18 de agosto de 2011

18 de agosto de 2011 – TO - JUEVES DE LA SEMANA XX – Lectio Divina

Invitan al banquete nupcial a todos los que encontréis

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 22, 1-14

Jesús se dirigió a los sumos sacerdotes y fariseos, diciendo esta parábola:
El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero estos se negaron a ir.
De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: "Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas." Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron.
Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad. Luego dijo a sus servidores: «El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él. Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren».
Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados.
Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. «Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?». El otro permaneció en silencio. Entonces el rey dijo a los guardias: «Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes».
Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos.
Palabra del Señor.

1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Guías para la lectura:

Jesús compara el Reino de los cielos con una fiesta, con un banquete de bodas; es el Reino de la alegría compartida. Es cierto que esta fiesta del Señor supone una experiencia personal, el encuentro con Cristo que “vive en mí” (Gal 2,20); pero esa identificación espiritual con Cristo nos lleva a identificarnos con su sueño, que es el de reinar en toda la humanidad.
Esta parábola se sitúa en el contexto del rechazo de los judíos, que eran invitados especiales y rechazaron la invitación, y por eso la invitación se abre a todos los pueblos. Y si recordamos Mt 21,28-32, vemos que también se aplica a los fariseos y sumos sacerdotes de la época de Jesús, que teniendo toda la riqueza de su religiosidad no supieron aceptar al Redentor, y en cambio lo aceparon los pecadores y las prostitutas.
Pero la parábola aporta un detalle importante. Si bien todos son invitados y recibidos, se espera que cada uno se adapte a la importancia del banquete y se prepare adecuadamente. Es necesario al menos colocarse un traje de boda. Leyendo el Nuevo Testamento sabemos que ese traje de bodas, la condición indispensable para entrar al Reino, es el amor al prójimo (Mt 25, 34-36; Gal 5,14; 1 Jn 2,9; 3,14). El que rechaza esta invitación al amor no tiene lugar en el banquete, porque el que tiene el corazón cerrado al hermano ni siquiera puede disfrutar de una fiesta comunitaria, simplemente no es su lugar, no tiene nada que hacer allí.
De hecho, casi todos los textos bíblicos que hablan de una vida después de la muerte, la describen de una manera comunitaria: una fiesta, un banquete, una multitud feliz. Por eso, tenemos que pensar en una eternidad comunitaria, y nuestra esperanza debería ser siempre comunitaria, no individual. Pero por eso mismo, ya que nuestra vida cristiana es un anticipo del cielo, también ahora deberíamos vivir nuestro encuentro con el Señor, la fiesta de su amistad, de una manera comunitaria. A su banquete, tanto ahora como en la eternidad, no puede entrar el que no ame a los hermanos. Allí no hay lugar para el que quiera aislarse del resto.
Texto extraído de “El Evangelio de cada día – Víctor Fernández – Editorial San Pablo. Página 240.

2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la meditación:

 ¿Qué prioridades cotidianas me inhiben de acercarme cada día a la fiesta de vida cristiana?
 ¿Qué tipo de invitado sería yo en la parábola?
 ¿Tengo puesto mi traje de amor en la vida?

3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

“Señor, te doy gracias porque me invitas a vivir mi camino cristiano como una fiesta comunitaria, y porque la vida eterna será esa fiesta en plenitud. Pero te pido la gracia de aprender a amar, para que mi corazón sea capaz de abrirse a un gozo tan grande”

4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Le doy vida a la escena narrada por Jesús en mi mente. Trato de mirar la actitud de los dos tipos de invitados y busco identificarme sinceramente con alguno de ellos. Reflexiono en la actitud festiva del amor y perdón del Señor en mi vida.

5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

• Preguntas para la acción:

 ¿Cómo “me vestiré” con las ropas del amor cristiano en este día?
 ¿De qué manera prepararé mi corazón para la fiesta espiritual de vivir hoy cerca de Cristo?
 ¿Con quién compartiré lo que recibí en la Lectio de hoy?

Aquellos que estén interesados en la palabra del día en forma completa para reflexionar, discernir, para la lectura espiritual y para rezar pueden acceder a dicho link http://www.arzbaires.org.ar/inicio/lecturas.html y bajar la lectura.

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