26
de
septiembre
de
2013
– TO
– JUEVES
DE
LA
SEMANA
XXV
…¡hacer
bien
y
salvar!
PRIMERA
LECTURA
Principio
de
la
profecía
de
Ageo 1,
1-8
En
el
segundo
año
del
rey
Darío,
el
primer
día
del
sexto
mes,
la
palabra
del
Señor
fue
dirigida,
por
medio
del
profeta
Ageo,
a
Zorababel,
hijo
de
Sealtiel,
gobernador
de
Judá,
y
a
Josué,
hijo
de
Iehosadac,
el
Sumo
Sacerdote,
en
estos
términos:
Así
habla
el
Señor
de
los
ejércitos:
Este
pueblo
dice:
«Todavía
no
ha
llegado
el
momento
de
reconstruir
la
Casa
del
Señor.»
Y
la
palabra
del
Señor
llegó,
por
medio
del
profeta
Ageo,
en
estos
términos:
¿Es
este
acaso
el
momento
de
que
ustedes
vivan
en
sus
casas
revestidas
de
madera,
mientras
esta
Casa
está
en
ruinas?
Ahora
bien,
así
habla
el
Señor
de
los
ejércitos:
¡Consideren
la
situación
en
que
se
encuentran!
Ustedes
han
sembrado
mucho,
pero
han
cosechado
poco;
han
comido,
pero
no
se
han
saciado;
han
bebido,
pero
no
han
apagado
su
sed;
se
han
vestido,
pero
no
se
han
abrigado;
y
el
asalariado
ha
puesto
su
jornal
en
saco
roto.
Así
habla
el
Señor
de
los
ejércitos:
Suban
a
la
montaña,
traigan
madera
y
reconstruyan
la
Casa;
yo
la
aceptaré
gustoso
y
manifestaré
mi
gloria,
dice
el
Señor.
Palabra
de Dios
SALMO
Sal
149,
1-2.
3-4.
5-6a
y
9b
(R.:
4a)
R. El
Señor
tiene
predilección
por
su
pueblo.
Canten
al
Señor
un
canto
nuevo,
resuene
su
alabanza
en
la
asamblea
de
los
fieles;
que
Israel
se
alegre
por
su
Creador
y
los
hijos
de
Sión
se
regocijen
por
su
Rey.
R.
Celebren
su
Nombre
con
danzas,
cántenle
con
el
tambor
y
la
cítara,
porque
el
Señor
tiene
predilección
por
su
pueblo
y
corona
con
el
triunfo
a
los
humildes.
R.
Que
los
fieles
se
alegren
por
su
gloria
y
canten
jubilosos
en
sus
fiestas.
Glorifiquen
a
Dios
con
sus
gargantas
esta
es
la
victoria
de
todos
sus
fieles.
R.
EVANGELIO
Lectura
del
santo
Evangelio
según
san
Lucas 9,
7-9
El
tetrarca
Herodes
se
enteró
de
todo
lo
que
pasaba,
y
estaba
muy
desconcertado
porque
algunos
decían:
«Es
Juan,
que
ha
resucitado.»
Otros
decían:
«Es
Elías,
que
se
ha
aparecido»,
y
otros:
«Es
uno
de
los
antiguos
profetas
que
ha
resucitado.»
Pero
Herodes
decía:
«A
Juan
lo
hice
decapitar.
Entonces,
¿quién
es
este
del
que
oigo
decir
semejantes
cosas?»
Y
trataba
de
verlo.
Palabra
del Señor.
PARA
REFLEXIONAR
- El año segundo del reinado de Darío, el primer día del sexto mes fue dirigida la palabra del Señor por medio del profeta Ageo. La Palabra del Señor no es atemporal. Si Dios toma la palabra, lo hace en primer lugar a través de las situaciones, de los acontecimientos.
- Durante el cautiverio en Babilonia, Ezequiel había exhortado a los judíos a rendir a Yahvé un culto purificado en un nuevo templo. Era natural que una vez instalados en Jerusalén pusiesen pronto, manos a la obra para edificar el templo.
- Ageo comienza su ministerio el 1° de agosto del año 520. Fue profeta en este período de la vuelta del destierro, junto con otros personajes claves como Zorobabel o Josué. Ya habían transcurrido dieciocho años de la vuelta del destierro. Durante cinco meses, hasta el fin de diciembre, hablará en una plaza de Jerusalén.
- Levantó su voz porque los recién vueltos no parecían tener mucho apuro en reconstruir el templo. Las casas propias las habían reconstruido, pero el templo no.
- Los problemas a resolver eran muchos y graves: la animosidad de los samaritanos, las malas cosechas, las rivalidades interiores. Las obras de reconstrucción del templo fueron abandonadas apenas se iniciaron, esperando tiempos mejores.
- El profeta los anima a que todos colaboren en la tarea, que es urgente. El templo servirá como punto de referencia para todas las demás dimensiones de la reconstrucción nacional.
- Ageo dice a sus contemporáneos que el templo debe tener prioridad en esta tarea de la nueva instalación en Judá, porque es símbolo de los valores religiosos. Lo que le sucedió a Israel se debió, en gran parte, a su infidelidad a la Alianza. Ageo no quiere que descuidando la vida de fe se repita la historia.
- Los hombres de todos los tiempos somos los mismos: cuando aducimos muchas razones para justificar algo, quiere decir, normalmente, que no tenemos ninguna, y sí, en cambio, muchas excusas.
***
- La misión realizada por los discípulos suscita interés en los destinatarios por conocer a fondo la identidad de Jesús. Jesús en su época causó desconcierto y confusión. A todos les inquietaba este hombre que andaba por todos los caminos haciendo prodigios y anunciando una buena noticia a los pobres. Algunos lo unían a la figura de Juan el Bautista.
- Varios de los seguidores de Juan fueron más tarde sus discípulos. Otros lo veían como un nuevo Elías, profeta que vendría a realizar el juicio decisivo de Dios sobre Israel. Muchos lo asimilaban a la fuerte tradición profética y lo veían en la línea de los grandes del Pueblo elegido. De las opiniones divididas acerca de Jesús, no estaban ajenos ni los miembros más sencillos ni los grandes jefes religiosos, ni los gobernantes.
- La misión apostólica parece ser tan efectiva, que hasta el tetrarca Herodes resulta interesado en conocer a Jesús. La pregunta que plantea es provocada por lo que conoce que Jesús ha realizado hasta ese momento y de lo cual el mismo evangelio nos da testimonio. La figura de Jesús lo inquieta, pero no lo mueve la búsqueda de la verdad, sino el temor a que salgan a la luz pública las maldades que había obrado en el pasado.
- Nuestra sociedad, en distintos ámbitos y medios informáticos, sigue opinando y hablando de Jesús desde perspectivas muy diversas. También hoy oímos decir con relación a Jesús todo tipo cosas, pero junto a esas opiniones se nos hace imprescindible preguntar a Jesús mismo en la Iglesia quién es Él. Siguiendo el camino que nos propone Lucas, el reconocimiento verdadero y la confesión de fe
sólo es posible a partir de la visión, la escucha y el discernimiento de las obras de Jesús; sólo así se conseguirá captar a fondo su identidad. - La presencia de tantos ídolos y líderes mediáticos, llevados a una fama tan desmedida como pasajera e inconsistente, son una invitación a renovar con firmeza nuestra fe en Aquel cuyas palabras de vida eterna y cuyos gestos visibles de compasión, ternura y perdón, nos recuerdan y anuncian la salvación que sólo Dios puede ofrecernos.
- Acercarse a Jesús, beber de su evangelio, compartir desde nuestras manos sus gestos salvadores, crear espacios de comunión y encuentro en nuestro corazón por la oración nos revelarán una y otra vez su identidad y la nuestra.
- “Él debe ser vuestro amigo y vuestro apoyo en el camino de la vida. Sólo Él tiene palabras de vida eterna» Juan Pablo II.
PARA
DISCERNIR
- ¿Qué es lo que más me atrae de la identidad de Jesús?
- ¿Qué nos hace falta para crecer en la confesión de la verdadera fe?
- ¿Qué me ayuda en mi camino de conocimiento de Jesús?
REPITAMOS
Y
VIVAMOS
HOY
LA
PALABRA
…Señor
Tú
eres
el
Mesías,
el
Hijo
de
Dios
Vivo…
PARA
LA
LECTURA
ESPIRITUAL
«Herodes
tenía
ganas
de
verlo»
“…El Señor no es visto en este mundo más que cuando él quiere. ¿Qué tiene ello de sorprendente? En la resurrección misma no se concedió ver a Dios más que a aquellos que tenían puro el corazón: «Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8). Cuántos bienaventurados había ya enumerado, y sin embargo, no les había prometido esta posibilidad de ver a Dios. Si los que tienen limpio el corazón verán a Dios, indudablemente que los demás no lo verán…; el que no ha querido ver a Dios, no lo verá.
“…El Señor no es visto en este mundo más que cuando él quiere. ¿Qué tiene ello de sorprendente? En la resurrección misma no se concedió ver a Dios más que a aquellos que tenían puro el corazón: «Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8). Cuántos bienaventurados había ya enumerado, y sin embargo, no les había prometido esta posibilidad de ver a Dios. Si los que tienen limpio el corazón verán a Dios, indudablemente que los demás no lo verán…; el que no ha querido ver a Dios, no lo verá.
Porque
no
es
en
un
lugar
determinado
donde
se
ve
a
Dios,
sino
en
el
corazón
limpio.
No
son
los
ojos
del
cuerpo
los
que
buscan
a
Dios;
no
se
deja
él
abarcar
con
la
mirada,
ni
poderlo
coger
al
tocarlo,
ni
oído
en
la
conversación,
ni
reconocido
en
su
andar.
Se
le
cree
ausente
y
se
le
ve;
está
presente
y
no
se
le
ve.
Por
otra
parte,
los
mismos
apóstoles
no
todos
veían
a
Cristo;
por
eso
les
dijo:
«Tanto
tiempo
que
estoy
con
vosotros
¿y
todavía
no
me
conoces?»
(Jn
14,9).
En
efecto,
cualquiera
que
ha
conocido:
«cual
es
lo
ancho,
lo
largo,
lo
alto
y
lo
profundo
–el
amor
de
Cristo
que
sobrepasa
a
todo
conocimiento»
(Ef.
3,
18-19)
éste
ha
visto
a
Cristo,
ha
visto
al
Padre.
Porque
los
demás
no
es
según
la
carne
que
conocemos
a
Cristo
(2C
5,16),
sino
según
el
Espíritu:
«El
Espíritu
que
está
frente
a
nosotros,
es
el
Ungido
del
Señor,
el
Cristo»
(Lm
4,20).
¡Que
en
su
misericordia
se
digne
llenarnos
de
la
plenitud
de
Dios,
para
que
podamos
verle!”…
San
Ambrosio (hacia 340-397), obispo de Milán y doctor de la Iglesia
Comentario
al Evangelio de san Lucas 1, 27
PARA
REZAR
CREEMOS
CREEMOS
en Dios,
Padre de la Madre Tierra,
creador de la Vida y la Libertad,
imagen y semejanza del Hombre Nuevo,
esperanza de los pobres
Padre de la Madre Tierra,
creador de la Vida y la Libertad,
imagen y semejanza del Hombre Nuevo,
esperanza de los pobres
CREEMOS
en Jesucristo,
el primer bienaventurado,
compañero en el sufrimiento,
hermano en la Resurrección,
camino por donde pasa el Reino de la Paz.
el primer bienaventurado,
compañero en el sufrimiento,
hermano en la Resurrección,
camino por donde pasa el Reino de la Paz.
CREEMOS
en María,
vientre fecundo donde crece la Iglesia Viva,
amiga solidaria de los sufrimientos
de las mujeres en el campo y la ciudad.
vientre fecundo donde crece la Iglesia Viva,
amiga solidaria de los sufrimientos
de las mujeres en el campo y la ciudad.
CREEMOS
en el Espíritu,
que anima la construcción de la sociedad nueva,
en la fuerza santificadora que impulsa a los pobres,
en la Iglesia de los bienaventurados,
como una primavera entre el dolor de América Latina.
En los cristianos y misioneros comprometidos,
que llevan encendidas sus lámparas
para que empiece la fiesta del Reino.
que anima la construcción de la sociedad nueva,
en la fuerza santificadora que impulsa a los pobres,
en la Iglesia de los bienaventurados,
como una primavera entre el dolor de América Latina.
En los cristianos y misioneros comprometidos,
que llevan encendidas sus lámparas
para que empiece la fiesta del Reino.
RECONOCEMOS
un solo Bautismo
en la sangre de los mártires;
confesamos nuestra Fe en la ley del Amor,
esperamos la Resurrección del Pueblo
y nos alegramos alabando al Señor
que ha puesto su mirada
en los desheredados del pan, de la casa y de la tierra. Así sea.
en la sangre de los mártires;
confesamos nuestra Fe en la ley del Amor,
esperamos la Resurrección del Pueblo
y nos alegramos alabando al Señor
que ha puesto su mirada
en los desheredados del pan, de la casa y de la tierra. Así sea.
LECTIO
DIVINA
A
Juan lo hice decapitar.
¿Quién
es éste del cual oigo decir semejantes cosas?
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 9, 7-9
El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que pasaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: «Es Juan, que ha resucitado.» Otros decían: «Es Elías, que se ha aparecido», y otros: «Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado.»
Pero Herodes decía: «A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿quién es este del que oigo decir semejantes cosas?» Y trataba de verlo.
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
· Guías para la lectura:
Jesús, al constituir el grupo de los Doce y enviarlos en misión, muestra su voluntad de reunir al pueblo de Israel para el tiempo de salvación. ¿Cómo reacciona ante este hecho el mundo del poder? Lucas nos refiera la perplejidad de Herodes Antipas, que no consigue situar al Nazareno en ninguno de sus esquemas. Frente al torbellino de opiniones que circulan sobre Jesús, Herodes no sabe qué pensar de él. El evangelista se hace eco de que la gente capta algo de la grandeza de Jesús, puesto que lo compara con un profeta, con Elías e incluso con Juan resucitado, pero, a pesar de todo, es incapaz de captar la novedad presente en Jesús.“Y trataba de verlo”. Querer enterarse personalmente de quién era realmente Jesús sería una cosa positiva si ese deseo estuviera movido por intenciones serias, como ocurrirá con Zaqueo (Lc 19,3). Sin embargo, no es éste el caso de Herodes. El hecho de que se confiese cínicamente a sí mismo, sin remordimientos, que hizo decapitar al Bautista y de haber hecho callar de este modo una voz que le era hostil – tal vez más incómoda para su imagen pública que inquietante para su corrupta conciencia – muestra que la suya es sólo una curiosidad superficial y veleidosa. Todo esto quedará claro en el relato de la pasión (Lc 23, 8-10). Herodes representa al hombre curioso que no quiere convertirse en discípulo de Jesús, pero al que le gustaría ver fenómenos religiosos extraordinarios, incluso algún signo obrado por Jesús; representa ese “purito de oír cosas nuevas” contra el que también nos hablará san Pablo y que constituye una forma degenerada del sentimiento religioso.
2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
· Preguntas para la meditación:
· ¿Por qué pensaban que Jesús era Juan el Bautista resucitado, Elías o algún profeta? ¿Qué relación
hay
entre
ellos?
· ¿Cuál era la real motivación de Herodes por ver a Jesús?
· ¿Se puede creer en los milagros de Jesús sin tener fe en Él?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
Señor, que mi deseo de “verte” y conocerte no esté movido por la curiosidad, sino por el deseo ferviente de ser tu discípulo.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
Reflexiono en las personas con las cuales se lo asocia a Jesús.
Pienso en la perversa motivación de Herodes de ver a Jesús.
Medito en el conocimiento personal y actual que tenían de los signos que Jesús hacía y en su incapacidad de ver a Dios.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
· Preguntas para la acción:
· ¿Qué haré para que mi genuina motivación para conocer más a Jesús sea ser su discípulo?
· ¿Cómo guiaré a la fe a personas que sólo muestran curiosidad por el “hecho Jesús”?
· ¿Con quién compartiré lo reflexionado en la Lectio de hoy?
· ¿Cuál era la real motivación de Herodes por ver a Jesús?
· ¿Se puede creer en los milagros de Jesús sin tener fe en Él?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
Señor, que mi deseo de “verte” y conocerte no esté movido por la curiosidad, sino por el deseo ferviente de ser tu discípulo.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
Reflexiono en las personas con las cuales se lo asocia a Jesús.
Pienso en la perversa motivación de Herodes de ver a Jesús.
Medito en el conocimiento personal y actual que tenían de los signos que Jesús hacía y en su incapacidad de ver a Dios.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
· Preguntas para la acción:
· ¿Qué haré para que mi genuina motivación para conocer más a Jesús sea ser su discípulo?
· ¿Cómo guiaré a la fe a personas que sólo muestran curiosidad por el “hecho Jesús”?
· ¿Con quién compartiré lo reflexionado en la Lectio de hoy?
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