16 de octubre de 2012


16 de octubre de 2012 – TO – MARTES DE LA SEMANA XXVIII

 Sta. Margarita M. de Alacoque 

“Den como limosna lo que tienen y todo será puro” 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia    5, 1-6 

    Hermanos:
    Esta es la libertad que nos ha dado Cristo. Manténganse firmes para no caer de nuevo bajo el yugo de la esclavitud. Yo mismo, Pablo, les digo: si ustedes se hacen circuncidar, Cristo no les servirá de nada. Les vuelvo a insistir: todos los que se circuncidan, están obligados a observar íntegramente la Ley. Si ustedes buscan la justicia por medio de la Ley, han roto con Cristo y quedan fuera del dominio de la gracia.
    Porque a nosotros el Espíritu, nos hace esperar por la fe los bienes de la justicia. En efecto, en Cristo Jesús, ya no cuenta la circuncisión ni la incircuncisión, sino la fe que obra por medio del amor. 
Palabra de Dios. 

SALMO    Sal 118, 41. 43. 44. 45. 47. 48 (R.: 41a) 
R.    Que llegue hasta mí tu misericordia, Señor.

    Que llegue hasta mí tu misericordia, Señor,
    y tu salvación conforme a tu promesa. R.

    No quites de mi boca la palabra verdadera,
    porque puse mi esperanza en tus juicios. R.

    Yo cumpliré fielmente tu ley:
    lo haré siempre, eternamente. R.

    Y caminaré por un camino espacioso,
    porque busco tus preceptos. R.

    Me deleitaré en tus mandamientos,
    que yo amo tanto. R.

    Elevaré mis manos hacia tus mandamientos
    y meditaré en tus preceptos. R. 

EVANGELIO 
    + Lectura del santo Evangelio según san Lucas    11, 37-41 

    Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer.
    Pero el Señor le dijo: «¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia. ¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro.» 
Palabra del Señor. 

ü Para reflexionar

       La distinción entre pureza e impureza permitía diferenciar a los judíos de los gentiles, a los ‘justos’ de los pecadores y a los buenos de los malos. Sin embargo, esta distinción no se inspiraba en criterios éticos, sino en prescripciones de pureza ritual y, sobre todo, en costumbres de higiene.
       Siendo esto así, se producía un desequilibrio entre las exigencias morales y las costumbres culturales, ya que se daba más valor a cosas puramente funcionales, y se perdían de vista las exigencias sociales de la Ley.
       Jesús hace un llamado a sus opositores para que no conviertan un formalismo ritual en un criterio para discriminar a las demás personas por su condición social, racial, cultural, económica o religiosa.
       De hecho, las personas pobres que trabajaban en el pastoreo o en la agricultura tenían poca o ninguna posibilidad de cumplir estas normas de higiene y, por una razón ajena a su voluntad, se veían discriminados de la vida religiosa comunitaria.
       En la actualidad enfrentamos problemas semejantes, porque en nuestra cultura las diferencias de clase social, las carencias económicas y la diversidad de raza son causa frecuente de segregación y discriminación. ¿Se compromete activamente nuestra comunidad cristiana en la superación de estos problemas? 
+++ 
       Los judaizantes incitaban a los cristianos a volver la práctica de la circuncisión que en la ley de Moisés era obligatoria. Esto era como un símbolo de la vuelta a lo antiguo. Volver a dar importancia a esta norma, que los cristianos prácticamente habían dejado aparte, era el signo de que también se estaba queriendo volver a toda la ley antigua.
       Para Pablo, vivir con la libertad de los hijos de Dios, es dejarse mover por el Espíritu de Cristo, y no por un legalismo exagerado, que se fiaba más de los méritos que de la gracia de Dios y, que el mismo Jesús ya había criticado en los fariseos.
       Ahora es de capital importancia para la identidad del cristiano poner la confianza, no en la observancia de las leyes, sino en la fe en Cristo,
en la práctica del amor y en la esperanza de su Espíritu. La salvación no se halla en la fiel observancia de los mandamientos, sino en el amor gratuito y salvador de Dios.
       Dios no salva al hombre por sus méritos, sino por puro amor al cual nos adherimos por la fe, la esperanza y la caridad. En Cristo, ni la circuncisión, ni la incircuncisión tienen valor: lo que cuenta es la fe que actúa por la caridad
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       Continúa el viaje de Jesús, camino de Jerusalén. Lucas sitúa en este contexto una serie de recomendaciones y episodios. Durante tres días escucharemos sus duras invectivas contra los fariseos. La preocupación farisea por la pureza legal, dividía a la humanidad en “puros” e “impuros”, en judíos y no-judíos, desfigurando el verdadero Rostro de Dios.
       Jesús confronta al fariseo y a los presentes y los llama a revisar su actitud de vida. Muchos de ellos empleaban la pureza ritual para encubrir los robos, las injusticias y las malas intenciones que cometían diariamente. El pueblo acudía a ellos buscando un juicio justo, la defensa de sus derechos, pero a ellos sólo les interesaba sacar beneficio económico de su servicio.
       Jesús denuncia, especialmente en los fariseos, una concepción de la vida que apaga la Palabra y le impide alcanzar a los hombres. Jesús cuestiona estas prácticas y muestra
cómo son continuadores de una mala tradición que no reconoce el valor del ser humano. La ley por la ley esclaviza, mata, aleja cada vez más la probabilidad de la acción de Dios en nuestros corazones. Lo que verdaderamente mancha, es la maldad interior, que convierte al hombre y a la mujer en injustos respecto de los otros.
       La práctica cristiana consiste en el mandamiento del amor. El amor es el que hace el corazón puro, no las prácticas rituales vacías de contenido. La pureza interior es el resultado del amor a los demás.
       Aparece una nueva ley, que no es una ley preceptual que achica la vida y la somete, sino la novedad de la verdadera la libertad. Jesús habla de la limosna, considerada por los judíos como una de las obras más excelentes, pero insiste, en la necesidad de un cambio interior y sincero, que sin descuidar las normas de vida comunitaria o cultural, supere el cumplimiento del dar dinero en atención a la prescripción legal, y permita la realización de una sociedad más justa y equilibrada. No alcanza que entreguemos ofrendas en el templo o alguna limosna, si no sentimos en carne propia, el dolor del que sufre la miseria, y descuidamos la práctica de la misericordia y del amor solidario

ü Para discernir 
       ¿Qué concepto tengo de pureza?
       ¿Qué relación encuentro entre pureza y caridad?
       ¿Qué lugar ocupa la limosna en mi camino de fe?

ü Repitamos y vivamos hoy la Palabra

…Tu Palabra Señor es mi alegría…

ü Para la lectura espiritual

«El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro?»
…”«Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato». Como veis, nuestros cuerpos son llamados aquí con los nombres de objetos de tierra y frágiles, que una simple caída puede romper. Y los íntimos sentimientos del alma son llamados por expresiones y gestos del cuerpo, tal como lo que encierra el interior de una copa se deja ver por fuera. .. Ved, pues, que no es el exterior de una copa o de un plato lo que nos ensucia el interior.
Como buen maestro, Jesús os ha enseñado cómo limpiar las manchas de nuestro cuerpo, diciendo: Más bien dad como limosna lo que tenéis y todo le demás será puro en vosotros». ¡Veis bien cuántos remedios hay! La misericordia nos purifica. La palabra de Dios también nos purifica, tal como está escrito: «Vosotros estáis ya limpios gracias a la palabra que os he anunciado» (Jn 15,3)
Es el punto de partida de un buen pasaje: el Señor nos invita a buscar la simplicidad y condena el estar ligado a lo que es superfluo y ramplón. Los fariseos, a causa de su fragilidad, son comparados, y no sin razón, a la copa y al plato: observan escrupulosamente puntos que no tienen ninguna utilidad para nosotros, y olvidan aquello donde se encuentra el fruto de nuestra esperanza. Cometen, pues, una gran falta, despreciando lo mejor. Y sin embargo, también a esta falta se le ha prometido el perdón si viene detrás de la misericordia y la limosna”…
San Ambrosio (hacia 340-397), obispo de Milán y doctor de la Iglesia
Comentario al evangelio de Lucas, 7, 100-102

ü Para rezar

Oración para la acción 
Señor, danos la sabiduría
que juzga desde arriba y ve a lo lejos
danos el Espíritu que omite
lo insignificante en favor de lo esencial.
Enséñanos a serenarnos
frente a la lucha y a los obstáculos
y a proseguir en la fe, sin agitación
el camino por tí trazado.
Danos una actividad serena
que abarque con una visión
unitaria, la totalidad.
Ayúdanos a aceptar la crítica
y la contradicción
Haz que sepamos evitar
el desorden y la dispersión.
Que amemos todas las cosas
juntamente contigo
Oh Dios, fuente de ser,
únenos a Ti y a todo lo que te converge
hacia la alegría y la eternidad
. Amén. 
                                                   Padre Ignacio Larrañaga

LECTIO DIVINA
 
Den limosna, y todo será puro

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     11, 37-41

Cuando terminó de hablar, un fariseo lo invitó a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer.
Pero el Señor le dijo: «¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia. ¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro.»
Palabra del Señor.

1.     LECTURA -  ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

·       Guías para la lectura:

Jesús denuncia a los que se preocupan por la apariencia exterior y descuidan la rectitud interior, como les sucedía a algunos fariseos de su tiempo, que observaban con rigurosidad las purificaciones para no contraer ninguna impureza, pero no guardaban la pureza del corazón (Sal 24,4).
De esta forma, por preocuparse por cosas menos importantes, descuidaban gravemente cosas fundamentales como la justicia y el amor. Sin la pureza interior, la exterior es falsa, porque la verdadera impureza, la que realmente mancha al ser humano, es la rapiña y la avaricia, el descuido de la justicia y del amor de Dios, el orgullo y la vanagloria.
Es siempre imprescindible discernir qué llevamos de “hipócrita” en nuestra vida. La búsqueda y práctica con rectitud de conciencia de la justicia y del amor a Dios nos permiten caminar en lo esencial de la vida cristiana, sin perdernos en preocupaciones inútiles, en planes que no tienen ningún futuro en el Reino de Dios, porque son sólo nuestros y no de Dios.

2.     MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

·       Preguntas para la meditación:

Ø      ¿Teniendo a Jesús de comensal, en qué se fijaba el fariseo?
Ø      ¿Por qué Jesús tilda de insensatos a los fariseos?
Ø      ¿Qué tiene que ver el dar con la limpieza interior?

3.     ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, líbrame de la hipocresía religiosa que es insensatez. Que mi vida cristiana esté cimentada en la pureza interior que se vea a través de mis obras de amor.

4.     CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Me pregunto introspectivamente cuántas veces y en qué ocasiones he preferido “purificar la copa exterior” en detrimento de la limpieza interior.

5.     ACCIÓN -  ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

·       Preguntas para la acción:

Ø     ¿Paso más tiempo atento a mi imagen religiosa exterior que a mi pureza espiritual interior?
Ø     ¿Considero los gestos de amor y generosidad “limpiadores” de mi vida cristiana?
Ø     ¿Busco el reconocimiento de las personas o del Señor?

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