24 de mayo de 2014


Yo los elegí y los saqué del mundo

PRIMERA LECTURA 
Lectura de los Hechos de los Apóstoles    16, 1-10

    Pablo llegó luego a Derbe y más tarde a Listra, donde había un discípulo llamado Timoteo, hijo de una judía convertida a la fe y de padre pagano. Timoteo gozaba de buena fama entre los hermanos de Listra y de Iconio. Pablo quería llevarlo consigo, y por eso lo hizo circuncidar en consideración a los judíos que había allí, ya que todo el mundo sabía que su padre era pagano.
    Por las ciudades donde pasaban, transmitían las decisiones tomadas en Jerusalén por los Apóstoles y los presbíteros, recomendando que las observaran. Así, las Iglesias se consolidaban en la fe, y su número crecía día tras día.
    Como el Espíritu Santo les había impedido anunciar la Palabra en la provincia de Asia, atravesaron Frigia y la región de Galacia. Cuando llegaron a los límites de Misia, trataron de entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió. Pasaron entonces por Misia y descendieron a Tróade.
    Durante la noche, Pablo tuvo una visión. Vio a un macedonio de pie, que le rogaba: «Ven hasta Macedonia y ayúdanos.» Apenas tuvo esa visión, tratamos de partir para Macedonia, convencidos de que Dios nos llamaba para que la evangelizáramos.
Palabra de Dios.

SALMO    
Sal 99, 1b-2. 3. 5 (R.: 1b) 
R.    Aclame al Señor toda la tierra.

    Aclame al Señor toda la tierra,
    sirvan al Señor con alegría,
    lleguen hasta él con cantos jubilosos. R.

    Reconozcan que el Señor es Dios:
    él nos hizo y a él pertenecemos;
    somos su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

    ¡Qué bueno es el Señor!
    Su misericordia permanece para siempre,
    y su fidelidad por todas las generaciones. R.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan     15, 18-21

    Jesús dijo a sus discípulos:
    «Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí. Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia.
    Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes. Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió.»
Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

Empieza el segundo viaje misionero de Pablo. Recorrió Siria y Cilicia, consolidando las Iglesias llegando también a Derbe y luego a Listra. A medida que iba pasando por las ciudades, les entregaba las decisiones tomadas por los Apóstoles y los Ancianos en Jerusalén. Al proyectar el viaje, la discusión sobre si debe ir o no con ellos Juan Marcos determina una reestructuración del grupo y una cierta división del área de misión. Pablo prefería actuar autónomamente y misionar en terreno virgen.
Bernabé, con Marcos, se embarcan con rumbo a Chipre, mientras que Pablo, acompañado de Silas, se dirige a las comunidades de Asia Menor, ya evangelizadas. Mientras las visita, se le une en Listra Timoteo, uno de sus más fieles colaboradores.
Puede causar extrañeza que Pablo mande circuncidar a Timoteo, precisamente cuando su viaje es para dar a conocer que no era necesaria la circuncisión para abrazar la fe cristiana. Seguramente Pablo no debe encontrar contradicción por el hecho de que, siendo Timoteo de madre judía, ya tenía que haber sido circuncidado antes. Pablo tiene amplitud de espíritu y para no chocar a los judíos, acepta excepcionalmente ese rito judaico.
A pesar de las dificultades sigue la evangelización con una creciente conciencia de que es el Espíritu Santo el que los guía y quien les dice a qué región deben dirigirse y a cuál no. Pablo tiene conciencia de que es la comunidad la que lo envía. Por esta unión entre el Espíritu y la comunidad sigue extendiéndose por el mundo la fe en Cristo.
***
Jesús anuncia a sus discípulos que experimentarán el odio del mundo, como El mismo lo ha experimentado. Va a ser una historia de lucha entre el bien y el mal. Como ha sido en la persona del maestro, lo será del mismo modo con sus seguidores. Si el mundo los odia, es porque antes lo ha odiado a Jesús. Aparece el gran contraste entre ser del mundo o no serlo. No es lo mismo «estar en el mundo» y «ser del mundo», o sea, compartir los criterios del mundo.
La concepción negativa del mundo que aparece en boca de Jesús responde a una idea muy extendida de finales del primer siglo de la era cristiana. Era el lenguaje dualista que presentaba las cosas en forma de oposiciones: cielo y tierra, arriba y abajo, bien y mal, Dios y Demonio, carne y espíritu. Uno de los polos era concebido como bueno y positivo, el otro como malo y negativo.
Al hablar del mundo que lo odia y que también odiará a sus discípulos, se está refiriendo al conjunto de poderes e intereses de la historia, con todas sus injusticias sociales y económicas. El «mundo» para Juan es siempre el conjunto de las fuerzas del mal, opuestas al Reino que quiere establecer Jesús.
Este odio del mundo se manifestará en persecuciones, como las que Él mismo ha sufrido y como han sido constantes a lo largo de la historia del cristianismo. Persecuciones que han lanzado a la Iglesia a nuevos desafíos.
Las palabras de Jesús nos alertan también a nosotros sobre lo difícil que va a ser nuestra relación con el mundo. Sin embargo, muchas veces la persecución contra la Iglesia puede ser fruto de nuestra incoherencia y de nuestro pecado. Otras veces, es la persecución que se deriva del choque del evangelio con muchos de los criterios que hoy son vigentes.
Sería una mala señal que la sociedad nos aceptara demasiado fácilmente porque significaría que nos hemos amoldado de alguna manera a la manera de pensar del mundo y no le resultamos «incómodos». Siempre está el peligro latente de la asimilación insensible de la jerarquía de valores del mundo y de sus promesas. Las bienaventuranzas de este mundo no coinciden en absoluto con las de Jesús.
El discípulo es un “separado” porque vive, como todos, en la sociedad, pero no participa del juego de este “mundo” que se rige por criterios contrarios a Jesús y su evangelio. El criterio único, definitivo e ineludible es Cristo. No es Jesús quien se ha de adaptar al mundo en el que vivimos; somos nosotros quienes hemos de transformar nuestras vidas en Jesús y transformar el “mundo en reino”. «Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre».

PARA DISCERNIR

¿He licuado el mensaje de Jesús con tal de no quedar fuera de lugar?
¿No me mostré como hombre de fe por miedo a la burla y al desprestigio?
¿Me afectan los descréditos y las burlas?
¿Se poner en el Señor todas mis luchas y dificultades?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

…Igual que a Jesús, nos perseguirán a nosotros…

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

…Una de las cosas que debemos a nuestro Señor es no tener nunca miedo. Tener miedo es hacerle una doble injuria: en primer lugar, es olvidar que él está con nosotros, que nos ama y que es omnipotente; en segundo lugar, porque no nos configuramos con su voluntad: configuramos nuestra voluntad con la suya, todo lo que nos ocurra, dado que es querido y permitido por él, nos dejará alegres y no tendremos ni inquietudes ni temores. Tengamos, pues, esa fe que expulsa todo miedo; tengamos a nuestro lado, frente a nosotros y en nosotros, a nuestro Señor Jesucristo, Dios nuestro, que nos ama infinitamente, que es omnipotente, que sabe lo que es bueno para nosotros, que nos dice que busquemos el Reino de los Cielos y que el resto nos será dado por añadidura.
Caminemos seguros con esta bendita y omnipotente compañía por el camino de Io más perfecto, y estemos seguros de que no nos ocurrirá nada de lo que no podamos extraer el mayor bien para su gloria, para nuestra santificación y para la de los otros. Y que todo lo que nos ocurra será querido y permitido por él y, en consecuencia, lejos de toda sombra de temor, sólo hemos de decir: «Bendito sea Dios por todo lo que nos ocurra», y sólo hemos de rogarle que ordene todas las cosas, no según nuestras ideas, sino para su mayor gloria… 
Charles de Foucauld.

PARA REZAR

¡Feliz de ti!
cuando te veas perseguido,
insultado y calumniado,
por mostrar con tu vida
un estilo de vida evangélico!

Feliz de ti
Cuando te persigan y te dejen de lado
porque te mantienes fiel a tus convicciones
y no claudicas por temor o cobardía,
para acomodarte a las presiones del ambiente.

Feliz de ti
Cuando te calumnien
porque no toleran verte distinto,
testigo de un estilo de vida nuevo,
no sometido a las pautas ambientales
o a las exigencias de algún grupo.

Feliz de ti
cuando te calumnien y te insulten,
te marginen y te persigan,
porque vives de acuerdo a tus ideales,
contra del ambiente.

Feliz de ti, entonces,
porque tendrás la invalorable recompensa
de sentir que tu conciencia te aprueba,
y de estar en paz contigo.

LECTIO DIVINA

No sois del mundo,
sino que yo os elegí y os saqué de él

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan     15, 18-21

Jesús dijo a sus discípulos:
«Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí. Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia.
Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes. Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió.»
Palabra del Señor.

LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

Guías para la lectura:

La identificación mimética que viene haciendo Jesús con sus discípulos en términos de permanencia, servicio, fruto, amistad, se ahonda aún más en los textos contenidos en el Evangelio de hoy. Este progreso los lleva de los límites sufrientes del odio y la persecución a los horizontes de la fidelidad a ellos mismos.
La declaración de Jesús más que el anuncio de una posibilidad es la advertencia a una seguridad. Ellos serán odiados al identificarse como seguidores de Jesús, y lo serán como un “efecto espejo” de quien antes fue odiado. “Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí” (v.18).
Es “el mundo” quien los odiará. Desde luego que no se está refiriendo a todas y cada una de las personas que lo habitan, sino de un continente espiritual que rechaza el mensaje de Cristo y no puede soportar el escándalo de la cruz. Es el opuesto al reino de Dios y su justicia donde encontrará su ciudadanía el pueblo de Dios. Por eso Jesús les aclara que el amor acomodaticio y servil al status quo de aquel continente les es dado a quienes pertenecen a él: “Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya”  (v.19a). Pero ahora, por elección del mismo Jesús (ver v.16), han sido emigrados de ese mundo y llevados a ser ciudadanos del reino de Dios, de allí el origen del odio mundano: “Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia” (v.19b).
A continuación, Jesús les refresca una ecuación inalterable del discipulado “...el servidor no es más grande que su señor”. (v.20a). Esto ya se los había dicho hacía pocas horas después de lavarles los pies (13.16) y en otras oportunidades según nos dejan ver los Evangelios sinópticos (Mt.10.24 y Lc.6.40). Esta ecuación tiene dos consecuencias bien contrapuestas.
En primer lugar, implica que al igual que el Maestro ellos deberán sufrir la persecución: “Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes” (v.20b).
En segundo lugar, la predicación del Evangelio les producirá una fidelidad reconfortante: “…si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes” (v.20c)
¿Cuál es la causa de todo lo dicho? ¡Un Nombre! El que es sobre todo nombre (Fil.2.9), el de Jesucristo. Recordemos que en la cultura hebrea, el nombre es muchísimo más que la forma de llamar a una persona, involucra su personalidad más plena y toda su identidad y ser. Jesús lo dice de esta manera: “Pero los tratarán así a causa de mi Nombre” (v.21a)
Finalmente, si el hecho de conocer a Jesús implica conocimiento del Padre (14.7), va de suyo que el desconocimiento de Cristo es determinante para no  tener noción acerca de la persona del Padre. El texto lo dice con claridad evidente: “Pero los tratan así…porque no conocen al que me envió” (v.21b)

MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

Preguntas para la meditación:

El mundo con sus desvalores ¿me incluye amorosamente sin ninguna oposición viendo mi forma de vivir?
¿Cómo me debo sentir si los que no aman a Jesús me odian o persiguen?
¿A qué palabra espero que los fieles atiendan?

ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, Tú que fuiste odiado y perseguido hasta la muerte, enséñame en humildad y gozo a recibir la oposición de un mundo que te rechaza a Ti y a tu mensaje.

CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en las advertencias de Jesús y en lo que sucede en mi vida.
Trato de conocer cuánto de los valores de ciudadanía del reino de Dios están presentes en mí.
Medito en las veces que he sentido algún tipo de agravio por identificarme de palabra o de hecho como discípulo de Jesús y dejo que las palabras de Jesús me fortalezcan.

ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

Preguntas para la acción:

¿Qué “cartas de ciudadanía” tiene el reino de Dios que no practico?
¿Cómo voy a entender y enfrentar la oposición por mi identificación con el Evangelio de Jesús?
¿Con qué nuevos ánimos seré fiel para proclamar las palabras del Evangelio?


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