25 de enero de 2014
25 DE ENERO – LA CONVERSION DE
SAN PABLO, APOSTOL (F)
anuncien la
Buena Nueva a toda la Creación…
PRIMERA
LECTURA
Lectura de los hechos de los
apóstoles: 22, 3-16
Pablo dijo a su pueblo:
«Yo soy judío, nacido en Tarso
de Cilicia, pero me he criado en esta ciudad y he sido iniciado a los pies de
Gamaliel en la estricta observancia de la Ley de nuestros padres. Estaba lleno
de celo por Dios, como ustedes lo están ahora. Perseguí a muerte a los que
seguían este Camino, llevando encadenados a la prisión a hombres y mujeres; el
Sumo Sacerdote y el Consejo de los ancianos son testigos de esto. Ellos mismos
me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y yo me dirigí allá con el
propósito de traer encadenados a Jerusalén a los que encontrara en esa ciudad,
para que fueran castigados.
En el camino y al acercarme a
Damasco, hacia el mediodía, una intensa luz que venía del cielo brilló de
pronto a mi alrededor. Caí en tierra y oí una voz que me decía: “Saulo, Saulo,
¿por qué me persigues?”
Le respondí: “¿Quién eres,
Señor?”
Y la voz me dijo: “Yo soy
Jesús de Nazaret, a quien tú persigues”.
Los que me acompañaban vieron
la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba.
Yo le pregunté: “¿Qué debo
hacer, Señor?”
El Señor me dijo: “Levántate y
ve a Damasco donde se te dirá lo que debes hacer”.
Pero como yo no podía ver, a
causa del resplandor de esa luz, los que me acompañaban me llevaron de la mano
hasta Damasco.
Un hombre llamado Ananías,
fiel cumplidor de la Ley, que gozaba de gran prestigio entre los judíos del
lugar, vino a verme y, acercándose a mí, me dijo: “Hermano Saulo, recobra la
vista”. Y en ese mismo instante, pude verlo.
El siguió diciendo: “El Dios
de nuestros padres te ha destinado para conocer su voluntad, para ver al Justo
y escuchar su Palabra, porque tú darás testimonio ante todos los hombres de lo
que has visto y oído. Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y
purifícate de tus pecados, invocando su Nombre”».
Palabra de Dios.
O bien:
Lectura de los Hechos de los
apóstoles 9, 1-22
Saulo, que todavía respiraba amenazas de muerte contra
los discípulos del Señor, se presentó al Sumo Sacerdote y le pidió cartas para
las sinagogas de Damasco, a fin de traer encadenados a Jerusalén a los
seguidores del Camino del Señor que encontrara, hombres o mujeres.
Y mientras iba caminando, al acercarse a Damasco, una
luz que venía del cielo lo envolvió de improviso con su resplandor. Y cayendo
en tierra, oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?»
El preguntó: « ¿Quién eres tú, Señor?»
«Yo soy Jesús, a quien tú persigues, le respondió la
voz. Ahora levántate, y entra en la ciudad: allí te dirán qué debes hacer».
Los que lo acompañaban quedaron sin palabra, porque
oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía
los ojos abiertos, no veía nada. Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco.
Allí estuvo tres días sin ver, y sin comer ni beber.
Vivía entonces en Damasco un discípulo llamado
Ananías, a quien el Señor dijo en una visión: « ¡Ananías!»
El respondió: «Aquí estoy, Señor».
El Señor le dijo: «Ve a la calle llamada Recta, y
busca en casa de Judas a un tal Saulo de Tarso. El está orando y ha visto en
una visión a un hombre llamado Ananías, que entraba y le imponía las manos para
devolverle la vista».
Ananías respondió: «Señor, oí decir a muchos que este
hombre hizo un gran daño a tus santos en Jerusalén. Y ahora está aquí con
plenos poderes de los jefes de los sacerdotes para llevar presos a todos los
que invocan tu Nombre».
El Señor le respondió: «Ve a buscarlo, porque es un
instrumento elegido por mí para llevar mi Nombre a todas las naciones, a los
reyes y al pueblo de Israel. Yo le haré ver cuánto tendrá que padecer por mi
Nombre».
Ananías fue a la casa, le impuso las manos y le dijo:
«Saulo, hermano mío, el Señor Jesús -el mismo que se te apareció en el camino-
me envió a ti para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo.»
En ese momento, cayeron de sus ojos una especie de
escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado. Después comió algo y
recobró sus fuerzas.
Saulo permaneció algunos días con los discípulos que
vivían en Damasco, y luego comenzó a predicar en las sinagogas que Jesús es el
Hijo de Dios.
Todos los que oían quedaban sorprendidos y decían: «
¿No es este aquel mismo que perseguía en Jerusalén a los que invocan este
Nombre, y que vino aquí para llevarlos presos ante los jefes de los
sacerdotes?» Pero Saulo, cada vez con más vigor, confundía a los judíos que
vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús es realmente el Mesías.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 116, 1. 2 (R.: cf. Mc
16, 15)
R. Vayan por todo el mundo,
anuncien la Buena Noticia.
¡Alaben al Señor, todas las
naciones,
glorifíquenlo, todos los
pueblos! R.
Porque es inquebrantable su
amor por nosotros,
y su fidelidad permanece para
siempre. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Marcos 16, 15-18
Jesús se apareció a los Once y les dijo:
«Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a
toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se
condenará.
Y estos prodigios acompañarán a los que crean:
arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a
las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún
daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán».
Palabra del Señor.
PARA
REFLEXIONAR
La expresión de Pablo: “yo soy judío” resume
bien la búsqueda y el horizonte de la vida del apóstol de los paganos.
Pablo quería a su religión judía, como lo más precioso de su vida. Formado
“en la escuela de Gamaliel”, seguramente candidato a rabino y, por lo
tanto, conocedor profundo de la Ley y los profetas. “Hebreo,
fariseo y fanático”.
Ante la idea de que esta fe, podía quedar destruida
por el cristianismo naciente, trató de purificar de ese supuesto mal que
acechaba a su pueblo. Cree servir a Dios de acuerdo a sus principios,
aprobando el asesinato de Esteban, y luego recibe apoyo para perseguir
ampliamente a los cristianos.
Camino a Damasco, es derribado al suelo junto con sus
rígidos esquemas religiosos y sociales, y cegado por una intensa luz que cae
del cielo. Dios le descubrió que Jesucristo no era la gran traición,
sino la gran respuesta a las antiguas promesas. Por su personalidad recta
debió quedar impactado por la decisión de aquéllos que entregaban la vida por
Jesús. Con la ayuda de Ananías recobra la vista, recibe
el bautismo.
Pablo, ardiente como era en sembrar el terror,
ahora propaga el Evangelio y siembra el amor de Dios manifestado en la
cruz de Jesús. Desde ese momento orientó toda su energía a mostrar
que la fe judía alcanza su plenitud en Jesús, así los mismos judíos le
hicieran sufrir lo indecible tanto en su cuerpo como en su alma.
“Olvidando lo que queda atrás y extendiéndose a lo que
está delante, prosigue hacia la meta para obtener el premio del supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Flp 3,13-14).
Es enviado a comunicar lo que ha experimentado acerca
de Jesús. Vigoroso, se dedica sin descanso a extender el Evangelio a
todos los pueblos paganos.
El cristianismo no es una
ideología, sino el encuentro con una persona:
Jesús. La vida cristiana como encuentro con Cristo es siempre novedad, que nunca se agota, infinita novedad, que viene de la eterna belleza del Señor. El encuentro con Cristo es siempre un acontecimiento revelador. Es gracia que nos introduce en los caminos de la Verdad; la verdad de Dios, de nosotros mismos, de los otros y el mundo. Es gracia iluminadora que obra progresivamente o abruptamente, introduciéndonos en el camino de la conversión.
Jesús. La vida cristiana como encuentro con Cristo es siempre novedad, que nunca se agota, infinita novedad, que viene de la eterna belleza del Señor. El encuentro con Cristo es siempre un acontecimiento revelador. Es gracia que nos introduce en los caminos de la Verdad; la verdad de Dios, de nosotros mismos, de los otros y el mundo. Es gracia iluminadora que obra progresivamente o abruptamente, introduciéndonos en el camino de la conversión.
Todos estamos invitados a salir al encuentro de Jesús,
salir al camino que conduce hacia la meta, que es Dios. El encuentro
con Cristo marca nuestra vida, por su presencia y acción, hay un antes y un
después.
El cristianismo no es un simple libro de cultura,
tampoco es un mero sistema de valores o de principios, por más elevados que
sean, ni consignas de moral social o simples estrategias humanizadoras. El
cristianismo es una persona, una presencia, un rostro: Jesús,
que da sentido y plenitud a la vida del hombre.
Antes de subir al cielo, después de resucitar de entre
los muertos, el Señor envió a los suyos a predicar el Evangelio por todo el
mundo, a toda creatura. Nada ni nadie puede quedar fuera de la obra
salvadora que el Señor, ha realizado, en favor de todos los hombres. La
Iglesia debe acoger en su seno a todo hombre de buena voluntad que se decida a
creer en Cristo Jesús.
Por eso, los que ya hemos hecho experiencia del amor
de Dios, por el encuentro con Cristo, estamos llamados a estar con Él y a
ser testigos suyos hasta el último confín del mundo.
Cristo siempre sale a nuestro
encuentro; Dios, también llega hoy imprevistamente a nuestras
vidas. Nos visita en una enfermedad, en un momento de frustración, en un viaje,
en ocasiones de conflictos en nuestras relaciones familiares. Cuando menos lo
esperamos, y por el lugar más insospechado. También nos visita en tiempos de
paz, de consuelo, a través de una amistad, o en el encuentro con alguien que se
hace significativo. Sus caminos son múltiples, porque expresan
un amor ingenioso que no da nunca nada por perdido.
El encuentro con el Señor es revelador, ilumina toda
la vida, y lo hace no sólo para salvarnos, sino
para convertirnos en testigos suyos. Nuestra fe en Él no puede ser
guardada en nuestro interior.
El anuncio gozoso de la Vida Nueva surgida de
la Pascua es la finalidad de la existencia del discípulo de
Jesús. No existe ningún límite espacial para este anuncio al que está
ligado la suerte de la humanidad y de toda la creación.
PARA DISCERNIR
¿Experimento mi vida de fe como encuentro con Jesús
vivo?
¿Descubro la llamada que me hace?
¿Cuáles son los obstáculos que percibo?
REPITAMOS Y
VIVAMOS HOY LA PALABRA
…Aquí estoy Señor, envíame…
PARA LA
LECTURA ESPIRITUAL
El perseguidor transformado en predicador
Desde lo alto del cielo la
voz de Cristo derribó a Saulo: recibió la orden de no proseguir sus
persecuciones, y cayó rostro en tierra. Era necesario que primeramente fuera
abatido, y seguidamente levantado; primero golpeado, después curado. Porque
jamás Cristo hubiera podido vivir en él si Saulo no hubiera muerto a su antigua
vida de pecado. Una vez derribado en tierra ¿qué es lo que oye? «Saulo, Saulo,
¿por qué me persigues? Te es duro dar coces contra el aguijón.” (Hch 26,14). Y
él respondió: « ¿Quién eres, Señor?». Y la voz de lo alto prosiguió: «Yo soy
Jesús de Nazaret a quien tú persigues». Los miembros están todavía en la
tierra, es la cabeza que grita desde lo alto del cielo; no dice: « ¿Por qué
persigues a mis siervos?» sino « ¿por qué me persigues?»
Y Pablo, que ponía todo su
furor en perseguir, se dispone a obedecer: « ¿Qué quieres que haga?» El
perseguidor es transformado en predicador, el lobo se cambia en cordero, el
enemigo en defensor. Pablo aprende qué es lo que debe hacer: si se quedó ciego,
si le fue quitada la luz del mundo por un tiempo, fue para hacer brillar en su
corazón la luz interior. Al perseguidor se le quitó la luz para devolvérsela al
predicador; en el mismo momento en que no veía nada de este mundo, vio a Jesús.
Es un símbolo para los creyentes: los que creen en Cristo deben fijar sobre él
la mirada de su alma sin entretenerse en las cosas exteriores…
Saulo fue conducido a Ananías; el lobo devastador es llevado hasta la oveja. Pero el Pastor que desde lo alto del cielo lo conduce todo le asegura: «No temas. Yo le voy a descubrir todo lo que tendrá que sufrir a causa de mi nombre» (Hch 9,16). ¡Qué maravilla! El lobo cautivo es conducido hasta la oveja… El Cordero, que muere por las ovejas le enseña a no temer.
Saulo fue conducido a Ananías; el lobo devastador es llevado hasta la oveja. Pero el Pastor que desde lo alto del cielo lo conduce todo le asegura: «No temas. Yo le voy a descubrir todo lo que tendrá que sufrir a causa de mi nombre» (Hch 9,16). ¡Qué maravilla! El lobo cautivo es conducido hasta la oveja… El Cordero, que muere por las ovejas le enseña a no temer.
Comentario del Evangelio por San Agustín
(354-430)
obispo de Hipona (África del Norte) y
doctor de la Iglesia – Sermón 279
PARA REZAR
ORACIÓN A SAN PABLO
Glorioso apóstol San Pablo,
escogido del Señor para llevar su santo nombre
por toda la tierra;
por tu celo apostólico y por la ardiente caridad
con que sentías los trabajos de tus hermanos
como si fueran tuyos propios;
por la inalterable paciencia con que sufriste
persecuciones,
cárceles, azotes, cadenas, tentaciones, naufragios
y hasta la misma muerte;
por aquel coraje evangelizador que te estimulaba
a trabajar día y noche en beneficio de las almas
y, sobre todo, por aquella prontitud
con que a la primera voz de Cristo en el camino de
Damasco
te rendiste enteramente a la gracia,
te ruego, por todos los apóstoles de hoy,
y que me consigas del Señor que imite
tus ejemplos oyendo prontamente la voz de sus
inspiraciones
y peleando contra mis pasiones
sin apego ninguno a las cosas temporales
y con aprecio de las eternas,
para gloria de Dios Padre, que con el Hijo
y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos
de los siglos.
Amén.
LECTIO DIVINA
Id
por todo el mundo, anunciad el Evangelio
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san
Marcos 16, 15-18
Jesús se apareció a los Once y les dijo:
«Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación.
El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.
Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios
en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus
manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos
sobre los enfermos y los curarán».
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO
BÍBLICO?
|
· Guías para la lectura:
En este día hacemos memoria y celebramos la conversión de San Pablo.
Todavía resuenan en el cosmos las palabras de Ananías a Saulo: “El
Dios de nuestros padres te ha destinado para conocer su voluntad, para ver al
Justo y escuchar su Palabra, porque tú darás testimonio ante todos los hombres
de lo que has visto y oído. Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el
bautismo y purifícate de tus pecados, invocando su Nombre"
El texto del Evangelio de hoy es conocido como La Gran Comisión en
Marcos: Su palabra de envío misionero dice: “Vayan por todo el mundo,
anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se
salvará. El que no crea, se condenará”, y está destinado a los Once, ya que
Judas ya no estaba. Para muchos el Doce que Dios tenía preparado era San Pablo,
no Matías que había sido elegido en forma demasiado expeditiva por los
apóstoles antes de Pentecostés.
Es suficientemente conocido que los mejores manuscritos griegos culminan
el texto de Marcos en el v. 8 del capítulo 16. Esto implicaría casi con
seguridad que los versículos 9 al 20 fueron agregados con posterioridad. A
pesar de todo, es claro que estos textos han formado parte del relato
evangélico tradicional en Marcos desde los primeros siglos de nuestra era.
No obstante lo anterior, el mensaje de envío misionero contenido es
pacíficamente armónico con los paralelos de los otros evangelios, desde luego
especialmente con los de los sinópticos (Marcos y Mateo).
En este día, recordemos esta urgencia y mandato misionero y de qué
manera el apóstol Pablo, desde el camino de Damasco y hasta su muerte en Roma
hizo suyo, transformándose en el paradigma del misionero cristiano.
2. MEDITACIÓN
- ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Preguntas
para la meditación:
Ø ¿Este envío tiene vigencia para nosotros hoy?
Ø ¿Qué ejemplos misioneros nos dejó San Pablo?
Ø ¿Cuál es fin del anuncio evangelizador?
3. ORACIÓN -
¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
|
Dios nuestro, que instruiste a los pueblos
mediante la predicación del apóstol san Pablo,
concede a quienes hoy celebramos su conversión
que, imitando sus ejemplos, nos acerquemos ti
y seamos en el mundo testigos de tu verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
mediante la predicación del apóstol san Pablo,
concede a quienes hoy celebramos su conversión
que, imitando sus ejemplos, nos acerquemos ti
y seamos en el mundo testigos de tu verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
4. CONTEMPLACIÓN
- ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
|
Reflexiono en las circunstancias, costos y derivaciones en las que se
produjo el llamado a Saulo de Tarso a ser un testigo de Jesucristo.
Medito en su ejemplo de obediencia y en su importantísimo rol teológico
dentro de la incipiente comunidad cristiana de los primeros años.
5. ACCIÓN -
¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
|
·
Preguntas para la acción:
Ø ¿He sentido el llamado a misionar alguna vez?
¿Cómo he respondido?
Ø ¿Qué es hoy ser un misionero de Jesús?
Ø ¿Cómo y cuándo anuncio las Buenas Nuevas del
Evangelio?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te invitamos a dejarnos tus comentarios, sugerencias u observaciones. Gracias por hacerlo.