Santa Isabel de
Hungría
“¿Qué quieres que haga por ti?”. “Señor, que yo vea otra vez”.
Lectura del Libro del Apocalipsis 1,1-4.2, 1-5.
Revelación de Jesucristo, que le fue confiada por Dios
para enseñar a sus servidores lo que tiene que suceder pronto. El envió a su
Angel para transmitírsela a su servidor Juan.
Este atestigua que todo lo que vio es Palabra de Dios
y testimonio de Jesucristo.
Feliz el que lea, y felices los que escuchen las palabras
de esta profecía y tengan en cuenta lo que está escrito en ella, porque el
tiempo está cerca.
Yo, Juan, escribo a las siete Iglesias de Asia. Llegue
a ustedes la gracia y la paz de parte de aquel que es, que era y que vendrá, y
de los siete Espíritus que están delante de su trono, Escribe al Angel de la
Iglesia de Efeso: “El que tiene en su mano derecha las siete estrellas y camina
en medio de los siete candelabros de oro, afirma: “Conozco tus obras, tus
trabajos y tu constancia. Sé que no puedes tolerar a los perversos: has puesto
a prueba a quienes usurpan el título de apóstoles, y comprobaste que son
mentirosos.
Sé que tienes constancia y que has sufrido mucho por
mi Nombre sin desfallecer.
Pero debo reprocharte que hayas dejado enfriar el amor
que tenías al comienzo.
Fíjate bien desde dónde has caído, conviértete y
observa tu conducta anterior. Si no te arrepientes, vendré hacia ti y sacaré tu
candelabro de su lugar preeminente.
Palabra de Dios
SALMO Sal 1,1-2.3.4.6.
R: Al vencedor le daré de
comer del árbol de la vida
¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor
y la medita de día y de noche! R.
El es como un árbol
plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo,
y cuyas hojas nunca se marchitan:
todo lo que haga le saldrá bien. R.
No sucede así con los malvados:
ellos son como paja que se lleva el viento.
porque el Señor cuida el camino de los justos,
pero el camino de los malvados termina mal. R.
EVANGELIO
+ Lectura
del santo Evangelio según san Lucas 18, 35-43
Cuando se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado
al borde del camino, pidiendo limosna.
Al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía.
Le respondieron que pasaba Jesús de Nazaret.
El ciego se puso a gritar: “¡Jesús, Hijo de David, ten
compasión de mí!”.
Los que iban delante lo reprendían para que se
callara, pero él gritaba más fuerte: “¡Hijo de David, ten compasión de mí!”.
Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo
tuvo a su lado, le preguntó:
“¿Qué quieres que haga por ti?”. “Señor, que yo vea
otra vez”.
Y Jesús le dijo: “Recupera la vista, tu fe te ha
salvado”.
En el mismo momento, el ciego recuperó la vista y
siguió a Jesús, glorificando a Dios. Al ver esto, todo el pueblo alababa a
Dios.
Palabra del Señor
Para reflexionar
·
El paso por Jericó, de camino a Jerusalén, está
caracterizado por tres transformaciones. La primera por la restitución de la
visión del ciego. Los ojos simbolizan las ventanas del espíritu para ver la
creación de Dios y su acción en la historia.
·
Aunque muchos veían a Jesús como ‘hijo del rey David’
y restaurador de la monarquía, Él no era muy partidario de las connotaciones de
ese mesianismo. De hecho, Él no intenta cambiar esta visión por medio de
discursos o reprobaciones sino con el ejemplo y la acción. La vista recobrada
le permite al ciego ir detrás de Jesús y descubrir por sus propios medios quién
era realmente Él.
·
En nuestro tiempo asistimos a una situación semejante.
Muchas personas lo buscan porque lo ven como una fuente de milagros o, incluso,
de poder. Otras lo siguen impresionadas por los títulos con los que se exalta
su figura.
·
El Evangelio nos invita a pedirle a Jesús que sea Él
quien abra nuestros ojos para que seamos nosotros mismos quienes lo descubramos
en los rostros de las personas que lo sirven en los más pobres y que sufren al
defender a las víctimas y al exigir justicia, como Él lo hizo hace dos milenios.
· · ·
·
Durante las dos últimas semanas del año litúrgico, la Iglesia nos presenta textos que
evocan el “fin de los tiempos”. Apocalipsis
es la primera palabra del libro y significa «revelación». No hay que buscar en las imágenes de catástrofes cósmicas, tan abundantes en el Apocalipsis, informaciones concretas sobre el «fin del mundo».
es la primera palabra del libro y significa «revelación». No hay que buscar en las imágenes de catástrofes cósmicas, tan abundantes en el Apocalipsis, informaciones concretas sobre el «fin del mundo».
·
El
Apocalipsis es un mensaje cifrado, que hay que descifrar: los objetos, los colores, las cifras tienen una significación simbólica. Y las catástrofes cósmicas forman parte
de ese lenguaje cifrado. El autor se llama a sí mismo Juan, y estas visiones
las tuvo, dice él, en la isla de Patmos.
·
Probablemente se escribe este
libro a fines del siglo I, y por tanto la clave en que hay que interpretarlo es la situación que pasa la Iglesia en esta
época, duramenteperseguida por el emperador Domiciano
(81-96), y marcada también por crisis internas de cansancio, herejías y divisiones.
·
El mismo san Juan se esfuerza en darnos
la equivalencia de algunos símbolos: una «estrella» representa un «ángel», un «candelabro» significa «una iglesia particular»,
el color «blanco del lino» representa «las buenas acciones de los fieles». Juan habla como un “visionario”. Ve las iglesias «en la mano derecha» de Dios: esto quiere decir que Dios tiene las iglesias locales en su poder. La «mano», en aquella época, y para todo el mundo oriental, era el signo del poder.
el color «blanco del lino» representa «las buenas acciones de los fieles». Juan habla como un “visionario”. Ve las iglesias «en la mano derecha» de Dios: esto quiere decir que Dios tiene las iglesias locales en su poder. La «mano», en aquella época, y para todo el mundo oriental, era el signo del poder.
·
La primera parte de la lectura de hoy es
el inicio del libro, “la revelación” que Dios ha entregado a Jesucristo
para que muestre a sus siervos. Cristo, por medio de un ángel, se la comunica
al “siervo Juan”, el cual, se hace “testigo de la palabra de Dios y del
testimonio de Jesucristo”. Después se pasa a los capítulos segundo y tercero que
contienen las cartas a las siete Iglesias de Asia Menor, la actual Turquía. Todas las cartas
siguen el mismo esquema literario de una orden de Cristo, al que se aplican los
diversos títulos gloriosos.
·
Hoy leemos la dirigida a la comunidad
cristiana de Éfeso, a la que se alaba por su entereza, por no haberse
rendido a la fatiga y por haber sabido discernir quiénes eran los falsos
profetas en su seno. A pesar de esto, le recriminahaber abandonado el amor primero.
· · ·
·
Jesús, después de anunciar su Pasión y
Resurrección cura a un ciego dentro del contexto de una subida a Jerusalén. Los discípulos no comprenden el
sentido de sus palabras que anuncian la pasión.
·
Al subir a
Jerusalén, el hombre judío quiere manifestar el contenido de su fe en Yahvé. Dentro de este mismo rito, Jesús realiza su camino de obediencia hasta
la muerte de cruz: sube a Jerusalén para entregar su vida por obediencia a la voluntad del Padre, Jesús funda la religión del amor universal; se convierte en el prójimo de todos los
hombres.
·
Cristo sube a Jerusalén para cumplir la
ley y los profetas; pero, para comprender este misterio pascual hay que abrir
los ojos de la fe para poder entender las Escrituras. Es necesario dejarse conducir para
descubrir la luz.
·
En esta subida hay un ciego junto al
camino pidiendo limosna. Los ciegos erannormalmente pobres y vivían de la caridad de la gente. La situación del ciego era sumamente precaria. Estaba impedido por un defecto que no
le permitía percibir la realidad, sino que lo limitaba a
escuchar lo que ocurría. Estaba sentado a la orilla del camino, totalmente marginado de
la vida de los hombres. Además, vivía de la limosna como cualquier mendigo. El ciego escucha el
rumor que produce el paso de Jesús por ese lugar. Él grita una y
otra vez: “Jesús, hijo de David, ten compasión de mí”. Los
discípulos tratan de seguir adelante sin hacer caso al hombre postrado. Su
lamento interrumpía la marcha. Los discípulos y los apóstoles querían alejar a
Jesús de la multitud, pero el ciego insiste llamando a Jesús “Hijo de
David”; título mesiánico que podía representar un peligro ante las autoridades de
Jerusalén.
·
Jesús
envía por el ciego y lo escucha. Este no pide una limosna ni una ayuda para comer.Va directamente a la raíz de su exclusión y su condición: ¡Señor, que vea!
Jesús se lo concede y reconoce en el hombre una fe transformadora de la realidad. Pasó de ser un marginado a ser un hombre en una nueva situación.
envía por el ciego y lo escucha. Este no pide una limosna ni una ayuda para comer.Va directamente a la raíz de su exclusión y su condición: ¡Señor, que vea!
Jesús se lo concede y reconoce en el hombre una fe transformadora de la realidad. Pasó de ser un marginado a ser un hombre en una nueva situación.
·
La curación del ciego, expresa la realización del programa que Jesús
presentó en la sinagoga de Nazaret, cuando anuncia desde la palabra de
Isaías que ha venido a “dar vista a los ciegos”.
·
Sin embargo lo que salva al ciego es su fe. El ciego recupera la vista,
porque cree. Jesús no es como los magos, que sanan con ritos y acciones mágicas. Lo
que libera al ciego es su fe. Después de ser curado, el ciego sigue a Jesús
“glorificando a Dios”.Seguir a Jesús es ser discípulo. El ciego ya sanado llega a ser
discípulo de Jesús. De ciego limosnero ha llegado a ser un sujeto que
ve y sigue a Jesús como discípulo.
·
También nosotros nos hallamos en una
situación similar a la del ciego. Muchas veces miramos todo lo que pasa a
nuestro lado, estamos atentos a la realidad pero no la
percibimos en toda su magnitud. Nos quedamos sentados a la orilla del
camino sin saber qué hacer, aunque reconociéndonos necesitados.
·
La palabra nos muestra que igual que el
ciego necesitamos ser curados por Jesús, recuperar nuestra visión de la
realidad para poder seguirlo por el camino de la vida. El evangelio nos invita a clamar con
insistencia y audacia.
·
El clamor del ciego igual
que el de la viuda, representa el clamor de los
pobres, y de tantos hombres en busca de sentido para sus vidas que se hace cada
vez más insistente e impetuoso. La gente que rodea al ciego busca silenciarlo,
pero el ciego grita cada vez más fuerte. La sociedad busca también hoy
silenciar el grito de los pobres, de los desorientados.
·
El grito que se hace cada vez más fuerte es el de los que en medio de la oscuridad
buscan a Jesús, creen en Él y se hacen sus discípulos.
buscan a Jesús, creen en Él y se hacen sus discípulos.
Para discernir
¿Me descubro necesitado de la luz de Jesús?
¿Qué zonas de mi vida aún están en sombras?
¿Por qué cosas mi corazón clama?
Repitamos a lo largo de este día
“Yo soy la luz del mundo. El que me sigue tendrá la Luz de la Vida.”
…Señor, tené compasión de mí…
Para la lectura espiritual
«En seguida recobró la vista y siguió a Jesús glorificando a Dios»
…”Nuestro Redentor, previendo que los discípulos se turbarían cuando llegara su Pasión, les anuncia, por adelantado, tanto los sufrimientos de su Pasión como la gloria de su Resurrección (Lc 18,31-33). Así, viéndole morir tal como se lo había anunciado, no dudarían de su resurrección. Pero, puesto que todavía estaban bajo los efectos de su condición carnal, los discípulos no podían llegar a captar el alcance de las palabras que les anunciaban el misterio (v 34). Es entonces cuando se produce un milagro: bajo sus propios ojos un ciego recobra la vista, para que los que eran incapaces de captar las palabras del misterio sobrenatural, fueran sostenidos en su fe a la vista de un acto sobrenatural.
…”Nuestro Redentor, previendo que los discípulos se turbarían cuando llegara su Pasión, les anuncia, por adelantado, tanto los sufrimientos de su Pasión como la gloria de su Resurrección (Lc 18,31-33). Así, viéndole morir tal como se lo había anunciado, no dudarían de su resurrección. Pero, puesto que todavía estaban bajo los efectos de su condición carnal, los discípulos no podían llegar a captar el alcance de las palabras que les anunciaban el misterio (v 34). Es entonces cuando se produce un milagro: bajo sus propios ojos un ciego recobra la vista, para que los que eran incapaces de captar las palabras del misterio sobrenatural, fueran sostenidos en su fe a la vista de un acto sobrenatural.
Porque nosotros debemos mirar los milagros de nuestro Salvador y Maestro
con una mirada doble: son hechos que hay que acoger como tales, y son signos
que nos remiten a otra cosa… Así, en el plano histórico, no sabemos nada de
quien era este ciego. Pero sabemos que se le designa de manera escondida. Este
ciego es el género humano, echado fuera del gozo del Paraíso en la persona de
su primer padre, y que no ha tenido ningún conocimiento de la luz divina pero
es condenado a vivir en las tinieblas. Y sin embargo, la presencia del su
Redentor le ilumina; comienza a ver los goces de la luz interior y,
deseándolas, puede seguir el camino de vida de las buenas obras”…
San Gregorio Magno, (hacia 540-604), papa,
doctor de la iglesia
Sermones sobre el Evangelio, nº 2; PL 76, 1081
Para rezar
Quiero seguirte, Señor
A pesar de las incomprensiones de
los demás.
A pesar de mis momentos débiles.
A pesar de las horas de cansancio.
Quiero ser dichoso con los que te siguen
con corazón sencillo.
A pesar de mis momentos débiles.
A pesar de las horas de cansancio.
Quiero ser dichoso con los que te siguen
con corazón sencillo.
Con los pobres que sienten
necesidad de Ti.
Con los que sufren en su caminar por la vida.
Con los que trabajan por implantar la justicia.
Con los de corazón puro.
Con los que llevan consigo la paz y la transmiten
Con los que sufren en su caminar por la vida.
Con los que trabajan por implantar la justicia.
Con los de corazón puro.
Con los que llevan consigo la paz y la transmiten
Quiero seguirte Señor…
LECTIO
DIVINA
¿Qué
quieres que haga por ti?
Señor,
que yo vea otra vez
+ Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
18, 35-43
Cuando se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía. Le respondieron que pasaba Jesús de Nazaret. El ciego se puso a gritar: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!» Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!»
Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo a su lado, le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?»
«Señor, que yo vea otra vez.»
Y Jesús le dijo: «Recupera la vista, tu fe te ha salvado.» En el mismo
momento, el ciego recuperó la vista y siguió a Jesús, glorificando a Dios. Al
ver esto, todo el pueblo alababa a Dios.
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
· Guías
para la
lectura:
Este es uno de los dos relatos que ilustra la condición del discípulo
que no entiende el plan de Dios. Como este ciego que junto al camino quiere
ver, así el discípulo tiene que dejar que Jesús le “abra los ojos” para
seguirlo por el camino de la entrega de la vida.
También el ciego puede ser visto como una figura simbólica. Su condición
de “ciego” y “mendigo” representa a la humanidad carente de fe. Para el ciego,
Jesús es el “hijo de David”, un título político que Jesús rechaza porque para
los judíos designa al heredero del trono de Jerusalén y podía traer conflicto
con los romanos. Por esta razón, la gente le pide al ciego que se calle.
Dado el obvio contenido de la petición del ciego, la pregunta de Jesús
en Lc 19,41, debe tener la finalidad de suscitar una explícita súplica
creyente, por la que se alcanzará la curación. La frase “tu fe te ha salvado”
es una importante fórmula evangélica (Lc 8,48; 17,19; 18,42). La fe atrae,
podríamos decir, la acción salvífica de Dios.
La situación del ciego cambia cuando Jesús lo llama y le abre los ojos.
Ahora comprenderá quién es verdaderamente Jesús y lo seguirá como un auténtico
discípulo.
2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO
BÍBLICO?
·
Para la meditación:
Ø ¿Qué representa hoy la figura del ciego al borde del camino pidiendo
limosna?
Ø ¿Por qué los que iban delante querían que el ciego callara?
Ø ¿Por qué Jesús le hace una pregunta aparentemente tan obvia?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL
TEXTO BÍBLICO?
Señor, Vos que sos la luz del mundo, ayudanos a nosotros a abrir
nuestros ojos para ver tu grandeza y poder confesarte nuestra fe que nos salva
de la muerte y de nuestras propias miserias.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO
BÍBLICO?
Hago un listado mental de todas las cosas o situaciones que me “ciegan”,
me tienen “al borde del camino” o me limitan en mi vida interior y exterior y
repito la frase de Jesús: “tu fe te ha salvado”.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO
BÍBLICO?
·
Preguntas para la acción:
Ø¿Me hago ver y oír por Jesús pidiendo su ayuda cuando me siento que
estoy “al borde del camino” de la vida?
Ø¿Qué le pediría hoy a Jesús?
Ø¿Cómo se manifiesta en la práctica la fe?
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