Santos Juliana,
Ricardo y Gastón
“… Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón;
ni pan, ni alforja, ni dinero; que fueran calzados con sandalias
y que no tuvieran dos túnicas.”
PRIMERA LECTURA
Lectura de la carta a los
Hebreos 12, 18-19. 21-24
Hermanos:
Ustedes,
en efecto, no se han acercado a algo tangible: fuego ardiente, oscuridad,
tinieblas, tempestad, sonido de trompeta, y un estruendo tal de palabras, que
aquellos que lo escuchaban no quisieron que se les siguiera hablando. Este
espectáculo era tan terrible, que Moisés exclamó: Estoy aterrado y tiemblo.
Ustedes,
en cambio, se han acercado a la montaña de Sión, a la Ciudad del Dios viviente,
a la Jerusalén celestial, a una multitud de ángeles, a una fiesta solemne, a la
asamblea de los primogénitos cuyos nombres están escritos en el cielo. Se han
acercado a Dios, que es el Juez del universo, y a los espíritus de los justos
que ya han llegado a la perfección, a Jesús, el mediador de la Nueva Alianza, y
a la sangre purificadora que habla más elocuentemente que la de Abel.
Palabra de Dios.
SALMO Sal
47, 2-3a. 3b-4. 9. 10-11
R. Hemos
recibido tu misericordia en medio de tu templo, Señor.
El
Señor es grande y digno de alabanza,
en la
Ciudad de nuestro Dios.
Su
santa Montaña, la altura más hermosa,
es la
alegría de toda la tierra. R.
La
Montaña de Sión, la Morada de Dios,
es la
Ciudad del gran Rey:
el
Señor se manifestó como un baluarte
en
medio de sus palacios. R.
Hemos
visto lo que habíamos oído
en la
Ciudad de nuestro Dios,
en la
Ciudad del Señor de los ejércitos,
que él
afianzó para siempre. R.
Nosotros
evocamos tu misericordia
en
medio de tu Templo, Señor.
Tu
alabanza, lo mismo que tu renombre,
llega
hasta los confines de la tierra.
Tu
derecha está llena de justicia. R.
EVANGELIO
+ Lectura del santo
Evangelio según San Marcos 6, 7-13
Jesús llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los
espíritus impuros.
Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni
alforja, ni dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos
túnicas.
Les dijo: «Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de
partir. Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de
allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos.»
Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos
demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
Jesús envía a sus discípulos de
dos en dos según la costumbre de la época. Les da instrucciones precisas: ir
ligeros de equipaje, no malgastar el tiempo parados en los caminos; ser
mensajeros de paz y de armonía, y, sobre todo, preparar las condiciones para el
anuncio del Reino.
Los discípulos cumplen
cabalmente la encomienda del maestro. En la última conferencia del Episcopado
Latinoamericano celebrada en el Santuario de Aparecida (Brasil) en el 2007, el
lema y el tema fue:“Discípulos y misioneros de Jesucristo, para que los
pueblos en Él tengan vida”. Los pastores allí reunidos nos invitan a
recrear nuevamente la misión evangelizadora en el continente de la esperanza.
Pero hoy entendemos la
evangelización no como colonización y adoctrinamiento, sino como propuesta,
invitación y proyecto de vida donde todos los pueblos tengan un lugar para
alentar la esperanza y edificar la paz.
Entendemos la misión
evangelizadora como un espacio de encuentro y diálogo, respetuoso y profundo,
entre culturas, expresiones religiosas y pueblos diversos.
¿Cómo estamos participando en
esta Misión Continental, iniciada hace algunos años, a raíz de Aparecida? ¿Qué
frutos de diálogo y encuentro diverso hemos tenido en nuestras comunidades de
fe?
***
La carta a los Hebreos sigue
comparando las instituciones del Antiguo Testamento con las
del Nuevo Testamento, que en Cristo Jesús han
encontrado plenitud de sentido y superan en mucho a las antiguas.
En este párrafo se refiere al
acontecimiento de la primera Alianza que se presentó de modo espectacular: con fuego, estrépito de trompetas y nubarrones en monte Sinaí.
Pero una Alianza dictada bajo el signo del miedo.
La nueva y definitiva
Alianza en Cristo Jesús se
describe en el monte Sión, más amable, con ángeles
y multitud de creyentes que gozan en el cielo. Dios es juez justo y Jesús el Mediador quenos ha purificado con su Sangre. Por todo esto; esta
alianza está bajo el signo de la
confianza.
La Nueva Alianza es motivo de
alegría, porque pertenecemos a una comunidad
que es congregada por el Espíritu de Dios, en torno a Cristo. Ahora el
lugar de la Alianza no es un monte: es la
persona misma del Señor Resucitado, Jesús.
***
Hoy, Jesús “envía a sus discípulos” y será la primera vez que realizarán algo sin su compañía física.
Los envía a que prediquen la Buena Nueva, con
autoridad para
expulsar demonios y con
la advertencia de
que puede ser que en algunos lugares los reciban y en otros no. Los hace partícipes de su misión mesiánica. El envío es a
realizar y a vivir exactamente lo mismo que hemos visto hacer y vivir a Jesús
en estos cinco capítulos. Busca quien colabore en la tarea de la evangelización.
Ser
enviado tiene
una serie de exigencias
necesarias para la credibilidad de la acción evangelizadora. La
predicación no
debe ser sólo de palabra sino que debe ser ratificada con la vida. Por eso irán en comunidad, de dos en dos,
apoyados los unos en los otros. No pretenderán imponer el mensaje por la
fuerza, ni con las armas que dan el dinero o el poder. Han de realizar los mismos gestos de Jesús: sanar a los enfermos, llamar y acoger a
los pecadores, consolar a los afligidos,denunciar las
injusticias, bendecir a los niños, liberar a los oprimidos.
El bastón y las
sandalias eran imprescindibles para los viajes largos; por eso deben llevarlos.
Por el contrario, llevar puestas dos túnicas era señal de riqueza, por eso
llevarán sólo una. El vestido refleja la clase social a la que se pertenece;
ellos deben
estar al nivel de la gente modesta o pobre. No llevarán alforja porque no aceptarán nada para ser guardado.
Al depender
de la buena voluntad de los demásdesaparece toda pretensión de superioridad. Igualdad, solidaridad humana, confianza mutua, dignidad,
carencia total de ambición, sencillez, apertura a la salvación es el mensaje
que han de transmitir con sus propias vidas.
Ser llamado a ser discípulo de Jesús
desencadena una dinámica de transformación de la vida entera. Esta transformación, puesta de manifiesto en un estilo de vida y valores distintos a los que vive el mundo, serán su carta de presentación en sociedad.
desencadena una dinámica de transformación de la vida entera. Esta transformación, puesta de manifiesto en un estilo de vida y valores distintos a los que vive el mundo, serán su carta de presentación en sociedad.
A todos los
cristianos Jesús nos hace la invitación a ser discípulos y misioneros del Reino, que también es invitación a no apegarnos a nada que se interponga en la vivencia del
proyecto del Reino de Dios en nuestras vidas, y en
la vida de la comunidad.
Siempre existe el riesgo de que el proyecto de Jesús y de la primitiva
comunidad, pase a un segundo plano por cuidar nuestros intereses y los de nuestras instituciones.
La Iglesia no puede
estar al servicio de ella misma ni de sus estructuras. La Iglesia tiene
la función, en esta historia humana, de estar siempre al servicio del Reino de Dios.
Desde la
experiencia de radicalidad evangélica enseñada por Jesús, podremos ser una
Iglesia con
capacidad de sanar a los individuos y a la sociedad del egoísmo que mata, expulsando
los demonios que
generan la corrupción, el empobrecimiento y la muerte, en definitiva, el
pecado.
Pobres, sin
falsas seguridades, libres, hermanados y solidarios, confiados y esperanzados,
abiertos y acogedores;
así quiere Jesús a sus discípulos
y misioneros en
medio del mundo también hoy.
PARA DISCERNIR
¿Reconozco
el llamado del Señor a ser discípulo y misionero del reino?
¿Dónde
coloco mis seguridades?
¿Considero
que la radicalidad del evangelio es una exigencia para algunos pocos?
REPITAMOS A LO LARGO DE
ESTE DÍA
Te
seguiré, Jesús, adonde vayas, yo te seguiré!
PARA LA LECTURA
ESPIRITUAL
Jesús,
por condición familiar y por estilo de vida, fue pobre. Con sus apóstoles -nos
dice el evangelio- tenía que coger espigas por el camino, en algunas ocasiones,
para poder comer. Tal vez se piensa poco en esto: el Hijo de Dios dobla la
espalda para recoger algunas espigas caídas a los segadores y calmar su hambre.
En otra ocasión dice: «Las zorras tienen madrigueras y los pájaros del cielo
nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». Alguien le
pregunta: «Señor, ¿dónde habitas?». Y Jesús le responde: «Venid y veréis». Le
acompañan y ¿qué es lo que ven? La felicidad de una humilde pobreza, no
predicada sobre las azoteas, no ostentada en un programa preestablecido, sino
vivida. Cuando el Señor habla de su pobreza, muestra de modo claro que no la
lleva como un peso, no la padece como una desventura, no la considera una
injusticia social. En efecto, afirma: «No os afanéis por vuestra vida… No
acumuléis tesoros en esta tierra, donde la polilla y la carcoma echan a perder
las cosas y donde los ladrones socavan y roban. Acumulad mejor tesoros en el
cielo». Este es el mensaje que Jesús anuncia con dulzura, casi como si dijera:
«Miradme y tomad mi vida como modelo». Pasa los días, uno tras otro, olvidado
de sí mismo, alejado de las preocupaciones materiales, libre. Allí donde le
conduce su peregrinación se encuentra como en su propia casa: el Padre está
siempre al tanto para ofrecerle el pan. Pasa por las calles con nobleza y
serenidad: es el Dueño de todas las cosas. Sin embargo, no hace sombra o
competencia al Señor Dios de todas las cosas. Lo primero que deben hacer
quienes deseen seguirle es abrazar la pobreza. Su seguridad ha de estar puesta
en él, el pobre de Dios. Pero ¿por qué vive Jesús como pobre? Porque necesita
ser libre, estar disponible para las cosas de su Padre: Jesús se ocupa del Reino,
por eso deja de lado todo lo demás. En esto consiste el misterio de la pobreza
de Jesús
Ballestrero, Hablar de cosas verdaderas.
PARA REZAR
Bienaventuranzas del Misionero II
Bienaventurado el MISIONERO que vive enamorado de Cristo, que se
fía de El como de lo más necesario y absoluto, porque no quedará desilusionado.
Bienaventurado el MISIONERO que mantiene su ideal y su ilusión por
el Reino y no pierde el tiempo en cosas accidentales, porque Dios acompaña a
los que siguen su ritmo.
Bienaventurado el MISIONERO que no tiene nada, y lo que es y posee
lo gasta en servicio de sus hermanos, porque Cristo será toda su riqueza.
Bienaventurado el MISIONERO que se sabe necesario donde la Iglesia
lo reclame, pero que en ningún lado se siente indispensable, porque
experimentará el gozo del deber cumplido.
Bienaventurado el MISIONERO que sabe poner su oído en el corazón
de Dios para escuchar sus deseos, porque el Espíritu lo ayudará a discernir los
acontecimientos.
Bienaventurado el MISIONERO que no se enorgullece de sus éxitos y
reconoce que el Espíritu hace todo en todos, porque se verá libre de ataduras.
Bienaventurado el MISIONERO que siempre tiene un tiempo para
contemplar a Dios, a los hombres y al mundo, porque habrá entendido el valor de
ser hijo, hermano y señor.
LECTIO DIVINA
Los envió
+ Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo según san Marcos 6, 7-13
Jesús llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los
espíritus impuros.
Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni
alforja, ni dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos
túnicas.
Les dijo: «Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de
partir. Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de
allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos.»
Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos
demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo.
Palabra del
Señor.
LECTURA
- ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Guías para la lectura:
El Evangelio
de hoy continúa el de ayer. El paso por Nazaret fue doloroso para Jesús. Fue
rechazado por su misma gente (Mc 6,1-5). Lo que antes era su comunidad, ahora
ha dejado de serlo. Algo cambió. A partir de este momento, como informa el
Evangelio de hoy, Jesús empieza a andar por los poblados de Galilea para
anunciar la Buena Nueva (Mc 6,6) y a enviar a los doce en misión. En los años
70, época en la que Marcos escribe su evangelio, las comunidades cristianas
vivían una situación difícil, sin horizonte. Humanamente hablando, no había
futuro para ellas. En el 64, Nerón empezó a perseguir a los cristianos. En el
65, estalló la rebelión de los judíos de Palestina contra Roma. En el 70,
Jerusalén fue totalmente destruida por los romanos. Por eso, la descripción del
envío de los discípulos, después del conflicto en Nazaret, era fuente de luz y
de ánimo para los cristianos.
• Marcos 6,7.
El objetivo de la Misión.
El conflicto
creció y tocó de cerca a la persona de Jesús. ¿Cómo reacciona? De dos maneras.
a) Ante la
cerrazón de la gente de su comunidad, Jesús deja Nazaret y empieza a recorrer
los poblados de los alrededores (Mc 6,6).
b) Expande la
misión e intensifica el anuncio de la Buena Nueva llamando a otras personas
para implicarlas en la misión. “Y llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de
dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos”. El objetivo de la
misión es sencillo y profundo. Los discípulos participan de la misión de Jesús.
No pueden ir solos, sino que deben ir de dos en dos, pues dos personas
representan mejor la comunidad que una sola, y se pueden ayudar mutuamente.
Reciben poder sobre los espíritus impuros, esto es, deben aliviar el
sufrimiento de la gente y, a través de la purificación, deben abrir las puertas
de acceso directo a Dios.
• Marcos
6,8-11. Actitudes que hay que tomar en la misión.
Las
recomendaciones son sencillas: “Les ordenó que nada tomasen para el camino,
fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni calderilla en la faja; sino:
Calzados con sandalias y no vistáis dos túnicas. Y les dijo: Cuando entréis en
una casa, quedaos en ella hasta marchar de allí. Si algún lugar no os recibe y
no os escuchan, marchaos de allí sacudiendo el polvo de la planta de vuestros
pies, en testimonio contra ellos”. Y ellos se fueron. Es el comienzo de una
nueva etapa. Ahora ya no es sólo Jesús, sino todo el grupo va a anunciar la
Buena Nueva de Dios al pueblo. Si la predicación de Jesús ya causaba conflicto,
cuanto más ahora, con la predicación de todo el grupo. Si el misterio ya era
grande, ahora va a ser mayor aún con la misión intensificada.
• Marcos
6,12-13. El resultado de la misión.
“Y, yéndose de
allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían
con aceite a muchos enfermos y los curaban”. Anunciar la Buena Nueva, provocar la conversión o
mudanza en las personas y aliviar el dolor de la gente, curando las dolencias y
expulsando los males.
• El envío de
los discípulos en Misión.
En el tiempo
de Jesús había otros movimientos de renovación. Por ejemplo, los esenios y los
fariseos. Ellos también buscaban una nueva manera de vivir en comunidad y
tenían a sus misioneros (Cf. Mt 23,15). Pero cuando iban en misión, iban
prevenidos. Llevaban bolsa y dinero para cuidar de su propia comida.
Desconfiaban de la comida de la gente porque no era siempre ritualmente “pura”.
Al contrario de los otros misioneros, los discípulos y las discípulas de Jesús
reciben recomendaciones diferentes que ayudan a entender los puntos
fundamentales de la misión de anunciar la Buena Nueva, que reciben de Jesús y
que es también nuestra misión:
a) Debían ir
sin nada. No podían llevar nada, ni bolsa, ni cintura, ni bastón, ni pan, ni
sandalias, ni tener dos túnicas. Esto significa que Jesús nos obliga a confiar
en la hospitalidad. Pues aquel que va sin nada, va porque confía en la gente y
cree que la gente va a recibirlo. Con esta actitud criticaban las leyes de
exclusión, enseñadas por la religión oficial, y por medio de la nueva práctica,
mostraban que tenían otros criterios de comunidad.
b) Debían
comer lo que la gente les daba. No podían vivir separados con su propia comida,
sino que debían sentarse con los demás, en la mesa (LC 10,8). Esto significa
que, en el contacto con la gente, no debían tener miedo a perder la pureza tal
como era enseñada en la época. Con esta actitud criticaban las leyes de la
pureza en vigor y por medio de la nueva práctica, mostraban que tenían otro
acceso a la pureza, esto es, a la intimidad con Dios.
c) Debían
quedarse hospedados en la primera casa en que fueran acogidos. Debían convivir
de manera estable y no andar de casa en casa. Debían trabajar como todo el
mundo y vivir de lo que recibían en cambio, “pues el obrero merece su salario”
(Lc 10,7). Con otras palabras, ellos debían participar de la vida y del trabajo
de la gente, y la gente los acogería en su comunidad y compartiría con ellos su
comida. Significa que debían confiar en el compartir.
d) Debían
sanar a los enfermos, curar a los leprosos y expulsar los demonios (Lc 10,9; Mc
6,7.13; Mt 10,8). Debían ejercer la función de “defensor” (goêl) y acoger para
dentro del clan, dentro de la comunidad, a los que vivían excluidos. Con esta
actitud criticaban la situación de desintegración de la vida comunitaria y
apuntaban hacia salidas concretas.
Estos eran los
cuatro puntos básicos que debían animar la actitud de los misioneros y de las
misioneras que anunciaban la Buena Nueva de Dios en nombre de Jesús:
hospitalidad, comunión alrededor de la mesa, compartir con los excluidos y
acogerlos. Una vez que hubiesen cumplido con esas cuatro exigencias, tenían que
gritar a los cuatro vientos: “¡El Reino ha llegado!” (cf. Lc 10,1-12; 9,1-6; Mc
6,7-13; Mt 10,6-16). Pues el Reino de Dios que Jesús nos reveló no es una
doctrina, ni un catecismo, ni una ley. El Reino de Dios acontece y se hace
presente cuando las personas, motivadas por su fe en Jesús, deciden vivir en
comunidad para, así, dar testimonio y revelar a todos que Dios es Padre y Madre
y que, por consiguiente, nosotros, los seres humanos, somos hermanos y
hermanas, del Reino, del amor de Dios como Padre, que nos hace a todos hermanos
y hermanas.
Comentario extraído de “Los Carmelitas”.
MEDITACIÓN
- ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para la
meditación:
¿Por qué Jesús
los envió de dos en dos?
¿Por qué Jesús
les ordenó ese limitado bagaje durante su viaje misionero?
¿Por qué
debían alojarse en casas particulares cuándo no hacían esto estando con Jesús?
ORACIÓN
- ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
Oremos guiados por el
Salmo de la liturgia de hoy:
SALMO Sal 47, 2-3a. 3b-4. 9. 10-11 (R.: cf. 10)
¡El Señor es grande y digno de alabanza!
El Señor es grande y digno de alabanza,
en la Ciudad de nuestro Dios.
Su santa Montaña, la altura más hermosa,
es la alegría de toda la tierra.
La Montaña de Sión, la Morada de Dios,
es la Ciudad del gran Rey:
el Señor se manifestó como un baluarte
en medio de sus palacios.
Hemos visto lo que habíamos oído
en la Ciudad de nuestro Dios,
en la Ciudad del Señor de los ejércitos,
que él afianzó para siempre.
Nosotros evocamos tu misericordia
en medio de tu Templo, Señor.
Tu alabanza, lo mismo que tu renombre,
llega hasta los confines de la tierra.
Tu derecha está llena de justicia.
¡El Señor es grande y digno de alabanza!
El Señor es grande y digno de alabanza,
en la Ciudad de nuestro Dios.
Su santa Montaña, la altura más hermosa,
es la alegría de toda la tierra.
La Montaña de Sión, la Morada de Dios,
es la Ciudad del gran Rey:
el Señor se manifestó como un baluarte
en medio de sus palacios.
Hemos visto lo que habíamos oído
en la Ciudad de nuestro Dios,
en la Ciudad del Señor de los ejércitos,
que él afianzó para siempre.
Nosotros evocamos tu misericordia
en medio de tu Templo, Señor.
Tu alabanza, lo mismo que tu renombre,
llega hasta los confines de la tierra.
Tu derecha está llena de justicia.
CONTEMPLACIÓN
- ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
ALELUIA Mc 1, 15
Aleluia.
El Reino de Dios está cerca. Crean en la Buena Noticia.
Aleluia.
Aleluia.
El Reino de Dios está cerca. Crean en la Buena Noticia.
Aleluia.
ACCIÓN
- ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para la acción:
¿Participo de
la misión como discípulo o discípula de Jesús?
¿Cuál es el
punto de la misión de los apóstoles que tiene más importancia hoy para
nosotros? ¿Por qué?
¿Con quién
compartiré lo reflexionado en la Lectio de hoy?
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