3 de septiembre de 2016


Jesús es Señor del sábado

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto    4, 6b-16

Hermanos:
Yo les puse mi ejemplo y el de Apolo, a fin de que aprendan de nosotros el refrán: «No vayamos más allá de lo que está escrito», y así nadie tome partido orgullosamente en favor de uno contra otro. En efecto, ¿con qué derecho te distingues de los demás? ¿Y qué tienes que no hayas recibido? Y si lo has recibido, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido? ¡Será que ustedes ya están satisfechos! ¡Será que se han enriquecido o que se han convertido en reyes, sin necesidad de nosotros! ¡Ojalá que así fuera, para que nosotros pudiéramos reinar con ustedes!
Pienso que a nosotros, los Apóstoles, Dios nos ha puesto en el último lugar, como condenados a muerte, ya que hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo, para los ángeles y los hombres. Nosotros somos tenidos por necios, a causa de Cristo, y en cambio, ustedes son sensatos en Cristo. Nosotros somos débiles, y ustedes, fuertes. Ustedes gozan de prestigio, y nosotros somos despreciados. Hasta ahora sufrimos hambre, sed y frío. Somos maltratados y vivimos errantes. Nos agotamos, trabajando con nuestras manos. Nos insultan y deseamos el bien. Padecemos persecución y la soportamos. Nos calumnian y consolamos a los demás. Hemos llegado a ser como la basura del mundo, objeto de desprecio para todos hasta el día de hoy.
No les escribo estas cosas para avergonzarlos, sino para reprenderlos como a hijos muy queridos. Porque, aunque tengan diez mil preceptores en Cristo, no tienen muchos padres: soy yo el que los ha engendrado en Cristo Jesús, mediante la predicación de la Buena Noticia. 
Palabra de Dios.

SALMO    Sal 144, 17-18. 19-20. 21 (R.: 18a) 
R.    El Señor está cerca de aquellos que lo invocan.

El Señor es justo en todos sus caminos
y bondadoso en todas sus acciones;
está cerca de aquellos que lo invocan,
de aquellos que lo invocan de verdad. R.

El Señor cumple los deseos de sus fieles,
escucha su clamor y les da la salvación;
el Señor protege a todos sus amigos
y destruye a los malvados. R.

Mi boca proclamará la alabanza del Señor:
que todos los vivientes bendigan su santo Nombre,
desde ahora y para siempre. R.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas    6, 1-5

Un sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y, frotándolas entre las manos, las comían.
Algunos fariseos les dijeron: « ¿Por qué ustedes hacen lo que no está permitido en sábado?»
Jesús les respondió: « ¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a sus compañeros?»
Después les dijo: «El Hijo del hombre es dueño del sábado.»
 
Palabra del Señor.

Para reflexionar

Para Pablo la experiencia de Jesús Resucitado es el incomparable don que llevamos en “vasijas de barro”. Esta expresión hace referencia a la debilidad personal del mismo Pablo, o tal vez al propio cuerpo del hombre salido del barro. La predicación se hace desde la limitación propia de ser hombre. Desde la fuerza se puede vencer y negociar, pero cuando se trata de dar gratuitamente lo que hemos recibido, toda esa fuerza es debilidad. El evangelio sólo se puede ofrecer “en vasijas de barro”, para que resplandezca en medio de nuestra debilidad.
Pablo ha experimentado personalmente que sin la gracia de Jesús estaba destinado al fracaso. La debilidad del discípulo no es síntoma de fracaso, sino lugar de la manifestación de Dios. En la debilidad de Jesús se manifestó la gloria del Padre, y en la pequeñez del creyente aparecerá sin duda la verdad del mensaje.
Pablo insiste sobre las pruebas de su ministerio, que son la otra cara de su fecundidad. Su vida estuvo colmada de dificultades, de odios, persecuciones, cansancio en el cumplimiento de su misión. Cuando la esperanza humana desaparece, entonces brilla el actuar de Dios. La fuerza se realiza en la debilidad y el poder de Dios triunfa a pesar de nuestra inutilidad.
Pablo descalifica a los que se predican a sí mismos y se creen desde ahora poseedores de la salvación. Adueñarse de la predicación es pretender apropiarse de Dios mismo.
En su tarea apostólica Pablo ha sido fiel a la luz del evangelio y no cae en la tentación de dar culto a su persona.
Pablo entiende que su ministerio apostólico es una participación en la muerte y en la resurrección de Jesucristo. Si en la muerte de Jesús triunfa la fuerza vivificante del Espíritu Santo, también triunfa la extraordinaria fuerza de Dios, en medio de la debilidad de quienes anuncian el evangelio. Pues el “evangelio es fuerza de Dios para salvar a los creyentes”. Pablo tiene la seguridad de que Dios lo resucitará también a El. Su debilidad humana necesita absolutamente de la fe para realizar su misión de apóstol.
***
Los discípulos tienen hambre, y al recoger algunas espigas infringen la ley. No era un sábado cualquiera, sino el segundo sábado del primer mes que es una fecha próxima a la siega, cuando la ley prohibía comer el grano de las primicias. Además consideran esta acción equivalente a la siega, por lo tanto, los discípulos también están violando el descanso sabático.
El sábado había sido instituido en bien del hombre, para que pudiera descansar y dedicarse con paz y alegría al culto divino. La interpretación de los fariseos, había convertido este día en ocasión de angustia y preocupación, a causa de la multitud de prescripciones y prohibiciones.
Jesús no discute la legalidad de la acción, su respuesta sigue estando en la línea de su predicación mesiánica. Si el Esposo está con ellos, el gesto de los discípulos indica que el tiempo del mesianismo ya ha llegado, aboliendo todos los ayunos y todas las estructuras antiguas destinadas a preparar su llegada.
Por otro lado, al establecer la comparación con la actitud de David, que fue capaz de tomar panes sagrados para satisfacer su hambre y la de las tropas que lo acompañaban, deja en claro que las necesidades vitales de los hombres están por encima de los preceptos de la ley.
Jesús se declara Señor del sábado y en cuanto tal, tiene poder para establecer lo que está permitido y lo que no: el día que hace la memoria de la acción creadora de Dios en el mundo y, de manera especial, su gesta liberadora en el éxodo, la cual llevó a su pueblo al reposo de la tierra. El día de la memoria de un Dios que se ocupa del hombre. Jesús combate una interpretación formalista del precepto del sábado que está en la mentalidad farisaica. Es así como entra aquí el tema de la libertad frente a la ley.
La actitud de Jesús en este pasaje hace de la encarnación algo distinto de una teoría; la vida de los hombres es el lugar del encuentro con Dios y desde donde nos habla.
Aceptar la buena nueva de la salvación consiste en reconocer que Dios se ocupa de nosotros y está con nosotros. Caminar junto con Jesús es vivir profundamente el sentido del sábado todos los días.

Para discernir

¿Qué lugar le doy a la ley y los preceptos?
¿Descubro la ley como camino, o la experimento como meta en el camino de mi fe?
¿Vivo el amor al prójimo como la ley fundamental que da sentido a todas las leyes y preceptos?

Repitamos a lo largo de este día

…Me basta tu gracia…

Para la lectura espiritual

Desviarse del camino de la hipocresía y del mal

…”Existen dos caminos de enseñanza y de acción: el de la luz y el de las tinieblas. La lejanía es grande entre estos dos caminos… El camino de las tinieblas es engañoso y tapizado de maldiciones. Es el camino de la muerte y del castigo eterno. Todo lo que puede arruinar una vida tiene lugar en ella: idolatría, arrogancia, orgullo de poder, hipocresía, doblez de corazón, adulterio, muerte, robos, vanidad, desobediencia, fraude, malicia…, ambición, menosprecio de Dios. Están comprometidos con él los que persiguen a la gente de bien, los enemigos de la verdad…, aquellos que son indiferentes a la viuda y al huérfano…, sin preocuparse del indigente, y agotan al oprimido…
Es justo, pues, instruirse de todas las voluntades del Señor que están escritas, y andar detrás de ellas. El que actúa de esta manera será glorificado en el Reino de Dios. Pero cualquiera que escogiera el otro camino perecerá con sus obras. Por eso hay una resurrección y una retribución. A vosotros, pues, os dirijo una súplica: rodeaos de personas a quien poder hacer el bien; no faltéis a ello”… 
Epístola llamada de Bernabé 20

Para rezar

Padre de los hombres,
Tú ofreces las riquezas de tu Reino
a los que tiene un corazón de pobre.
Al darnos el Espíritu de tu Hijo,
nos has hecho nacer a una vida nueva.
Dios y Padre nuestro, que esta novedad
sea la causa de nuestra esperanza,
y tu benevolencia la fuente de nuestra paz.
Haz que sepamos escuchar tu Palabra de gracia:
que sea ella la fuente de nuestra unidad
y la fuerza de tu pueblo,
nacido de tu misericordia.
Dios y Padre nuestro,
a Ti nuestra alabanza,

por tu Hijo, en el Espíritu.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te invitamos a dejarnos tus comentarios, sugerencias u observaciones. Gracias por hacerlo.