26 de marzo de 2014

26 de marzo de 2014 – CUARESMA – MIÉRCOLES DE LA SEMANA III

He venido a dar cumplimiento a la ley

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Deuteronomio    4, 1. 5-9

    Moisés habló al pueblo, diciendo:
    «Y ahora, Israel, escucha los preceptos y las leyes que yo les enseño para que las pongan en práctica. Así ustedes vivirán y entrarán a tomar posesión de la tierra que les da el Señor, el Dios de sus padres.
    Tengan bien presente que ha sido el Señor, mi Dios, el que me ordenó enseñarles los preceptos y las leyes que ustedes deberán cumplir en la tierra de la que van a tomar posesión. Obsérvenlos y pónganlos en práctica, porque así serán sabios y prudentes a los ojos de los pueblos, que al oír todas estas leyes, dirán: “¡Realmente es un pueblo sabio y prudente esta gran nación!”
    ¿Existe acaso una nación tan grande que tenga sus dioses cerca de ella, como el Señor, nuestro Dios, está cerca de nosotros siempre que lo invocamos? ¿Y qué gran nación tiene preceptos y costumbres tan justas como esta Ley que hoy promulgo en presencia de ustedes?
    Pero presta atención y ten cuidado, para no olvidar las cosas que has visto con tus propios ojos, ni dejar que se aparten de tu corazón un solo instante. Enséñalas a tus hijos y a tus nietos.»
Palabra de Dios.

SALMO    
Sal 147, 12-13. 15-16. 19-20 (R.: 12a) 
R.    ¡Glorifica al Señor, Jerusalén!

    ¡Glorifica al Señor, Jerusalén,
    alaba a tu Dios, Sión!
    El reforzó los cerrojos de tus puertas
    y bendijo a tus hijos dentro de ti. R.

    Envía su mensaje a la tierra,
    su palabra corre velozmente;
    reparte la nieve como lana
    y esparce la escarcha como ceniza. R.

    Revela su palabra a Jacob,
    sus preceptos y mandatos a Israel:
    a ningún otro pueblo trató así
    ni le dio a conocer sus mandamientos. R.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo    5, 17-19

    Jesús dijo a sus discípulos:
    «No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.
    El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.» 
Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

·         Moisés exhorta a su pueblo, en vísperas de entrar en la tierra prometida, a que viva según la voluntad de Dios, que cumpla la parte que le toca en la Alianza que han firmado con Dios: tienen que vivir según sus mandamientos. La Alianza se concreta en normas de vida.
·         Dios se dirige a los hombres como a una persona amada, llamándolos por su nombre. Era, además, una fórmula ritual: «Escucha, Israel…». El cumplimiento de los mandamientos de Dios es señal de que el pueblo permanece fiel a la Alianza. El Deuteronomio, ya apunta el peligro de que el pueblo se olvide de los hechos salvíficos de Dios y caiga en el legalismo. Cumplir los mandamientos no otorga ningún derecho ante Dios.

·         En esta vuelta a la “escuela del seguimiento y la fe” que representa la Cuaresma, hoy Jesús nos asoma al sentido que tienen los mandamientos de Dios. El mismo libro del Deuteronomio los califica de sabios, prudentes y justos. No se trata de cargas pesadas para hacer la vida humana insufrible sino, más bien, de caminos que conducen a la vida: “Así vivirán, entrarán y tomarán posesión de la tierra que el Señor, Dios de sus padres, les va a dar”.
·         La aparición de Jesús en la vida y la historia del pueblo de Israel, no debe entenderse como una ruptura brusca y desconectada con todo el proceso de la salvación que Dios va conduciendo con su mano. Al contrario, lo que ocurre con Jesús es la plenitud de esa historia. La ley mosaica cumplió a su modo, la función de pedagogo que preparaba la fe en Jesús.
·         La Ley es un medio para llegar a Dios, que es el fin. No puede el medio convertirse en fin porque se trastocan todos los valores. Eso había ocurrido en el pueblo de Israel y Jesús lo replantea. Es parte de su misión profética, recuperar la verdadera imagen de Dios para los que la han desfigurado y proponerla para los que no la conocen.
·         Jesús, valora la ley como camino de vida, si bien es consciente de que los mandamientos se han interpretado mal, que se han pervertido, no quiere anularlos, quiere enseñar a cumplirlos. Confirma con su vida lo que anuncia solemnemente: ha venido al mundo a hacer realidad la Ley y lo anunciado por los profetasNo echa por tierra la historia y toda la vida del pueblo fiel, reconoce el trabajo de las generaciones anteriores y le da validez. El no parte de cero, como si nada valioso se hubiera hecho hasta el presente.
·         Todo lo contenido en la Escritura, se tendrá que realizar hasta en sus mínimos detalles porque no se trata de observar simplemente una ley, sino de realizar una promesa, de vivir el proyecto de Dios. Jesús es la Ley y el programa propuesto por Él, es el único eficaz para llevar a cabo el designio de Dios anunciado en el Antiguo Testamento.
·         La misión de Jesús es positiva, no negativa; viene precisamente a dar cumplimiento a las promesas del reinado de Dios contenidas en la antigua alianza. En la Ley hay elementos de Reino y en la medida en que se cumplan esos elementos, se participa en el Reino que Jesús propone.
·         La plenitud de todo mandamiento es el amor. Sin él, los preceptos pueden convertirse en barreras e incluso en armas que ponen en peligro la vida del hombre y de la comunidad. Desde el amor, son cauces que nos ayudan a realizar lo esencial de la vida humana: amar a Dios y al prójimo y hacer de este mundo expresión de vida y no de muerte, caminos de libertad y no de esclavitud.
·         La ley de Dios es plena, cuando no nos alcanza con un cumplimiento a medida; hasta acá sí, o hasta acá no; sino cuando rompemos las barreras y los límites que encapsulan, las grandes posibilidades que Dios puso en nuestro corazón, que está creado a su medida.

PARA DISCERNIR

·         ¿Qué valor le doy al cumplimiento de la ley en mi vida?
·         ¿Descubro en ella un camino de verdad y plenitud?
·         ¿Descubro que la ley de Dios no es una regla sino el seguimiento de una persona, Jesucristo?
·         ¿Hago la ley a mi medida o me mido desde la ley?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DIA

…Inclino mi corazón a tu ley de amor…

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

…Cuando aquellos a quienes amamos nos piden algo, les damos las gracias por pedírnoslo. Si tú deseases, Señor, pedirnos una única cosa en toda nuestra vida, nos dejarías asombrados, y el haber cumplido una sola vez tu voluntad sería el gran acontecimiento de nuestro destino. Pero como cada día, cada hora, cada minuto, pones en nuestras manos tal honor, lo encontramos tan natural que estamos hastiados, que estamos cansados…
Y, sin embargo, si entendiésemos qué inescrutable es tu misterio, nos quedaríamos estupefactos al poder conocer esas chispas de tu voluntad que son nuestros minúsculos deberes. Nos deslumbraría conocer, en esta inmensa tiniebla que nos cubre, las innumerables, precisas y personales luces de tus deseos. El día que lo entendiésemos, iríamos por la vida como una especie de profetas, como videntes de tus pequeñas providencias, como agentes de tus intervenciones. Nada sería mediocre, pues todo sería deseado por ti. Nada sería demasiado agobiante, pues todo tendría su raíz en ti. Nada sería triste, pues todo sería querido por ti. Nada sería tedioso, pues todo sería amor por ti.
Todos estamos predestinados al éxtasis, todos estamos llamados a salir de nuestras pobres maquinaciones para resurgir hora tras hora en tu plan. Nunca somos pobres rechazados, sino bienaventurados llamados; llamados a saber lo que te gusta hacer, llamados a saber lo que esperas en cada instante de nosotros: personas que necesitas un poco, personas cuyos gestos echarías de menos si nos negásemos a hacerlos. El ovillo de algodón para zurcir, la carta que hay que escribir, el niño que es preciso levantar, el marido que hay que alegrar, la puerta que hay que abrir, el teléfono que hay que descolgar, el dolor de cabeza que hay que soportar…: otros tantos trampolines para el éxtasis, otros tantos puentes para pasar desde nuestra pobre y mala voluntad a la serena rivera de tu deseo… 
M. Delbrél, La alegría de creer, Santander 1997, 135s.

PARA REZAR

Señor tu palabra es la verdad,
y tu ley es camino de libertad.
Gracias por tu único mandamiento,
que todo lo plenifica porque es amor.
Sabemos que aunque
ardamos de amor hasta morir,
aún no habremos amado lo suficiente,
nunca amamos bastante,
y nuestro amor necesita ser purificado.
Danos un corazón puro y sencillo,
para que, con tu hijo Jesús
vivamos de tu palabra y alcancemos
el gozo de crear un mundo más feliz.

LECTIO DIVINA

El que los cumpla y enseñe será considerado grande

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    5, 17-19

Jesús dijo a sus discípulos:
«No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.
El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.»
Palabra del Señor.

LECTURA -  ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

Guías para la lectura:

El texto del Evangelio de hoy se encuentra dentro del sermón de la montaña.

Jesús ha estado amonestando a sus oyentes que deben dejar que su luz alumbre haciendo buenas obras para la gloria del Padre celestial. Los escribas y fariseos tenían reputación de ser los guardianes de la ley de Dios. Sin embargo, Jesús estaba a punto de denunciarlos como hipócritas (5.20; 6.1,2,5,16). ¿Significaba esto que había venido a socavar la autoridad de las Escrituras? Jesús les responde “No piensen que vine a abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento”.
Los detractores de Jesús ya habían comenzado a considerarlo un revolucionario destructivo, un iconoclasta que quería romper todo vínculo con el pasado (Jn.5.18). Esta actitud hacia Jesús nunca los dejó, sino más bien, creció en ellos (Mt.26.59-61).
Ante esto Jesús, muestra que su ministerio no está en conflicto con el Antiguo Testamento sino que está en armonía con él; en realidad, que sin él, el Antiguo Testamento estaba incompleto, sin cumplimiento. Jesús incluye una doble interpretación del tiempo profético bíblico, Él es el primero en cumplir la ley y de esa manera resalta su vigencia y por otro lado, las profecías mesiánicas se cumplen en su persona en forma total.
Inmediatamente, Jesús reafirma el concepto de cumplimiento total de las Escrituras en un sentido escatológico. Ni siquiera una iota (una i) ni una keraia (una coma) desaparecerán de la ley, esto es, del Antiguo o Primer Testamento, hasta que todo llegue a su realización. Reafirma así el anuncio profético de Isaías “la hierba se seca, la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre” (Is.40.8).
Luego Jesús va un paso más allá de su “apología sobre su comprensión de la Ley”. Dirige como maestro de la misma una enseñanza precisa de su obediencia y sus consecuencias en la economía de Dios.  Cumplir y enseñar hasta el más pequeño de estos mandamientos, será la medida de su consideración en el Reino de los Cielos.
No todo mandamiento de la ley es igual en su significancia. Los rabinos dividían la ley en 613 mandamientos. Consideraban que 248 de estos eran positivos y 365 eran negativos. Algunos rabinos consideraban que Dt. 22.6 era el más pequeño o menos importante de todos: “Si mientras vas caminando, encuentras en un árbol o en el suelo un nido de pájaros con pichones o con huevos, y la madre está echada encima de ellos, no tomes a la madre con su cría. Deja en libertad a la madre y toma para ti los pichones”.
De todas maneras, lejos de realizar Jesús una invitación a un legalismo vacío de contenido espiritual, está reafirmando la vigencia de las Escrituras y mostrándose a sí mismo como exégeta y centro del cumplimiento escatológico y soteriológico. Por ello, no es de extrañar que inmediatamente después advierta a sus oyentes sobre la hipocresía fundamentalista “Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos” (Mt.5.20).

MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

Preguntas para la meditación:

¿Considero como una integridad de revelación de Dios tanto el Antiguo (Primer) Testamento como el Nuevo (Segundo) Testamento?
¿Veo a Cristo como el núcleo central de las Escrituras?
¿Cuál es mi responsabilidad al enseñar la Biblia a otros?

ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Padre, gracias por tu palabra que son para mí Espíritu y Vida.
Señor, junto con los Apóstoles digo “¿Señor a quien iré? Solo tú tienes palabras de Vida Eterna”
Que el Espíritu Santo que inspiró las Escrituras, me auxilie en mi tarea de enseñarla a otros de manera completa.

CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en las palabras de Jesús, viendo su sufriente cumplimiento de las profecías mesiánicas en la cruz.
Medito en aquellas enseñanzas de la Biblia que en su momento no me parecieron importantes por estar en el Antiguo Testamento y en su importancia para mi vida.
Contemplo a Jesús como mi maestro, a cuyos pies deseo aprender más de la palabra de Dios.

ACCIÓN -  ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

Preguntas para la acción:

¿Voy a meditar en toda la Escritura como una integridad de la revelación divina?
¿Cómo voy a interpretar el texto bíblico teniendo a Jesús como exégeta?


¿Cómo voy a vivir la Palabra para ser bien considerado en el Reino de los Cielos?

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