20 de enero de
2018 – TO - Sábado de la segunda semana
¡Es un exaltado!
Lectura del segundo libro de
Samuel 1, 1-4. 11-12. 17. 19. 23-27
Después de la muerte de Saúl, David volvió
de derrotar a los amalecitas y permaneció dos días en Siquelag. Al tercer día,
llegó un hombre del campamento de Saúl, con la ropa hecha jirones y la cabeza
cubierta de polvo. Cuando se presentó ante David, cayó con el rostro en tierra
y se postró. « ¿De dónde vienes?», le preguntó David. El le respondió: «Me he
escapado del campamento de Israel.» David añadió: « ¿Qué ha sucedido? Cuéntame
todo.» Entonces él le dijo: «La tropa huyó del campo de batalla y muchos del
pueblo cayeron en el combate; también murieron Saúl y su hijo Jonatán.»
Entonces David rasgó sus vestiduras, y lo
mismo hicieron todos los hombres que estaban con él. Se lamentaron, lloraron y
ayunaron hasta el atardecer por Saúl, por su hijo Jonatán, por el pueblo del
Señor y por la casa de Israel, porque habían caído al filo de la espada.
David entonó este canto fúnebre por Saúl y
su hijo Jonatán: « ¡Tu esplendor ha sucumbido, Israel, en las alturas de tus
montañas! ¡Cómo han caído los héroes!
¡Saúl y Jonatán, amigos tan queridos,
inseparables en la vida y en la muerte! Eran más veloces que águilas, más fuertes
que leones.
Hijas de Israel, lloren por Saúl, el que
las vestía de púrpura y de joyas y les prendía alhajas de oro en los vestidos.
¡Cómo han caído los héroes en medio del
combate! ¡Han sucumbido Jonatán en lo alto de tus montañas! ¡Cuánto dolor siento
por ti, Jonatán, hermano mío muy querido! Tu amistad era para mí más
maravillosa que el amor de las mujeres.
¡Cómo han caído los héroes, cómo han
perecido las armas del combate!»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 79, 2-3.
5-7 (R.: 4b)
R. Que
brille tu rostro, Señor, y seremos salvados.
Escucha, Pastor de Israel,
Tú que guías a José como a un rebaño;
Tú que tienes el trono sobre los
querubines,
resplandece ante Efraím, Benjamín y
Manasés;
reafirma tu poder y ven a salvarnos. R.
Señor de los ejércitos, ¿Hasta cuándo
durará tu enojo,
a pesar de las súplicas de tu pueblo?
Les diste de comer un pan de lágrimas,
les hiciste beber lágrimas a raudales;
nos entregaste a las disputas de nuestros
vecinos,
y nuestros enemigos se burlan de nosotros.
R.
el Señor se sienta en su trono sagrado. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Marcos 3, 20-21
Jesús regresó a la casa, y de nuevo se
juntó tanta gente que ni siquiera podían comer. Cuando sus parientes se
enteraron, salieron para llevárselo, porque decían: «Es un exaltado.»
Palabra del Señor.
Para
reflexionar
·
Derrotado el ejército de Israel, Saúl,
emprende la huida. Cayeron muertos sus tres hijos y, por último, es descubierto
él mismo por los arqueros filisteos y malherido. Entonces, para no dejarles la
gloria de haberlo matado, se lanza él mismo sobre su espada o, según otra
tradición también recogida aquí, se hace matar por uno de los suyos.
·
Se acaba de anunciar a David que Saúl y su
hijo Jonatán, el amigo de David, han muerto en el combate, en los montes de
Gelboé. A pesar de todas las dificultades que le ha ocasionado, David está
profundamente conmovido por esta muerte.
·
Lejos de alegrarse por esto, desgarra sus
vestidos, y lo mismo hacen los hombres que están con él. Se lamentan, lloran y
ayunan hasta la noche por Saúl y por su hijo Jonatán.
·
David siempre había respetado al ungido de
Dios, al rey, aunque éste lo persiguiera. La muerte de Saúl supone la
desaparición del rival político y lo favorece. Deja de ser un perseguido y se
abre su camino para el trono.
·
A pesar de esto, David expresa
sentimientos sinceros que reflejan la nobleza de su corazón. David no sólo no
ha combatido con los filisteos contra Saúl, sino que inicia públicamente un
gran duelo por su muerte, y al saber que los habitantes de Yabés Galaad se han
arriesgado a cobrar los cadáveres de Saúl y sus hijos, profanados por los
filisteos, y los han sepultado con honor, les dirige un mensaje de elogio y de
bendición.
·
David, conjugando una vez más virtud y
política, declara crimen digno de muerte, matar al rey de Israel, que es lo que
él está a punto de ser.
·
La Biblia es un espejo de la humanidad
donde se reflejan todos los verdaderos sentimientos humanos. La nobleza del
corazón de un hombre se demuestra cuando no cambia; en situaciones de
adversidad, prosperidad o éxito.
***
·
Jesús entra en una casa, y allí acude la
muchedumbre. A menudo es acosado por la muchedumbre. Jesús no se puso en
contacto únicamente con personas individuales: son muchedumbres numerosas las
que lo rodean; sin embargo, irán disminuyendo a medida que sus exigencias sean
más precisas y más difíciles de admitir.
·
La gente, lo aplaude movida muchas veces
por interés. Los apóstoles lo siguen, pero no lo comprenden en profundidad. Los
enemigos, lo acechan continuamente y lo interpretan todo mal. Además de su
ritmo de trabajo, las afirmaciones tan sorprendentes que hace, perdonando
pecados y actuando contra instituciones tan sagradas como el sábado, causaban
estupor.
·
Era tan diferente esta vida de la que
había llevado durante los treinta años tranquilos en su pueblo, que sus
familiares oyendo y viendo esto, salieron para llevárselo, diciendo que estaba
fuera de sí. Se cumple lo que dice Juan en el prólogo de su evangelio: “Vino a
los suyos y los suyos no le recibieron”.
·
La locura era signo de posesión diabólica.
Calificar de loco a alguien ha sido siempre una buena forma de excluirlo,
anularlo y condenarlo. Con Jesús quisieron aplicar también esta táctica. Si sus
enemigos tuvieran éxito en ella, la figura de Jesús se derrumbaría por sí misma.
Por eso, ante el comentario callejero de la locura de Jesús, era natural que
reaccionara su familia, afectada por el problema.
·
Siempre sucede lo mismo. Lo posible para
los hombres no es siempre lo honesto para Dios. Lo políticamente correcto no
coincide en muchas ocasiones con lo éticamente justo. Un profeta dice a su
tiempo y contra su tiempo lo que Dios le manda decir, aunque no convenga
aparentemente a los hombres.
·
No es fácil ser profeta. Hay que estar muy
identificado con Jesús para serlo de verdad. Si nos esforzamos por
configurarnos con Cristo, nuestra presencia no resultará neutra para quienes
viven una opción por los valores lejanos al evangelio aunque existan vínculos
de parentesco, trabajo, etc.
·
Para muchos les resultará molesta una
vida arraigada y comprometida con el evangelio hasta las últimas consecuencias,
porque será un reclamo para muchas conciencias. La vida del cristiano
que ha optado, realmente es radical porque el amor es así de “totalizante”: “o
todo, o nada”. Y esto puede parecer una locura; locura como la de Jesús, que
para decirnos como nos ama Dios, derrama su sangre.
Para
discernir
·
¿Solemos
reconocer los valores que tienen los otros y alabarlos en público?
·
¿Cómo
reaccionamos cuando vemos personas que toman actitudes comprometidas, más
arriesgadas?
·
¿Consideramos
“poco razonables”, ciertas decisiones proféticas de hombres y mujeres de la
Iglesia de hoy?
Repitamos a
lo largo de este día
…Purifícame
Señor de las obras muertas…
Para la
lectura espiritual
Entregado a los
hombres y a su Padre, Cristo nos alimenta con la Palabra y con el Pan de vida
…”Tú, Dios mío, me eres testigo de que
ninguna cosa me puede consolar, ni criatura alguna dar descanso sino Tú, Dios
mío, a quien deseo contemplar eternamente. Mas esto no es posible mientras vivo
en carne mortal… Entre tanto tendré los libros santos para consolación y espejo
de la vida; y sobre todo esto, el cuerpo santísimo tuyo por singular remedio y
refugio.
Conozco que tengo necesidad de dos cosas,
sin las cuales no podría soportar esta vida miserable. Detenido en la cárcel de
este cuerpo, confieso serme necesarias dos cosas, que son mantenimiento y luz.
Dísteme, pues, como a enfermo tu sagrado cuerpo para alimento del alma y del
cuerpo, y además me comunicaste tu divina palabra para que sirviese de luz a
mis pasos (Sl 118, 105). Sin estas dos cosas yo no podría vivir bien; porque la
palabra de Dios es la luz de mi alma, y tu sacramento es el pan que le da vida.
Éstas se pueden llamar dos mesas colocadas
a uno y otro lado en el tesoro de la santa Iglesia. Una es la mesa del sagrado
altar, donde está el pan santificado, esto es, el precioso cuerpo de Cristo;
otra es la mesa de la Ley divina que contiene la doctrina sagrada, enseña la
verdadera fe, y nos conduce con seguridad hasta el lugar del descanso de Dios.
Gracias te doy, Creador y Redentor de los
hombres, de que, para manifestar a todo el mundo tu caridad, dispusiste una
gran cena, en la cual diste a comer, no el cordero figurativo, sino tu
santísimo Cuerpo y Sangre, alegrando a todos los fieles y embriagándolos con el
cáliz saludable de este sagrado banquete donde están todas las delicias del
paraíso”…
Imitación de
Jesucristo, tratado espiritual del siglo XV – Libro IV, c. 11
Para rezar
Señor Jesús,
enséñanos a ser generosos,
a servirte como Tú mereces,
a dar sin medida,
a combatir sin temor a las heridas,
a trabajar sin descanso,
sin esperar otra recompensa
que saber que hemos cumplido
tu santa voluntad.
enséñanos a ser generosos,
a servirte como Tú mereces,
a dar sin medida,
a combatir sin temor a las heridas,
a trabajar sin descanso,
sin esperar otra recompensa
que saber que hemos cumplido
tu santa voluntad.
San Ignacio de Loyola
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