29 de noviembre de 2013


29 de noviembre de 2013TO VIERNES DE LA SEMANA XXXIV

El Reino de Dios está cerca

PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Daniel    7, 2-14

    Yo miraba en mis visiones nocturnas, y vi los cuatro vientos del cielo que agitaban el gran mar. Y cuatro animales enormes, diferentes entre sí, emergieron del mar. El primero era como un león y tenía alas de águila. Yo estuve mirando hasta que fueron arrancadas sus alas; él fue levantado de la tierra y puesto de pie sobre dos patas como un hombre, y le fue dado un corazón de hombre. Luego vi otro animal, el segundo, semejante a un oso; él estaba medio erguido y tenía tres costillas en su boca, entre sus dientes. Y le hablaban así: « ¡Levántate, devora carne en abundancia!»
    Después de esto, yo estaba mirando y vi otro animal como un leopardo; tenía cuatro alas de pájaro sobre el dorso y también cuatro cabezas, y le fue dado el dominio. Después de esto, yo estaba mirando en las visiones nocturnas y vi un cuarto animal, terrible, espantoso y extremadamente fuerte; tenía enormes dientes de hierro, comía, trituraba y el resto lo pisoteaba con las patas. Era diferente de todos los animales que lo habían precedido, y tenía diez cuernos. Yo observaba los cuernos, y vi otro cuerno, pequeño, que se elevaba entre ellos. Tres de los cuernos anteriores fueron arrancados delante de él, y sobre este cuerno había unos ojos como de hombre y una boca que hablaba con insolencia.
    Yo estuve mirando hasta que fueron colocados unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestidura era blanca como la nieve y los cabellos de su cabeza como la lana pura; su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente. Un río de fuego brotaba y corría delante de él. Miles de millares lo servían, y centenares de miles estaban de pie en su presencia. El tribunal se sentó y fueron abiertos unos libros.
    Yo miraba a causa de las insolencias que decía el cuerno: estuve mirando hasta que el animal fue muerto, y su cuerpo destrozado y entregado al ardor del fuego. También a los otros animales les fue retirado el dominio, pero se les permitió seguir viviendo por un momento y un tiempo.
    Yo estaba mirando, en las visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de hombre; él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta él. Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será destruido.
Palabra de Dios.

SALMO    
Dn 3, 75. 76. 77. 78. 80. 81

    Montañas y colinas, bendigan al Señor.
R.    ¡Alábenlo y glorifíquenlo eternamente!

    Todo lo que brota sobre la tierra, bendiga al Señor.
R.    ¡Alábenlo y glorifíquenlo eternamente!

    Manantiales, bendigan al Señor.
R.    ¡Alábenlo y glorifíquenlo eternamente!

    Mares y ríos, bendigan al Señor.
R.    ¡Alábenlo y glorifíquenlo eternamente!

    Cetáceos y todo lo que se mueve en las aguas, bendigan al Señor.
R.    ¡Alábenlo y glorifíquenlo eternamente!

    Todas las aves del cielo, bendigan al Señor.
R.    ¡Alábenlo y glorifíquenlo eternamente!

    Todas las fieras y animales, bendigan al Señor.
R.    ¡Alábenlo y glorifíquenlo eternamente!

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas    21, 29-33

    Jesús hizo a sus discípulos esta comparación:
    «Miren lo que sucede con la higuera o con cualquier otro árbol. Cuando comienza a echar brotes, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el Reino de Dios está cerca.
    Les aseguro que no pasará esta generación hasta que se cumpla todo esto. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.»
Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

    • Por la deslumbrante riqueza de las imágenes, por la fuerza profética y por la profundidad teológica de los temas el capítulo VII de Daniel, que meditamos hoy y mañana sábado, es el más importante de toda la apocalíptica bíblica. Ahora es Daniel quien tiene unavisión nocturna, llena de simbolismos extraños.
    • El mar, en la Escritura es símbolo del abismo, del caos, de la maldad. De él surgen cuatro bestias que detentarán el poder en el mundo. Estos cuatro animales describen los cuatro imperios sucesivos: el babilónico, el de los medos, el de los persas y el griego, de Alejandro y sus sucesores seléucidas, con susdiez cuernos, tantos como reyes de aquella dinastía. Pero de esas bestias no puede esperarse ni la salvación ni la paz. Lo único que hacen es destruir, pisotear, triturar a las naciones. Pero a una bestia, que además de hacer todos esos males profiere blasfemias, se ordena matarla, descuartizarla y echarla al fuego. También aquí se detiene más el vidente en el reinado último, el de Antíoco, su contemporáneo, al que describe como más cruel y feroz que nadie.
    • Pero lo importante es la visión del trono de Dios, los miles y miles de seres que le aclaman y, finalmente, la aparición deuna especie de hombre que viene entre las nubes del cielo: a él se le dio poder, honor y reino. Su reino no acabará.  Todo poder viene de Dios, de lo alto, no de lo bajo, de la maldad. Y ha sido puesto por Dios para regir al pueblo y no para destruir a los suyos. Todo reino es pasajero; sóloUna especie de hombre,uno con la apariencia de hombre.un hijo de hombre, que no viene del abismo sino entre las nubes del cielo, Aquel que procede de Dios y ha puesto su morada entre nosotros, posee un Reino que jamás será destruido, pues no actuará sino bajo la guía del Espíritu del mismo Dios.
    • Jesús, el Mesías, es el que sabe interpretar la historia, el que recibe el reino perpetuo y aparecerá al final como Juez supremo de la humanidad.
    • La lectura de Daniel es una invitación a tener una mirada profética hacia el futuro, al final de los tiempos, con el reinado universal y definitivo de Cristo, el Triunfador de la muerte.
***
    • El pueblo se congrega en torno a Jesús para escucharlo.  En el pasaje que hoy quiere mostrarles de qué modo se debe leer la realidad. Usando una metáfora fácilmente comprensible para su audiencia campesina muestra que del mismo modo que un árbol anuncia sus frutos por medio de las flores y los retoños, de la misma manera, la realidad muestra signos de lo que vendrá. Se trata de descubrir en el presente los signos de los acontecimientos que están por venir.
    • Jesús inauguró ya hace dos mil años el Reino de Dios. Cayó Jerusalén. Luego cayó Roma. Más tarde otros muchos imperios e ideologías. La comunidad de discípulos de Jesús, generación tras generación, intenta transmitir al mundo sus valores, evangelizarlo, para que el árbol frutos y la salvación alcance a todos.  El reino de Dios todavía está madurando, y no ha alcanzado su plenitud. El reino de Dios se trata de una realidad que no irrumpe abruptamente sino que se va abriendo paso como la savia que hace brotar hojas nuevas en los árboles después de los fríos del invierno.
    • La comparación que Jesús propone advierte al pueblo sobre los peligros que lleva el asegurarse únicamente en las garantías que ofrece un gran templo, la provisión económica, las conveniencias políticas y la solidez de unas grandes murallas. Estas seguridades los volverán ciegos ante los signos del Reino que Dios suscitaba en medio de ellos.
    • La realización plena del Reino de Dios, puede ser desde ahora adelantada cada vez que vivimos algo de ese Reino, en el hoy de nuestra historia. Lo que se nos exige es estar atentos a los signos de los tiempos, donde se hace visible esa cercanía del Reino de Dios en una actitud de discernimiento permanente.
    • Nuestra vida se mueve entre una historia y un proyecto. La invitación del Señor es a aprender de las lecciones del pasado, con deseo de superación. Pero, sobre todo, a vivir intensamente el presente, el único instante que tenemos en nuestras manos para construir. No podemos estancarnos por nostalgia del pasado, ni por miedo a lo que puede llegar en el porvenir. El mejor camino para afrontar el futuro es viviendo intensamente el momento presente. La vida eterna se construye hoy.
    • Es necesario comprender el mundo en que vivimos, sus esperanzas, sus aspiraciones. En el fondo, no debemos esperar encontrar la fecha de cumplimientos de profecías viejas o premoniciones cabalísticas: es la cercanía o lejanía del Reino lo que nosotros podemos y debemos discernir de entre los signos de los tiempos.
    • Vivimos muchas veces bajo el peso de las pruebas y de las incomprensiones, del dolor y del mismo pecado; sin embargo Jesús nos invita a levantarnos, a alzar la cabeza.
    • Lo que aparentemente puede aparecer como destrucción y dolor, para los creyentes, por el contrario, se nos presenta como el comienzo de una nueva posibilidad que Dios está ofreciendo. Permanezcamos vigilantes porque cada momento de nuestra vida puede ser un paso de Dios, un tiempo de gracia y de encuentro con el Dios que nos salva.

PARA DISCERNIR

    • ¿Me detengo a leer los signos de la realidad?
    • ¿Soy capaz de mirar el futuro a partir de lo que sucede hoy?
    • ¿Dejo madurar las experiencias para que sean fermento del futuro?

REPITAMOS Y VIVAMOS HOY LA PALABRA

Tu palabra Señor es luz para mis pasos

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

«El verano está cerca» 
«Señor, dame a conocer mi fin y cuál es la medida de mis años, para que comprenda lo caduco que soy» (Sl 38,5). Si me hicieras conocer mi fin, dice el salmista, si me hicieras conocer cuál es el número de mis días, por ahí mismo podré saber lo que me falta. Y es posible que a través de estas palabras quiera también indicar eso: todo oficio tiene una finalidad. Por ejemplo, la finalidad de una empresa constructora es construir una casa; la finalidad de un astillero es construir un buque capaz de enfrentarse con las olas del mar y soportar los azotes de los vientos; y la finalidad de cada oficio es llegar a una cosa parecida a la que el mismo oficio parece inventado. Quizás es así que nuestra vida y la del mundo entero tiene una cierta finalidad con la cual hacemos todo lo que se hace en nuestra vida, o por la cual el mismo mundo ha sido creado o subsiste. El apóstol Pablo se acuerda de esta finalidad cuando dice: «Seguidamente vendrá el fin, cuando entregue el Reino a Dios Padre» (1Co 15,24). Ciertamente que hay que apresurarse hacia este fin puesto que es el precio mismo de la obra por la cual somos creados por Dios. 
De la misma manera que nuestro organismo corporal, pequeño y reducido al nacer, es, sin embargo estimulado y tiende al término de su grandeza creciendo en edad, y también así como nuestra alma se expresa primero a través de un lenguaje balbuciente y más claro después para, en fin, llegar a una perfecta y correcta manera de expresión, también es cierto que toda nuestra vida comienza en el presente de esta manera: primero como balbuciente entre los hombres sobre la tierra, pero se acaba y llega a su cumbre en los cielos cerca de Dios.
Por este motivo el profeta desea conocer la finalidad por la cual ha sido hecho para que, mirando el fin, examinando sus días y considerando su perfección, ve todo lo que le falta en relación con este fin hacia el cual tiendeEs como si los que salieron de Egipto hubieran dicho: «Hazme conocer, Señor, mi fin» que es una tierra buena y una tierra santa, «y el número de mis días» por los que ando «para que conozca lo caduco que soy», y cuánto me falta hasta llegar a la tierra santa que me tienes prometida.
Comentario del Evangelio por Orígenes (hacia 185-253),
presbítero y teólogo homilía sobre el salmo 38

PARA REZAR

Confesamos, Señor,
que nos hemos preocupado,
por
las muchas demandas que
esta
vida tiene.
Que nos hemos afanado
por
buscar la comodidad
que
la sociedad ofrece,
que
nos enredamos en
competencias
desleales,
anulando
la vida de otros y otras
sin
importarnos su dolor.
Que
el activismo nos ha aturdido
de
tal manera que
hemos
perdido la bendición de tu presencia.
Ayúdanos
a ver que
sólo una cosa es necesaria
y
esa es tu Presencia,
que
nos consuela, inspira y
compromete
a trabajar por tu reino.
fortalece
nuestra decisión
de
caminar contigo,
y
la seguridad de que nada ni nadie
nos
apartará de tu lado. AMEN
Elizabeth Hernández Carrillo


LECTIO DIVINA
 
Cuando vean que suceden estas cosas,
sepan que el Reino de Dios está cerca

+ Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     21, 29-33

 
  Jesús hablando a sus discípulos acerca de su venida, les hizo esta comparación:
 
  Miren lo que sucede con la higuera o con cualquier otro árbol. Cuando comienza a echar brotes, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el Reino de Dios está cerca.
 
  Les aseguro que no pasará esta generación hasta que se cumpla todo esto. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
Palabra
del Señor.
1.  LECTURA ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

·       
Guías para la lectura:

Este
texto nos indica simplemente que antes de la venida gloriosa de Jesús habrá necesariamente algunos signos que los creyentes podrán descubrir si miran las cosas desde la fe. Ahora mismo las criaturas nos están anunciando que todo se termina, que esta historia tiene un final.
Luego
se nos invita a descubrir esos signos, así como uno descubre la llegada de la primavera cuando se ve que las higueras comienzan a brotar. Advirtamos que el símbolo de la higuera no es negativo ni terrorífico. Así como los brotes anuncian la explosión de vida de la primavera, de la misma manera tenemos que imaginar la venida gloriosa de Jesús como una explosión de vida nueva y de luz (Is 18,5), como un canto de esperanza. Pero por más que podamos ver signos, no conocemos el día ni la hora. Los signos nos sirven para prepararnos, pero a través de ellos no podemos tener certeza sobre el momento exacto de la venida del Señor.
Cuando
Jesús dice queno pasará esta generación(v 32) no se refiere al fin del mundo, sino a la llegada del Reino de Dios con poder, que se produjo en su resurrección. Vemos así que en este capítulo 21 de Lucas se anuncia el triunfo de Jesús en su resurrección, la caída de Jerusalén, y la segunda venida de Jesús al final de los tiempos. Las tres cosas entremezcladas. Esta unión de temas puede dar lugar a confusiones, porque estas tres cosas no se cumplen al mismo tiempo. De hecho Jerusalén cayó antes de que terminara el siglo primero, y sin embargo el mundo no se terminó. Y este texto nos dice que luego de la caída de Jerusalén la ciudad viviría un tiempo de dominación por los paganos (v 24). Pero en general todo este capítulo 21 de Lucas nos quiere indicar que los sufrimientos son pasajeros, porque de alguna manera el bien siempre termina triunfando sobre el poder del mal. Dios siempre es más poderoso.
2.  MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

·       
Preguntas para la meditación:

·        
¿Por qué Jesús utiliza ejemplos sencillos  para explicar algo tan complejo como los sucesos escatológicos?
·        
¿Cuál es el sentido cronológico figurado de temporalidad que usa Jesús en este texto?
·        
¿Por qué Jesús resalta finalmente el cumplimiento de la palabra de Dios?
3.  ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor,
ayúdame a recordar que todo se acaba, que debo gozar de las cosas sabiendo que no son eternas y que no son ellas el centro de mi corazón, porque fui creado para ti, y mi corazón sólo estará satisfecho cuando descanse en ti.
4.  CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono
acerca del sentido temporal que da Jesús a lo visible y el uso de la fe que propone en lo invisible.
Medito
en el importante lugar que le otorga a su Palabra.
5.  ACCIÓN ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

·       
Preguntas para la acción:

·        
¿Cómo consideraré en esta perspectiva las cosas materiales frente a las espirituales?
·        
¿Si la tierra y el cielo que veo todos los días dejarán de existir, donde apoyaré mi fe?
·        
¿Qué lugar le daré a la permanente Palabra de Dios en mi vida?

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