1 de mayo de
2014 - JUEVES
DE LA SEMANA II DE PASCUA
Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres
PRIMERA LECTURA
Lectura de los Hechos de los
Apóstoles 5, 27-33
Los guardias hicieron
comparecer a los Apóstoles ante el Sanedrín, y el Sumo Sacerdote les dijo:
«Nosotros les habíamos prohibido expresamente predicar en ese Nombre, y ustedes
han llenado Jerusalén con su doctrina. ¡Así quieren hacer recaer sobre nosotros
la sangre de ese hombre!»
Pedro, junto con los
Apóstoles, respondió: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios
de nuestros padres ha resucitado a Jesús, al que ustedes hicieron morir
suspendiéndolo del patíbulo. A él, Dios lo exaltó con su poder, haciéndolo Jefe
y Salvador, a fin de conceder a Israel la conversión y el perdón de los
pecados. Nosotros somos testigos de estas cosas, nosotros y el Espíritu Santo
que Dios ha enviado a los que le obedecen.»
Al oír estas palabras, ellos
se enfurecieron y querían matarlos.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 33, 2 y 9. 17-18. 19-20 (R.: 7a)
R. El pobre invocó al Señor, y
él lo escuchó.
Bendeciré al Señor en todo
tiempo,
su alabanza estará siempre en
mis labios.
¡Gusten y vean qué bueno es el
Señor!
¡Felices los que en él se
refugian! R.
El Señor rechaza a los que
hacen el mal
para borrar su recuerdo de la
tierra.
Cuando ellos claman, el Señor
los escucha
y los libra de todas sus
angustias. R.
El Señor está cerca del que
sufre
y salva a los que están
abatidos.
El justo padece muchos males,
pero el Señor lo libra de
ellos. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Juan 3, 31-36
El que viene de lo alto está
por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la
tierra. El que vino del cielo da testimonio de lo que ha visto y oído, pero
nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio certifica que Dios es
veraz.
El que Dios envió dice las
palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida. El Padre ama al
Hijo y ha puesto todo en sus manos. El que cree en el Hijo tiene Vida eterna.
El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios
pesa sobre él.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
Los guardias se llevaron a los Apóstoles y
los presentaron ante el Gran Consejo del Sanedrín, el mismo ante el
cual compareció Jesús, y que decidió hacerlo desaparecer.
En esta ocasión les quieren prohibir enseñar en ese
nombre. Los jefes de Jerusalén tienen miedo. Les remuerde la conciencia el recuerdo
de la sangre derramada hace poco, hasta tal punto, que no se atreven siquiera a
pronunciar su nombre. El caso Jesús continúa siendo un problema, está
siempre allí, lo ven prolongarse en sus apóstoles. Creyeron haberlo
suprimido, pero ahora, en vez de uno son once. A pocos días de
distancia, están ante el mismo tribunal.
Pero la Palabra no se detiene ante los
obstáculos: los apóstoles no pueden dejar de predicar la Buena
Noticia, tienen y quieren obedecer a Dios antes que a los hombres. Jesús
les había anunciado que los llevarían ante los tribunales, pero que el
Espíritu les inspiraría qué decir y cómo defenderse. En esta ocasión, de
un modo muy valiente, y movido por el Espíritu, Pedro aprovecha de nuevo la
ocasión para proclamar a sus perseguidores la resurrección de Jesucristo y su
exaltación como Señor y Salvador. Se presentan como testigos autorizados,
junto con el Espíritu Santo que actúa en ellos.
***
Las palabras, con las que concluye el diálogo de
Jesús con Nicodemo, son el resumen de todo el evangelio de Juan: Jesús es
el enviado de Dios, nos trae sus palabras, que son la verdadera sabiduría y las
que dan sentido a la vida: son la mejor prueba del amor que Dios tiene a su
Hijo y a nosotros. El que recibe a Jesús y su palabra es el que tendrá la vida
eterna que Dios le está ofreciendo a través de su Hijo; el que no lo quiera
aceptar, él mismo se excluye de la vida.
El Evangelio nos invita a dejar de ser
“terrenales”, para hablar y movernos como «el que viene de arriba»,
que es Jesús. Es necesario que en todo momento y circunstancia nos esforcemos
por tener el pensamiento de Dios, ambicionemos tener los
mismos sentimientos de Cristo, y aspiremos a mirar a los
hombres y las circunstancias con la misma mirada del Dios hecho hombre. De
esta manera, nos haremos capaces de contemplar la presencia salvadora de Dios,
en las cosas que pasan continuamente a nuestro alrededor. El amor de
Dios es acción continua a favor del hombre.
Si venimos de lo alto amaremos a todo el mundo al modo
de Jesús, siendo nuestra vida transparencia de su amor. Este amor que tiene
el sello de la gratuidad; de servir sin esperar nada a cambio, crea un ambiente
profundamente humano y de respeto que se contagia, que lleva a los otros a
sentirse libremente movidos a responder y actuar de la misma manera.
Como Iglesia necesitamos poder identificar las dos
posibilidades por las cuales cada ser humano puede optar: la
terrenal, amasada con egoísmo y sellada por la soledad, ola que
viene de lo alto, forjada en el amor y expresada en una vida comunitaria
y solidaria.
El cielo y el infierno lo fraguará cada persona,
haciendo uso de la libertad que el mismo Dios le ha dado, decidiendo si quiere
que la voluntad del Padre obre sobre ella y el mundo.
La “vida eterna” que trae Jesús, no es solamente una
vida más allá de la muerte, es una vida ya desde aquí y ahora, en plenitud,
fundada en el amor paternal de Dios por todos nosotros y en la fraternidad
cristiana, vivida en comunidad, capaz de transformar y embellecer el mundo.
PARA DISCERNIR
¿Experimento la fuerza transformadora del amor?
¿Reconozco la validez del testimonio basado en el
amor?
¿Tengo gestos desde los cuales queda expresa la
veracidad de mi fe?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
…Feliz el hombre que se refugia en el Señor…
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…”¿De qué modo trabajamos para la reconciliación? En
primer lugar y sobre todo, reivindicando para nosotros mismos el hecho de que
Dios nos ha reconciliado consigo en Cristo. Pero no basta con creer esto con
nuestra cabeza. Debemos dejar que la verdad de esta reconciliación penetre
en todos los rincones de nuestro ser. Hasta que no estemos plena y
absolutamente convencidos de que hemos sido reconciliados con Dios, de que
estamos perdonados, de que hemos recibido un corazón nuevo, un espíritu nuevo,
unos ojos nuevos para ver y unos nuevos oídos para oír, continuaremos creando
divisiones entre la gente, porque esperaremos de ella un poder de curación que
no posee.
Sólo cuando confiemos plenamente en el hecho de que
pertenecemos a Dios y podemos encontrar en nuestra relación con Dios todo lo
que necesitamos para nuestra mente, nuestro corazón, nuestra alma, podremos ser
libres de verdad en este mundo y ser ministros de la
reconciliación. Esto es algo que no resulta fácil; muy pronto volvemos
a caer en la duda y en el rechazo de nosotros mismos. Necesitamos que se nos
recuerde constantemente a través de la Palabra de Dios, de los sacramentos, del
amor al prójimo que estamos reconciliados de verdad”…
H. J. M. Nouwen. Pan para el viaje, PPC,
Madrid 1999.
PARA REZAR
Oración de
amor
Señor:
Qué hermoso es tener un corazón
con capacidad para amar y perdonar,
para ayudar y comprender, para creer y confiar.
Pero que difícil me resulta practicarlo,
hacerlo vida en mis actos de cada día.
Mis fuerzas son muy limitadas y son más
las horas bajas que las buenas.
Tú siempre estás ahí, esperándome,
creyendo en mí, confiando en mí.
Que una caída de hoy sea un peldaño
que me acerque más a ti y a mis hermanos;
que cada día tenga el coraje de volver
a empezar en el camino del amor.
Dame la valentía de saber unir mi mano
a otros hombres, mis hermanos, para hacer
crecer entre todos el arco iris del amor
y de la amistad.
Que al cerrar cada noche pueda refugiarme en
tu regazo de Padre comprensivo y amoroso. Amén.
Señor:
Qué hermoso es tener un corazón
con capacidad para amar y perdonar,
para ayudar y comprender, para creer y confiar.
Pero que difícil me resulta practicarlo,
hacerlo vida en mis actos de cada día.
Mis fuerzas son muy limitadas y son más
las horas bajas que las buenas.
Tú siempre estás ahí, esperándome,
creyendo en mí, confiando en mí.
Que una caída de hoy sea un peldaño
que me acerque más a ti y a mis hermanos;
que cada día tenga el coraje de volver
a empezar en el camino del amor.
Dame la valentía de saber unir mi mano
a otros hombres, mis hermanos, para hacer
crecer entre todos el arco iris del amor
y de la amistad.
Que al cerrar cada noche pueda refugiarme en
tu regazo de Padre comprensivo y amoroso. Amén.
1 de Mayo - SAN JOSÉ OBRERO
¿No
es este el hijo del carpintero?
PRIMERA
LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Colosas 3, 14-15. 17. 23-24
Hermanos:
Sobre todo,
revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección.
Que la paz de
Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque
formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias.
Todo lo que puedan
decir o realizar, háganlo siempre en nombre del Señor Jesús, dando gracias por
él a Dios Padre.
Cualquiera sea el
trabajo de ustedes, háganlo de todo corazón, teniendo en cuenta que es para el
Señor y no para los hombres. Sepan que el Señor los recompensará, haciéndolos
sus herederos. Ustedes sirven a Cristo, el Señor.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 89, 2. 3-4. 12-13. 14 y 16 (R.: 17c)
R. El Señor haga
prosperar la obra de nuestras manos.
Antes que fueran
engendradas las montañas,
antes que nacieran
la tierra y el mundo,
desde siempre y
para siempre, tú eres Dios. R.
Tú haces que los
hombres vuelvan al polvo,
con sólo decirles:
«Vuelvan, seres humanos.»
Porque mil años
son ante tus ojos
como el día de
ayer, que ya pasó,
como una vigilia
de la noche. R.
Enséñanos a
calcular nuestros años,
para que nuestro
corazón alcance la sabiduría.
¡Vuélvete, Señor!
¿Hasta cuándo?
Ten compasión de
tus servidores. R.
Sácianos en
seguida con tu amor,
y cantaremos
felices toda nuestra vida.
Que tu obra se
manifieste a tus servidores,
y que tu esplendor
esté sobre tus hijos. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Mateo 13, 54, 58
En aquel tiempo:
Al llegar a su
pueblo, se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos
estaban maravillados.
« ¿De dónde le
vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es este el
hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos
suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus
hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?»
Y Jesús era para
ellos un motivo de tropiezo.
Entonces les dijo:
«Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia.»
Y no hizo allí
muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.
Palabra del Señor.
A finales del siglo XIX y principio del
XX, el 1 de mayo se convirtió en una fecha reivindicativa y revolucionaria a
favor de la clase obrera. El Papa Pío XII, en 1955, quiso darle una dimensión
cristiana, e instituyó la fiesta de San José Obrero, que no sólo fue
trabajador, artesano humilde, sino el modelo de todo trabajador cristiano desde
su dedicación a la familia de Nazaret. De esta manera el Papa proyectaba una
luz nueva sobre la dignidad del trabajo, que ofrece el medio de perfeccionar la
creación, sirviendo a Dios y a los hombres, imitando a Dios Creador y al Hijo
de Dios también artesano como su padre José, y uniendo los sufrimientos y
contrariedades del propio trabajo a la cruz de Cristo.
PARA
REFLEXIONAR
Los evangelios nos dicen muy poco de San
José, sin embargo lo presentan con cinco títulos, importantes y
significativos que lo definen y definen su lugar en la historia de la
salvación: se lo llama “hijo de David” (Mt 1,20), “esposo de
María” (Mt 1,16), “padre de Jesús” (Lc 2,48), “hombre
justo” (Mt 1,19), y “el carpintero” (Mt 13,55) que enseñó su mismo
oficio a Jesús (Mc 6,3).
Hoy celebramos al sencillo carpintero de
Nazaret que tiene que trabajar cada día, para sostener a su familia con el
esforzado y humilde trabajo en una vida oculta y laboriosa.
El título de “carpintero” en
San José, define no sólo un trabajo, sino una actitud frente a la
vida. El trabajo es el modo concreto y cotidiano con que expresa su
amor a la familia de Nazaret. Jesús participa en el trabajo y en el estilo de
vida de José, y llega a ser conocido como el “hijo del carpintero”. Jesús
ha redimido el trabajo que sólo era una carga, para que sea una colaboración
generosa en la transformación del mundo. …”En el artesano de Nazaret,
Dios nos quiere revelar la dignidad del trabajo por más simple que sea. La
laboriosidad, es una virtud por la cual el ser humano puede participar en la
obra de Dios, Creador y Redentor, puede hacerse en cierto
sentido más humano, y puede profundizar en la amistad con Cristo.
San José nos enseña a santificar la vida diaria, elevando a Cristo las
obras comunes, humildes y sencillas. Redemptoris Custos, Juan Pablo II.
El evangelio no recoge ni una sola palabra
suya, por eso la tradición, nos muestra a José como un hombre de profundo
silencio, y fe madura, capaz de percibir la acción de Dios. San José, más que
con sus palabras, habla con sus actitudes y gestos. Con su silencio, su
obediencia, su trabajo. Fue un obrero auténtico.
La vivencia del trabajo de San José es
modélica para todos los trabajadores; de ahí que sea considerado su patrono. Al
hablar de la realidad del trabajo, la Iglesia nos dice que “los fieles
laicos deben desempeñar su trabajo con competencia profesional, con honestidad
humana, con espíritu cristiano y especialmente como forma de su propia
santificación… Es más, sabemos que mediante el trabajo ofrecido a Dios, las
personas se asocian con la obra redentora de Jesucristo, cuyo trabajo con sus
manos en Nazaret, ennobleció grandemente la dignidad del trabajo” (GS.
67). En este mensaje fuerte y sencillo el cristiano inmerso en el mundo está
invitado a encontrar su propia espiritualidad.
El 5 de enero de 1964, desde Nazareth,
exhortaba el Papa Paulo VI a aprender la lección del trabajo, la
conciencia de su dignidad. Y nos señalaba a todos “al gran modelo, al
hermano divino, al defensor de todas las causas justas, es decir: a Cristo,
Nuestro Señor”, el hijo del carpintero, como era conocido Jesús. Y con el
hijo, el padre, San José, obrero. “La Obra Bien Hecha”. El realizaría
tareas sencillas, pero pondría toda su alma en hacer las cosas bien. No haría
cosas extraordinarias, pero lo ordinario lo haría extraordinariamente. Que
él sea nuestro ejemplo a seguir en las tareas que hagamos cada día de nuestra
vida, y pidamos a él su intercesión para que nuestro trabajo sea siempre
agradable a los ojos de Dios.
PARA
DISCERNIR
¿Desde qué perspectiva valoro el
trabajo?
¿Descubro en el trabajo un modo de
santificación personal y de construcción del Reino?
¿Me siento colaborador en la obra creadora
de Dios?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÌA
…Señor yo soy tu siervo…
PARA LA
LECTURA ESPIRITUAL
…”El ejemplo de Tomás Moro demuestra que
le es posible a un cristiano vivir en el mundo según el Evangelio y actuar en
él a imitación de Cristo; y ello en medio de su propia familia, de sus
posesiones y de la vida política: es posible llevar una vida santa en medio de
estas distintas situaciones, con sobriedad, sencillez y honestidad, sin caer en
fanatismos ni «beaterías», de modo serio y alegre al mismo tiempo.
¿Qué es, pues, lo más importante para un
cristiano que vive en el mundo? Realizar, en la fe, una opción radical por
Dios, por el Señor y por su Reino, a pesar de todas las inclinaciones
pecaminosas, y conservarla intacta a través de los acontecimientos ordinarios
de cada día. Conservar, viviendo en el mundo, la libertad fundamental respecto
al mundo, en medio de la familia, de las posesiones y de la vida política, al
servicio de Dios y de los hermanos. Poseer la alegre prontitud que permite
ejercer esta libertad, en cualquier momento, a través de la renuncia, y cuando
estemos llamados a hacerlo, a través de la renuncia total. Sólo en esta
libertad respecto al mundo, buscada por amor a Dios, es donde el cristiano, que
vive en el mundo, pero recibe la libertad como don de la gracia de Dios,
encuentra la fortaleza, el consuelo, el poder y la alegría que son su
victoria”…
H. Küng, Libertad en el mundo. Brescia 1966, 44s.
PARA REZAR
¡San José, guardián de Jesús y casto
esposo de María,
Tú empleaste toda tu vida en el perfecto
cumplimiento de tu deber.
Tú mantuviste a la Sagrada Familia de
Nazaret con el trabajo de tus manos. Protege bondadosamente a los que se
vuelven confiadamente a ti.
Tú conoces sus aspiraciones y sus
esperanzas.
Ellos se dirigen a ti porque saben que tú
los comprendes y proteges.
Tú también supiste de pruebas, cansancio y
trabajo.
Pero, aun dentro de las preocupaciones
materiales de la vida,
tu alma estaba llena de profunda paz y
cantó llena de verdadera alegría
debido al íntimo trato que gozaste con el
Hijo de Dios
que te fue confiado a ti a la vez a María,
su tierna Madre. Amén
San JUAN XXIII
Oremos
Dios nuestro, creador del universo, que
has establecido que el hombre coopere con su trabajo al perfeccionamiento de tu
obra, haz que, guiados por el ejemplo de San José y ayudados por sus plegarias,
realicemos las tareas que nos asignas y alcancemos la recompensa que nos
prometes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
LECTIO
DIVINA
El Padre ama al Hijo
y ha puesto todo en sus manos
y ha puesto todo en sus manos
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 3, 31-36
El que viene
de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la
tierra y habla de la tierra. El que vino del cielo da testimonio de lo que ha
visto y oído, pero nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio
certifica que Dios es veraz.
El que Dios
envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida. El
Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos. El que cree en el Hijo tiene
Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la
ira de Dios pesa sobre él.
Palabra del
Señor.
LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Guías para la lectura:
El texto del
Evangelio de hoy está dentro de un monólogo teológico de Juan el Bautista. El
origen del mismo es una discusión entre sus discípulos y un judío sobre el rito
de la purificación que culmina con un reclamo de aquellos al Bautista. Sus
propios discípulos se refieren a Jesús en forma sorprendentemente crítica en
razón de que él también bautiza y que además tiene mayor éxito que su líder.
(vs.22-26). Esta inesperada competencia ministerial que los discípulos de Juan
el Bautista plantean alcanza en la respuesta de éste su clímax personal en el
versículo 30: “Es necesario que él crezca y que yo disminuya”, y a su
clímax teológico entre los versículos 31 al 36.
Su primera
declaración apologética de Jesús: “El que viene de lo alto está por encima
de todos” (v.31a) tiene un símil en la declaración de Juan el evangelista
en el versículo 13: “Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del
cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo”. Deliberadamente Juan el
Bautista marca una diferencia sustancial de origen entre él y Jesús cuando al
referirse a sí mismo en tercera persona dice: “El que es de la tierra
pertenece a la tierra y habla de la tierra” (v.31b). No solamente habla de
la tierra, sino que solamente puede bautizar con elementos terrenales como el
agua, mientras que Jesús es el único que puede bautizar en el Espíritu Santo.
El testimonio
de Jesús, es por lo tanto de origen sensorial y celestial, habla de lo que
personalmente ha visto y oído sin necesitar mayor información que su vivencia
divina. (v.31 b-32 a). Pero al igual que lo expresa el himno introductorio del
cuarto Evangelio, ese testimonio en principio no es recibido: “…nadie recibe
su testimonio” (v.32) “los suyos no le recibieron” (1.11).
Pero hay receptores del testimonio y de su persona, presentándose también una
similitud con conceptos del inicio del Evangelio: “El que recibe su
testimonio certifica que Dios es veraz” (v.33) “Pero a los
que la recibieron, …, les dio potestad de llegar a ser hijos de Dios”.
(1.12). La recepción por la fe del testimonio vivo de Jesús “certifica
que Dios es veraz” (v.33). Lo que aquí se presenta de manera
positiva, se hace por la negativa en 1 Juan 5.10b: “El que no cree a Dios lo
hace pasar por mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado
acerca de su Hijo”.
A continuación
Juan el Bautista sigue hablando acerca de los atributos insuperables de Jesús
llamándolo ahora “El que Dios envió” (v.34). El origen divino mencionado
hace que su testimonio verbal no sea otra cosa que “palabras de Dios”, y
su plenitud espiritual única es “porque Dios le da el Espíritu sin medida”
(v.34). Estas características personalísimas de Jesús están en clara asimetría
con los profetas de Dios, inclusive con el Bautista, que reciben el
Espíritu en forma limitada y que sólo en pocas ocasiones hablan palabras de
parte de Dios.
Después de haber
presenciado el descenso de la paloma y haber oído la voz del Padre desde el
cielo (Lc.3.21-22), Juan el Bautista comprendió que la relación filial de Jesús
como Mediador descansaba en su filiación trinitaria. Por esto, Jesús no sólo
era receptor del Espíritu de Dios sino de “todas las cosas” que el Padre
ha puesto en sus manos motivado por su amor (v.35).
En el
versículo 36 la argumentación que Juan el Bautista presenta a los suyos sobre
la supremacía infinita que él tenía con quien había sido presentado como
“la competencia bautismal” alcanza su culminación. Una vez más se presenta una
relación simétrica con la argumentación de Juan producto del diálogo con
Nicodemo. En esa oportunidad Juan el evangelista dijo: “El que cree en él,
no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el
Nombre del Hijo único de Dios” (3.18); ahora Juan el Bautista afirma: “El
que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no
verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él”.
MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO
BÍBLICO?
Preguntas para la meditación:
¿De qué manera
impacta en mi vida la voz de Jesús sabiendo que da testimonio de su vivencia en
el cielo?
¿Cómo entiendo
a la Santísima Trinidad comprometida en la salvación de la humanidad?
¿Qué implica
en mi dimensión temporal saber que el Señor tiene todas las cosas en sus manos
por decisión del Padre?
ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR
DEL TEXTO BÍBLICO?
Señor, Tú que
fuiste enviado desde el cielo para dar testimonio vivo de la palabra de Dios,
investido de poder por voluntad del Padre y lleno del Espíritu Santo, ayúdanos
a comprender tu divina voluntad y ser sensibles a tu voz.
CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL
TEXTO BÍBLICO?
Me siento a
escuchar el discurso de Juan el Bautista reconociendo su humildad en sus
palabras.
Reflexiono en
cada una de las declaraciones extraordinarias que hace sobre Jesús a quien
conoció personalmente, constituyéndose en un testigo privilegiado. “Yo lo he
visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios” (1.34)
ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR
EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para la acción:
¿Qué aprendo
para mi vida de la sabiduría humilde del Bautista?
¿De qué manera
dejaré que la presencia del Dios Trino me ilumine en la lectura y meditación de
la palabra de Dios?
¿Cómo
expresaré mi gratitud a Dios por la Vida que emana de su Hijo?
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