3 de enero de 2014
3 DE ENERO – TIEMPO DE NAVIDAD
…El que permanece en Él no peca…
PRIMERA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol
san Juan 2, 29-3, 6
Queridos hermanos:
Si ustedes saben
que él es justo, sepan también que todo el que practica la justicia ha nacido
de él.
¡Miren cómo nos
amó el Padre! Quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y nosotros lo somos
realmente. Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a él.
Queridos míos,
desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía.
Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos
tal cual es.
El que tiene esta
esperanza en él, se purifica, así como él es puro. El que comete el pecado
comete también la iniquidad, porque el pecado es la iniquidad.
Pero ustedes saben
que él se manifestó para quitar el pecado, y que él no tiene pecado. El que
permanece en él, no peca, y el que peca no lo ha visto ni lo ha conocido.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 97, 1. 3cd-4. 5-6 (R.: 3cd)
R. Los confines
de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios.
Canten al Señor un
canto nuevo,
porque él hizo
maravillas:
su mano derecha y
su santo brazo
le obtuvieron la
victoria. R.
Los confines de la
tierra han contemplado
el triunfo de
nuestro Dios.
Aclame al Señor
toda la tierra,
prorrumpan en
cantos jubilosos. R.
Canten al Señor
con el arpa
y al son de
instrumentos musicales;
con clarines y
sonidos de trompeta
aclamen al Señor,
que es Rey. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Juan 1, 29-34
Al día siguiente,
Juan vio acercarse a Jesús y dijo: «Este es el Cordero de Dios, que quita el
pecado del mundo. A él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que
me precede, porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero he venido a
bautizar con agua para que él fuera manifestado a Israel.»
Y Juan dio este
testimonio: «He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y
permanecer sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua
me dijo: “Aquel sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre él,
ese es el que bautiza en el Espíritu Santo”
Yo lo he visto y
doy testimonio de que él es el Hijo de Dios.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
El fragmento de hoy se puede dividir en dos partes: el
cristiano es hijo de Dios ycomo tal no puede pecar.
Hasta ahora Juan ha hablado sobre todo de
la comunión y del conocimiento de Dios, ahora retoma el mismo tema, pero desde
el punto de vista de la filiación. Engendrados por el don que Dios nos
hace de su vida, los cristianos podemos ser llamados con todo derecho hijos
de Dios.
No es una metáfora. Es el mejor resumen de
la Navidad. El Hijo de Dios se ha hecho hermano nuestro, y por tanto todos
hemos quedado constituidos hijos en el Hijo.
Pero esta filiación no
está aún totalmente manifestada: tendrá su plena realización en el
mundo futuro y sólo en ese momento se realizará, por gracia, la
antigua ambición de ser semejantes a Dios. Juan enseña que el
camino que conduce a la divinización pasa por la purificación,
porque sólo los corazones puros verán a Dios.
A diferencia que en la antigua ley, la
pureza no se adquiere ahora, por medio de abluciones o de
inmolaciones, sino por el rendimiento filial de Cristo, a la voluntad
de amor de su Padre,
manifestada en el sacrificio. Podremos aspirar a la purificación que nos conduce a ver a Dios, en la medida en que compartimos con Cristo, una vida hecha de amor y de obediencia filial.
manifestada en el sacrificio. Podremos aspirar a la purificación que nos conduce a ver a Dios, en la medida en que compartimos con Cristo, una vida hecha de amor y de obediencia filial.
Nuestra filiación es un don y una tarea: «Todo
el que permanece en Él, no comete pecado». La expresión «cometer pecado»
nos hace pensar en que el hijo no puede convertirse en esclavo
sin pasar por el rechazo libre y consciente de Jesús, el Hijo. En el fondo, el
pecado significa pasarse al dominio del diablo, príncipe de
este mundo, y hacerse su esclavo. Nadie puede servir a dos señores, dirá
Jesús para expresar la misma realidad. El «nacer de Dios» es algo serio, no se
puede ir de un lado a otro. No se puede vivir la fe a medias.
***
Jesús camina hacia la multitud y es señalado por Juan desde la imagen
del “siervo” que evocará Isaías. Con ella presenta al recién llegado como
el que “quita el pecado del mundo”. Juan no conocía a Cristo, después
de la revelación del Espíritu lo conoce, y a partir de allí, lo da a conocer.
Los símbolos del siervo y
la paloma eran parte de la tradición y patentizarán la veracidad de
la promesa de la que el mismo Juan da testimonio.
El Evangelio de hoy nos presenta dos
tipos de bautismo: el de Juan con agua, es la preparación para
recibir el nuevo bautismo de Jesús proveniente del Espíritu Santo. El
bautismo instituido por Jesucristo, hace referencia a una novedad, por
la cual a la persona bautizada se le abren las puertas a una nueva vida
en el seno de la Iglesia.
El Espíritu Santo da testimonio de que Jesús es
Dios-con-nosotros, y de que Él tiene el poder de bautizarnos con el
Espíritu Santo y de realizar lo anunciado por Juan: Jesús es el que
quita el pecado del mundo.
El pecado del mundo es la opción por una vida de tinieblas que frustra
el proyecto creador, es decir, que impide a los hombres la vida, la
búsqueda de la plenitud. Jesús al quitar el pecado del mundo, va a liberar
al hombre de la sumisión a todo tipo de esclavitud.
Jesús es el Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo. Él ha venido como nuestra reconciliación. Él cargó sobre sí
los pecados del mundo, para que seamos santos como Dios es Santo. Quienes nos
sumergimos en Él, participamos del mismo Espíritu de Dios. Somos hijos
suyos, llamados con nuestro testimonio de amor y de servicio, a hacer
creíble la historia de la Navidad, en la que Dios envió a su Hijo en carne
humana para devolvernos a todos la alegría, la paz y la vida.
PARA DISCERNIR
¿De veras nos sentimos hijos, oramos como
hijos, actuamos como hijos?
¿Qué prevalece en nuestra espiritualidad,
el miedo, el interés o el amor?
¿Nos dejamos inspirar por ese Espíritu de
Dios que desde dentro nos hace decir: «Abbá, Padre»?
REPITAMOS Y VIVAMOS HOY LA PALABRA
…Yo lo he visto y doy testimonio…
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
«Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo»
… “«Este es el Cordero de Dios» dice Juan
Bautista. El mismo Jesús no dice nada; es Juan quien lo dice todo. El esposo
acostumbra a actuar así; no dice nada a la esposa, sino que se presenta y se
mantiene en silencio. Son otros los que le anuncian y lo presentan a la esposa.
Cuando ella aparece, no es el mismo esposo quien la toma sino que la recibe de
manos de otro. Pero después que la ha recibido de otro, se une tan
estrechamente a ella que hace que ésta ya no se acuerde más de aquellos que ha
dejado para seguirle.
Es lo que pasó respecto a Jesucristo. Vino
para desposarse con la humanidad; no dio nada de sí mismo, no hizo más que presentarse.
Es Juan, el amigo del Esposo, que ha puesto en sus manos la mano de la Esposa,
es decir, el corazón de los hombres que persuadió con su predicación. Entonces
Jesucristo los recibió y les colmó de tal cantidad de bienes que ya no
regresaron al que les había conducido hasta él… Levantó a su Esposa de su
condición tan humilde para conducirla a la casa de su Padre…
Es Juan, el amigo del Esposo, el único que
estuvo presente en estas bodas; es él quien entonces lo hizo todo; dándose
cuenta de que Jesús llegaba, dijo: «Este es el Cordero de Dios». Con ello
demostró que no es solamente a través de su voz, sino también por los ojos, que
daba testimonio de la presencia del Esposo. Admiraba al Hijo de Dios y,
contemplándolo, su corazón saltaba de gozo y de alegría. Antes de anunciarlo,
le admira presente, y da a conocer el don que Jesús vino a traer: «Este es el
Cordero de Dios». Es él, dice, que quita el pecado del mundo, y lo quita
siempre, no tan sólo en el momento de la Pasión al sufrir por nosotros. Si bien
no es más que una vez que ofrece su sacrificio por los pecados del mundo, este
único sacrificio purifica para siempre los pecados de todos los hombres hasta
el fin del mundo”…
San Juan Crisóstomo (hacia 345-407) – Homilía sobre el
evangelio de san Juan
PARA REZAR
Gastar la vida
Jesucristo ha dicho: “Quien quiera guardar su vida la perderá;
y quien la gaste por mí la recuperará en
la vida eterna”.
Pero a nosotros nos da miedo gastar la
vida, entregarla sin reservas.
Un terrible instinto de conservación nos
lleva hacia el egoísmo,
y nos amenaza cuando queremos jugarnos la
vida.
Señor Jesucristo: nos da miedo gastar la
vida.
Pero la vida Vos nos la diste para
gastarla;
no se la puede guardar en estéril egoísmo.
Gastar la vida es trabajar por los demás,
aunque no paguen;
hacer un favor al que no va a devolver;
gastar la vida es lanzarse aún al fracaso,
si hace falta,
es dar lo propio por el bien del prójimo.
Somos antorchas, sólo tenemos sentido
cuando nos quemamos;
solamente entonces seremos luz.
La vida se da sencillamente, sin
publicidad,
como el agua de la vertiente, como la
madre da el pecho a su hijito,
como el sudor humilde del sembrador.
Enséñanos, Señor, a lanzarnos a lo
imposible,
porque detrás de lo imposible está tu
gracia y tu presencia;
no podemos caer al vacío. Amén.
LECTIO
DIVINA
Éste es el
Cordero de Dios
+ Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo según san Juan
1, 29-34
Al día
siguiente, Juan vio acercarse a Jesús y dijo: «Este es el Cordero de Dios, que
quita el pecado del mundo. A él me refería, cuando dije:
Después de mí
viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo.
Yo no lo
conocía, pero he venido a bautizar con agua para que Él fuera manifestado a
Israel.»
Y Juan dio
este testimonio: «He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y
permanecer sobre Él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua
me dijo: "Aquel sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre
él, ese es el que bautiza en el Espíritu Santo"
Yo lo he visto
y doy testimonio de que Él es el Hijo de Dios.»
Palabra del
Señor.
LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Guías para la
lectura:
Este texto da
testimonio de la intensa experiencia espiritual de Juan Bautista, porque lo
muestra completamente extasiado ante la figura de Jesús.
Toda su
existencia tiene sólo un sentido: anunciar al Mesías, dar lugar al Salvador,
señalarlo para que las miradas se dirijan al único Señor: el Cordero que quita
el pecado del mundo, el que existía desde antes, el que tiene el Espíritu Santo
y la comunica.
Los judíos
podían entender qué significa eso de ser el “cordero”, ya que ellos ofrecían
corderos en sacrificio para implorar el perdón de Dios por sus pecados. Jesús,
el Cordero, venía a entregarse a sí mismo por nosotros, para que ya no fuera
necesario ofrecer animales en sacrificio, sino simplemente recibir el perdón
que Él trae generosamente, porque se entregó a sí mismo por nosotros.
Y su
sacrificio tiene valor, porque no es un cualquiera. Si bien Juan el Bautista
fue engendrado antes que Jesús, sin embargo Juan dice que Jesús existía antes
que él (v. 30); Juan da testimonio de que “él es el Hijo de Dios” (v. 34).
Al mismo
tiempo, se muestra que, a diferencia del bautismo de Juan, el bautismo de Jesús
no derrama sólo agua, sino el mismo Espíritu Santo. El bautismo de Juan es sólo
signo de preparación, pero el de Jesús es fuente de vida eterna. Jesús es el
que bautiza con el Espíritu Santo, nos sumerge en la vida nueva, en la luz, en
el poder del Espíritu Santo para que entremos en otra dimensión y nuestra vida
se transforme completamente.
MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO
BÍBLICO?
Preguntas para
la meditación:
¿Por qué Juan
dice que Jesús le precede pero que será manifestado luego del bautismo?
¿Qué
significado tiene el hecho de que el bautismo de Jesús sea en el Espíritu
Santo?
¿Por qué el
testimonio del Bautista de que Jesús es el Hijo de Dios es tan importante en el
relato de los Evangelios?
ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR
DEL TEXTO BÍBLICO?
Concédeme
Señor que mis gestos, mis palabras y mis actitudes puedan dar testimonio de tu
presencia; que todo mi ser sea como un anuncio para que los demás puedan
reconocerte y encontrarte.
CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL
TEXTO BÍBLICO?
Reflexiono
acerca de la temporalidad eterna que Juan el Bautista da a sus palabras sobre
Jesús.
Medito en el
profundo significado que tiene para la vida cristiana el anuncio del futuro
bautismo en el Espíritu Santo.
ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO
BÍBLICO?
Preguntas para
la acción:
¿Qué
importancia renovada le doy a mi bautismo?
¿Qué
importancia nueva se me presenta sobre la vivencia del Espíritu Santo en mi
caminar cristiano?
¿Qué enseñanza
de obediencia a la palabra de Dios y humildad de carácter me acerca la vida de
Juan el Bautista?
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