5 de abril de 2017 – CUARESMA – MIÉRCOLES DE LA SEMANA V
La verdad los
hará libres
Lectura de la profecía de
Daniel 3, 1.4.5b-6.8.12.14-20. 24-25. 28
Nabucodonosor tomó la palabra y dijo: «
¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed Negó, que ustedes no sirven a mis dioses y no
adoran la estatua de oro que yo erigí? ¿Están dispuestos ahora, apenas oigan el
sonido de la trompeta, el pífano, la cítara, la sambuca, el laúd, la cornamusa
y de toda clase de instrumentos, a postrarse y adorar la estatua que yo hice?
Porque si ustedes no la adoran, serán arrojados inmediatamente dentro de un
horno de fuego ardiente. ¿Y qué Dios podrá salvarlos de mi mano?»
Sadrac, Mesac y Abed Negó respondieron al
rey Nabucodonosor, diciendo: «No tenemos necesidad de darte una respuesta
acerca de este asunto. Nuestro Dios, a quien servimos, puede salvarnos del
horno de fuego ardiente y nos librará de tus manos. Y aunque no lo haga, ten
por sabido, rey, que nosotros no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua
de oro que tú has erigido.»
Nabucodonosor se llenó de furor y la
expresión de su rostro se alteró frente a Sadrac, Mesac y Abed Negó. El rey
tomó la palabra y ordenó activar el horno siete veces más de lo habitual. Luego
ordenó a los hombres más fuertes de su ejército que ataran a Sadrac, Mesac y
Abed Negó, para arrojarlos en el horno de fuego ardiente.
El rey Nabucodonosor quedó estupefacto y
se levantó rápidamente. Y tomando la palabra, dijo a sus cortesanos: « ¿No eran
tres los hombres que fueron atados y arrojados dentro del fuego?»
Ellos le respondieron, diciendo: «Así es,
rey.»
El replicó: «Sin embargo, yo veo cuatro
hombres que caminan libremente por el fuego sin sufrir ningún daño, y el
aspecto del cuarto se asemeja a un hijo de los dioses.»
Nabucodonosor tomó la palabra y dijo:
«Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed Negó, porque ha enviado a su Ángel
y ha salvado a sus servidores, que confiaron en él y, quebrantando la orden del
rey, entregaron su cuerpo antes que servir y adorar a cualquier otro dios que
no fuera su Dios.»
Palabra de Dios.
SALMO Dn 3, 52a y
cd. 53. 54-55. 56
R. ¡A ti, gloria y honor eternamente!
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros
padres.
Bendito sea tu santo y glorioso Nombre.
Alabado y exaltado eternamente. R.
Bendito seas en el Templo de tu santa
gloria.
Aclamado y glorificado eternamente
por encima de todo. R.
Bendito seas en el trono de tu reino.
Aclamado por encima de todo
y exaltado eternamente. R.
Bendito seas tú, que sondeas los abismos
y te sientas sobre los querubines.
Alabado y exaltado eternamente por encima
de todo. R.
Bendito seas en el firmamento del cielo.
Aclamado y glorificado eternamente
por encima de todo. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Juan 8, 31-42
Jesús dijo a aquellos judíos que habían
creído en él:
«Si ustedes permanecen fieles a mi
palabra, serán verdaderamente mis discípulos: conocerán la verdad y la verdad
los hará libres.»
Ellos le respondieron: «Somos
descendientes de Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes
decir entonces: “Ustedes serán libres”?»
Jesús les respondió: «Les aseguro que todo
el que peca es esclavo del pecado. El esclavo no permanece para siempre en la
casa; el hijo, en cambio, permanece para siempre. Por eso, si el Hijo los
libera, ustedes serán realmente libres. Yo sé que ustedes son descendientes de
Abraham, pero tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes.
Yo digo lo que he visto junto a mi Padre,
y ustedes hacen lo que han aprendido de su padre.»
Ellos le replicaron: «Nuestro padre es
Abraham.»
Y Jesús les dijo: «Si ustedes fueran hijos
de Abraham obrarían como él. Pero ahora quieren matarme a mí, al hombre que les
dice la verdad que ha oído de Dios. Abraham no hizo eso. Pero ustedes obran
como su padre.»
Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos
nacido de la prostitución; tenemos un solo Padre, que es Dios.»
Jesús prosiguió: «Si Dios fuera su Padre,
ustedes me amarían, porque yo he salido de Dios y vengo de él. No he venido por
mí mismo, sino que él me envió.»
Palabra del Señor.
Para
reflexionar
En la primera lectura, el profeta nos
narra cómo el Señor envía un ángel a salvar a sus siervos. Los justos son
aquellos que en medio del fuego de las pruebas y persecuciones mantienen
la fidelidad y laconfianza en Dios, que los hace
libres. Los tres jóvenes son imagen del pueblo fiel que persevera en la
alabanza, a pesar de las dificultades.
El rey de Babilonia ha levantado un gran
ídolo en medio de la llanura y ha convocado a la muchedumbre; todos alineados,
tendrán que rendirle culto. Se impone la religión del Estado. Está prohibido
pensar de modo distinto que el rey y el que se niega a hacerlo es enviado al
gran horno. Los «tres jóvenes» de Daniel han elegido no someterse a nadie, sino sólo
a Dios.
Aquí se manifiesta la fe y la esperanza
invencibles de los que creen en Dios, ni el tormento del fuego es capaz de
hacerlos renegar. El Dios de Sidraj, Misaj y Abed-Nego es el Dios de Israel;
por tanto, los israelitas han de proceder de semejante manera. El fuego
destinado a devorar a los creyentes quema a los impíos que lo encienden, y los
fieles son capaces de caminar por las llamas bendiciendo a Dios.
***
Los judíos estaban orgullosos de ser hijos
de Abraham y se creían por eso, interiormente libres y superiores, aunque
externamente estuvieran sometidos al poder de Roma. Jesús les dice que la
verdadera esclavitud del hombre no consiste en una servidumbre externa, sino en
la esclavitud del pecado.
Para San Juan, pecar es convertirse en
esclavo, tener por padre al “padre de la mentira”; los judíos son pecadores
porque no aceptan a Cristo, “la Verdad” y, por tanto, esclavos; de ahí que no
pueden ser hijos de Abrahán, hijos de la libertad. Sólo Jesús es el verdadero
Hijo de Dios, conocedor del Padre. Y por eso sólo Él puede dar la verdadera
libertad.
No son libres los judíos meramente por ser
herederos de Abrahán, a pesar de estar orgullosos de ello. Si no pueden
liberarse del pecado, son esclavos. Si no buscan alcanzar la verdad, son
esclavos. Si no creen en el Enviado de Dios, siguen en la oscuridad y la
esclavitud. Y al contrario: si se mantienen en la palabra de Jesús “conocerán
la verdad y la verdad los hará libres”.
Jesús les muestra a los judíos que no
basta con la descendencia carnal, genética. La verdadera descendencia es la del
corazón. Sólo es verdadero hijo de Abrahán el que hace la voluntad de Dios,
escucha su Palabra y obedece, como hizo el patriarca hace tantos siglos, como
hizo el mismo Jesús; y como lo debe vivir cada discípulo.
Así como para Israel la Pascua fue la
liberación de Egipto, estamos caminando a la celebración de la Pascua, que es
dejarse comunicar la libertad del Resucitado.
El cristiano es un hombre libre porque ha
sido liberado por Cristo, llamado a ser dueño de todas las cosas y a no estar
sometido a nadie. El cristiano es un servidor lleno de obediencia, que por amor
se somete libremente a todos. Lo paradójico, del evangelio es que la esclavitud
del amor compasivo y servicial a los demás, es el signo de haber alcanzado la
liberación de toda otra esclavitud.
Jesús es perfectamente libre, porque es
perfectamente Hijo. Ama a su Padre y en nombre de ese amor da su vida. Es libre
porque ama: no está apegado a sí mismo. Nada lo detiene. Ningún egoísmo. Ningún
obstáculo al amor.
Sólo el amor libera. Amar sólo al Dios
verdadero. Someterse sólo al Dios verdadero. Es el único medio para no estar
sometido a nadie y liberarse de cualquier ídolo.
La Pascua de Jesús quiere ser para
nosotros un crecimiento en libertad interior. En medio de un mundo que nos
ofrece muchos valores, pero también nos tienta con contravalores que nos llevan
irremediablemente a la esclavitud, se nos invita a ser libres.
Nos toca vivir en una sociedad pluralista
y compleja, en la que Jesús nos pide que permanezcamos firmes y motivados por
la fe en su Palabra.
En medio de una maraña de corrientes y
conductas, tendremos que crecer en la libertad que nos da la verdad de Cristo.
Y esto no es algo que alcanzamos con el simple esfuerzo; se da cuando le
dejamos campo abierto a Dios para que obre en nuestra vida y su gracia nos
anime a dar pasos de seguimiento a Jesús: el hombre libre y liberador.
Para
discernir
¿Cuál es el fruto que da en mi vida la
opción por Cristo?
¿Cuál es la obra que me está diciendo a mí
si opto por Cristo o no?
¿Experimentamos que la verdad nos hace
libres?
¿Nos sentimos libres, o tenemos que
reconocer que hay cadenas que nos atan? ¿Nos hemos parado a pensar alguna vez
de qué somos esclavos?
Repitamos a
lo largo de este día
…Para que seamos libres nos ha liberado
Cristo…
Para la
lectura espiritual
…La libertad consiste precisamente en el poder de darse. La existencia humana, en su originalidad, es una oferta, un don, y la libertad se lleva a cabo en el encuentro con el Otro. La grandeza del hombre está dentro de nosotros [...] porque sólo el hombre puede tomar la iniciativa del don al que está llamado. Dios no puede violar la libertad porque es él mismo quien la suscita y la hace inviolable. Jesús, Dios, de rodillas ante sus apóstoles, es la tentativa suprema para avivar la fuente que debe brotar para la vida eterna.
En su muerte atroz, Jesús revela el precio
de nuestra libertad: la cruz. Lo cual quiere decir que nuestra libertad
a los ojos del Señor Jesús tiene un valor infinito. Muere para que la libertad nazca en el diálogo de amor que la llevará a plenitud. Nadie como Jesús ha tenido pasión por el hombre, nadie como él ha puesto al hombre tan alto, nadie como Jesús ha pagado el precio de la dignidad humana. Cristo introduce una nueva escala de valores. Esta transformación de valores se inaugura con el lavatorio de los pies, ¡y el mundo cristiano todavía no se ha dado cuenta! Jesús nos da una lección de grandeza, porque la grandeza ha cambiado de aspecto: no consiste en dominar, sino en servir…
a los ojos del Señor Jesús tiene un valor infinito. Muere para que la libertad nazca en el diálogo de amor que la llevará a plenitud. Nadie como Jesús ha tenido pasión por el hombre, nadie como él ha puesto al hombre tan alto, nadie como Jesús ha pagado el precio de la dignidad humana. Cristo introduce una nueva escala de valores. Esta transformación de valores se inaugura con el lavatorio de los pies, ¡y el mundo cristiano todavía no se ha dado cuenta! Jesús nos da una lección de grandeza, porque la grandeza ha cambiado de aspecto: no consiste en dominar, sino en servir…
M. Zundel, Estupor y pobreza, Padua
1990, 19s.
Para rezar
Jesús hombre libre
Nosotros tenemos tu secreto.
Podremos ser como tú.
Felices seremos si recibimos tu mensaje.
Es un mensaje en clave,
por eso el mundo no lo entiende.
Tampoco nosotros seremos comprendidos
si acertamos a cumplirlo en nuestras vidas.
Podremos llegar a entenderlo?
Tú nos aseguras que seremos libres
si las riquezas no nos atan,
si sabemos compartir con los demás,
si aguantamos las ofensas sin vengarnos,
si sentimos en nosotros las desgracias ajenas,
si buscamos la justicia
por encima de nuestros intereses,
si tratamos de comprender y perdonar,
si nuestra mirada y nuestro corazón son limpios,
si ponemos paz en nuestro interior y en derredor
nuestro,
si nos desprecian y persiguen por obrar rectamente,
si interpretan mal el bien que hemos hecho.
Jesús, es sencillo, pero nada fácil.
Por eso pedimos tu ayuda.
Lo que nosotros no podemos,
que tu Espíritu lo realice en nosotros,
para que cada día nos sintamos más libres
y nos vayamos pareciendo a Tí.
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