15 de diciembre de 2017 – ADVIENTO – VIERNES DE LA II SEMANA
La sabiduría
se reconoce por las obras
Lectura del libro del profeta
Isaías 48, 17-19
Así habla el Señor, tu redentor, el Santo
de Israel:
Yo soy el Señor, tu Dios, el que te
instruye para tu provecho, el que te guía por el camino que debes seguir.
¡Si tú hubieras atendido a mis
mandamientos, tu prosperidad sería como un río y tu justicia, como las olas del
mar! Como la arena sería tu descendencia, como los granos de arena, el fruto de
tus entrañas; tu nombre no habría sido extirpado ni borrado de mi presencia.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 1, 1-2.
3. 4 y 6 (R.: cf. Jn 8, 12)
R. El que te sigue,
Señor, tendrá la luz de la Vida.
¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los
pecadores,
ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor
y la medita de día y de noche! R.
El es como un árbol
plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo,
y cuyas hojas nunca se marchitan:
todo lo que haga le saldrá bien. R.
No sucede así con los malvados:
ellos son como paja que se lleva el
viento.
Porque el Señor cuida el camino de los
justos,
pero el camino de los malvados termina
mal. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Mateo 11, 16-19
Jesús dijo a la multitud:
« ¿Con quién puedo comparar a esta
generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los
otros: “¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos
fúnebres, y no lloraron!”
Porque llegó Juan, que no come ni bebe, y
ustedes dicen: “¡Ha perdido la cabeza!” Llegó el Hijo del hombre, que come y
bebe, y dicen: “Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores.”
Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras.»
Palabra del Señor.
Para reflexionar
Todo pecado priva de la bendición de Dios.
El pueblo debía tener conciencia desde muy antiguo que Yahvé su Señor es quien
da los mandatos, quien traza el camino. Pero la realidad es que Israel no ha
escuchado y no ha sido fiel a los preceptos de su Señor.
El mayor pecado del pueblo no fue
quebrantar los mandamientos de Dios sino despreciarlos y considerarlos
inútiles. Intentar prescindir de Dios y de su voluntad para pretender vivir sin
otra ley que su propio capricho.
La realidad del destierro no es venganza
de Yahvé, es consecuencia de los desvíos de Israel. Cuando Israel se dejó
convencer por los caminos alternativos que le presentaban sus líderes, pensó
que sería grande, y lo único que encontró fue la ruina.
El destierro es para el pueblo una prueba
de Dios, para que conozca sus caminos, para que vea a dónde le lleva su
infidelidad. Por eso toda infidelidad exige el destierro, símbolo de la lejanía
de Dios.
En medio de todos los mensajes del profeta
encaminados a mantener la esperanza del pueblo nos encontramos hoy con un
mensaje que tiene un tinte de lamentación. Dios se presenta dolorido ante el
pueblo para hacerles comprender que los mandamientos no son un yugo impuesto
para oprimirlos, sino señales para que no se equivoquen en el camino que tienen
que seguir: de paz, de justicia y felicidad. A pesar de su infidelidad Israel
no está solo ni ha sido abandonado por su Dios, pues, la fidelidad de su Dios
es perpetua. Yahvé toma de nuevo la iniciativa.
***
En esta parábola, Jesús presenta a sus
contemporáneos como los “chicos malcriados y caprichosos” que necesitan que
todo sea como ellos decretan. Quien no responde a sus exigencias o no entra en
sus categorías es etiquetado y excluido.
Jesús lo explica con claridad aludiendo
primero a Juan el Bautista, que por su estilo austero de vida, es rechazado por
muchos por parecer demasiado exigente. Luego se presenta Jesús aparentemente
más humano: que come, bebe y es capaz de la amistad, la ternura y la compasión
y también lo rechazan diciendo que “es un comilón y un borracho”.
Jesús pretende mostrar que en el fondo, no
quieren cambiar. Se encuentran bien como están, y hay que desprestigiar al que
pretenda sacarlos de sus esquemas. Los fariseos no toleran de Jesús es que sea
“amigo de publicanos y pecadores», que haya hecho una clara opción preferencial
por los pobres y los débiles, los llamados pecadores, que han sido marginados
por la sociedad.
No se dan cuenta que los únicos
perjudicados con esta obstinación son ellos mismos, que son incapaces de vivir
la salvación con gozo y permitir que otros la vivan. Son, como dice el refrán,
como el perro del hortelano: “no comen ellos ni dejan comer al amo”. No se
dejan salvar ni dejan que los demás se salven.
Jesús muestra que en el reino de Dios se
vive y se juzga de otra manera, según otros criterios: acciones a favor de la
justicia, compromiso con el que vive al margen de la sociedad, solidaridad con
los pecadores y publicanos. Estas cosas distinguen a Jesús y a sus seguidores.
Esta es la novedad que del Evangelio.
Tenemos una increíble capacidad para
descubrir el mal donde no lo hay, para oscurecer el bien que se nos brinda y,
quizá lo que es peor, atribuir intenciones a quienes, tal vez, sólo buscan
regalarnos lo mejor de sí mismos.
Jesús los invita y también a nosotros,
dando primero el ejemplo, a deshacernos de preconceptos, a rever nuestro modo
de pensar y a orientarnos actuando según el principio del amor de Jesús.
Sólo a Dios pertenece el juzgar, “los
hechos darán razón a la Sabiduría de Dios”.
Vivir en la libertad del Evangelio de la
gracia, nos debe llenar de verdadera alegría; de modo que los demás puedan
reconocer más allá de sus inseguras seguridades, el fuerte paso del Dios que
viene, transforma y llena todo de gracia.
Para discernir
¿Experimento el límite que me ponen mis
prejuicios?
¿Actúo con los demás de acuerdo a lo que
simplemente me parece?
¿Puedo nivelar desde el evangelio?
Repitamos a lo largo de este día
…Mi dicha es seguirte Señor…
Para la lectura espiritual
Convertirse a las repetidas llamadas de Dios que viene
…No te enojes, Señor, no te acuerdes más
de nuestros pecados. He aquí que Sión, tu ciudad santa, Jerusalén, el lugar
donde reside tu santidad y tu gloria, ha sido devastada, allí donde
nuestros padres cantaron tus alabanzas. Cielos, derramad vuestra justicia, que
de las nubes venga la salvación (cf Is 64,8s; 45,8).
Hemos pecado y nos hemos hecho semejantes
a los paganos. Como hojas muertas hemos caído y nuestros pecados nos han
alejado de ti. Tú nos has escondido tu rostro y nos has destrozado a causa de
nuestros pecados. Cielos, derramad vuestra justicia, que de las nubes venga la
salvación (cf. Is 64,5ss).
¡Mira, Señor, el abatimiento de tu pueblo
y envíanos aquel que ha de venir! Envía al Cordero, el soberano del universo,
desde la roca del desierto hasta el monte de la Hija de Sión, que nos libere
del yugo de nuestros pecados. Cielos, derramad vuestra justicia, que de las
nubes venga la salvación (Ap 5,12; Sl 77,15; Is 9,3).
Consuélate, consuélate pueblo mío, porque
pronto vendrá tu Salvador y tu rey. ¿Por qué te dejas consumir por la tristeza?
¿Es porque tu dolor ha vuelto sobre ti? No temas, que yo te salvaré. Porque yo
soy tu Salvador, tu Señor y tu Dios, el Santo de Israel, tu pastor, tu
redentor. Cielos, derramad vuestra justicia, que de las nubes venga la
salvación (Is 40,1s)…
Liturgia latina – Himno de Adviento: Rorate caeli
Para rezar
Ven Señor Jesús
Ven Señor Jesús, dame tu palabra
para que rectifique mi modo de pensar
y lo haga más evangélico.
Ven Señor Jesús, dame tu humildad
para poder reconocer
que no soy mejor que los demás.
Ven Señor Jesús, dame tu sencillez
para no vea siempre en los otros
dobles intenciones.
Ven Señor Jesús, dame tu calidez
para que pueda alabar tu obra
en las obras de mis hermanos.
Ven Señor Jesús, dame tu fortaleza
para que mi inseguridad no me lleve
a descalificar a mis hermanos.
Ven Señor Jesús, dame tu silencio
para que pueda ser receptivo
de la palabra y de la vida de los demás.
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