30 de septiembre de 2017


El Hijo del Hombre va a ser entregado

PRIMERA LECTURA 
Lectura de la profecía de Zacarías    2, 5-9. 14-15a

    Yo levanté los ojos, y tuve una visión: Había un hombre que tenía en la mano una cuerda de medir. Entonces le pregunté: « ¿A dónde vas?» El me respondió: «Voy a medir Jerusalén, para ver cuánto tiene de ancho y cuánto de largo.»
    Mientras el ángel que hablaba conmigo estaba allí, otro ángel le salió a su encuentro y le dijo: «Corre, habla a ese joven y dile: Jerusalén será una ciudad abierta por la gran cantidad de hombres y animales que habrá en ella. Yo seré para ella -oráculo del Señor- una muralla de fuego a su alrededor, y seré su Gloria en medio de ella.»
    Grita de júbilo y alégrate, hija de Sión: porque yo vengo a habitar en medio de ti -oráculo del Señor- . Aquel día, muchas naciones se unirán al Señor: ellas serán un pueblo para él y habitarán en medio de ti. 
Palabra de Dios.

SALMO    
Jer 31, 10. 11-12b. 13 (R.: 10d) 
R.    El Señor nos cuidará como un pastor a su rebaño.

    ¡Escuchen, naciones, la palabra del Señor,
    anúncienla en las costas más lejanas!
    Digan: «El que dispersó a Israel lo reunirá,
    y lo cuidará como un pastor a su rebaño.» R.

    Porque el Señor ha rescatado a Jacob,
    lo redimió de una mano más fuerte que él.
    Llegarán gritando de alegría a la altura de Sión,
    afluirán hacia los bienes del Señor. R.

    Entonces la joven danzará alegremente,
    los jóvenes y los viejos se regocijarán;
    yo cambiaré su duelo en alegría,
    los alegraré y los consolaré de su aflicción. R.

EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas    9, 43b-45

    Mientras todos se admiraban por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: «Escuchen bien esto que les digo: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.»
    Pero ellos no entendían estas palabras: su sentido les estaba velado de manera que no podían comprenderlas, y temían interrogar a Jesús acerca de esto. 
Palabra del Señor.

Para reflexionar

Ahora el que habla es el profeta Zacarías, contemporáneo también de Ageo y de los acontecimientos de la vuelta del destierro y la restauración de Jerusalén.
Nos presenta un gesto simbólico: una persona que quiere tomar, con una cuerda, las medidas de Jerusalén. Un ángel le dice que no, que no hace falta medir nada, porque Jerusalén va a ser ciudad abierta, llena de riqueza, y que Yahvé será su única muralla y defensa: “alégrate, hija de Sión, que yo vengo a habitar dentro de ti”. Es la vuelta a los tiempos de las buenas relaciones entre Yahvé y su pueblo.
La salvación de Dios no sólo alcanza al pueblo judío, sino que va a ser universal.
Este texto de Zacarías nos invita al optimismo y a la vez nos recuerda que la Iglesia ha de ser abierta, universal. Espacio de esperanza para todos.
***
Los discípulos «no comprendían» las palabras de Jesús, no porque éstas fueran oscuras o ininteligibles, sino porque su proceder no iba conforme a las ideas vigentes. No podían admitir que el camino del enviado de Dios tuviera que pasar necesariamente por la cruz. Ellos, igual que gran parte del pueblo, esperaban un Cristo triunfante que mediante un poder absoluto y arrollador realizara la liberación tan esperada. Las palabras de Jesús cuestionaban hondamente a los discípulos y había “algo” que les impedía comprender.
Ese “algo” eran las falsas expectativas mesiánicas que tenían y no coincidían con el obrar de Jesús. Esto lo llevó en el momento de la prueba a enfrentar su destino en absoluta soledad.
Ese “algo” era un mundano triunfalismo que los volvía ciegos ante la novedad definitiva de un Dios,que se abaja hasta las profundidades más absolutas de la vida de los hombres, para elevarlas hacia Dios. Esa ceguera les impedía ponerse del lado del hombre, que realmente los podía salvar.
Todavía hoy, el anuncio de la pasión de Jesús continúa provocándonos y desconcertándonos. Que el Autor de la Vida anuncie su entrega en manos de aquéllos por quienes ha venido a darlo todo es una clara provocación. Tal es así que los mercaderes de muchas seudo religiones siguen proclamando que “hay que parar de sufrir”. El cristiano no elige el sufrimiento por el sufrimiento mismo. Opta por la vida y ésta tiene sus límites; muchas veces dolorosos. El sufrimiento está ahí, aunque no lo llamemos. La verdad y la justicia se luchan y se paren y no hay parto sin dolor.
Aceptar el camino de la cruz de Jesús es dejarlo ser nuestro redentor, más aún, es dejarnos amar por Dios, y salir de nuestras cortas categorías y de la inmediatez y de éxito.
Cristo asumió libremente el dolor hasta la muerte, para que sea para nosotros, camino de encuentro con el Padre de toda vida y no castigo de Dios. Olvidamos una y otra vez, que Cristo vino a redimirnos del pecado, y no se redime lo que no se asume. Por eso cargó sobre sí todos nuestros sufrimientos y por sus llagas hemos sido curados. El camino de nuestra verdadera liberación pasa por dejarnos perdonar por un Dios que nos ama hasta el punto de morir por nosotros.
Una de las claves de la sabiduría cristiana que nos lleva a la verdadera libertad, es el reconocimiento de la grandeza y de la inmensidad del Amor de Dios, al mismo tiempo que admitimos nuestra pequeñez.

Para discernir

¿Acepto el camino del dolor?
¿Me desilusiona un Jesús que sufre?
¿Cómo vivo mis sufrimientos?

Repitamos a lo largo de este día

…Quiero seguirte Señor, quiero imitar tu entrega…

Para la lectura espiritual

«Al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres»
…”Los soldados romanos, después de flagelar a Jesús, coronarlo de espinas y revestirlo de un manto de burla, lo condujeron a Pilato. Este militar de corazón duro, aparentemente se sobrecogió al ver a este hombre desecho, roto. Lo presentó a la multitud, invitándola a la compasión, declarando: «Idou ho anthropos; Ecce homo» que nosotros traducimos habitualmente por: « ¡Ahí tenéis al hombre!» (Jn 19,5). Pero, en griego, quiere decir más exactamente: « ¡Ved, este es el hombre!» En boca de Pilato, estas palabras eran las de un cínico que quiere decir: «Nos gloriamos de ser hombres, pero ahora, miradle, este gusano de tierra, es el hombre! ¡Cuán menospreciable y pequeño es!». En estas cínicas palabras, el evangelista Juan, ha reconocido, sin embargo, unas palabras proféticas que ha transmitido a la cristiandad.
Sí, Pilato tiene razón al decir: «¡Ved, este es el hombre!». En él, en Jesucristo, podemos leer qué es el hombre, el proyecto de Dios, y cuál es el trato que le reservamos. Viendo a Jesús destrozado podemos ver cuán cruel, pequeño y mezquino puede llegar a ser el hombre. En él podemos leer la historia del odio del hombre y la historia del pecado. Pero en él, en su amor que sufre por nuestra culpa, podemos ver todavía mejor la respuesta de Dios: Sí, éste es el hombre que Dios ha amado hasta el polvo, que Dios ha amado hasta el punto de seguirle hasta el último sufrimiento de la muerte. Hasta en la máxima bajeza, sigue siendo el llamado de Dios, el hermano de Jesucristo, llamado a tomar parte en el amor eterno de Dios.
La pregunta «¿Qué es el hombre?» encuentra su respuesta en la imitación de Jesucristo. Poniendo nuestros pasos en los suyos, podemos aprender día tras día qué es el hombre en la paciencia del amor y del sufrimiento junto a Jesucristo, y así llegar a ser hombres. Así es que queremos levantar los ojos hacia aquel que Pilato y la Iglesia nos presentan. El hombre, es Él. Pidámosle que nos enseñe a llegar a ser verdaderamente unos hombres, a ser hombre”…
Cardenal Joseph Ratzinger [Papa Benedicto XVI]
Sermones de Cuaresma 1981, nº 3

Para rezar


Para los que ya murieron, sea Resurrección.
Los que no te conocen, un verdadero rescate.
Los que conociéndote no creen, un reto.
Los que creyendo no te buscan, una llamada.
Los que te buscan y no logran salir de sus errores, un regalo.
Los arrastrados por la maldad que no han podido encontrarte,
sea esperanza de purificación.
Sacerdotes y religiosas que están cerca de Ti,
sea camino de cristificación y su fin único.
Los que aceptando la salvación no saben como asumirla desde el alma,
sea la muestra de tu amor, fuente de sabiduría y paz.
Los autosuficientes que creen que no necesitan ser salvados,
sea la única verdad.
Los que no entienden ni valoran tu sacrificio redentor,
sea reconciliación profunda.
Los que sufren y se debaten en luchas sin sentido,
sea aliciente que reconforte.
Los que deseamos tu salvación y nuestro camino ha sido de
búsquedas y caídas, sea un pozo profundo de misericordia.
Los acusados, calumniados, incomprendidos, perseguidos,
desechados, sea tu justificación prometida.
Para culpables e inocentes,
sea la liberación que nos acerca a TI.
PARA TODOS,
SIGAS SIENDO PROMESA ETERNA DE PERDÓN Y VIDA
María Eugenia Ochoa Medina – MVP – Colombia

LECTIO DIVINA

El Hijo del hombre va a ser entregado.
Temían interrogar a Jesús acerca de esto

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     9, 43b-45

    Mientras todos se admiraban por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: «Escuchen bien esto que les digo: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.»
    Pero ellos no entendían estas palabras: su sentido les estaba velado de manera que no podían comprenderlas, y temían interrogar a Jesús acerca de esto.
Palabra del Señor.

1 LECTURA -  ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

Guías para la lectura:

El segundo anuncio de la pasión viene detrás del relato de la curación del niño epiléptico (Lc 9, 37-42); así, estas palabras suenan – si ello es posible – todavía más duras, difíciles de aceptar por parte de los discípulos, porque contrastan con el estupor generalizado que suscitan las acciones milagrosas de Jesús. “Escuchen bien esto que les digo”. Es preciso que los discípulos comprendan la identidad profunda de Jesús como Hijo del hombre, cuya misión se revelará precisamente a través del sufrimiento y del rechazo que le espera. Aquí se impone una aclaración exegética sobre el título de “Hijo del hombre”. Éste parece tomado del libro de Daniel, y se trata de una figura misteriosa que recibe el poder de Dios y lo ejerce en favor del hombre, al contrario que las bestias, que ejercen un poder que se han arrogado por sí mismas y quieren hacer reinar un orden bestial, inhumano. “Hijo del hombre” es, por consiguiente, un título contrario al de “hijo de la bestia” y no al de “Hijo de Dios”. Este último, en cambio, es el título pascual que expresa la relación de intimidad total entre el Padre y Jesús.
La predicción de la pasión anuncia el “ser entregado en manos de los hombres”, que, además de indicar el destino de Jesús, implica también una manifestación paradójica del rostro de Dios. Se trata de la llamada pasiva teológica alusiva al plan divino que se realiza en la “entrega” del Hijo. Dicho con otras palabras, Dios, en su voluntad inescrutable, deja a Jesús en manos de los impíos, pero esta dramática entrega se convertirá en fuente de salvación para la humanidad.
Lucas señala, a continuación, que los discípulos no comprendían, porque la perspectiva de la pasión de Jesús choca de manera radical con la lógica mundana.  Será preciso que la luz de la Pascua haga caer el velo de sus ojos (Lc 24, 16.31). El miedo a preguntarle (v 45) señala la permanencia de una cierta distancia como discípulos, la falta de una comunión plena con el Maestro. Éste sigue siendo fundamentalmente incomprendido por ellos.
Párrafos extraídos de “Lectio divina para cada día del año”
Editorial Verbo Divino – Páginas 387-388

MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

Preguntas para la meditación:

¿Por qué Jesús decide hacer esta declaración?
¿Por qué los discípulos no entendían estas palabras?
¿Por qué tenían miedo de preguntar a Jesús sobre esto?

ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, gracias por tu sacrificio a nuestro favor, entrega que conocías plenamente en tu peregrinar como Hijo del hombre. Ayúdame a entender plenamente su significado en mi vida.

CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono acerca de la confusión de los discípulos y de la importancia del Espíritu Santo para abrir el entendimiento.
Medito en la valentía y la entrega de Jesús y doy gracias por el Espíritu Santo que nos ha revelado su plan redentor para todos.

ACCIÓN -  ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

Preguntas para la acción:

¿Cómo voy a compartir la admiración de las obras de Jesús?
¿Cómo voy a compartir la entrega y sacrificio de Jesús?
¿Cómo voy a vivir conociendo la revelación plena de su misión?


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