5 de octubre de 2012 – TO – VIERNES DE LA SEMANA XXVI
Santa
María Faustina Kowalska
“El que los escucha a ustedes, me escucha a mí; el que los rechaza a
ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza, rechaza a aquel que me envió.”
Lectura del libro de Job 38, 1. 12-21; 40, 3-5
El Señor respondió a Job desde la
tempestad, diciendo:
« ¿Has mandado una vez en tu vida a
la mañana, le has indicado su puesto a la aurora, para que tome a la tierra por
los bordes y sean sacudidos de ella los malvados? Ella adquiere forma como la
arcilla bajo el sello y se tiñe lo mismo que un vestido: entonces, a los
malvados se los priva de su luz y se quiebra el brazo que se alzaba.
¿Has penetrado hasta las fuentes del
mar y has caminado por el fondo del océano? ¿Se te han abierto las Puertas de
la Muerte y has visto las Puertas de la Sombra ? ¿Abarcas con tu inteligencia la extensión
de la tierra?
Indícalo, si es que sabes todo esto.
¿Por dónde se va adonde habita la luz y dónde está la morada de las tinieblas,
para que puedas guiarla hasta su dominio y mostrarle el camino de su casa?
¡Seguro que lo sabes, porque ya habías nacido y es muy grande el número de tus
días!
Y Job respondió al Señor: ¡Soy tan
poca cosa! ¿Qué puedo responderte? Me taparé la boca con la mano. Hablé una
vez, y no lo voy a repetir; hay una segunda vez, y ya no insistiré.»
Palabra
de Dios.
SALMO Sal 138, 1-3. 7-8. 9-10. 13-14b (R.: 24b)
R. Señor, llévame por el camino eterno.
Señor, tú me sondeas y me conoces,
tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
te das cuenta si camino o si
descanso,
y todos mis pasos te son
familiares. R.
¿A dónde iré para estar lejos de tu
espíritu?
¿A dónde huiré de tu presencia?
Si subo al cielo, allí estás tú;
si me tiendo en el Abismo, estás
presente. R.
Si tomara las alas de la aurora
y fuera a habitar en los confines
del mar,
también allí me llevaría tu mano
y me sostendría tu derecha. R.
Tú creaste mis entrañas,
me plasmaste en el seno de mi madre:
te doy gracias porque fui formado
de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus
obras! R.
EVANGELIO
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 13-16
¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti,
Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros
realizados entre ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose
cilicio y sentándose sobre ceniza. Por eso Tiro y Sidón, en el día del Juicio,
serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.
Y tú, Cafarnaún, ¿acaso crees que
serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno.
El que los escucha a ustedes, me
escucha a mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me
rechaza, rechaza a aquel que me envió.
Palabra
del Señor.
ü Para reflexionar
- Lucas
es el único evangelista que nos presenta dos grupos de enviados por Jesús.
El primero, constituido por los Doce y el segundo, que hoy leemos, por
setenta y dos.
- Los
Doce representan al Israel institucional en su proceso de convertirse en
un nuevo Israel, por eso se concentran en las terapias o sanaciones del
pueblo, que se encontraba maltrecho por el legalismo judío y por la
violencia romana.
- La
misión de los setenta y dos representa al conjunto de la comunidad
cristiana, que asume el rol profético de los setenta y dos líderes de Israel
que acompañaban a Moisés (Cf. Nm 11, 24-30).
- Jesús
les advierte sobre la posibilidad de que esta misión, emprendida por todas
las personas que lideran la comunidad, pueda no ser bien recibida y que la
misión de paz que se les ha encomendado pueda originar incomprensiones y
conflictos.
- El
evangelio nos invita a reconocer que, si bien la misión cristiana se
identifica plenamente con la paz, fruto del amor universal y de la
justicia, sin embargo, la respuesta puede ser negativa, debido
principalmente a la mentalidad legalista y a la legitimación de la
violencia institucional. ¿Qué estrategias de persuasión debemos idear para
promover los valores del evangelio?
+++
- Después del silencio
de Dios, ahora escuchamos su respuesta a Job y a sus amigos que habla
desde la tormenta, subrayando la grandeza de su poder.
- Dios toma la palabra no para condenar a Job como le sugerían
sus amigos, sino para
aprobarlo.
- No es una respuesta
racional al interrogante, sino
la constatación que Dios lo sabe todo, que
son impenetrables sus designios y que el hombre es infinitamente «pequeño»
ante el universo y ante Dios y que nos deberíamos fiar de Él,
que conoce los secretos del cosmos, de la vida y de la muerte.
- Dios es enigmático y
desconcertante, no es un Dios matemático, claro y comparable
a lo que conoce el hombre; su conducta
no es reducible a fórmulas. Si los sabios tuviesen razón,
Dios estaría en el mismo nivel que el hombre. Por eso ataca Job la
sentencia de los sabios diciendo que Dios está por encima de ellos.
- Por eso Job adopta una actitud de humilde aceptación.
Se queda sin habla y decide
callar. El silencio como respuesta sabia, sin
pretender dar respuesta a lo que se sabe que no la tiene.
- Job ha invitado a Dios
a discutir con él, pero Dios no puede aceptar el desafío y reduce a la
nada la exigencia de Job, tan pronto como comienza a hablar. Job
comprende que se sobrepasó en su pretensión y no
volverá a discutir con Dios.
+++
- Jesús
y los suyos
tenían ya experiencia
de fracaso en su trabajo evangelizador. Acababan de dejar
Galilea, de donde conservaban algunos recuerdos amargos. En su paso por
Samaria no los habían querido hospedar y en Jerusalén les esperaban cosas
aún peores.
- El
Evangelio de hoy narra las tres lamentaciones de Jesús contra
tres ciudades galileas: Betsaida,
Corazaín y Cafarnaún. La decepción es mayor por Cafarnaúm,
ciudad que Jesús había hecho centro de su predicación. Ha constatado con
dolor que en los lugares donde podía esperar una buena aceptación de su
mensaje, es donde encuentra más obstinación y dureza de corazón. Por el
contrario, en las ciudades de Tiro y de Sidón, donde no esperaba nada ha encontrado
mejor disposición para aceptar el mensaje.
- Jesús
culmina su lamento poniendo de manifiesto la íntima
relación entre él y su Padre que lo ha enviado y anuncia que, al final,
habrá un juicio duro para los que no han sabido
acoger al enviado de Dios.
- También
hoy encontraríamos esta lamentación ante muchas de nuestras actitudes. Frecuentemente por
haber recibido y aceptado el anuncio nos colocamos en una posición
de superioridad que nos hace creer que ya lo sabemos todo, que
no hay nada nuevo que podamos cambiar. Nos armamos de una falsa
seguridad que nos aísla del llamado incesante que hay en la
vida al cambio y al crecimiento. Nos cerramos en una fe estática que anula
nuestra capacidad de cambio, de ajuste de nuestro modo de ver, sentir,
pensar.
- Otras
veces aceptamos parcialmente el mensaje tratando de acomodarlo a nuestras conveniencias
y negando aquello que nos resulta arduo o enfrentado a nuestros intereses.
No se trata muchas veces de un rechazo explícito y verbal pero sí
es el rechazo
práctico de mutilar o hacer caso omiso de los aspectos mas
comprometedores y de mayor exigencia del evangelio.
- Lo
mismo sucede en el plano institucional. Nos apegamos a costumbres, tradiciones, mandatos y dogmatismos
cerrándonos a la acción siempre novedosa del espíritu, empobreciendo cada
vez más las posibilidades de enriquecimiento del mensaje. Nos
creemos poseedores de una verdad dada,
fuera de la cual nadie tiene nada que decir, nada que aportar. Nos
conformamos con repetir sin
llegar a la raíz de la vida para dejarnos transformar y
transformar desde ahí con la novedad que Jesús trae.
- Las
palabras finales de este Evangelio son una llamada a la conversión y traen
esperanza. Escuchemos la voz de Jesús para que el amor supere
progresivamente el egoísmo arraigado en nuestra vida y en nuestras
estructuras. La conversión es un trabajo siempre inacabado y
es el camino
por el cual Dios nos recreará y recreará su Iglesia.
ü Para discernir
- ¿Qué frutos de conversión
da en mí el anuncio del evangelio?
- ¿Me acostumbré a la
Palabra de Jesús?
- ¿Vivo en espíritu de
conversión constante?
ü Repitamos y vivamos hoy la
Palabra
…Quiero
escucharte Señor…
ü Para la lectura espiritual
«Quien a vosotros os escucha, a
mí me escucha; quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza»
…“Como el aliento del hombre pasa por la
cabeza para descender a los miembros y vivificarlos, también el Espíritu Santo
viene a los cristianos a través de Cristo. La cabeza es Cristo, el miembro es
el cristiano. Hay una cabeza y muchos miembros, un solo cuerpo formado por la
cabeza y los miembros, y en este solo cuerpo un único Espíritu que está en
plenitud en la cabeza y en participación en los miembros. Si, pues, no hay más
que un cuerpo, tampoco hay más que un solo Espíritu. Quien no está en el cuerpo
no puede ser vivificado por el Espíritu, según la palabra de la Escritura:
«Quien no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo» (Rm 8, 9), porque quien
no tiene el Espíritu de Cristo no es miembro de Cristo.
Nada de lo que forma parte del cuerpo está
muerto; nada de lo que está separado del cuerpo, está vivo. Nosotros llegamos a
ser miembros por la fe, somos vivificados por el amor. Por la fe recibimos la
unidad, por la caridad recibimos la vida. El sacramento del bautismo nos une,
el Cuerpo y la Sangre de Cristo nos vivifican. Por el bautismo llegamos a ser
miembros del cuerpo, por el Cuerpo de Cristo participamos en su vida”...
Hugo de San Víctor (?- 1141), canónigo regular,
teólogo –
Tratado de los sacramentos de la fe cristiana, II,
1-2; PL 176, 415
ü Para rezar
Oración de amor y amistad
Señor:
Qué hermoso es tener un corazón
con capacidad para amar y perdonar,
para ayudar y comprender,
para creer y confiar.
Pero qué difícil me resulta practicarlo,
hacerlo vida en mis actos de cada día.
Mis fuerzas son muy limitadas
y son más las horas bajas que las buenas.
Tú siempre estás ahí, esperándome,
creyendo en mí, confiando en mí.
Que una caída de hoy sea un peldaño
que me acerque más a ti y a mis hermanos;
que cada día tenga el coraje
de volver a empezar en el camino del amor.
Que al cerrar cada noche,
pueda refugiarme en tu regazo
de padre compresivo y amoroso.
Dame la valentía de saber unir
mi mano a otros hombres, mis hermanos,
para hacer crecer entre todos
el arco iris del amor y de la amistad.
Qué hermoso es tener un corazón
con capacidad para amar y perdonar,
para ayudar y comprender,
para creer y confiar.
Pero qué difícil me resulta practicarlo,
hacerlo vida en mis actos de cada día.
Mis fuerzas son muy limitadas
y son más las horas bajas que las buenas.
Tú siempre estás ahí, esperándome,
creyendo en mí, confiando en mí.
Que una caída de hoy sea un peldaño
que me acerque más a ti y a mis hermanos;
que cada día tenga el coraje
de volver a empezar en el camino del amor.
Que al cerrar cada noche,
pueda refugiarme en tu regazo
de padre compresivo y amoroso.
Dame la valentía de saber unir
mi mano a otros hombres, mis hermanos,
para hacer crecer entre todos
el arco iris del amor y de la amistad.
Lidia María de Jesús
LECTIO DIVINA
El que me rechaza, rechaza a Aquel
que me envió
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san
Lucas 10, 13-16
¡Ay de ti, Corozaín!
¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los
milagros realizados entre ustedes, hace tiempo que se habrían convertido,
poniéndose cilicio y sentándose sobre ceniza. Por eso Tiro y Sidón, en el día
del Juicio, serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.
Y tú, Cafarnaún,
¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el
infierno.
El que los escucha a
ustedes, me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el
que me rechaza, rechaza a aquel que me envió.
Palabra del Señor.
1.
LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Guías para la lectura:
En Mateo Jesús pronuncia profecías de desventuras
sobre las ciudades de Galilea, al margen de un contexto inmediatamente
pertinente (11, 20-24), aunque tales profecías expresan en general su reacción
a la falta de una respuesta positiva por parte del pueblo a la Buena Nueva del
reino, a pesar de los signos de que había sido testigo.
En Lucas, las profecías forman parte de la
denuncia de las ciudades que no acogieron a los setenta en su misión. No es
posible saber con certeza cuál fue el contexto original de las profecías. En
Lucas interrumpen la línea de pensamientos que se pueden leer 10, 12 y 10,16.
El nombre Betsaida citado en el texto, se
encuentra también en Jn 1,44 y 12, 21 como patria de Pedro, Andrés y Felipe. Es
un dato histórico que Herodes Filipo fundó Betsaida-Julia en su territorio, al
noreste del lago y dio a la nueva ciudad el nombre de la hija del César. Sin
embargo, parece más probable que la Betsaida evangélica estuviera situada en la
orilla oeste del lago, donde arribaron los discípulos después de la travesía de
vuelta del lugar del milagro de los panes.
2.
MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para la meditación:
¿Qué relación marca Jesús entre las señales de
Dios recibidas y la responsabilidad?
¿Qué efecto deben haber producido estas duras
palabras en los oyentes?
¿Qué identificación hace Jesús entre el rechazo o
aceptación de sus misioneros con Él mismo?
3.
ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
SALMO
Sal
138, 1-3. 7-8. 9-10. 13-14b (R.: 24b)
Señor, llévame por el camino eterno.
Señor, tú me sondeas y me conoces,
tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares.
¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu?
¿A dónde huiré de tu presencia?
Si subo al cielo, allí estás tú;
si me tiendo en el Abismo, estás presente.
Si tomara las alas de la aurora
y fuera a habitar en los confines del mar,
también allí me llevaría tu mano
y me sostendría tu derecha.
Tú creaste mis entrañas,
me plasmaste en el seno de mi madre:
te doy gracias porque fui formado
de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus obras!
Señor, llévame por el camino eterno.
Señor, tú me sondeas y me conoces,
tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares.
¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu?
¿A dónde huiré de tu presencia?
Si subo al cielo, allí estás tú;
si me tiendo en el Abismo, estás presente.
Si tomara las alas de la aurora
y fuera a habitar en los confines del mar,
también allí me llevaría tu mano
y me sostendría tu derecha.
Tú creaste mis entrañas,
me plasmaste en el seno de mi madre:
te doy gracias porque fui formado
de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus obras!
4.
CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
Repito y reflexiono
en el significado en ese momento y el actual de las palabras de Jesús:
“El que los escucha a
ustedes, me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el
que me rechaza, rechaza a aquel que me envió.”
5.
ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para la acción:
¿Qué responsabilidad
me cabe por mi conocimiento vivencial de Dios?
¿Escucho y acepto a
los que hablaron de parte de Dios en su Palabra?
¿Con quién compartiré
lo reflexionado hoy en la Lectio?
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