30 de diciembre de 2016

TIEMPO DE NAVIDAD – 30 DE DICIEMBRE

La Sagrada Familia de Jesús, María y José (F)

Toma al niño y a su madre, huye a Egipto

Lectura del libro del Eclesiástico 3, 3-7. 14-17

El que honra a su padre expía sus pecados y el que respeta a su madre es como quien acumula un tesoro. El que honra a su padre encontrará alegría en sus hijos y cuando ore, será escuchado. El que respeta a su padre tendrá larga vida y el que obedece al Señor da tranquilidad a su madre. El que teme al Señor honra a su padre y sirve como a sus dueños a quienes le dieron la vida.
La ayuda prestada a un padre no caerá en el olvido y te servirá de reparación por tus pecados. Cuando estés en la aflicción, el Señor se acordará de ti, y se disolverán tus pecados como la escarcha con el calor.
El que abandona a su padre es como un blasfemo y el que irrita a su madre es maldecido por el Señor.
Hijo mío, realiza tus obras con modestia y serás amado por los que agradan a Dios.
Palabra de Dios.

SALMO         Sal 127, 1-2. 3. 4-5 (R.: cf. 1)
R. ¡Felices los que temen al Señor y siguen sus caminos!

¡Feliz el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás feliz y todo te irá bien.

Tu esposa será como una vid fecunda
en el seno de tu hogar;
tus hijos, como retoños de olivo
 alrededor de tu mesa.

¡Así será bendecido
el hombre que teme al Señor!
¡Que el Señor te bendiga desde Sión
todos los días de tu vida:
que contemples la paz de Jerusalén!

O bien

Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Colosas 3, 12-21

Hermanos:
Como elegidos de Dios, sus santos y amados, revístanse de sentimientos de profunda compasión. Practiquen la benevolencia, la humildad, la dulzura, la paciencia. Sopórtense los unos a los otros, y perdónense mutuamente siempre que alguien tenga motivo de queja contra otro. El Señor los ha perdonado: hagan ustedes lo mismo. Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias.
Que la Palabra de Cristo resida en ustedes con toda su riqueza. Instrúyanse en la verdadera sabiduría, corrigiéndose los unos a los otros. Canten a Dios con gratitud y de todo corazón salmos, himnos y cantos inspirados. Todo lo que puedan decir o realizar, háganlo siempre en nombre del Señor Jesús, dando gracias por él a Dios Padre.
Mujeres, respeten a su marido, como corresponde a los discípulos del Señor.
Maridos, amen a su mujer, y no le amarguen la vida. Hijos, obedezcan siempre a sus padres, porque esto es agradable al Señor. Padres, no exasperen a sus hijos, para que ellos no se desanimen.
Palabra de Dios.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo    2, 13-15. 19-23

Después de la partida de los magos, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto.
Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo.
Cuando murió Herodes, el Angel del Señor se apareció en sueños a José, que estaba en Egipto, y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y regresa a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño.»
José se levantó, tomó al niño y a su madre, y entró en la tierra de Israel. Pero al saber que Arquelao reinaba en Judea, en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí y, advertido en sueños, se retiró a la región de Galilea, donde se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo que había sido anunciado por los profetas: Será llamado Nazareno.
Palabra del Señor.

Para reflexionar

El libro del Eclesiástico nos presenta los consejos que un hombre, que vivió varios siglos antes de Jesucristo, da a sus hijos. El respeto y la veneración a los padres es agradable a los ojos de Dios, que no quedará sin recompensa. Los hijos que vivan esa actitud serán venerados por sus propios hijos. Todos estos consejos, aun conservando hoy plena validez, deben  ampliarse con el respeto de los padres a los hijos que no era tenido en cuenta en el tipo de relaciones establecidas en el contexto rural del Antiguo Testamento.
Pablo da algunos consejos para la convivencia con otros. Los consejos que da el apóstol están muy ligados a las costumbres y mentalidad de la época. La  actitud de  Dios debe ser el modelo de la nuestra.
***
Pocos pasajes tan fuertes como esta huida de la Sagrada Familia. Un rey tirano hace huir a la familia que Dios ha elegido para cumplir sus promesas. Cuando se marcharon los Magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto, quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”.
Dios actúa muchas veces a través de los acontecimientos, crueles y absurdos, de la vida de los hombres: nace en Belén por una orden del emperador de Roma, va a Egipto por la crueldad de un rey, vive en Nazaret por los riesgos que podría correr en Belén. De esa forma se van cumpliendo las Escrituras.
De igual modo que lo hizo el patriarca José, el esposo de María salva a su familia llevándosela a Egipto para volver luego a la tierra prometida.  La vida de José está plenamente disponible a Dios. Por eso el Padre puede ser escuchado  y actuar fácilmente a través de José.
Este episodio que nos narra Mateo nos presenta una familia en una dura experiencia, es una familia de “exiliados”, a quienes la violencia y la persecución obliga a huir a un país vecino en búsqueda de paz y seguridad.
José defiende a su familia, defiende la familia que se le ha confiado, defiende el proyecto de Dios.
Las familias siempre pasan crisis, porque los problemas son frecuentes. Unas veces  son los problemas económicos, otras la falta de comprensión, otras la separación, otras los malos tratos, otras los hijos. Unas veces los padres se quejan de sus  hijos, y otras éstos se quejan de sus padres. Así que siempre hay crisis que afrontar.
No existe la familia ideal. Sin embargo, hay una fuerza  vivificadora que en cualquier circunstancia y, especialmente, en los momentos de crisis y  dificultades, es el camino que Dios espera de nosotros. Es lo que leíamos en la carta del  apóstol Pablo: “la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la  comprensión” y también el perdón. “Y por encima de todo esto -decía  san Pablo- el amor”.
Este  es el mensaje que hoy se nos dirige a cada uno de nosotros, sea cual sea la situación familiar que vivimos: defender la familia desde el amor, tenemos siempre la posibilidad de vivirla mejor. Vivirla mejor si ponemos más y  mejor amor en todas las grandes o pequeñas cosas, en los gestos y palabras o silencios,  miradas o caricias que la componen.
Defender la familia es comprometerse en un camino de fe y de esperanza en el amor. Vivir el amor en la familia es vivir los insospechados caminos de la gratuidad. En familia se ama más de  lo que merece cada uno. No se aman en ella unos a otros porque no se encuentren  defectos, porque sean los mejores…, sino porque son el padre, la madre, los  hijos o hermanos.
Defender la familia es vivir la paternidad, la maternidad y la filiación mucho más de lo que biológicamente se entiende. Ser padres no se  limita a engendrar un hijo y a trabajar para  darle de comer y educarlo. Ser padre y madre es dar vida, ser hijo es recibirla. Se es padre y madre en la medida que  se da vida y se ayuda a desarrollarla. Se es hijo en la medida en que se acepta  la  vida y  dejamos que nos ayuden a que se desarrolle.
Defender la familia es no encerrarnos ni pretender encerrar a los demás en ella  como último refugio, huyendo de la realidad y del compromiso de transformar el mundo. Cuando se  pretende convertir la familia en el único mundo, se acaba en la asfixia. La familia que vive desde la fe y el amor es siempre una familia abierta donde el amor se  practica y se nutre, pero no se encierra, sino que se abre a los otros. Entonces la familia  acrecienta el amor, pero éste no se agota, porque puede expandirse hacia los demás y cumple su función de constructora de una sociedad solidaria.
Defender la familia es creer en ella como medio elegido por Dios para venir a nosotros y como propuesta de  formación humana y cristiana de personas y de generaciones.
Defender la familia es  ver a la familia como algo más que una pequeña estructura social. Se trata de vivir pensando en la gran familia humana.  Sentir que los chicos de la calle, los niños abandonados, los niños huérfanos, los que son sometidos a la  violencia familiar, los niños que mueren bajo las balas de narcotraficantes o policías, son  nuestros hijos que claman para que alguien de la familia humana responda por sus vidas. Sentir que los viejos que mendigan son nuestros abuelos y abuelas, los hombres y mujeres  desocupados son nuestros padres y nuestras madres que exigen de sus hijos la honra, el respeto y la dignidad que su condición humana les merece. Defender la familia es defender la vida, es defender el progreso, es defender el futuro, es defender la justicia, el bien común. No podemos relativizar a la familia, sería tanto como relativizar nuestra propia vida.

Para discernir

¿Sabemos cuándo tenemos que huir, de qué y de quién?
¿Estamos dispuestos a retornar?
¿Qué papel juega en nuestras idas y venidas la voz de Dios?

Repitamos a lo largo de este día

…Sigo tus caminos Señor….

Para la lectura espiritual

 “Cuando defendemos a la familia; cuando mantenemos la tesis del matrimonio, no queremos decir que se trate siempre de un matrimonio feliz. Queremos decir que es el teatro del drama espiritual, el lugar donde ocurren las cosas, y sobre todo las más importantes. No es tanto el lugar donde un hombre asesina a su mujer, como el lugar donde puede optar por la no menos extraña solución de no asesinarla. Hay algo de verdad en el cinismo de decir que el matrimonio es un juicio; pero incluso el cínico admitirá que un juicio pueda resultar en la absolución. Y el motivo de que la familia tenga este carácter central y crucial es el mismo que hace que en política sea el único sostén de la libertad. La familia es la prueba de la libertad, porque la familia es lo único que el hombre construye por sí mismo y para sí mismo. Otras instituciones, tanto despóticas como democráticas, están hechas en gran parte por extraños”. Chesterton

Para rezar

Oración por el hogar

Señor, haz de nuestro hogar un lugar de amor:
donde no haya injurias, porque Tú nos das paciencia;
donde no haya rencor, porque Tú nos enseñas el perdón;
donde no haya abandono, porque Tú estás siempre con nosotros.
Haz, Señor, de nuestras vidas, una página llena de Ti.
Que cada mañana amanezca un día más de entrega.
Que cada noche nos encuentres con más amor de esposos.
Que vivamos todo el día en la ayuda y el consuelo mutuos.
Ayúdanos, Señor, para educar a nuestros hijos, según tu imagen y semejanza;
para que vivamos nuestro amor conforme a tu voluntad;
para que veamos en nuestra felicidad un motivo más para amarte;
para que demos a los demás lo mucho que Tú nos has dado.
Te invitamos, Señor, a nuestro hogar.
Ojalá encuentres el bien en él.

Amén.

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