NUESTRA PALABRA DE CADA DIA

15 de julio de 2011 - TO - VIERNES DE LA SEMANA 15 – Lectio Divina

El Hijo del hombre es dueño del sábado

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 12, 1-8 .

Jesús atravesaba unos sembrados y era un día sábado. Como sus discípulos sintieron hambre, comenzaron a arrancar y a comer las espigas.
Al ver esto, los fariseos le dijeron: «Mira que tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado».
Pero Él les respondió: «¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes?
¿Y no han leído también en la Ley, que los sacerdotes, en el Templo, violan el descanso del sábado, sin incurrir en falta?
Ahora bien, yo les digo que aquí hay alguien más grande que el Templo. Si hubieran comprendido lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios, no condenarían a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es dueño del sábado.» .
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Lo que los discípulos hicieron, arrancar espigas en campo ajeno cuando tuvieron hambre, era una práctica habitual. Es más, estaba previsto en la Ley: “Si pasas por los sembrados maduros de tu prójimo, podrás arrancar espigas con la mano, pero no aplicarás la hoz” (Dt. 23.26). De manera que la acción en sí, no podía ser censurada desde lo teológico-ritual ni desde los usos y costumbres.
Sin embargo, lo que provocó la inmediata reacción de los fariseos, fue que estaban realizando esto en día sábado. Por ello, en su interpretación fundamentalista y legalista de la Ley Mosaica, violaban la observancia del Día de reposo. Los fariseos, entonces cargan duramente contra Jesús como responsable intelectual del grave pecado: “Mira que tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado”.
Jesús decide rebatir primero la teología de sus “jueces”. Les presenta dos ejemplos bíblicos que tienen una exégesis simple.
Primero un ejemplo del mismísimo rey David: “¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes?”.
Cada día de reposo se cambiaba este pan por panes frescos. Los panes añejos los comían los sacerdotes (Ex. 25.30; 1 S. 21.6). La regla era que este pan “santo” era para “Aarón y sus hijos”, esto es, para el sacerdocio, y definitivamente no para cualquier persona (Lv. 24.9). Sin embargo, cuando Ahimelec ejercía sus funciones en los días del sumo sacerdote Abiatar (1 S.21.1-6; Mr.2.26) y comprendió que David y sus hombres tenían hambre, y se convenció que el hombre a quien Dios había ungido para ser rey de Israel (1 S. 16.12, 13) había emprendido una misión sagrada (1 S. 21.5), le dio el pan necesitado por este futuro rey y por su séquito. David, habiendo entrado en “la casa de Dios”, esto es en el tabernáculo en Nob (1 S. 21.1; 22.9) comió este pan. La aptitud de esta referencia histórica se ve mucho más claramente cuando se considera el hecho de que aquí se traza un paralelo entre David y sus seguidores por un lado y Jesús y sus discípulos por el otro. Aunque por supuesto, durante la antigua dispensación las leyes ceremoniales fueron instituidas para ser obedecidas, habría sido difícil probar que aun entones una ley superior – en este caso el principio de que la vida y la salud humanas deben ser preservadas (Ex. 20,13; Mt. 22.39b; 1 Co. 6.19) – no podría, bajo ciertas circunstancias, invalidar o por lo menos modificar una ordenanza de menor importancia. Con mayor razón había buenos motivos en el caso de Jesús y sus discípulos para poner de lado una regla acerca del día de reposo que era puramente rabínica, una observancia que estaba fundada en nada más sólido que una mala interpretación y una mala aplicación de la santa ley de Dios.
El segundo ejemplo es el siguiente: “¿Y no han leído también en la Ley, que los sacerdotes, en el Templo, violan el descanso del sábado, sin incurrir en falta?”. En el día de reposo los sacerdotes estaban muy ocupados (Lv. 24.8,9; Nm. 28.9,10; 1 Cr.9.32; 23:31; 2Cr.8.12-14; 23.4; 31.2-3), todo esto a pesar del mandamiento acerca del día de reposo que se encuentra en Ex. 20.8-11; Dt. 5.12-15. Lo que ocurre en tal caso es que una ley superior, que exige que se haga todo lo necesario para posibilitar que el pueblo rinda culto a Dios, modifica y restringe la interpretación demasiado literal de la regla acerca del reposo sabático. El problema de los fariseos cuando culpaban de alguna falta a Jesús y a sus discípulos era que no solamente ponían la tradición rabínica a un mismo nivel de la ley escrita de Dios, lo cual frecuentemente en la práctica equivalía a ponerla por sobre ella, sino que además de esto atribuían un valor casi absoluto a tradiciones específicas.
Luego Jesús hace una hermenéutica comparativa clara de las verdades fundamentales de las Escrituras: “Si hubieran comprendido lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios, no condenarían a los inocentes.”. Eso era precisamente el problema de los fariseos, carecían de misericordia. Por lo tanto, el hambre que acosaba a los discípulos de Jesús no pudo encender en los corazones de estos críticos sentimiento alguno de piedad. En cambio sí les movía a la condena fácil e inmisericorde.
Finalmente Jesús confronta a los fariseos con dos afirmaciones sorprendentes sobre su propia persona. “Ahora bien, yo les digo que aquí hay alguien más grande que el Templo” y “Porque el Hijo del hombre es dueño del sábado” ..
En la primera afirmación, si aún un templo terrenal, que sólo era un tipo, exigía la modificación del cuarto mandamiento, literalmente interpretado, ¿no tendría derecho su anti-tipo muy superior, a saber, Jesucristo, quien estaba dirigiéndose a los fariseos aquí y ahora, de hacer una demanda similar?
La segunda afirmación tiene como antecedente que si Jesús acababa de declarar inocentes a sus discípulos, sin duda ellos no tenían culpa con respecto a la acusación planteada en su contra por los fariseos, cosa que su Señor permitía. Ellos estaban reconociendo su señorío en vez del señorío de los fariseos y sus tradiciones que con frecuencia eran una necedad. Jesús toma para sí ese reconocimiento que le pertenece de manera única en su calidad filial de Hijo de Dios.

• Preguntas para la lectura:

 ¿Cuál es el valor que le da Jesús a las Escrituras en su debate con los fariseos?
 ¿Utiliza Jesús una hermenéutica literalista o contextual de la Biblia?
 ¿Por qué Jesús se pone como ejemplo en su argumentación?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Cuáles son mis prioridades en el cumplimiento de los mandatos de Dios?
 ¿Tengo una visión crítica y literalista de las Escrituras, especialmente hacia otros?
 ¿Qué significa hoy para mí la afirmación “Yo quiero misericordia y no sacrificios”?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, vos que sos el dueño del día de reposo y la llave hermenéutica para comprender las Escrituras, auxíliame diariamente a vivirla e interpretar el sentido profundo de ellas. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Trato de “introducirme” en el jugoso debate que se produce entre Jesús y los fariseos, tratando de discernir las verdaderas intenciones de éstos y las profundas verdades enseñadas por Jesús sobre la Biblia.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿De qué manera leeré el texto bíblico?
 ¿Miraré su aplicación a mi persona o me centraré en lo que otros hacen o dejan de hacer?
 ¿Cómo aplicaré de manera práctica la prioridad de los actos de misericordia?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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14 de julio de 2011 - TO - JUEVES DE LA SEMANA 15 – CICLO A

Soy paciente y humilde de corazón

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del profeta Isaías 26, 7-9. 12. 16-19

La senda del justo es recta, tú allanas el sendero del justo. Sí, en la senda trazada por tus juicios, esperamos en ti, Señor: tu Nombre y tu recuerdo son el deseo de nuestra alma.
Mi alma te desea por la noche, y mi espíritu te busca de madrugada, porque cuando tus juicios se ejercen sobre la tierra, los habitantes del mundo aprenden la justicia.
Señor, tú nos aseguras la paz, porque eres tú el que realiza por nosotros todo lo que nosotros hacemos. En medio de la angustia, Señor, acudimos a ti, clamamos en la opresión, cuando nos golpeaba tu castigo.
Como la mujer embarazada, que está por dar a luz, se retuerce y da gritos de dolor, así éramos nosotros delante de ti, Señor. Hemos concebido, nos hemos retorcido, y no dimos a luz más que viento. ¡No hemos traído la salvación a la tierra, no le nacieron habitantes al mundo!
Pero tus muertos revivirán, se levantarás sus cadáveres. ¡Despierten y griten de alegría los que yacen en el polvo! Porque tu rocío es un rocío de luz, y la tierra dará vida a las Sombras.
Palabra de Dios.

SALMO Sal 101, 13-14b y 15. 16-18. 19-21 (R.: 20b)
R. El Señor miró la tierra desde el cielo.

Tú, Señor, reinas para siempre,
y tu Nombre permanece eternamente.
Tú te levantarás, te compadecerás de Sión,
porque ya es hora de tenerle piedad,
tus servidores sienten amor por esas piedras
y se compadecen de esas ruinas. R.

Las naciones temerán tu Nombre, Señor,
y los reyes de la tierra se rendirán ante tu gloria:
cuando el Señor reedifique a Sión
y aparezca glorioso en medio de ella;
cuando acepte la oración del desvalido
y no desprecie su plegaria. R.

Quede esto escrito para el tiempo futuro
y un pueblo renovado alabe al Señor:
porque él se inclinó desde su alto Santuario
y miró a la tierra desde el cielo,
para escuchar el lamento de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R.

EVANGELIO
 Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 28-30

Jesús tomó la palabra y dijo:
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.
Palabra del Señor.

Para reflexionar

• Isaías pone en boca del pueblo como un salmo o una profecía hecha oración.
• En todo el fragmento la comunidad expresa su confianza en el Señor; se apena de la ceguera de los malvados delante del Dios que se muestra, recuerda los favores de Dios en el pasado; confiesa el pecado que le ha merecido el castigo; espera el restablecimiento final del pueblo.
• El pueblo se compara a una mujer, que cuando llega el momento del parto se retuerce y grita angustiada. Pero ahora, el pueblo tiene que reconocer que, después de tantos esfuerzos, confiando en sí mismos, no trajeron la salvación al país.
• Mientras los dolores de parto en una mujer, se compensan con la alegría del nacimiento de una nueva criatura, en Judá todos los sufrimientos aparecen vanos e inútiles.
• El pueblo de Israel irá pronto al destierro. Hubiera sido muy distinto si se hubieran mantenido fieles a la Alianza con Dios, pero fueron a la ruina porque buscaron sus propios caminos.
• El profeta, les enseña que el pecado es algo más que una simple acción contraria a la norma del bien establecida por Dios: es la ruptura de una relación íntima y personal con Dios. La salvación es la conversión del corazón en la fidelidad y en el amor. Convertirse es rehacer el camino y cambiar de orientación toda la manera de vivir.
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• El vértigo en el que vive el mundo es tan grande que muchas veces no tenemos ni el tiempo, ni el reflejo suficiente para asimilar estos cambios. La vida nos atrapa y el futuro que queremos manejar hace que hombres, mujeres y hasta los chicos de este tiempo vivan bajo una enorme presión.
• Cargados de exigencias, compromisos, planificaciones y objetivos nos agobiamos y nos cansamos de luchar sin ver, muchas veces, resultados convincentes. Pareciera que siempre nos falta algo para encontrarnos bien y por eso el sentimiento de depresión aumenta.
• En este contexto las palabras de Jesús se nos hacen, de un modo particular, íntimas, cercanas y consoladoras.
• Jesús nos ofrece su comprensión en medio del cansancio y de las ganas de encontrar donde reposar. El se ofrece como alternativa de vida y esperanza para los desanimados y decepcionados.
• Quizá hemos luchado infructuosamente para ser perfectos, porque en el fondo lo único que queremos, es sentirnos amados. Jesús nos invita a una actitud de sencillez y humildad. La humildad es “caminar siempre en la verdad” (Teresa de Jesús). Humildad que es transparencia y honestidad y que por ser verdad nos libera. Él responde a nuestra crisis de sentido, porque nos muestra que nuestra vida, vale no por lo que ha conseguido sino simplemente porque “es”.
• Nos duele y tortura no ser tan buenos como quisiéramos, por eso la propuesta de Jesús de aprender de ÉL, siguiendo su estilo de querer el bien para todos, con un corazón manso; nos dará paz aún en los momentos más difíciles que nos presenta la vida. Este es su yugo «liviano» con una carga «ligera». Vivir desde esta perspectiva, en un mundo que proclama lo contrario, se hace imposible si lo queremos hacer solos. Con Jesús todo es posible y fecundo.

Para discernir

• ¿Dónde ubico la valoración de mi vida?
• ¿Me siento decepcionado de mi mismo?
• ¿Cuál es la meta de la carrera de la vida en la que me encuentro?

Repitamos y vivamos hoy la Palabra:

…Tu yugo es suave y tu carga liviana…

Para la lectura espiritual

«Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré»
El Señor ama a los hombres, pero permite que sean probados. De esta manera pueden reconocer su impotencia y humillarse y, gracias a su humildad, recibir el Santo Espíritu. Y con el Santo Espíritu todo va bien, todo se llena de gozo... El humilde estará contento con todo lo que le pueda suceder, porque el Señor es su riqueza y su gozo; todos los hombres quedarán sorprendidos de la belleza de su alma.
Tú dices: «Mi vida está llena de sufrimientos». Pero yo te contestaré, o mejor dicho, será el mismo Señor el que te dirá: «Se humilde y verás como tus pruebas se cambian en descanso», hasta el punto que te sorprenderás de ti mismo y te dirás: « ¿Por qué en otro tiempo estaba yo tan atormentado y afligido?» Ahora eres feliz porque has llegado a ser humilde y has recibido la gracia divina; ahora, incluso cuando te encontrarás sola con tu pobreza, el gozo no te abandonará porque tienes en tu alma la paz que nos prometió el Señor cuando dijo: «Mi paz os doy» (Jn 14,27). Es de esta manera que el Señor da su paz a todas las almas humildes”…
San Silvano (1866-1938), monje ortodoxo - Escritos

Para rezar

La fuerza de la Vida
Creo en un Dios impotente,
débil y debilitado;
creo en un Dios que no puede;
que no triunfa. Derrotado.
Creo en un Dios ¡tan vecino!
que se vuelve un Dios-humano;
que su vida entre nosotros,
es muerte que le entregamos.
Ceo en un Dios sin poder,
hecho hombre y torturado;
y por coronas, ¡espinas!
y por respuesta, ¡insultado!
Creo en un Dios impotente,
un Dios de brazos atados;
un Dios distinto a los hombres,
poderosos, soberanos...
Creo en un Dios
que no sabe negar lo que ha declarado;
creo en un Dios impotente,
¡impotente de enamorado!
Creo en un Dios novedoso,
de novedad siempre a mano;
que genera a cada instante
lo que el amor va dictando.
Creo en un Dios generoso,
del amor crucificado;
creo en un Dios también pobre,
que tiene a los pobres al lado.
Creo en un Dios que no puede,
¡es el amor quien lo ha atado!
Creo en un Dios sin poder;
pobre... ¡Resucitado!
Anónimo

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13 de julio de 2011- TO – MIERCOLES DE LA SEMANA XV – Lectio Divina

Has ocultado estas cosas a los sabios y se las has revelado a los pequeños

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 11, 25-27

Jesús dijo:
Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido.
Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

En la Lectio de hoy, escuchemos a los Padres de la Iglesia:
“Jesús dice al padre . Es para mí, Padre, el Señor del cielo y tierra, Padre, de aquel por quien todo fue creado. Porque toda la creación se encierra en estos dos vocablos: cuando se dice cielo y tierra. Por eso el primer libro de la Escritura de Dios dice: ; y también: (Sal 120,2). Con el nombre de cielo se entiende todo lo que hay en el cielo, y con el nombre tierra se entiende todo lo que hay en ella; así, al nombrar estas dos partes de la creación, nada de ella se omite. Todo está en una u otra parte”. (AGUSTÍN)
“De este modo Jesús llama a los judíos, o porque tenían puesta su confianza en los oráculos de Dios, o porque eran malos y sabios en hacer el mal; pero a los apóstoles los llama . A los escribas y a los fariseos los llama , no porque tengan realmente la sabiduría, sino la que aparece como sabiduría a partir de la habilidad de las palabras; a los pescadores, que estaban libres de maldad, los llama . En el que se da a conocer a los sencillos, se manifiesta la gracia de Dios; por otra parte, si Cristo en persona hizo especialmente estas cosas, sin embargo, da gracias por ellos por las cosas que hizo del Padre, y manifiesta, al dar gracias por los bienes con los que hemos sido beneficiados, que la voluntad y el amor de ambos para con nosotros es uno”. (TEODORO DE HERACLEA)
“Y reveló estas cosas a los pequeños. ¿A qué pequeños? No a los que son pequeños en edad, sino a los que son pequeños respecto al pecado y la malicia. A éstos es a los que reveló cómo buscar los bienes del paraíso y las cosas futuras del reino de los cielos, porque así le agradó antes a Dios, puesto que (Mt.8, 11-12)”. (EPIFANIO EL LATINO)
“No dice por qué razón le ha parecido bien, sino únicamente da gracias al Padre porque así le ha parecido bien. De igual forma, tú nunca deberás discutir los designios de Dios – por qué realizó esas obras o por qué razón las realizó de esa manera – sino que, sea cual sea el modo en que quiso disponer una cosa, te ha de bastar darle gracias, simplemente por su misma condición de Dios. Porque Dios no hace nada sin razón y sin justicia. No te creó para su discusión, sino para su honra. Y no quiso que te erigieras en juez de sus acciones, sino en servidor de sus preceptos. Es propio del señor bueno proveer a sus siervos de todo lo que les aprovecha. Es propio del buen siervo, por su parte, trabajar fielmente y no discutir las acciones de su señor”. (ANÓNIMO)
“Para que nadie piense que Él tiene menos cosas que el Padre es por lo que dice que todo se lo ha entregado el Padre, que sólo el Padre lo conoce y que al Padre sólo lo conoce Él y aquel a quien Él desee revelárselo. Precisamente esta revelación nos enseña que la identidad de naturaleza de uno y de otro está en su conocimiento mutuo. De esta manera quien conoce al Hijo debe conocer también al Padre en el Hijo, porque todo se lo ha entregado el Padre. Y lo que se le ha entregado no es otra cosa que el Padre sea conocido en el Hijo y lo que sólo es conocido por el Hijo pertenece también al Padre. Por lo tanto, en ese secreto de su mutuo conocimiento se entiende que nada se ha manifestado en el Hijo que no sea cognoscible en el Padre”. (HILARIO DE POITIERS)
“Quien ve al Hijo, portador de la imagen del Padre, ve al Padre mismo. Ahora bien, esto debe conocerse desde una perspectiva digna de Dios. Puesto que había dicho: , para que no pareciese que Él era de distinto linaje e inferior al Padre, añadió esto con el fin de mostrar que su propia naturaleza es inefable e incomprensible, como la del Padre. En efecto, sólo la naturaleza divina de la Trinidad se conoce a sí misma; sólo el Padre conoce a su propio Hijo, el fruto de su misma naturaleza; sólo el vástago conoce a aquel de quien procede; sólo el Espíritu Santo conoce (1 Cor 2,10), esto es, los pensamientos del Padre y del Hijo”. (CIRILO DE ALEJANDRÍA).
“El Hijo aquí glorifica al Padre, quien ha previsto la trayectoria del verbo desde los judíos hasta los gentiles”. (ORIGENES)

• Preguntas para la lectura:

 ¿Por qué “estas cosas” resultaron ocultas para los “sabios y prudentes”?
 ¿Por qué fueron reveladas a los “pequeños”?
 ¿Cuál es el fundamento de la unión trinitaria Padre-Hijo”?

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Me considero sabio o prudente en el conocimiento de Dios?
 ¿Tengo un corazón y mente sencilla y “pequeña” para recibir la revelación de la palabra de Dios?
 ¿Cómo impacta mi relación con Dios la estrecha e incomparable filiación Padre-Hijo?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, dame la humildad y sencillez de reconocer mi pequeñez y así estar abierto a la revelación de tu palabra. Ayudame junto a Jesucristo a alabar al Padre por su divina voluntad. Amén.

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Reflexiono en la autoestimación y sobreestimación de los religiosos de la época de Jesús y como éstas fueron un velo para no conocer las verdades de Dios. Medito en la importancia de reconocer mi pequeñez como puerta para recibir la revelación del Padre y del Hijo.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo voy a buscar en mi interior si hay actitudes “sabias” o “sencillas”?
 ¿Cómo prepararé mi mente y corazón para recibir cada día la revelación de la palabra de Dios?
 ¿De qué manera entenderé los misterios de la santa voluntad de Dios?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/lecturas.htm y bajar la lectura.

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