…Vino
a
buscar
y
a
salvar
lo
que
estaba
perdido…
PRIMERA
LECTURA
Lectura
del
libro
de
la
Sabiduría 11,
22-12,2
Señor,
el
mundo
entero
es
delante
de
ti
como
un
grano
de
polvo
que
apenas
inclina
la
balanza,
como
una
gota
de
rocío
matinal
que
cae
sobre
la
tierra.
Tú
te
compadeces
de
todos,
porque
todo
lo
puedes,
y
apartas
los
ojos
de
los
pecados
de
los
hombres
para
que
ellos
se
conviertan.
Tú
amas
todo
lo
que
existe
y
no
aborreces
nada
de
lo
que
has
hecho,
porque
si
hubieras
odiado
algo,
no
lo
habrías
creado.
¿Cómo
podría
subsistir
una
cosa
si
tú
no
quisieras?
¿Cómo
se
conservaría
si
no
la
hubieras
llamado?
Pero
tú
eres
indulgente
con
todos,
ya
que
todo
es
tuyo,
Señor
que
amas
la
vida,
porque
tu
espíritu
incorruptible
está
en
todas
las
cosas.
Por
eso
reprendes
poco
a
poco
a
los
que
caen,
y
los
amonestas
recordándoles
sus
pecados,
para
que
se
aparten
del
mal
y
crean
en
ti,
Señor.
Palabra
de
Dios.
SALMO
Sal
144,
1-2.
8-9.
10-11.
13c-14
(R.:
cf.
1)
R. Bendeciré
tu
Nombre
eternamente,
Dios
mío,
el
único
Rey.
Te
alabaré,
Dios
mío,
a
ti,
el
único
Rey,
y
bendeciré
tu
Nombre
eternamente;
día
tras
día
te
bendeciré,
y
alabaré
tu
Nombre
sin
cesar.
El
Señor
es
bondadoso
y
compasivo,
lento
para
enojarse
y
de
gran
misericordia;
el
Señor
es
bueno
con
todos
y
tiene
compasión
de
todas
sus
criaturas.
Que
todas
tus
obras
te
den
gracias,
Señor,
y
tus
fieles
te
bendigan;
que
anuncien
la
gloria
de
tu
reino
y
proclamen
tu
poder.
El
Señor
es
fiel
en
todas
sus
palabras
y
bondadoso
en
todas
sus
acciones.
El
Señor
sostiene
a
los
que
caen
y
endereza
a
los
que
están
encorvados.
SEGUNDA
LECTURA
Lectura
de
la
segunda
carta
del
apóstol
san
Pablo
a
los
cristianos
de
Tesalónica 1,
11-2,
2
Hermanos:
Rogamos
constantemente
por
ustedes
a
fin
de
que
Dios
los
haga
dignos
de
su
llamado,
y
lleve
a
término
en
ustedes,
con
su
poder,
todo
buen
propósito
y
toda
acción
inspirada
en
la
fe.
Así
el
nombre
del
Señor
Jesús
será
glorificado
en
ustedes,
y
ustedes
en
él,
conforme
a
la
gracia
de
nuestro
Dios
y
del
Señor
Jesucristo.
Acerca
de
la
Venida
de
nuestro
Señor
Jesucristo
y
de
nuestra
reunión
con
él,
les
rogamos,
hermanos,
que
no
se
dejen
perturbar
fácilmente
ni
se
alarmen,
sea
por
anuncios
proféticos,
o
por
palabras
o
cartas
atribuidas
a
nosotros,
que
hacen
creer
que
el
Día
del
Señor
ya
ha
llegado.
Palabra
de
Dios.
EVANGELIO
Lectura
del
santo
Evangelio
según
san
Lucas 19,
1-10
Jesús
entró
en
Jericó
y
atravesaba
la
ciudad.
Allí
vivía
un
hombre
muy
rico
llamado
Zaqueo,
que
era
jefe
de
los
publicanos.
El
quería
ver
quién
era
Jesús,
pero
no
podía
a
causa
de
la
multitud,
porque
era
de
baja
estatura.
Entonces
se
adelantó
y
subió
a
un
sicómoro
para
poder
verlo,
porque
iba
a
pasar
por
allí.
Al
llegar
a
ese
lugar,
Jesús
miró
hacia
arriba
y
le
dijo:
«Zaqueo,
baja
pronto,
porque
hoy
tengo
que
alojarme
en
tu
casa.»
Zaqueo
bajó
rápidamente
y
lo
recibió
con
alegría.
Al
ver
esto,
todos
murmuraban,
diciendo:
«Se
ha
ido
a
alojar
en
casa
de
un
pecador.»
Pero
Zaqueo
dijo
resueltamente
al
Señor:
«Señor,
voy
a
dar
la
mitad
de
mis
bienes
a
los
pobres,
y
si
he
perjudicado
a
alguien,
le
daré
cuatro
veces
más.»
Y
Jesús
le
dijo:
«Hoy
ha
llegado
la
salvación
a
esta
casa,
ya
que
también
este
hombre
es
un
hijo
de
Abraham,
porque
el
Hijo
del
hombre
vino
a
buscar
y
a
salvar
lo
que
estaba
perdido.»
Palabra
del
Señor.
PARA
REFLEXIONAR
- Durante mucho tiempo se habló de pobres; después de subdesarrollados; luego de marginados y de carenciados. Sabemos que hay una política económica y social perversa que produce hombres y mujeres sobrantes, que no cuentan para nada.
- La palabra “pobre” y el concepto de “pobreza” ya no alcanzan para definir y explicar la situación actual de sectores cada día más amplios de la sociedad. Hoy la pobreza, en un mundo globalizado, desigual en oportunidades y posibilidades transforma a muchos no sólo en pobres sino en excluidos.
- Esta es la gran pobreza de la actualidad: los excluidos. Y aunque no se cuente con ellos: los excluidos existen y son personas con rostros concretos. Vertiginosamente nuestra sociedad produce sectores humanos, cada vez más amplios, que quedan fuera del sistema y que continuarán siendo pobres mientras el mismo no cambie.
- Los excluidos son una realidad de ayer y de hoy; ya sea por cuestiones raciales, étnicas, religiosas, morales o económicas. No son construcciones mentales, son hombres y mujeres que nos interrogan desde el fondo de su tragedia y desde su lucha diaria por sobrevivir.
***
- La lectura del Libro de la Sabiduría debemos encuadrarla dentro de la reflexión de las acciones de Dios en el Éxodo; liberadoras para los israelitas y castigo para los egipcios. El autor habla de ese amor inicial y previo. Como es el amor y deseo del hijo aún no concebido, la razón llegada a la vida; la omnipotencia es la ejecutora de ese deseo amoroso. Dios ama todas las cosas, pues todas son sus criaturas. Y no quiere que nada perezca, sino que todo se salve. Por eso está dispuesto a conceder a lo malogrado la oportunidad de rehacerse. Dios mantiene todos los seres y anima con su soplo incorruptible todas las cosas. El perdón que Dios concede a los pecadores es un acto de su providencia y misericordia que todo lo conserva. Si castiga, lo hace con moderación, no para destruir, sino para salvar y ayudar al hombre.
***
- En la comunidad de Tesalónica, fundados en supuestas revelaciones y en algunas frases de Pablo de su carta anterior que fueron mal interpretadas, algunos exaltados habían difundido la idea de que la venida del Señor, la Parusía, era inminente. La exhortación a la vigilancia ante la repentina venida del Señor y la insistencia en la necesidad de orar sin interrupción, se prestaban a una actitud fanática de algunos primeros cristianos que, con el pretexto de la inmediata venida del Señor, se desentendían de organizar en el mundo la convivencia y dejaban el trabajo para dedicarse sólo a la oración. Pablo condena aquí esa actitud y trata de serenar a la comunidad.
***
- La ciudad de Jericó, una hermosa villa en medio del desierto, a once kilómetros del río Jordán, con manantiales y plantaciones de palmeras que se encuentra convulsionada ante el paso del famoso profeta es el marco para el Evangelio de este domingo. Jesús entra en la ciudad y es bien recibido. El pueblo entero con sus jefes espirituales y los hombres piadosos se acercan para verlo.
- Zaqueo, el aduanero de Jericó, cobrador de impuestos también hace todo lo posible por ver “quién es Jesús”. Esto significa superar las dificultades que, debido a su escasa estatura, le impedían ver al Maestro como el resto de la gente.
- Zaqueo era en su tiempo lo que hoy llamaríamos un corrupto indeseable, un hombre despreciado por su profesión y por su conducta poco escrupulosa. Lo mismo que pastores y prostitutas en la sociedad judía de entonces, compartía la mala fama que acompaña siempre y en todas partes como una sombra a los marginados sociales. Formaba parte de los excluidos. A pesar de ser un hombre rico desde el punto de vista económico, carecía de categoría social. Era un publicano y por lo tanto despreciado igual que los samaritanos.
- Zaqueo no podía esperar nada del profeta de Nazaret, ni siquiera se atrevía a mezclarse con sus seguidores teniendo que contentarse con verlo pasar. Igualmente Zaqueo se acercó sin soñar que Jesús al llegar a aquel sitio levantaría los ojos y le diría: hoy tengo que alojarme en tu casa”.
- Zaqueo se había hecho rico a costa de los pobres y ninguna persona justa se atrevía a entrar en su casa, sin embargo Jesús se atrevió. Ha venido precisamente para eso, para buscar y salvar lo que estaba perdido.
- El gesto de aceptación incondicional de Jesús es capaz de enternecer y convertir el corazón de un hombre que todos consideraban irremediablemente endurecido. La alegría y el gozo son tan grandes que está decidido a compartir su vida y sus bienes con los pobres y devolver lo que ha robado con creces. Es un hombre nuevo que cambia radicalmente el rumbo de su vida y todos sus esquemas, su modo de pensar, su sistema de valores, su relación con la gente.
- La marginación en la que vive lo ayuda a no falsear su conciencia, engañándose a sí mismo y teniéndose por un bendito de Dios. Zaqueo no se tiene a sí mismo por justo por eso vive el gozo de la conversión como la respuesta a un amor que le tocó el corazón. Un escritor del siglo pasado meditando el efecto de la gracia en el alma del pecador más grande, dice: “La razón está precisamente en que las gentes más honradas, o en definitiva a las que así se denomina y que gustosamente se designan como tales, no tienen puntos débiles en su armadura. Son invulnerables. Su piel moral constantemente sana les procura un pellejo impenetrable y una coraza sin fallos”.
- La transformación cristiana es producto de un encuentro con Jesús más que de un voluntarismo ético.
- El gesto de Zaqueo, de querer restituir el cuádruplo a aquellos que ha defraudado y dar la mitad de sus bienes a los pobres, nace de una conversión interior provocado por este encuentro con Jesús. Encontrando al amor, descubriendo el ser amado, se hace capaz de ir al encuentro de los otros. Los mira con ojos distintos, no como objetos para utilizar sino como personas para amar. También sus bienes cambian de dirección: el gesto de acumular se sustituye por el gesto de dar libre y gratuitamente. Y así el dinero que era objeto de división se transforma en signo de encuentro y comunión. Su conversión toca su corazón y su bolsillo.
- El encuentro es gracia y salvación, cuando experimentamos que Dios no viene a dar respuesta a nuestras preguntas, sino que en Jesús quiere entrar en nuestra casa y compartir nuestra vida; alojarse en nosotros, recibir nuestra hospitalidad, entrar en nuestra intimidad, participar de nuestra mesa por más pobre que sea.
- Cuando nos atenemos únicamente a la ley y a las buenas costumbres para sentirnos seguros, pero resistimos a las inspiraciones y a la novedad del amor evangélico que renueva todas las cosas y se manifiesta en la justicia; cuando sólo nos preocupamos de hacer “méritos” para cobrarlos así en la tierra como en el cielo, no podemos gozar ni alegrarnos del maravilloso desborde del amor de Dios que hace justo al pecador, ni de la generosidad de los que responden a la llamada del Evangelio sin mirar para atrás.
- Tenemos que descubrir que el amor de Jesús va más allá de los pecados; se sumerge en lo profundo de nuestra vida y busca, descubre, despierta, todo lo que hay de intacto y de puro, porque incluso en el hombre que parece más abominable subsiste siempre un rincón de inocencia, sólo accesible para Dios.
- “Zaqueo no había pedido nada, y fue Dios mismo el que le suplicó: “Quiero hospedarme en tu casa”.
- La de Jesús es la misión de la iglesia misión: “Buscar y salvar lo que estaba perdido”. Una Iglesia verdaderamente evangelizadora y misionera necesita cambiar de táctica centrando sus objetivos pastorales en los marginados. Sólo así podría ser fiel a la misión de Jesús, pues “no necesitan médico los sanos, sino los enfermos”.
PARA
DISCERNIR
- ¿Margino y excluyo por alguna razón?
- ¿Descubro la misericordia de Dios en las heridas de mis pecados?
- ¿Me apoyo en mis méritos para acercarme a Dios?
REPITAMOS
Y
VIVAMOS
HOY
LA
PALABRA
…Señor,
ven
a
mi
casa…
PARA
LA
LECTURA
ESPIRITUAL
Reprochaban
al
médico
que
entrase
en
casa
del
enfermo
El
Señor,
que
había
recibido
a
Zaqueo
en
su
corazón
se
dignó
ser
recibido
en
casa
de
él.
Le
dice:
Zaqueo,
apresúrate
a
bajar,
pues
conviene
que
yo
me
quede
en
tu
casa
(Lc
19,5).
Gran
dicha
consideraba
él
ver
a
Cristo.
Quien
tenía
por
grande
e
inefable
dicha
el
verle
pasar,
mereció
inmediatamente
tenerle
en
casa.
Se
infunde
la
gracia,
actúa
la
fe
por
medio
del
amor,
se
recibe
en
casa
a
Cristo,
que
habitaba
ya
en
el
corazón.
Zaqueo
dice
a
Cristo:
Señor,
daré
la
mitad
de
mis
bienes
a
los
pobres,
y
si
a
alguien
he
defraudado
le
devolveré
el
cuádruplo
(Lc
19,8).
Como
si
dijera:
«Me
quedo
con
la
otra
mitad,
no
para
poseerla,
sino
para
tener
con
qué
restituir».
He
aquí,
en
verdad,
en
qué
consiste
recibir
a
Jesús,
recibirle
en
el
corazón.
Allí,
en
efecto,
estaba
Cristo;
estaba
en
Zaqueo,
y
por
su
inspiración
se
decía
a
sí
mismo
lo
que
escuchaba
de
su
boca.
Es
lo
que
dice
el
Apóstol:
Que
Cristo
habite
en
vuestros
corazones
por
la
fe
(Ef
3,17).
Como
se
trataba
de
Zaqueo,
el
jefe
de
los
publicanos
y
gran
pecador,
aquella
turba,
que
se
creía
sana
y
le
impedía
que
Jesús
entrase
en
casa
de
un
pecador,
que
equivale
a
reprochar
al
médico
el
que
entre
en
casa
del
enfermo.
Puesto
que
Zaqueo
se
convirtió
en
objeto
de
burla
en
cuanto
pecador
y
se
mofaban
de
él,
ya
sano,
los
enfermos,
respondió
el
Señor
a
esos
burlones:
Hoy
ha
llegado
la
salvación
a
esta
casa
(Lc
19,9).
He
aquí
el
motivo
de
mi
entrada:
Hoy
ha
llegado
la
salvación.
Ciertamente,
si
el
Salvador
no
hubiese
entrado
no
hubiese
llegado
la
salvación
a
aquella
casa.
¿De
qué
te
extrañas,
enfermo?
Llama
también
tú
a
Jesús,
no
te
creas
sano.
El
enfermo
que
recibe
al
médico
es
un
enfermo
con
esperanza;
pero
es
un
caso
desesperado
quien
en
su
locura
da
muerte
al
médico.
¡Qué
locura
la
de
aquel
que
da
muerte
al
médico!
En
cambio,
¡qué
bondad
y
poder
el
del
médico,
que
de
su
sangre
preparó
la
medicina
para
su
demente
asesino!
No
decía
sin
motivo:
Padre,
perdónales,
porque
no
saben
lo
que
hacen
(Lc
23,34),
quien
había
venido
a
buscar
y
salvar
lo
que
había
perecido.
«Ellos
son
dementes,
yo
soy
el
médico;
se
enfurecen,
los
soporto
con
paciencia;
cuándo
me
hayan
dado
muerte,
entonces
los
curaré».
Hallémonos
entre
aquellos
a
quienes
sana.
Es
palabra
humana
y
digna
de
todo
crédito
que
Jesucristo
vino
al
mundo
a
salvar
a
los
pecadores.
A
salvar
a
los
pecadores
(1
Tim
1,15),
sean
grandes
o
pequeños.
Vino
el
hijo
del
hombre
a
buscar
y
salvar
lo
que
había
perecido
(Lc
19,10).
San
Agustín
Sermón
174,
3.5-6
PARA
REZAR
Dios
no
te
deja
caer
sin
alzarte
Cuando
quieres
aplausos
que
nunca
llegan.
Cuando
descubres
que
no
va
a
ser
Él
quien
apruebe
tus
exámenes,
o
quien
te
encuentre
trabajo,
o
quien
solucione
tus
conflictos.
Cuando
tras
la
lluvia
viene
más
lluvia.
Cuando
descubres
el
dolor
del
inocente
y
querrías
volver
a
ser
ciego.
Cuando
te
asusta
entender
que
la
misión
es
también
tu
misión.
Cuando
comprendes
que
las
heridas
infligidas
pueden
sanar,
pero
no
borrarse.
Cuando
sientes
que
tu
verdad
es
incomprendida
y,
pese
a
todo,
tienes
que
seguir
avanzando.
Y
sólo
ahí,
una
vez
que
has
tocado
un
poquito
de
suelo,
entonces
te
das
cuenta
de
que
es
en
ese
lugar,
en
ese
espacio
de
la
fragilidad,
del
dolor
y
de
la
duda;
en
ese
rincón
en
el
que
te
sientes
desprotegido
y
vulnerable,
donde
habita
tu
Dios
de
la
cruz,
del
camino,
de
la
pobreza.
Y
sólo
ahí
descubres
que
Dios
siempre
está
sobre
aviso,
que
a
veces
te
quita
el
dolor
y
te
pone
la
cena,
aunque
en
ocasiones
tengas
que
dar
la
vida.
Sólo
ahí
descubres
que
al
caer
estás
siendo
abrazado,
y
que
en
todo
lo
que
ves,
se
asoma
la
imagen
de
una
creación
buena;
y
que
por
debajo
de
todos
los
ruidos
hay
una
canción
de
amor
de
Dios
por
el
mundo;
y
que
en
muchos
roces
hay
una
caricia
que
despierta
la
esperanza…
LECTIO
DIVINA
El
Hijo del hombre vino a buscar y a salvar
lo
que estaba perdido
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 19, 1-10
Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura.
Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí.
Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa.» Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Se ha ido a alojar en casa de un pecador.» Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: «Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más”. Y Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido».
Palabra del Señor.
1.
LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Guías para la lectura:
Zaqueo, un hombre rico, quería ver a Jesús, y su interés lo lleva a treparse al árbol sin vergüenza. Hay que advertir que su actitud contrasta con la de los fariseos, que no tenían interés en ver a Jesús o en escucharlo, sino simplemente en hacerlo desaparecer. La apertura de Zaqueo, que había sido tocado en su parte buena por el atractivo de Jesús, le permitió encontrar a Jesús no como un enemigo peligroso, sino como un liberador.
Jesús se dirige a Zaqueo reconociendo su candidez interior, ese resquicio receptivo de su corazón, e invitándolo a bajar rápidamente. Y la reacción de Zaqueo fue inmediata y feliz.
Que Jesús lo mirara, se acercara exclusivamente a él y se hospedara en su casa, fue para Zaqueo lo que él necesitaba para superar su apego al dinero. El modo como Jesús lo trató, bastó para hacerle descubrir su propio valor, y no dejarse ya dominar por el afán desenfrenado de dinero. Al ser mirado de esa manera Zaqueo podía descubrir que él valía por sí mismo, no por su dinero.
La respuesta de Zaqueo al amor de Jesús fue en primer lugar la justicia: devolver cuatro veces más de lo robado (2 Sam 12,6). Pero también supo ir más allá de lo exigido por la Ley repartiendo la mitad de sus bienes. Jesús no le pide nada más, no le exige el desprendimiento que era propio de un llamado especial. Con la respuesta que Zaqueo libre y espontáneamente quiso dar ya bastaba para demostrar que a su corazón había llegado la salvación.
La compasión del Señor y la respuesta de Zaqueo nos muestra de qué manera Jesús “vino a buscar y salvar lo que estaba perdido”. (v.10). Porque para el Señor no hay nadie que esté irremisiblemente perdido.
2.
MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Preguntas para la meditación:
Ø ¿Cuál es la actitud de Zaqueo que me inspira imitar?
Ø ¿Cuál es la acción amorosa de Jesús hacia quienes lo buscan?
Ø ¿Qué significó en la práctica la conversión de Zaqueo?
3.
ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
|
Señor, muéstrame con tu presencia de amor lo que no está en orden en mi vida, para que me deje cautivar y acepte cambiar lo que te desagrade. Arranca mi egoísmo y dame un corazón capaz de compartir generosamente.
4.
CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
|
Trato de “recrear” la escena percibiendo toda la ansiedad de Zaqueo y la acción amorosa y personal de Jesús.
Reflexiono en el impacto en la vida de Zaqueo de ese encuentro con el Señor y el concepto de salvación que utiliza Jesús para este caso.
Medito en mi real búsqueda de encontrarme con Jesús y su salvación cada día.
5.
ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Preguntas para la acción:
Ø ¿De qué manera insistiré en encontrarme cada día con Jesús?
Ø ¿Cuál será mi actitud amorosa hacia aquellos necesitados de conocer el amor del
Señor?
Ø ¿Qué significado amplio aplicaré al concepto de salvación?
Ø ¿Qué significado amplio aplicaré al concepto de salvación?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te invitamos a dejarnos tus comentarios, sugerencias u observaciones. Gracias por hacerlo.