10 de julio de 2014


Den gratuitamente

PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Oseas    11, 1-4. 8c-9

    Así habla el Señor:
    Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Pero cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí; ofrecían sacrificios a los Baales y quemaban incienso a los ídolos.
    ¡Y yo había enseñado a caminar a Efraím, lo tomaba por los brazos! Pero ellos no reconocieron que yo los cuidaba. Yo los atraía con lazos humanos, con ataduras de amor; era para ellos como los que alzan a una criatura contra sus mejillas, me inclinaba hacia él y le daba de comer.
    Mi corazón se subleva contra mí y se enciende toda mi ternura: no daré libre curso al ardor de mi ira, no destruiré otra vez a Efraím. Porque yo soy Dios, no un hombre: soy el Santo en medio de ti, y no vendré con furor.
Palabra de Dios.

SALMO    
Sal 79, 2ac y 3b. 15-16 (R.: 4ab) 
R.    Que brille tu rostro Señor y seremos salvados.

    Escucha, Pastor de Israel,
    Tú que tienes el trono sobre los querubines, resplandece;
    reafirma tu poder y ven a salvarnos. R.

    Vuélvete, Señor de los ejércitos,
    observa desde el cielo y mira:
    ven a visitar tu vid,
    la cepa que plantó tu mano,
    el retoño que tú hiciste vigoroso. R.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo    10, 7-15

    Jesús dijo a sus apóstoles:
    Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.
    Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.
    Y si no los reciben ni quieren escuchar sus palabras, al irse de esa casa o de esa ciudad, sacudan hasta el polvo de sus pies. Les aseguro que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que esa ciudad. 
Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

La lectura de Oseas sigue siendo el hermoso canto al amor que Dios tiene a su pueblo.
Si este amor antes se había comparado al amor conyugal, ahora se lo describe con los rasgos bien tiernos del amor de un padre o de una madre por el hijo que lleva en brazos, al que acaricia y besa, al que le enseña a andar. Ese al que atrae «con lazos de amor» ahora le es infiel. El pueblo ha roto la alianza que había prometido guardar. Pero Dios lo va a perdonar una vez más.
El profeta, porque sigue amando a su mujer, es incapaz de condenarla y describe con trazos muy humanos, ese amor de Dios. La razón más importante para esa actitud, es que es Dios, y no un hombre.
Lo propio de Dios no es castigar, sino amar y perdonar. Dios no es un enemigo que está esperando la caída del pecador, sino el salvador que está en medio de su pueblo.
***
La invitación de Jesús en el Evangelio de hoy, a sus enviados, es que vayan desprovistos de equipaje, abandonados a la confianza, enraizados en lo fundamental: la persona de Cristo.
A aquel que quiere anunciar el evangelio, se le pide que ande ligero de equipaje, siendo portador de paz para el pueblo al que ha sido enviado. No debe imponer por la fuerza el mensaje salvífico de Jesús; sino invitar, proponer, persuadir.
Jesús quiere evangelizadores que sean capaces de convencer con una forma de vida, que haga resplandecer los valores esenciales del evangelio. Evangelizadores que estén profundamente ligados a la vida de la gente y abiertos a sus necesidades, ayudándolos a sentirse protagonistas de su destino de salvación. El evangelizado debe sentirse sujeto activo de su propia evangelización, celebrándola y comprometiéndose en lo cotidiano.
La palabra debe generar, tanto en el evangelizador como en el evangelizado, compromisos serios de conversión personal y comunitaria. La Iglesia a medida que evangeliza se evangeliza a sí misma.
Una evangelización así producirá compromisos duraderos. Nuestra evangelización debe convertirse en una propuesta de vida para la humanidad sedienta de esperanza.
«Quien ha encontrado verdaderamente a Cristo no puede tenerlo sólo para sí, debe anunciarlo». Juan Pablo II.

PARA DISCERNIR

¿Experimento la responsabilidad de la evangelización?
¿En qué lugares siento que el Señor me llama a dar testimonio?
¿Dónde el Señor me llama a crecer?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

..Señor que demos gratuitamente…

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

Libre significa: alegre y afectuosamente, sin temor y de modo abierto, dando gratuitamente lo que hemos recibido de manera gratuita, sin aceptar compensaciones, premios o gratitud.
La alegría debería ser uno de los aspectos principales de nuestra vida religiosa. Quien da con alegría da mucho. La alegría es el signo distintivo de una persona generosa y mortificada que, olvidándose de todas las cosas y hasta de sí misma, busca complacer a Dios en todo lo que hace por los hermanos. A menudo es un manto que esconde una vida de sacrificio, de continua unión con Dios, de fervor y de generosidad.
«Que habite la alegría en vosotros», dice Jesús. ¿Qué es esta alegría de Jesús? Es el resultado de su continua unión con Dios cumpliendo la voluntad del Padre. Esa alegría es el fruto de la unión con Dios, de una vida en la presencia de Dios. Vivir en la presencia de Dios nos llena de alegría. Dios es alegría. Para darnos esa alegría se hizo hombre Jesús. María fue la primera en recibir a Jesús: «Exulta mi espíritu en Dios mi salvador». El niño saltó de alegría en el seno de Isabel porque María le llevaba a Jesús. En Belén, todos estaban llenos de alegría: los pastores, los ángeles, los reyes magos, José y María. La alegría era también el signo característico de los primeros cristianos. Durante la persecución, se buscaba a los que tenían esta alegría radiante en el rostro. A partir de esta particular alegría veían quiénes eran los cristianos y así los perseguían.
San Pablo, cuyo celo intentamos imitar, era un apóstol de la alegría. Exhortaba a los primeros cristianos a que «se alegraran siempre en el Señor». Toda la vida de Pablo puede ser resumida en una frase: «Pertenezco a Cristo. Nada puede separarme del amor de Cristo, ni el sufrimiento, ni la persecución, nada. Ya no
soy yo quien vivo, sino Cristo quien vive en mí». Esa es la razón de que san Pablo estuviera tan lleno de alegría.
 
Madre Teresa, Meditación espiritual.

PARA REZAR

Que, a través del camino de la vida,
dejemos rutas encendidas a nuestro paso:
rayos de luz portadores de alegría
cristiana en nuestro trabajo,
rayos de luz portadores de calor
que deshaga el hielo frío,
rayos de luz portadores de vidlectio dvia
donde haya muerte,
rayos de luz portadores de evangelio,
evangélicamente vivido,
rayos de luz que abran camino
allí donde no exista.
Santa María de la luz, que nuestra presencia
entre los hombres adelante la presencia de Cristo,
Luz del mundo.
Nuestra Señora de los apóstoles,
Santa María de la luz.
Emilio L. Mazariegos

LECTIO DIVINA 

Ustedes han recibido gratuitamente,
dad también gratuitamente
  
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo     10, 7-15

Jesús dijo a sus apóstoles:
    Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.
No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.
    Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.
    Y si no los reciben ni quieren escuchar sus palabras, al irse de esa casa o de esa ciudad, sacudan hasta el polvo de sus pies. Les aseguro que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que esa ciudad.
Palabra del Señor.

1.     LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

 ·   Guías para la lectura:
                      
El texto del Evangelio de hoy está enmarcado en el envío de Jesús a los Doce.
El primer versículo sirve a modo de encuadre misionero del resto: “Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca”.  Se trata en primer lugar de una misión que implica un peregrinar, un andar en pos de su desarrollo. No es una postura estática de quien espera que los demás vengan a él, sino que es la actitud de un caminante que va proclamando una buena noticia. ¡El Reino de los cielos está cerca!  
¿Cuáles son las señales visibles de la llegada de ese Reino?: “Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios”. Es claro que las señales del Reino no eran taxativas, sino que representaban en su carácter sobrenatural la semiótica evidente de que una nueva era se estaba instaurando con la llegada del Mesías. Juan el Bautista lo anunció ante el eminente bautismo de Jesús: “Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca”  (3.2).  
Los proclamadores de ese Reino debían ser fieles representantes del espíritu de su mensaje: la gracia de Dios. Por ello, debían reconocer la gratuidad del don recibido, ofreciéndolo de esa misma manera a quienes quisieran recibirlo: “Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente”.  
Además, los misioneros del Reino debían proclamar con su ejemplo el sustrato del movimiento: la fe. Para esto, no debían echar mano a los recaudos habituales para los caminantes en zonas inhóspitas: dinero, indumentaria adecuada, vestimenta de repuesto, etc.: “No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón”. ¿Debían ir por esto desnudos y desprotegidos? No, solamente debían esperar en pleno uso de la fe la provisión prometida por la Palabra de quien envía: “… porque el que trabaja merece su sustento”. 
Los Doce reciben instrucciones especiales de “logística” cuando ingresen en una ciudad y deban alojarse en alguna casa. Primeramente deben buscar que la casa pertenezca a alguien respetable. Su propia reputación iba a ser objeto de ataques y su mensaje desacreditado si elegían livianamente el testimonio del hospedador. “Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir”.  
El saludo de la paz (Shalom), típica fórmula judía de presentación, iba a transformarse en algo más que un formalismo de buenas costumbres. Consistía en una parte central de la proclamación del Reino de los Cielos, y por lo tanto no estaba para ser tratado con liviandad por los Apóstoles ni mucho menos por los receptores. “Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes”. 
Finalmente, la proclamación del Reino de Dios era la invocación misma de la voz del Señor, por lo tanto el desprecio por ella tenía consecuencias soteriológicas y escatológicas: “Y si no los reciben ni quieren escuchar sus palabras, al irse de esa casa o de esa ciudad, sacudan hasta el polvo de sus pies. Les aseguro que, en el día del Juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas menos rigurosamente que esa ciudad”.  

2.     MEDITACIÓN - ¿QUÉ  ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
   
·                       Preguntas para la meditación: 
  
Ø   ¿Qué lugar ocupa la gracia, la fe y la caridad en el Reino de Dios?
Ø   ¿Qué significado tiene el peregrinar proclamando en el momento actual?
Ø   ¿Qué tipo de hospedador del Reino de Dios, su palabra y su paz soy? 

3.     ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, Tú que enviaste a los Doce para proclamar el Reino de los Cielos, ayúdame hoy a ser también un mensajero de tu paz, tu gracia, tu palabra y tu sanidad  donde vaya y me hospede.

4.     CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Trato de imaginar a los Doce, portadores de ese mensaje peregrinando por las ciudades y dando el saludo de la paz y la palabra de Cristo.
Reflexiono en la importancia que tiene para la misión de la Iglesia este modelo de llevar la Buena Nueva del Evangelio. 

5.     ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

·                        Preguntas para la acción: 
                    
Ø   ¿Cómo proclamaré el Reino de Dios y su justicia mientras camino en la vida todos los días?
Ø   ¿Qué importancia le daré a los recursos materiales en mi tarea misionera?
Ø   ¿Cómo interpretaré el rechazo del mensaje del Reino?


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