SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO
Patrono del Episcopado
Latinoamericano (F)
…Rueguen al
dueño de los sembrados que envíe trabajadores a la mies…
PRIMERA
LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol
San Pablo a Timoteo 1,13-14; 2,1-3
Amado hijo:
Retén la forma de las sanas palabras que de mí
oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por
el Espíritu Santo que mora en nosotros.
Palabra de Dios. Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en
la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos
testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a
otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.
Palabra de Dios
SALMO
Sal 95, 1-3.7-8a.10
R. El Señor gobernará al
mundo con justicia.
Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre,
día tras día, proclamen su victoria. R.
Anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos.
Aclamen al Señor, familias de los pueblos,
aclamen la gloria y el poder del Señor;
aclamen la gloria del nombre del Señor. R.
Digan entre las naciones: “¡El Señor reina!
El mundo está firme y no vacilará.
El Señor juzgará a los pueblos con rectitud”. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Mateo 9,35-38
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.
Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque
estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos:
“La cosecha es abundante, pero los trabajadores son
pocos.
Rueguen al dueño de los sembrados que envíe
trabajadores para su cosecha”.
Palabra del Señor.
Para
reflexionar
Sabiendo que su muerte era inminente,
la primera carta a Timoteo, a quien Pablo llama afectuosamente “hermano
nuestro y colaborador de Dios en el anuncio de la Buena Noticia de Cristo”,
contiene una serie de recomendaciones prácticas sobre la necesidad
de conservar y transmitir con fidelidad
la tradición apostólica y sobre sus responsabilidades como evangelizador: avivar el don de Dios que estaba en él, no avergonzarse de dar testimonio del Señor, ni de aquellos que sufren por Él, retener de forma sana palabras que de Él había oído, y guardar el buen depósito en Él.
la tradición apostólica y sobre sus responsabilidades como evangelizador: avivar el don de Dios que estaba en él, no avergonzarse de dar testimonio del Señor, ni de aquellos que sufren por Él, retener de forma sana palabras que de Él había oído, y guardar el buen depósito en Él.
Pablo recuerda a Timoteo sobre
los criterios que deben regir la elección de los ministros de
la comunidad, y acerca de las obligaciones que tiene con respecto a las
diversas categorías de fieles: ancianos y jóvenes, viudas, presbíteros y
esclavos.
Aparece claramente
la responsabilidad que tenemos todos los cristianos, hoy, acerca de
lo que fue enseñado por los apóstoles de Cristo: igual que Timoteo, todos los
cristianos hemos sido los beneficiarios de lo que fue revelado por los
apóstoles; junto con las gracias que hemos recibido, también vienen
las responsabilidades.
***
El evangelio de hoy, hace
un breve resumen de la actividad apostólica de Jesús, y el inicio del
“Sermón de la Misión”: “Jesús recorría todas las ciudades y aldeas,
enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando toda
enfermedad y toda dolencia”.
Mateo, en pocas palabras, describe los puntos centrales de la actividad
misionera de Jesús: no espera a que la gente venga hasta Él, sino que Él
mismo va en busca de la gente, recorriendo todas las ciudades y poblados;
enseña en las sinagogas, esto es, en las comunidades. Jesús anuncia la
Buena Nueva del Reino, allí donde la gente está reunida por su fe en Dios.
Jesús no enseña doctrinas, sino que en todo lo que dice y hace, deja
transparentar algo de la Buena Nueva que lo anima por dentro. Curar todo
tipo de dolencia y enfermedad, que era lo que más marcaba la vida de la gente
pobre. Ante esta realidad, vemos que lo que más marca la actividad de Jesús, es
dar consuelo a la gente para aliviar su dolor.
Jesús siente compasión ante
la situación de la gente, porque “estaban humillados y abatidos como
ovejas sin tienen pastor”. Jesús recibe a las personas en la
situación en la que se encuentran: dolientes, abatidos, cansados. Es
Pastor, identificándose con la imagen del siervo de Isaías que decía: “El
Señor Yahvé me ha concedido el poder hablar como su discípulo. Y ha puesto en
mi boca las palabras para aconsejar al que está desanimado”. (Is
50,4a). Como el Siervo, Jesús, se hace discípulo del Padre y del
pueblo y dice: “Cada mañana, él me despierta y lo escucho como lo
hacen los discípulos”. (Is 49,4b). Del contacto con el
Padre saca las palabras de consuelo que hay que comunicar a los pobres.
Su compasión, va más allá de un
sentimiento de piedad o un momento de emoción. La compasión de
la Biblia está expresada en la acción. La compasión sin acción
no vale nada. La compasión de Jesús era mucho más profunda que
un sentimiento momentáneo. Su compasión lo llevó a que entregara su
vida.
Cuando la compasión de Dios nos
confronta requiere una respuesta. Requiere que asumamos una escucha
activa. Hoy, nos encontramos ante el mismo problema de aquel entonces, la
cosecha es abundante, pero pocos son los obreros. Hay muy pocos que están
dispuestos a responder, sacrificando su vida en servicio a los hermanos,
respondiendo a la llamada Señor.
La tarea misionera es mucha y no
la podemos abarcar totalmente, por eso la primera cosa que Jesús pide a los
discípulos es rezar: “La mies es mucha y los obreros pocos.
Rueguen, al Dueño de la cosecha que envíe obreros”. El primer paso es
la apertura del corazón a Dios, y el encuentro vivo con los
sentimientos de Jesús. La oración es la primera forma de compromiso de los
discípulos con la misión. El Señor no nos envió a realizar muchas actividades,
sino a vivirlas desde su compasión y su amor, que necesitan de nuestras
rodillas delante del Dios de la vida. Es la obra del reino, no simple
asistencialismo. Si creemos en la importancia de la misión que tenemos,
entonces haremos todo lo posible para que no muera con nosotros, sino que
continúe en los demás durante su vida y después.
Desde el encuentro con Jesús, y la
llamada de los hombres que andan como ovejas sin Pastor, la pasión de mi
vida es ver que se levanten obreros. El clamor de mi vida, es que el
Señor me levante y me junto con otras mujeres y hombres, para que desde
una vida esforzada, valiente y llena de su Espíritu vayamos a cosecha.
Para
discernir
¿Experimento los mismos sentimientos de Jesús ante
una sociedad humillada y abatida?
¿Mi compasión se traduce en obras o queda en un
mero sentimentalismo?
¿Reconozco en los dones recibidos una
responsabilidad a realizar?
Repitamos
a lo largo de este día
…Aquí estoy Señor, envíame…
Para la
lectura espiritual
…”Debemos dar un tono de valentía a nuestra vida
cristiana, tanto a la privada como a la pública, para no convertirnos en seres
insignificantes en el plano espiritual e incluso en cómplices del hundimiento
general. ¿Acaso no buscamos, de manera ilegítima, en nuestra libertad un
pretexto para dejarnos imponer por los otros el yugo de opiniones inaceptables?
Sólo son libres los seres que se mueven por sí
mismos, nos dice santo Tomás. Lo único que nos ata interiormente, de manera
legítima, es la verdad. Esta hará de nosotros hombres libres (cf. Jn 8,32). La
actual tendencia a suprimir todo esfuerzo moral y personal no presagia, por
consiguiente, un auténtico progreso verdaderamente humano. La cruz se yergue
siempre ante nosotros. Y nos llama al vigor moral, a la fuerza del espíritu, al
sacrificio (cf. Jn 12,25) que nos hace semejantes a Cristo y puede salvarnos
tanto a nosotros como al mundo”…
Pablo VI, Audiencia general del 21 de marzo de 1975.
Para
rezar
Oración del enviado
“Vayan por todo el mundo…”
Estas palabras están dichas para mí.
Soy continuador de tu obra.
Soy tu compañero en la misión.
La mies es mucha y los operarios pocos.
Quiero ser uno de ellos.
Muchas personas están caídas y pasamos de largo.
Quiero ser buen samaritano.
Conviérteme primero a mí,
para que yo pueda anunciar a otros
la Buena Noticia.
Dame audacia.
En este mundo escéptico y autosuficiente,
tengo miedo.
Dame esperanza.
En esta sociedad recelosa y cerrada,
yo también tengo poca confianza en las personas.
Dame amor.
En esta tierra no solidaria y fría
yo también siento poco amor.
Dame constancia.
En este ambiente cómodo y superficial,
yo también me canso fácilmente.
Conviérteme primero a mí,
para que yo pueda anunciar a otros
la Buena Noticia.
Oremos
Dios nuestro, que has hecho crecer a tu Iglesia en
América, con la dedicación pastoral y el celo por la verdad del obispo santo
Toribio, concede al pueblo a ti consagrado crecer constantemente en la fe y en
la santidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
LECTIO
DIVINA
La cosecha es abundante, pero los trabajadores son
pocos
+ Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 9, 35-38
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las
sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las
enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban
fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos: «La cosecha es abundante, pero los
trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe
trabajadores para la cosecha.»
Palabra del Señor.
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ
DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
·
Guías para la lectura:
El
tema de la predicación de Jesús era el mensaje del nuevo Reino de Dios que Él
venía a establecer en la tierra. Era ése el fin de su venida y debía cumplirlo
con fidelidad.
No
se buscaba Jesús a sí mismo, no pretendía recoger alabanzas, ni simpatías;
solamente buscaba dar a conocer al Padre. Aquella gente se hallaba
“abatida”, porque no había quién les diera el pan del mensaje del Reino.
La
frase “la cosecha es abundante…” probablemente era algo como un proverbio
popular, muy común, y que Jesús aplica aquí a una situación religiosa.
Es
el Padre el que debe enviar trabajadores a su cosecha; no es libre cualquiera
de ir por su propia iniciativa; es el Padre el que a cada uno señala el lugar
donde quiere que lo sirva y en el que debe realizar la misión que le confía.
La
misión de Jesús se prolonga y actualiza, se hace presente en el aquí y el ahora
y para estos hombres de este mundo concreto por medio de sus discípulos.
Textos
extraídos de “El Evangelio meditado para cada día del año” – Alfonso Milagro –
Editorial Claretiana - Páginas 456 -. 457.
2.
MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE
EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Preguntas para la meditación:
·
¿Por qué a veces hacer el bien genera reacciones malas en algunas personas?
·
¿Cuál era el mensaje de Jesús y cuál es el nuestro?
·
¿Veo la cosecha abundante y me considero un trabajador?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE
DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
|
Señor que yo también tenga tu compasión sobre las personas. Aquí
estoy, con mis virtudes y defectos, pero con el deseo que me uses como
trabajador en tu Reino.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO
INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
|
Releo el texto y rezo mi compromiso como cristiano en la
evangelización, en el crecimiento del reino de Dios en el mundo.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A
VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
|
·
Preguntas para la acción:
·
¿Cómo y dónde proclamaré la Buena Noticia del Reino?
·
¿Tengo compasión de la gente?
· ¿Estoy dispuesto a ser un trabajador ante semejante
cosecha?
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