María, Reina de la Paz - San Francisco de Sales
“Porque, como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal
se arrojaban sobre él para tocarlo.
Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies,
gritando:
« ¡Tú eres el Hijo de Dios!»”
PRIMERA LECTURA
Lectura de la Carta
a los Hebreos 7, 25-28. 8, 1-6
De ahí que él puede
salvar en forma definitiva a los que se acercan a Dios por su intermedio, ya
que vive eternamente para interceder por ellos.
El es el Sumo
Sacerdote que necesitábamos: santo, inocente, sin mancha, separado de los
pecadores y elevado por encima del cielo.
El no tiene
necesidad, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer sacrificios cada día,
primero por sus pecados, y después por los del pueblo. Esto lo hizo de una vez
para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
La Ley, en efecto,
establece como sumos sacerdotes a hombres débiles; en cambio, la palabra del
juramento -que es posterior a la Ley- establece a un Hijo que llegó a ser
perfecto para siempre.
Este es el punto
capital de lo que estamos diciendo: tenemos un Sumo Sacerdote tan grande que se
sentó a la derecha del trono de la Majestad en el cielo.
El es el ministro
del Santuario y de la verdadera Morada, erigida no por un hombre, sino por el
Señor.
Ahora bien, todo
Sumo Sacerdote es constituido para presentar ofrendas y sacrificios; de ahí la
necesidad de que tenga algo que ofrecer.
Si Jesús estuviera
en la tierra, no podría ser sacerdote, porque ya hay aquí otros sacerdotes que
presentan las ofrendas de acuerdo con la Ley.
Pero el culto que
ellos celebran es una imagen y una sombra de las realidades celestiales, como
Dios advirtió a Moisés cuando este iba a construir la Morada, diciéndole:
Tienes que hacerlo todo conforme al modelo que te fue mostrado en la montaña.
Pero ahora, Cristo
ha recibido un ministerio muy superior, porque es el mediador de una Alianza
más excelente, fundada sobre promesas mejores.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 40 (39), 7-8.8-9.10.17.
R:
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Tú no quieres
sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me
abriste el oído;
no pides sacrificio
expiatorio,
entonces yo digo:
“Aquí estoy.” R.
“Como está escrito
en mi libro
para hacer tu
voluntad.”
Dios mío, lo
quiero,
y llevo tu ley en
las entrañas. R.
He proclamado tu
salvación
ante la gran
asamblea;
no he cerrado los
labios:
Señor, tú lo sabes.
R.
Alégrense y gocen
contigo
todos los que te
buscan;
digan siempre:
“Grande es el Señor”
los que desean tu
salvación. R.
EVANGELIO
+
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 3, 7-12
Jesús
se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de
Galilea. Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran
multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región
de Tiro y Sidón. Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca,
para que la muchedumbre no lo apretujara.
Porque,
como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él
para tocarlo. Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies,
gritando: « ¡Tú eres el Hijo de Dios!» Pero Jesús les ordenaba terminantemente
que no lo pusieran de manifiesto.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
San Marcos proporciona a sus
lectores un respiro en el desarrollo del relato del evangelio. Hace una
síntesis de la actividad misionera de Jesús.
La gente comienza a reconocer
en Jesús algo excepcional. Parece que la expectativa mesiánica se está
realizando en la persona del nazareno. Es fácil imaginar el entusiasmo que
Jesús va despertando en el pueblo. Cansados de explotación y opresión, tanto
por parte de las autoridades nacionales como del imperio romano, encuentran en
Jesús una luz de esperanza para su liberación.
Pero las pretensiones de Jesús
no son de orden estrictamente político-militar. Sus pretensiones van más allá
de lo meramente estructural. Él quiere llegar al corazón y a la conciencia del
ser humano y de todo el pueblo. La liberación que propone Jesús implica a la
persona en su totalidad.
Por tanto, una persona liberada,
sanada, dignificada es capaz de apostar su vida por la transformación de la
sociedad y por la generación de una cultura fundamentada en la paz y la
justicia.
Consideramos que ése es el
aporte más significativo de los creyentes a la transformación del mundo.
Necesitamos con urgencia aportar nuestro grano de arena para la construcción de
un sujeto capaz de revolucionar al mundo desde los valores del evangelio.
***
El autor de la
carta, ante la añoranza que algunos cristianos sentían de los valores que habían abandonado al convertirse a Cristo: el
Templo, los sacrificios, el culto, el sacerdocio; insiste en mostrar cómo Jesús es superior a todo el AT.
Los sacerdotes
del Templo estaban llenos de debilidades, ofrecían sacrificios por sus propios
pecados y lo hacían diariamente, con víctimas que no eran capaces de salvar.
Mientras que Cristo Jesús, santo, inocente y sin mancha, no necesita ofrecer sacrificios cada día, porque lo hizo una
vez por todas, no tiene que ofrecerlos por sus propios pecados, y no ofrece
sacrificios de animales, porque se ha ofrecido a sí mismo.
Nos debe llenar
de confianza saber que tenemos
un Sacerdote santo, glorificado junto a Dios, Cristo Jesús.
***
Después de las
cinco escenas conflictivas con los fariseos a propósito del sábado y del ayuno, el
pasaje de hoy es un resumen
de lo que hasta aquí ha realizado Jesús en Galilea. Ahora va con sus discípulos a la orilla del lago y lo sigue mucha gente. Tanta era la atracción de Cristo que en la playa no había lugar
para Él. Al conocer la actividad de Jesús, en favor de los enfermos y oprimidos
expulsando a los demonios y sanando toda dolencia y aflicción, por encima de
toda ley religiosa, acude una muchedumbre tanto judía como pagana, que ve en Él un liberador.
La gente que lo
sigue, llega incluso a arrojarse
sobre Jesús para tocarlo,
de manera que tiene que subirse a una barca para poder enseñarles a todos, las
cosas del Reino.
Jesús siente el
sufrimiento de los hombres. La compasión mueve su corazón. Deja que la miseria se acerque a Él, pero Él es más fuerte
que ella. El Señor no es un idealista, convencido de que podría
desaparecer el dolor en este mundo. Jesús, sencillamente lucha contra el mal en
esta tierra. A algunos los cura, a otros simplemente los ayuda a llevar los males, siempre se
ofrece a limpiar el corazón de
la gente, para que en Él se refleje nítidamente el rostro de Dios, en todo
momento da
esperanza de
que el mal, se va a acabar un día en la patria definitiva.
Es el Hijo de Dios y
es el hombre
entregado a los demás, sin sombra de egoísmo. Sus milagros, su santidad, su profetismo no crean ninguna
separación con la multitud, al contrario, es aclamado, es querido, la multitud piensa que Jesús está
a su disposición. Esta muchedumbre está
lejos de admitir un Mesías paciente, humilde, siervo. La gente
lo busca más por el deseo de una curación, que de una sincera conversión, más por su poder taumaturgo, que por su propio mensaje. Jesús quiere que los beneficiados por sus curaciones no lo divulguen, para evitar malas interpretaciones de su identidad mesiánica. Su actuación ha estado llena de éxitos, pero a la vez se ve rodeado de peleas y controversias por parte de sus enemigos, los fariseos y los letrados.
lo busca más por el deseo de una curación, que de una sincera conversión, más por su poder taumaturgo, que por su propio mensaje. Jesús quiere que los beneficiados por sus curaciones no lo divulguen, para evitar malas interpretaciones de su identidad mesiánica. Su actuación ha estado llena de éxitos, pero a la vez se ve rodeado de peleas y controversias por parte de sus enemigos, los fariseos y los letrados.
Todo
en Jesús estuvo
siempre orientado
a la práctica, a la construcción del Reino de Dios, ya fuera con su palabra,
con su testimonio personal o con sus acciones concretas de liberación. Es
sacerdote y mediador compadecido y conocedor de nuestras pobrezas y debilidades.
También los
espíritus inmundos, quieren ver en Jesús ese Mesías davídico que liberaría al
pueblo mediante el poder y la fuerza. Pero Jesús, no se identifica con ese tipo de Mesías, que se impone
por la fuerza, y manda callar. La
verdadera liberación no se conseguirá mediante la fuerza, la
dominación o la opresión de los demás, sino mediante la práctica individual y comunitaria de un amor capaz de dar la vida
para dar vida.
La liberación se basa en el desarrollo del ser humano en libertad, autonomía y
amor solidario.
Hoy
Jesús ya
no nos sana milagrosamente de nuestras enfermedades como en Palestina, pero nos libera del
egoísmo, hace que nos ayudemos los unos a los otros, que ayudemos especialmente
que
brota del amor. El evangelio está destinado a todos los hombres, incluso a los endemoniados, es decir, a los que no son dueños de
sí mismos porque padecen enfermedades degradantes, físicas y morales.
Es nuestra misión
como Iglesia, preocuparnos del bien de aquellos a quienes hemos sido enviados,
para proclamarles el
Evangelio no sólo con los labios, sino con actitudes que sean un signo de la
cercanía, amor, bondad y misericordia de Cristo. Así como Iglesia nos convertiremos en portadores de Cristo y de su acción salvadora para todos los
hombres.
PARA DISCERNIR
¿ a los enfermos, que carguemos con sus dolores y problemas como Él
cargó con los de sus contemporáneos que lo buscaban.
El programa de
Jesús incluye la misión universal con
judíos y paganos sin
distinción.
Ya no hay un pueblo elegido y naciones extranjeras, sino una humanidad doliente y necesitada, a la que hay que ofrecer la
salvación Para
qué me acerco a Jesús?
¿Qué
reconozco en Él?
¿A
qué me llama su Vida?
REPITAMOS A LO LARGO DE
ESTE DÍA
Jesús, Tú eres
el Hijo de Dios…
PARA LA LECTURA
ESPIRITUAL
La
misma Vida se ha manifestado en la carne
“…Lo que
existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros
propios ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos, es el Verbo, la
Palabra de la vida» (1Jn 1,1), ¿Quién es el que puede tocar con sus manos a la
Palabra, si no es porque «la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros»?
(Jn 1,14). Esta Palabra, que se hizo carne para que pudiera ser tocada con las
manos, comenzó siendo carne cuando se encarnó en el seno de la Virgen María.
Pero no en ese momento comenzó a existir la Palabra, porque el mismo Juan dice
que «existía desde el principio»…
Quizá alguno
entienda la expresión «la Palabra de la vida» como referida a la persona de
Cristo y no al mismo cuerpo de Cristo, que fue tocado con las manos. Fijaos en
lo que sigue: «Pues la vida se hizo visible» (1Jn 1,2). Así, pues, Cristo es la
Palabra de la vida. ¿Y cómo se hizo visible? «Existía desde el principio» pero
no se había manifestado a los hombres, pero sí a los ángeles, que la
contemplaban y se alimentaban de ella, como de su pan, Pero ¿qué dice la
Escritura? «El hombre comió pan de ángeles» (sl 77,25).
Así, pues, la
Vida misma se ha manifestado en la carne, para que, en esta manifestación,
aquello que sólo podía ser visto con el corazón fuera también visto con los
ojos, y de esta forma sanase los corazones. Pues la Palabra se ve sólo con el
corazón, pero la carne se ve también con los ojos corporales. Éramos capaces de
ver la carne, pero no lo éramos de ver la Palabra. «La Palabra se hizo
carne», a la cual podemos ver, para sanar en nosotros aquello que nos hace capaces de ver la Palabra.
carne», a la cual podemos ver, para sanar en nosotros aquello que nos hace capaces de ver la Palabra.
San Agustín (354-430), obispo
de Hipona (África del Norte) y doctor de la Iglesia – Sermones sobre la 1ª
carta de san Juan, 1,3
PARA REZAR
Sed de justicia y hambre de vida fraterna
Venimos, Señor,
a derramar nuestro corazón ante tu presencia.
No somos muchos ni de gran poder,
pero toda nuestra carne anhela
que venga tu reino.
a derramar nuestro corazón ante tu presencia.
No somos muchos ni de gran poder,
pero toda nuestra carne anhela
que venga tu reino.
Tenemos sed de
justicia, Señor,
y hambre de una vida fraternal.
Soñamos con aquel día
en que los hombres y las mujeres del pueblo
podamos mirarnos afectuosamente,
cara a cara, sin ira.
¿Será, Señor, nuestra esperanza
un idealismo falaz?
y hambre de una vida fraternal.
Soñamos con aquel día
en que los hombres y las mujeres del pueblo
podamos mirarnos afectuosamente,
cara a cara, sin ira.
¿Será, Señor, nuestra esperanza
un idealismo falaz?
En las paredes
leemos
unos mensajes enormes,
los altavoces transmiten
las proclamas de los líderes:
¡Abundancia y Paz!
y nos prometen empleos muy ventajosos,
prestigio y seguridad.
unos mensajes enormes,
los altavoces transmiten
las proclamas de los líderes:
¡Abundancia y Paz!
y nos prometen empleos muy ventajosos,
prestigio y seguridad.
Pero nuestro
corazón está apegado a tu pueblo
y no se deja engañar.
Más estimo un almuercito entre hermanos
que todas las recepciones en fiestas pomposas.
Prefiero una reunión al caer de la tarde
para avanzar algún paso en la organización popular,
a una invitación exclusiva
para trepar en los rangos sociales.
y no se deja engañar.
Más estimo un almuercito entre hermanos
que todas las recepciones en fiestas pomposas.
Prefiero una reunión al caer de la tarde
para avanzar algún paso en la organización popular,
a una invitación exclusiva
para trepar en los rangos sociales.
Y mis delicias son,
Señor, contemplar
cómo el pueblo se desencanta de sus opresores
y se pone a caminar.
Cuando no cree en promesas,
cuando aprende a trabajar,
cuando sabe distinguir
su verdadero provecho,
cuando muchos proyectan juntos
y trabajan para beneficio de todos
y se amparan en la dificultad,
siento, Señor, soplar a tu Espíritu.
cómo el pueblo se desencanta de sus opresores
y se pone a caminar.
Cuando no cree en promesas,
cuando aprende a trabajar,
cuando sabe distinguir
su verdadero provecho,
cuando muchos proyectan juntos
y trabajan para beneficio de todos
y se amparan en la dificultad,
siento, Señor, soplar a tu Espíritu.
Míranos, Señor, a
veces tenemos miedo,
nuestros ojos están fijos
en las estrategias de los opresores,
vivimos temiendo su golpe mortal.
Haznos sentir la fuerza invencible
de esa semilla de amor
que sembraste en nuestras vidas.
nuestros ojos están fijos
en las estrategias de los opresores,
vivimos temiendo su golpe mortal.
Haznos sentir la fuerza invencible
de esa semilla de amor
que sembraste en nuestras vidas.
Y tú, que eres
fiel, un Dios constante
haznos firmes en los desalientos,
danos aguantar los trabajos y los días
y que no nos falta nunca el hambre
de ver tu rostro
y la sed de una vida fraternal. Amén.
haznos firmes en los desalientos,
danos aguantar los trabajos y los días
y que no nos falta nunca el hambre
de ver tu rostro
y la sed de una vida fraternal. Amén.
24 de enero – María, Reina de la Paz
María, Reina de la Paz. La
veneración a la Santísima Virgen como Reina de la Paz nace de la íntima y
estrecha relación de María con su Hijo, Príncipe de la Paz. Es patrona de la
diócesis de Lomas de Zamora (República Argentina). Conviene recordar que Benedicto
XV, en 1917, mientras la humanidad padecía los sufrimientos de la primera
guerra mundial, mandó añadir a las Letanías Lauretanas la invocación “Reina de
la Paz”.
LECTIO DIVINA
Una lámpara se trae para colocarla sobre el candelero.
La medida con que midan se usará para ustedes.
La medida con que midan se usará para ustedes.
+ Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo según san Marcos
4, 21-25
Jesús decía a la multitud:
«¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la
cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? Porque no hay nada
oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse. ¡Si
alguien tiene oídos para oír, que oiga!»
Y les decía: «¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará
para ustedes, y les darán más todavía. Porque al que tiene, se le dará, pero al
que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.»
Palabra del
Señor.
LECTURA
- ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Guías para la lectura:
A pesar de la incredulidad
de muchos, Jesús anuncia el Reino a tiempo y a destiempo. Este desafío
misionero lo traspasa a los suyos, porque el Reino no es “semilla” (4, 14) y
“luz” para unos pocos, sino para todos (4, 21). ¿O acaso el Mesías sembró la
palabra del Reino con medida para que la anunciemos con tacañería? ¿O nos trajo
la luz del Reino para que la ocultemos debajo del celemín o cajón? Si el reino
se recibió gratis, hay que sembrarlo y sacarlo a la luz, sin sombra alguna de
mezquindad. El discípulo no puede vivir paralizado por ambientes y persecución
que arrinconan en sacristía y templos a los que están llamados a hacer visible
el Reino, incluso, desde los techos de las casas (Mt 10,27). ¡Cuánto más el
Reino se comunica, más de adquiere!
Comentario extraído de “Evangelios de la Biblia de lglesia en América”
(BIA)
Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)
MEDITACIÓN
- ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para la
meditación:
¿Cuál es la
lámpara que no se debe esconder?
¿Qué cosas
ocultas y secretas serán develadas?
¿Cuál es la
economía del Reino de Cristo en el “dar” y el “tener”?
ORACIÓN
- ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
ALELUIA Sal 118, 105
Aleluia.
Tu palabra es una lámpara para mis pasos,
y una luz en mi camino.
Aleluia.
Aleluia.
Tu palabra es una lámpara para mis pasos,
y una luz en mi camino.
Aleluia.
CONTEMPLACIÓN
- ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
Repito y reflexiono esta sentencia
de Jesús:
“Porque no hay
nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse.”
ACCIÓN
- ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para la acción:
¿Cómo mostraré
la luz del Evangelio a mi alrededor?
¿Tengo la
tendencia de ocultar o manifestar mis convicciones de fe?
¿Cuál es la
medida que uso? ¿Es igual para mí que para los demás?
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