7
de septiembre de 2019 – TO – SÁBADO DE LA XXII
SEMANA
¿Por qué hacen lo que no
está permitido en sábado?
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo
a
los cristianos de Colosas 1, 21-23
Hermanos:
Antes,
a causa de sus pensamientos y sus malas obras, ustedes eran extraños y enemigos
de Dios. Pero ahora, él los ha reconciliado en el cuerpo carnal de su Hijo,
entregándolo a la muerte, a fin de que ustedes pudieran presentarse delante de
él como una ofrenda santa, inmaculada e irreprochable. Para esto es necesario
que ustedes permanezcan firmes y bien fundados en la fe, sin apartarse de la
esperanza transmitida por la Buena Noticia que han oído y que fue predicada a
todas las criaturas que están bajo el cielo y de la cual yo mismo, Pablo, fui
constituido ministro.
Palabra
de Dios.
SALMO Sal
53, 3-4. 6 y 8
R. Dios
es mi ayuda.
Dios
mío, sálvame por tu Nombre,
defiéndeme
con tu poder. R.
Dios
mío, escucha mi súplica,
presta
atención a las palabras de mi boca. R.
Dios
es mi ayuda,
el
Señor es mi verdadero sostén.
Te
ofreceré un sacrificio voluntario,
daré
gracias a tu Nombre, porque es bueno. R.
EVANGELIO
Lectura
del santo Evangelio según san Lucas 6, 1-5
Un
sábado, en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos arrancaban
espigas y, frotándolas entre las manos, las comían.
Algunos
fariseos les dijeron: «¿Por qué ustedes hacen lo que no está permitido en
sábado?»
Jesús
les respondió: «¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando él y sus
compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y, tomando los panes
de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y dio de comer a
sus compañeros?»
Después
les dijo: «El Hijo del hombre es dueño del sábado.»
Palabra
del Señor.
Para reflexionar
San
Pablo saca consecuencias para la comunidad de este himno cristológico: gracias
a Cristo que murió en la cruz por todos, “han sido reconciliados con Dios” y
ahora son “un pueblo santo sin mancha y sin reproche”.
Pero
no basta empezar, queda algo por hacer: hay que permanecer cimentados y
estables en la fe; inamovibles en la esperanza.
Esta
es una invitación para actuar en la vida siendo coherentes con nuestra fe,
llevando a la práctica el evangelio, la Buena Noticia que nos ha traído Jesús y
que la Iglesia -Pablo y otros muchos después de él- predican en todo el mundo.
***
Los
discípulos tienen hambre, y al recoger algunas espigas infringen la ley. No era
un sábado cualquiera, sino el segundo sábado del primer mes que es una fecha
próxima a la siega, cuando la ley prohibía comer el grano de las primicias.
Además consideran esta acción equivalente a la siega, por lo tanto, los
discípulos también están violando el descanso sabático.
El
sábado había sido instituido en bien del hombre, para que pudiera descansar y
dedicarse con paz y alegría al culto divino. La interpretación de los fariseos,
había convertido este día en ocasión de angustia y preocupación, a causa de la
multitud de prescripciones y prohibiciones.
Jesús
no discute la legalidad de la acción, su respuesta sigue estando en la línea de
su predicación mesiánica. Si el Esposo está con ellos, el gesto de los
discípulos indica que el tiempo del mesianismo ya ha llegado, aboliendo todos
los ayunos y todas las estructuras antiguas destinadas a preparar su llegada.
Por
otro lado, al establecer la comparación con la actitud de David, que fue capaz
de tomar panes sagrados para satisfacer su hambre y la de las tropas que lo
acompañaban, deja en claro que las necesidades vitales de los hombres están por
encima de los preceptos de la ley.
Jesús
se declara Señor del sábado y en cuanto tal, tiene poder para establecer lo que
está permitido y lo que no: el día que hace la memoria de la acción creadora de
Dios en el mundo y, de manera especial, su gesta liberadora en el éxodo, la
cual llevó a su pueblo al reposo de la tierra. El día de la memoria de un Dios
que se ocupa del hombre. Jesús combate una interpretación formalista del
precepto del sábado que está en la mentalidad farisaica. Es así como entra aquí
el tema de la libertad frente a la ley.
La
actitud de Jesús en este pasaje hace de la encarnación algo distinto de una
teoría; la vida de los hombres es el lugar del encuentro con Dios y desde donde
nos habla.
Aceptar
la buena nueva de la salvación consiste en reconocer que Dios se ocupa de
nosotros y está con nosotros. Caminar junto con Jesús es vivir profundamente el
sentido del sábado todos los días.
Para discernir
¿Qué
lugar le doy a la ley y los preceptos?
¿Descubro
la ley como camino, o la experimento como meta en el camino de mi fe?
¿Vivo
el amor al prójimo como la ley fundamental que da sentido a todas las leyes y
preceptos?
Repitamos a lo largo de este día
Me
basta tu gracia
Para la lectura espiritual
Desviarse
del camino de la hipocresía y del mal
…”Existen
dos caminos de enseñanza y de acción: el de la luz y el de las tinieblas. La
lejanía es grande entre estos dos caminos… El camino de las tinieblas es
engañoso y tapizado de maldiciones. Es el camino de la muerte y del castigo
eterno. Todo lo que puede arruinar una vida tiene lugar en ella: idolatría,
arrogancia, orgullo de poder, hipocresía, doblez de corazón, adulterio, muerte,
robos, vanidad, desobediencia, fraude, malicia…, ambición, menosprecio de Dios.
Están comprometidos con él los que persiguen a la gente de bien, los enemigos
de la verdad…, aquellos que son indiferentes a la viuda y al huérfano…, sin
preocuparse del indigente, y agotan al oprimido…
Es
justo, pues, instruirse de todas las voluntades del Señor que están escritas, y
andar detrás de ellas. El que actúa de esta manera será glorificado en el Reino
de Dios. Pero cualquiera que escogiera el otro camino perecerá con sus obras.
Por eso hay una resurrección y una retribución. A vosotros, pues, os dirijo una
súplica: rodeaos de personas a quien poder hacer el bien; no faltéis a ello”…
Epístola
llamada de Bernabé 20
Para rezar
Padre
de los hombres,
Tú
ofreces las riquezas de tu Reino
a
los que tiene un corazón de pobre.
Al
darnos el Espíritu de tu Hijo,
nos
has hecho nacer a una vida nueva.
Dios
y Padre nuestro, que esta novedad
sea
la causa de nuestra esperanza,
y
tu benevolencia la fuente de nuestra paz.
Haz
que sepamos escuchar tu Palabra de gracia:
que
sea ella la fuente de nuestra unidad
y
la fuerza de tu pueblo,
nacido
de tu misericordia.
Dios
y Padre nuestro,
a
Ti nuestra alabanza,
por
tu Hijo, en el Espíritu.
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