¿Qué es lo que están pensando? ¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados están perdonados", o "Levántate y camina"?
Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa.»
Inmediatamente se levantó a la vista de todos, tomó su camilla y se fue a su casa alabando a Dios. Todos quedaron llenos de asombro y glorificaban a Dios, diciendo con gran temor: «Hoy hemos visto cosas maravillosas.»
Palabra del Señor.  

1.     LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

 ·   Guías para la lectura:
           
La controversia de Jesús con los maestros de la Ley y los fariseos tiene por tema central el perdón de los pecados. La controversia se suscita porque sólo Dios puede perdonar los pecados y, en cambio, Jesús se atribuye este poder divino y perdona los pecados del paralítico (5,20). 
El argumento de Jesús frente a la crítica de sus adversarios es que si el paralítico quedara curado cuando Él le ordene que camine, también quedarán perdonados los pecados, cuando Él se lo mande (5, 23.25). Y así lo manda, porque ve la inmensa fe de los hombres que lo traían para que Él lo sanara.
Los discípulos son los encargados de anunciar este perdón a todo el mundo. Las acciones y palabras de Jesús, destacan la importancia de la fe y la oración de la comunidad, cuando pide el perdón de los pecadores. 
Esta tarea de intercesión, pidiendo la misericordia de Dios para purificar al mundo del pecado y de la maldad, es también parte del envío a anunciar que Jesús es el mediador entre Dios y los hombres. (Heb 8,6; 9,15) 

2.     MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

·                       Preguntas para la meditación: 

Ø¿A qué se debió el enojo de escribas y fariseos? 
Ø¿Qué relación existía en la mente de entonces entre pecado y enfermedad? 
Ø¿Por qué la reacción de la gente común fue tan distinta a la de los escribas y fariseos ante el milagro?  

3.     ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
                       
Señor gracias por el milagro de tu perdón.
Gracias porque ese perdón me renueva y me pone otra vez en el camino y el rumbo de mi vida.
¡Allí veo cada día tu obra maravillosa! 

4.     CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Repito varias veces y reflexiono en las palabras de Jesús: 
“Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- Yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa.” 
  
5.     ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

·                        Preguntas para la acción: 

Ø¿Tengo pensamientos condenatorios o misericordiosos ante las personas que sufren? 
Ø¿De qué manera el perdón de mis pecados me hace hoy levantarme y caminar renovado? 
Ø¿Sigo considerando hoy maravillosa la obra perdonadora y sanadora del Señor?

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