…Joven,
yo
te
lo
ordeno,
levántate…
PRIMERA
LECTURA
Lectura
de
la
primera
carta
del
apóstol
san
Pablo
a
Timoteo 3,
1-13
Querido
hermano:
Es
muy
cierta
esta
afirmación:
«El
que
aspira
a
presidir
la
comunidad,
desea
ejercer
una
noble
función.»
Por
eso,
el
que
preside
debe
ser
un
hombre
irreprochable,
que
se
haya
casado
una
sola
vez,
sobrio,
equilibrado,
ordenado,
hospitalario
y
apto
para
la
enseñanza.
Que
no
sea
afecto
a
la
bebida
ni
pendenciero,
sino
indulgente,
enemigo
de
las
querellas
y
desinteresado.
Que
sepa
gobernar
su
propia
casa
y
mantener
a
sus
hijos
en
la
obediencia
con
toda
dignidad.
Porque
si
no
sabe
gobernar
su
propia
casa,
¿cómo
podrá
cuidar
la
Iglesia
de
Dios?
Y
no
debe
ser
un
hombre
recientemente
convertido,
para
que
el
orgullo
no
le
haga
perder
la
cabeza
y
no
incurra
en
la
misma
condenación
que
el
demonio.
También
es
necesario
que
goce
de
buena
fama
entre
los
no
creyentes,
para
no
exponerse
a
la
maledicencia
y
a
las
redes
del
demonio.
De
la
misma
manera,
los
diáconos
deben
ser
hombres
respetables,
de
una
sola
palabra,
moderados
en
el
uso
del
vino
y
enemigos
de
ganancias
deshonestas.
Que
conserven
el
misterio
de
la
fe
con
una
conciencia
pura.
Primero
se
los
pondrá
a
prueba,
y
luego,
si
no
hay
nada
que
reprocharles,
se
los
admitirá
al
diaconado.
Que
las
mujeres
sean
igualmente
dignas,
discretas
para
hablar
de
los
demás,
sobrias
y
fieles
en
todo.
Los
diáconos
deberán
ser
hombres
casados
una
sola
vez,
que
gobiernen
bien
a
sus
hijos
y
su
propia
casa.
Los
que
desempeñan
bien
su
ministerio
se
hacen
merecedores
de
honra
y
alcanzan
una
gran
firmeza
en
la
fe
de
Jesucristo.
Palabra
de
Dios.
SALMO
Sal
100,
1-2b.
2c-3b.
5.
6
(R.:
cf.
2c)
R. Procederé
con
rectitud
de
corazón.
Celebraré
con
un
canto
la
bondad
y
la
justicia:
a
ti,
Señor,
te
cantaré;
expondré
con
sensatez
el
camino
perfecto:
¿cuándo
vendrás
en
mi
ayuda?
R.
Yo
procedo
con
rectitud
de
corazón
en
los
asuntos
de
mi
casa;
nunca
pongo
mis
ojos
en
cosas
infames.
Detesto
la
conducta
de
los
descarriados.
R.
Al
que
difama
en
secreto
a
su
prójimo
lo
hago
desaparecer;
al
de
mirada
altiva
y
corazón
soberbio
no
lo
puedo
soportar.
R.
Pongo
mis
ojos
en
las
personas
leales
para
que
estén
cerca
de
mí;
el
que
va
por
el
camino
perfecto
es
mi
servidor.
R.
EVANGELIO
Lectura
del
santo
Evangelio
según
san
Lucas 7,
11-17
Jesús
se
dirigió
a
una
ciudad
llamada
Naím,
acompañado
de
sus
discípulos
y
de
una
gran
multitud.
Justamente
cuando
se
acercaba
a
la
puerta
de
la
ciudad,
llevaban
a
enterrar
al
hijo
único
de
una
mujer
viuda,
y
mucha
gente
del
lugar
la
acompañaba.
Al
verla,
el
Señor
se
conmovió
y
le
dijo:
«No
llores.»
Después
se
acercó
y
tocó
el
féretro.
Los
que
lo
llevaban
se
detuvieron
y
Jesús
dijo:
«Joven,
yo
te
lo
ordeno,
levántate.»
El
muerto
se
incorporó
y
empezó
a
hablar.
Y
Jesús
se
lo
entregó
a
su
madre.
Todos
quedaron
sobrecogidos
de
temor
y
alababan
a
Dios,
diciendo:
«Un
gran
profeta
ha
aparecido
en
medio
de
nosotros
y
Dios
ha
visitado
a
su
Pueblo.»
El
rumor
de
lo
que
Jesús
acababa
de
hacer
se
difundió
por
toda
la
Judea
y
en
toda
la
región
vecina.
Palabra
del
Señor.
PARA
REFLEXIONAR
- Las comunidades siempre se organizadas según una cierta jerarquía de roles o funciones: ningún grupo humano es estable sin un mínimo de estructuras. Después de ordenar el culto, Pablo pasa a hablar de los que tienen ministerios en la comunidad.
- San Pablo dice que es una noble función ser responsable de una comunidad cristiana. La palabra traducida aquí por «responsable de una comunidad de Iglesia», es el término griego «epíscope» del que deriva el de obispo. No se trata del cargo episcopal tal como existe hoy, sino, más bien, de las funciones de presidencia de una comunidad local.
- Las cualidades que pide de ellos son las que se pedirían de cualquier persona a la que se le encomienda un cargo de responsabilidad: sensatez, equilibrio, fidelidad, buena educación, dominio de sí, comprensión, buen gobierno de su propia casa, que sean hombres de palabra, no envueltos en negocios sucios, ni “dados al vino”, sino irreprochables.
- Virtudes sencillas que hacen agradables las relaciones. De ningún modo se pone el acento sobre la autoridad, el poder… sino sobre la bondad y la paciencia.
- Pablo y la Iglesia primitiva no fueron novedosos hablando de los dirigentes de las comunidades cristianas. Era un título cuyas funciones ya habían vivido o visto en comunidades judías. Pero la originalidad del ministerio cristiano se manifiesta en la creación del “diácono”. Este título reúne lo central del mensaje cristiano: servir.
- Tiene que hacer presente la imagen del Siervo de dolores en la última cena, lavando los pies a los apóstoles: un servicio hasta la muerte. Este es el sentido de la palabra «diácono», que ha de impregnar todos los ministerios de la comunidad cristiana.
***
- Dos procesiones se encuentran: por un lado, llevan a enterrar fuera de la ciudad a un hijo único de una mujer viuda; por otro, los discípulos que acompañan al Señor de la vida. Una procesión es conducida por un muerto: una persona joven, una historia truncada en el momento de mayor vitalidad; la otra, rodea al Viviente. El hijo de la viuda y el Hijo de Dios se chocan. Ella enterraba a su único hijo y en adelante estará sola en la vida, sin apoyo, sin seguridad para su ancianidad. De algún modo, está tan muerta como su hijo.
- Jesús detiene a los que lo llevan, siente compasión, ve la desgracia del otro como si fuera suya. Dios no quiere abandonar a la muerte al hombre del que siente compasión. Con la fuerza resucitadora de su Palabra levanta del féretro al joven difunto. La pérdida de este hijo querido es transformada por la buena nueva en don ofrecido nuevamente a su madre.
- La misericordia de Dios es la otra cara de su poder creador: Dios ama, y su amor es vida, renacimiento, resurrección, salvación, gracia, novedad, admirable intercambio.
- Paradójicamente en la puerta de la ciudad, el muerto y el vivo cambian su condición: el muerto será despertado a la vida, mientras que el Vivo se encamina libremente a la muerte. En el joven que Jesús devuelve con vida a su madre ya está la promesa del Resucitado.
- Jesús ocupa el puesto del hijo de la viuda porque el amor compasivo, lo hace ocupar el lugar del ser amado de un modo total y definitivo.
- Jesús llamó al joven a la vida y rescató también a la viuda condenada a la miseria, a la marginación y al dolor. Madre e hijo reviven a los ojos de la comunidad gracias a la compasión de Jesús que sin temor a entrar en contacto con la impureza de un muerto desafía todo tipo de prejuicios y sin temor a la condena de sus enemigos desafía a la muerte misma adelantando su batalla final.
- En medio de nuestro dolor, hoy tenemos la certeza de ser escuchados, porque nuestro sufrimiento, nuestros gritos de rebeldía o nuestra miseria silenciosa, han sido superados por el amor compasivo de Jesús que ha tomado nuestro lugar y desde su cruz nos lleva a la resurrección.
- Por esta fe, en la que reconocemos que Dios nos ama entrañablemente, nos crea, nos recrea y nos quiere vivos; estamos llamados a ser testigos de la vida. El Señor resucitado se manifiesta siempre en las obras que rescatan a los afligidos y a todos los sufrientes de nuestros días, a quienes la vida les ha sido negada.
- Jesús sigue encabezando la procesión de la vida por los caminos de nuestra historia para llevarnos a la celebración festiva de una vida de misericordia realizada en la justicia y el amor verdadero. Esto sólo será posible en la medida en que nos animemos, como Jesús, ponernos en el lugar de nuestros hermanos.
PARA
DISCERNIR
- ¿Por dónde pasa hoy la procesión de la muerte?
- ¿Por dónde la de la vida?
- ¿En cuál me siento encolumnado?
REPITAMOS
Y
VIVAMOS
HOY
LA
PALABRA
…A
ti
Señor,
te
cantaré…
PARA
LA
LECTURA
ESPIRITUAL
El
sufrimiento
ha
de
ser
tomado
en
serio
– Reflexión
a
Lc.
7,
11-17
“Jesús
llega
a
Naín
cuando
en
la
pequeña
aldea
se
está
viviendo
un
hecho
muy
triste.
Jesús
viene
del
camino,
acompañado
de
sus
discípulos
y
de
un
gran
gentío.
De
la
aldea
sale
un
cortejo
fúnebre
camino
del
cementerio.
Una
madre
viuda,
acompañada
por
sus
vecinos,
lleva
a
enterrar
a
su
único
hijo.
En
pocas
palabras,
Lucas
nos
ha
descrito
la
trágica
situación
de
la
mujer.
Es
una
viuda,
sin
esposo
que
la
cuide
y
proteja
en
aquella
sociedad
controlada
por
los
varones.
Le
quedaba
solo
un
hijo,
pero
también
éste
acaba
de
morir.
La
mujer
no
dice
nada.
Solo
llora
su
dolor.
¿Qué
será
de
ella?
El
encuentro
ha
sido
inesperado.
Jesús
venía
a
anunciar
también
en
Naín
la
Buena
Noticia
de
Dios.
¿Cuál
será
su
reacción?
Según
el
relato,
“el
Señor
la
miró,
se
conmovió
y
le
dijo:
No
llores”.
Es
difícil
describir
mejor
al
Profeta
de
la
compasión
de
Dios.
No
conoce
a
la
mujer,
pero
la
mira
detenidamente.
Capta
su
dolor
y
soledad,
y
se
conmueve
hasta
las
entrañas.
El
abatimiento
de
aquella
mujer
le
llega
hasta
dentro.
Su
reacción
es
inmediata:
“No
llores”.
Jesús
no
puede
ver
a
nadie
llorando.
Necesita
intervenir.
No
lo
piensa
dos
veces.
Se
acerca
al
féretro,
detiene
el
entierro
y
dice
al
muerto:
“Muchacho,
a
ti
te
lo
digo,
levántate”.
Cuando
el
joven
se
reincorpora
y
comienza
a
hablar,
Jesús
“lo
entrega
a
su
madre”
para
que
deje
de
llorar.
De
nuevo
están
juntos.
La
madre
ya
no
estará
sola.
Todo
parece
sencillo.
El
relato
no
insiste
en
el
aspecto
prodigioso
de
lo
que
acaba
de
hacer
Jesús.
Invita
a
sus
lectores
a
que
vean
en
él
la
revelación
de
Dios
como
Misterio
de
compasión
y
Fuerza
de
vida,
capaz
de
salvar
incluso
de
la
muerte.
Es
la
compasión
de
Dios
la
que
hace
a
Jesús
tan
sensible
al
sufrimiento
de
la
gente.
En
la
Iglesia
hemos
de
recuperar
cuanto
antes
la
compasión
como
el
estilo
de
vida
propio
de
los
seguidores
de
Jesús.
La
hemos
de
rescatar
de
una
concepción
sentimental
y
moralizante
que
la
ha
desprestigiado.
La
compasión
que
exige
justicia
es
el
gran
mandato
de
Jesús:
“Sed
compasivos
como
vuestro
Padre
es
compasivo”.
Esta
compasión
es
hoy
más
necesaria
que
nunca.
Desde
los
centros
de
poder,
todo
se
tiene
en
cuenta
antes
que
el
sufrimiento
de
las
víctimas.
Se
funciona
como
si
no
hubiera
dolientes
ni
perdedores.
Desde
las
comunidades
de
Jesús
se
tiene
que
escuchar
un
grito
de
indignación
absoluta:
el
sufrimiento
de
los
inocentes
ha
de
ser
tomado
en
serio;
no
puede
ser
aceptado
socialmente
como
algo
normal
pues
es
inaceptable
para
Dios.
Él
no
quiere
ver
a
nadie
llorando”.
José
Antonio
Pagola
PARA
REZAR
El
valor
de
mi
vida
es
tu
Hijo
Jesucristo.
El valor de mi vida es la sangre
que tu Hijo derramó por mí en la cruz.
Señor Jesucristo,
tómame de la mano
y llévame a disfrutar tu misericordia.
Ven, Señor Jesús, tómame de la mano
y camina conmigo en medio de tu pueblo,
y roza con tu gloria,
a los enfermos,
a los ciegos,
a los oprimidos,
a los esclavos del pecado,
a los cojos,
a los que no pueden caminar,
a los deprimidos,
a los esclavos del miedo,
y líbralos.
Camina conmigo, Señor Jesús.
Tu perfecto caminar me enamora.
Tu perfecto caminar me asombra.
Camina conmigo, Señor, entre tu pueblo.
Y toca;
toca con tu poder,
toca con tu misericordia,
toca con tu amor
El valor de mi vida es la sangre
que tu Hijo derramó por mí en la cruz.
Señor Jesucristo,
tómame de la mano
y llévame a disfrutar tu misericordia.
Ven, Señor Jesús, tómame de la mano
y camina conmigo en medio de tu pueblo,
y roza con tu gloria,
a los enfermos,
a los ciegos,
a los oprimidos,
a los esclavos del pecado,
a los cojos,
a los que no pueden caminar,
a los deprimidos,
a los esclavos del miedo,
y líbralos.
Camina conmigo, Señor Jesús.
Tu perfecto caminar me enamora.
Tu perfecto caminar me asombra.
Camina conmigo, Señor, entre tu pueblo.
Y toca;
toca con tu poder,
toca con tu misericordia,
toca con tu amor
Y
danos
la
vida,
Amén.
LECTIO
DIVINA
Joven,
yo
te
lo
ordeno,
levántate
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 7, 11-17
Jesús se dirigió a una ciudad llamada Naín, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Justamente cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba. Al verla, el Señor se conmovió y le dijo: «No llores.» Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo: «Joven, yo te lo ordeno, levántate.»
El muerto se incorporó y empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre.
Todos quedaron sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo.»
El rumor de lo que Jesús acababa de hacer se difundió por toda la Judea y en toda la región vecina.
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
· Guías para la lectura:
En ninguna otra parte de las Escrituras se menciona Naín. Probablemente era la actual Nein. La ubicación probable de la misma es a 10 kilómetros al sureste de Nazaret.
Al acercarse a esta aldea galilea, Jesús de ninguna manera estaba solo. No solamente estaban sus discípulos con Él sino también muchos otros. Podríamos muy bien llamar a esta caravana “la peregrinación de la vida”.
Lucas no aclara que “justamente” cuando esta peregrinación encabezada por Jesús se encontraba por entrar por la puerta se “topa” con otra caravana. Se trataba del entierro de un joven, único sostén de su madre viuda. Este cortejo que podríamos llamar “la caravana de la muerte” era encabezada por esa pobre mujer.
La acción toma dramatismo cuando ambos grupos “la peregrinación de la vida” y “la caravana de la muerte” se encuentran frente a frente. Los primeros para entrar a la ciudad y los segundos para ir a enterrar fuera de la ciudad a su muerto.
En el resto del relato, Jesús realiza una serie de actos inesperados. En primer lugar le habla a la mujer. No sólo le habla, le dice “no llores”. ¿No llorar ante semejante dolor y frente a un futuro económico tan incierto como terrible? Como si esto fuera poco, Jesús toca el féretro, algo que para un judío era algo impensado por considerarse impuro. No se trataba de ataúdes como los que conocemos hoy, sino que se utilizaban un tipo de canastos donde el muerto era llevado al descubierto.
Estos tres actos fueron tan significativos que produjeron que ambas caravanas se paralizaran deteniéndose en ese lugar, en ese espacio de tiempo infinito, en el silencio ensordecedor que seguramente se provocó.
Es en este contexto que Jesús hace su cuarto acto asombroso. ¡Le habla al muerto! Le dice ante la mirada atónita de las dos caravanas «Joven, yo te lo ordeno, levántate.».
Lo que sucede a continuación es extraordinario. “El muerto se incorporó y empezó a hablar”. Jesús, sabiendo la necesidad de sostén que tenía la madre, en ningún momento invita al joven a sumarse a su grupo de discípulos, se lo entregó a su madre.
Finalmente, las dos caravanas se unieron en sentimiento, asombro, expresión y alabanza a la escena extraordinaria y conmovedora que acababan de presenciar. El texto bíblico lo narra de manera inmejorable: “Todos quedaron sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo.»” Hecho éste que no se circunscribió al comentario de los habitantes del pueblo de Naín, sino que se “difundió por toda la Judea y en toda la región vecina”.
2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
· Preguntas para la meditación:
· ¿Me he encontrado alguna vez en alguna situación humanamente insoluble?
· ¿Jesús puede “detener” la historia y sucesos de mi vida que me están agobiando?
· ¿La palabra de Jesús cobra un lugar importante como fuente de vida?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
Señor, realmente en tu persona como dice el texto bíblico de hoy “Dios ha visitado a su Pueblo”. Gracias por tu misericordia y tu presencia en los momentos más difíciles de nuestra vida. Gracias por tu palabra que nos sana, restaura, fortalece y vivifica.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
Trato de imaginar la escena siguiendo el relato bíblico. “Ver” las dos caravanas e interpretar el gozo de una y el dolor de la otra. Reflexiono en las acciones sorprendentes de Jesús y alabo a Dios por su amor y poder.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
· Preguntas para la acción:
· ¿Cómo consideraré a la luz de la fe las situaciones más difíciles?
· ¿Qué lugar ocupará la palabra viva de Jesús en mis situaciones personales?
· ¿Con quién voy a compartir la Lectio de hoy?
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 7, 11-17
Jesús se dirigió a una ciudad llamada Naín, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Justamente cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba. Al verla, el Señor se conmovió y le dijo: «No llores.» Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo: «Joven, yo te lo ordeno, levántate.»
El muerto se incorporó y empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre.
Todos quedaron sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo.»
El rumor de lo que Jesús acababa de hacer se difundió por toda la Judea y en toda la región vecina.
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
· Guías para la lectura:
En ninguna otra parte de las Escrituras se menciona Naín. Probablemente era la actual Nein. La ubicación probable de la misma es a 10 kilómetros al sureste de Nazaret.
Al acercarse a esta aldea galilea, Jesús de ninguna manera estaba solo. No solamente estaban sus discípulos con Él sino también muchos otros. Podríamos muy bien llamar a esta caravana “la peregrinación de la vida”.
Lucas no aclara que “justamente” cuando esta peregrinación encabezada por Jesús se encontraba por entrar por la puerta se “topa” con otra caravana. Se trataba del entierro de un joven, único sostén de su madre viuda. Este cortejo que podríamos llamar “la caravana de la muerte” era encabezada por esa pobre mujer.
La acción toma dramatismo cuando ambos grupos “la peregrinación de la vida” y “la caravana de la muerte” se encuentran frente a frente. Los primeros para entrar a la ciudad y los segundos para ir a enterrar fuera de la ciudad a su muerto.
En el resto del relato, Jesús realiza una serie de actos inesperados. En primer lugar le habla a la mujer. No sólo le habla, le dice “no llores”. ¿No llorar ante semejante dolor y frente a un futuro económico tan incierto como terrible? Como si esto fuera poco, Jesús toca el féretro, algo que para un judío era algo impensado por considerarse impuro. No se trataba de ataúdes como los que conocemos hoy, sino que se utilizaban un tipo de canastos donde el muerto era llevado al descubierto.
Estos tres actos fueron tan significativos que produjeron que ambas caravanas se paralizaran deteniéndose en ese lugar, en ese espacio de tiempo infinito, en el silencio ensordecedor que seguramente se provocó.
Es en este contexto que Jesús hace su cuarto acto asombroso. ¡Le habla al muerto! Le dice ante la mirada atónita de las dos caravanas «Joven, yo te lo ordeno, levántate.».
Lo que sucede a continuación es extraordinario. “El muerto se incorporó y empezó a hablar”. Jesús, sabiendo la necesidad de sostén que tenía la madre, en ningún momento invita al joven a sumarse a su grupo de discípulos, se lo entregó a su madre.
Finalmente, las dos caravanas se unieron en sentimiento, asombro, expresión y alabanza a la escena extraordinaria y conmovedora que acababan de presenciar. El texto bíblico lo narra de manera inmejorable: “Todos quedaron sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo.»” Hecho éste que no se circunscribió al comentario de los habitantes del pueblo de Naín, sino que se “difundió por toda la Judea y en toda la región vecina”.
2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
· Preguntas para la meditación:
· ¿Me he encontrado alguna vez en alguna situación humanamente insoluble?
· ¿Jesús puede “detener” la historia y sucesos de mi vida que me están agobiando?
· ¿La palabra de Jesús cobra un lugar importante como fuente de vida?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
Señor, realmente en tu persona como dice el texto bíblico de hoy “Dios ha visitado a su Pueblo”. Gracias por tu misericordia y tu presencia en los momentos más difíciles de nuestra vida. Gracias por tu palabra que nos sana, restaura, fortalece y vivifica.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
Trato de imaginar la escena siguiendo el relato bíblico. “Ver” las dos caravanas e interpretar el gozo de una y el dolor de la otra. Reflexiono en las acciones sorprendentes de Jesús y alabo a Dios por su amor y poder.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
· Preguntas para la acción:
· ¿Cómo consideraré a la luz de la fe las situaciones más difíciles?
· ¿Qué lugar ocupará la palabra viva de Jesús en mis situaciones personales?
· ¿Con quién voy a compartir la Lectio de hoy?
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