24 de mayo de 2013 – TO - VIERNES DE LA SEMANA VII
María, auxilio de los cristianos
…Que el hombre no separe lo que Dios ha unido…
PRIMERA
LECTURA
Lectura del libro del Eclesiástico 6, 5-17
Las palabras dulces multiplican los amigos
y un lenguaje amable favorece las buenas relaciones.
Que sean muchos los que te saludan,
pero el que te aconseja, sea uno entre mil.
Si ganas un amigo, gánalo en la prueba,
y no le des confianza demasiado pronto.
Porque hay amigos ocasionales,
que dejan de serlo en el día de tu aflicción.
Hay amigos que se vuelven enemigos,
y para avergonzarte, revelan el motivo de la disputa.
Hay amigos que comparten tu mesa
y dejan de serlo en el día de la aflicción.
Mientras te vaya bien, serán como tú mismo
y hablarán abiertamente con tus servidores;
pero si te va mal, se pondrán contra ti
y se esconderán de tu vista.
Sepárate de tus enemigos
y sé precavido con tus amigos.
Un amigo fiel es un refugio seguro:
el que lo encuentra ha encontrado un tesoro.
Un amigo fiel no tiene precio,
no hay manera de estimar su valor.
Un amigo fiel es un bálsamo de vida,
que encuentran los que temen al Señor.
El que teme al Señor encamina bien su amistad,
porque como es él, así también será su amigo.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 118, 12 y 16. 18 y 27. 34-35 (R.: 35a)
R. ¡Condúceme por la senda de tus mandamientos,
Señor!.
Tú eres bendito, Señor:
enséñame tus preceptos.
Mi alegría está en tus preceptos:
no me olvidaré de tu palabra. R.
Abre mis ojos,
para que contemple las maravillas de tu ley.
Instrúyeme en el camino de tus leyes,
y yo meditaré tus maravillas. R.
Instrúyeme, para que observe tu ley
y la cumpla de todo corazón.
Condúceme por la senda de tus mandamientos,
porque en ella tengo puesta mi alegría. R.
EVANGELIO
X Lectura del santo Evangelio
según san Marcos 10, 1-12
Jesús fue a la región de Judea
y al otro lado el Jordán. Se reunió nuevamente la multitud alrededor de él y,
como de costumbre, les estuvo enseñando una vez más.
Se acercaron algunos fariseos
y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta cuestión: «¿Es lícito al hombre
divorciarse de su mujer?.»
El les respondió: «¿Qué es lo
que Moisés les ha ordenado?.»
Ellos dijeron: «Moisés
permitió redactar una declaración de divorcio y
separarse de ella.»
Entonces Jesús les respondió:
«Si Moisés les dio esta prescripción fue
debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde
el principio de la creación, Dios los hizo varón y mujer. Por eso, el hombre
dejará a su padre y a su madre, y los dos no serán sino una sola carne. De
manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que
Dios ha unido.»
Cuando regresaron a la casa,
los discípulos le volvieron a preguntar sobre esto. El les dijo: «El que se
divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquella; y si
una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete
adulterio.»
Palabra del Señor.
PARA
REFLEXIONAR
Hoy leemos un pequeño
tratado sobre la amistad: cómo se consiguen amigos, quién es el
verdadero amigo, cómo hay que tratarlos. Es un
canto hecho de sentido común y experiencia.
La amistad es
una de las mejores riquezas humanas.
Un amigo fiel y sincero es un verdadero tesoro.
Es una medicina para nuestros
males. El camino se nos hace mucho más fácil cuando lo podemos compartir.
***
Marcos ha agrupado, entre el segundo y el tercer
anuncio de la Pasión una serie de enseñanzas de Jesús sobre los problemas
candentes de la vida cristiana.
Los fariseos buscan
desacreditar a Jesús y le tienden una trampa encerrándolo
en la alternativa de “lo permitido y lo
prohibido”… “¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?”. De
acuerdo a su respuesta será acusado de traidor a las exigencias de la Ley, o lo
pondrán en contradicción con su predicación. Jesús no entra en discusión sino
que los lleva hasta los orígenes: “Al
principio de la creación Dios los creó hombre y mujer… Lo que Dios ha unido,
que el hombre no lo separe”. No es bueno aferrarse a la ley
olvidando el impulso de la vida. Se trata de acercarse al plan original de
Dios: el amor es más delicado y exigente que
cualquier ley.
El matrimonio es una “voluntad” de Dios, inscrita en
la naturaleza profunda del hombre y de la mujer, desde el origen. La intensidad
del instinto que empuja un sexo hacia el otro para unirse y “ser uno” “dejando
a su padre y a su madre” para fundar una nueva familia, ponen la indisolubilidad como el deseo más profundo del amor.
En el contexto de la sociedad judía de su tiempo, en
el que el divorcio era legal, y se ponía en juego la dignidad de la mujer, que
podía ser rechazada, pero que no podía a su vez divorciarse del hombre, la
respuesta de Jesús establece una distinción considerablemente importante: la
Ley del Deuteronomio no es un “mandamiento” sino un “permiso” concedido por Moisés, “por la
dureza de corazón del pueblo”. Pero no es para Jesús una abolición de la ley
fundamental del matrimonio, la cual subsiste. Además, es una afirmación de la igualdad de derechos del varón y la
mujer en la vida matrimonial.
La licitud pone una medida, pero el Evangelio presenta
la desmesura de ley del amor. Porque Dios
siempre está más allá de toda especulación posible.
El hombre de hoy desconfía de la posibilidad de vivir
una fidelidad duradera. Influidos por una sociedad de consumo que incita
constantemente a satisfacer las necesidades que ella misma va creando, y usa,
gasta y tira según su conveniencia, fuimos perdiendo la capacidad de pensar y
apostar por un amor que sea total, una entrega que sea gratuita y estable, una
opción que nos comprometa de por vida.
PARA DISCERNIR
¿Cómo vivo la relación hombre-mujer?
¿Qué lugar ocupa la fidelidad en mi escala
de valores?
¿Creo en la posibilidad de compromisos de
por vida?
REPITAMOS A LO
LARGO DE ESTE DÍA
…Maridos, amen a sus mujeres como Cristo
amó a su Iglesia…
PARA LA LECTURA
ESPIRITUAL
…”El
marido y la mujer, que por el pacto conyugal «ya no son dos, sino una sola
carne», con la unión íntima de sus personas y actividades se ayudan y se
sostienen mutuamente, adquieren conciencia de su unidad y lo logran cada vez
más plenamente. Esta íntima unión, como mutua entrega de dos personas, lo mismo
que el bien de los hijos, exige plena fidelidad conyugal y urge su indisoluble
unidad.
Cristo nuestro Señor bendijo
abundantemente este amor multiforme, nacido de la fuente divina de la caridad y
que está formado a semejanza de su unión con la Iglesia (Ef. 5,32). Porque así
como Dios antiguamente se adelantó a unirse a su pueblo por una alianza de amor
y de fidelidad, así ahora el Salvador de los hombres y Esposo de la Iglesia
sale al encuentro de los esposos cristianos por medio del sacramento del
matrimonio. Además, permanece con ellos para que los esposos, con su mutua
entrega, se amen con perpetua fidelidad, como Él mismo amó a la Iglesia y se
entregó por ella (Ef. 5,25).
El genuino amor
conyugal es asumido en el amor divino y se rige y enriquece por la virtud
redentora de Cristo y la acción salvífica de la Iglesia para conducir
eficazmente a los cónyuges a Dios y ayudarlos y fortalecerlos en la sublime
misión de la paternidad y la maternidad. Por ello los esposos cristianos, para
cumplir dignamente sus deberes de estado, están fortificados y como consagrados
por un sacramento especial, con cuya virtud, al cumplir su misión conyugal y
familiar, imbuidos del espíritu de Cristo, que satura toda su vida de fe,
esperanza y caridad, llegan cada vez más a su propia perfección y a su mutua
santificación, y, por tanto, conjuntamente, a la glorificación de Dios”…
Concilio Vaticano II – «Gaudium et spes», 48
PARA REZAR
Oración de los esposos
Señor:
Haz de nuestro hogar
un sitio de tu amor.
Que no haya injuria
porque Tú nos das comprensión.
Que no haya amargura
porque Tú nos bendices.
Que no haya egoísmo
porque Tú nos alientas.
Que no haya rencor
porque Tú nos das el perdón.
Que no haya abandono
porque Tú estás con nosotros.
Que sepamos marchar hacia Ti
en nuestro diario vivir.
Que cada mañana amanezca
un día más de entrega y sacrificio.
Que cada noche nos encuentre
con más amor de esposos.
Haz, Señor, de nuestras vidas
que quisiste unir
una página llena de Tí.
Haz, Señor, de nuestros hijos
lo que Tú anhelas:
ayúdanos a educarles
y orientarles por el camino.
Que nos esforcemos
en el consuelo mutuo.
Que hagamos del amor
un motivo para amarte más.
Que demos lo mejor de nosotros
para ser felices en el hogar.
Que cuando amanezca
el gran día de ir a tu encuentro
nos concedas el hallarnos unidos
para siempre en tí. Amén.
LECTIO
DIVINA
Que el hombre no separe lo que Dios ha unido
+ Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo según san Marcos
10, 1-12
Jesús fue a la región de Judea y al otro lado el Jordán. Se reunió nuevamente
la multitud alrededor de él y, como de costumbre, les estuvo enseñando una vez
más.
Se acercaron algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta
cuestión: «¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?.»
Él les respondió: «¿Qué es lo que Moisés les ha ordenado?.»
Ellos dijeron: «Moisés permitió redactar una declaración de divorcio y
separarse de ella.»
Entonces Jesús les respondió: «Si Moisés les dio esta prescripción fue debido a
la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio de la creación,
"Dios los hizo varón y mujer". "Por eso, el hombre dejará a su
padre y a su madre, y los dos no serán sino una sola carne". De manera que
ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha
unido.»
Cuando regresaron a la casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre
esto.
Él les dijo: «El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete
adulterio contra aquella; y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con
otro, también comete adulterio».
Palabra del
Señor.
LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO
BÍBLICO?
Guías para la
lectura:
Jesús afirma
que la práctica del divorcio no era una ley de Moisés, sino una permisión, como
una tolerancia frente a una costumbre y una debilidad. Pero para Jesús eso no
corresponde al plan original de Dios, que une a los esposos como una sola carne
para que nunca se separen.
Por eso Jesús
reafirma el rechazo al adulterio, pero con una característica destacable: el
varón no tiene derecho a repudiar a la mujer, y si lo hace no tiene derecho a
una nueva unión.
El texto
antiguo (Deut 24, 1-3) daba amplios poderes al varón para liberarse de la mujer
si luego de casado descubría en ella algo que no le agradaba, y así dejaba a la
mujer a merced de los caprichos del varón.
Jesús elimina
esa superioridad despótica y arbitraria del varón y coloca las cosas en su
lugar. Las exigencias son las mismas para los dos.
Hoy en día, al
mismo tiempo que se desarrollan tendencias feministas que quitan a la mujer las
preciosas características que la distinguen, para hacerla parecida al varón,
también siguen en pie muchas formas de machismo, donde el varón pretende tener
un dominio despótico sobre la mujer y se siente con el derecho de hacer cosas,
que de ninguna manera permitiría a su mujer. Especialmente a nivel sexual, el
varón suele relativizar la importancia de sus infidelidades, mientras es
absolutamente intolerante y celoso con la mujer en este ámbito.
Muchos siglos
atrás, Jesús declaraba inválidas estas pretensiones injustas, pero todavía hoy,
como en tantas otras cosas, el estilo de vida que Jesús propone está lejos de
muchas costumbres sociales.
MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO
BÍBLICO?
Preguntas para
la meditación:
¿Qué buscaban
realmente los fariseos con su pregunta?
¿Por qué Jesús
habla de un permiso mosaico basado en la dureza del corazón?
¿Qué
principios bíblicos resalta Jesús sobre el matrimonio?
ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL
TEXTO BÍBLICO?
Señor, da la
gracia de la fidelidad a los que se han unido en matrimonio; concédeles que se
sientan realmente una sola carne, que vivan el gozo de pertenecerse el uno al
otro a pesar de todo, y sepan superar las dificultades que amenazan al amor.
CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO
BÍBLICO?
Repito y
reflexiono en la frase de Jesús:
«Pero desde el
principio de la creación, "Dios los hizo varón y mujer". "Por
eso, el hombre dejará a su padre y a su madre, y los dos no serán sino una sola
carne". De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no
separe lo que Dios ha unido. »
ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO
BÍBLICO?
¿Me acerco a
veces a Jesús sólo para pensar que Él va a avalar mi personal y conveniente
interpretación de la Biblia?
¿Tengo duro el
corazón? ¿Cómo lo sé?
¿Con quién o
quiénes compartiré lo reflexionado hoy en la Lectio?
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