24 de diciembre de 2012 Misa del Día


(MISA DE DIA)

“Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor a preparar sus caminos…”
  
PRIMERA LECTURA
Lectura del Segundo Libro del Profeta Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16

Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: “Mira, yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda.” Natán respondió al rey: “Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo.”
Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor: “Ve y dile a mi siervo David: “Esto dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella? Yo te saqué de los ariscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra.
Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos, y, además, el Señor te comunica que te dará una dinastía. Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre.”"
Palabra de Dios

SALMO    Sal 88, 2-5. 27.29 
R: Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.

Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: “Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad.” R.

Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
“Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades.” R.

Él me invocará: “Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora.”
Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable. R.

EVANGELIO
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas    1, 67-79

En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo, profetizó diciendo:
“Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.” 
Palabra del Señor

PARA REFLEXIONAR

Espíritu Santo inspira e impulsa al anciano padre, Zacarías, a pronunciar esta plegaria de gratitud y alabanza al Señor. Se le llama el cántico de Zacarías.
Este cántico encierra varios aspectos a tener en cuenta: es una bendición, porque Dios ha cumplido sus promesas, ha tenido misericordia con su pueblo. Mantiene viva su alianza, libera de la mano de los opresores y devuelve la santidad y la justicia al pueblo, y lo conduce por los caminos de la paz.
Al igual que el cántico de María, el “Magnificat”, este “Benedictus” es una confesión de fe en un Dios que se ha revelado y se sigue revelando en la Historia de Salvación del pueblo.
Justicia, paz, santidad, promesa, alianza, esperanza, iluminación, son valores que el pasaje quiere resaltar.
Hoy estamos ya preparados para celebrar la Navidad. Este cántico de Zacarías es una buena oportunidad para tomar conciencia de que nuestro Dios sigue actuando también en nuestra vida y en la vida de nuestras comunidades y de nuestro mundo.
No sólo celebramos un acontecimiento del pasado, sino también el actuar permanente de Dios en nuestro presente. Como Zacarías, tomemos conciencia de las incontables maravillas que ha hecho Dios en favor nuestro en nuestra historia reciente. Y demos gracias de corazón.
***
El rey David, una vez consolidada la situación militar y política del pueblo, lleno de buena intención religiosa, quiere construir un Templo para el Arca de la Alianza, o sea, una casa para Dios, dando por finalizada la etapa de la inestabilidad y de las peregrinaciones.
Natán le anuncia de parte de Dios que no será él, David, quien regale una casa a Dios, sino Dios quienle asegura a David una casa y una descendencia duradera, que en primer término es su hijo Salomón, pero que se entendió siempre como un anuncio del rey mesiánico futuro.
Dios, que le ha ayudado hasta ahora en sus empresas, le seguirá ayudando a él y a sus sucesores. La palabra «casa» juega así con su doble sentido de
edificio material y de dinastía familiar. Son los planes de Dios, y no los nuestros, los que van conduciendo la marcha de la historia.
***
Ayer el cántico del Magnificat, en boca de María, resumía la historia de salvación conducida por Dios.Hoy es el cántico del Benedictus, que probablemente era también de la comunidad, pero que Lucas pone en labios de Zacarías, el que nos ayuda a comprender el sentido que tiene la venida del Mesías.
Dios ha transformado la aparente pérdida del habla del anciano sacerdote en silencio interior. Durante nueve meses ha rumiado la palabra y en ese silencio esta germina y se desarrolla. Ha podido leer el acontecimiento a la luz de las Escrituras. Por eso, una vez que ha nacido el niño puede dar voz a la palabra de todo un pueblo que esperaba.
Zacarías bendice al Señor, Dios de Israel, reconoce que la historia ha llegado a su punto culminante.Ha llegado el tiempo de la visita de Dios. La idea de visita de Dios, para la Biblia, tiene dos significados. Se trata de una visita de salvación, para los pobres, oprimidos, perseguidos, los fieles a Dios, y a la vez una visita de condenación, para los corruptos, los que atentaron contra sus hijos. Zacarías se alegra de esa visita, porque por fin se establecerá la justicia en la tierra. Ya cada uno ocupará el lugar que verdaderamente le corresponde.
Este niño será profeta; preparará el camino del Señor, guiará a su pueblo en la luz que viene de lo alto.Fue concebido por la bondad misericordiosa de nuestro Dios para llevar la paz a los que andan en las sombras de la muerte.
El canto de bendición de Zacarías traza el camino de la nueva alianzacelebrar nuestra salvación delante de Dios sin temor, poder adorar, poder acercarnos y ofrecernos a Él completamente,caminar por el camino de la paz y de la luz. 

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

Todos verán la salvación de Dios 
…”Habiendo cantado el profeta la liberación de Israel y el perdón de los pecados de Jerusalén; habiendo solicitado para ella el consuelo —un consuelo ya próximo y como quien dice, pisando los talones a lo ya dicho—, añadió: viene nuestro salvador. Le precede como precursor enviado por Dios el Bautista, que en el desierto de Judá grita y dice: Preparad el camino del Señor, allanad los senderos de nuestro Dios.
Habiéndoselo revelado el Espíritu, también el bienaventurado Zacarías, el padre de Juan, profetizó diciendo: Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor, a preparar sus caminos. De él dijo el mismo Salvador a los judíos: Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pues el sol de justicia y la luz verdadera es Cristo.
La sagrada Escritura compara al Bautista con una lámpara. Pues si contemplas la luz divina e inefable, si te fijas en aquel inmenso y misterioso esplendor, con razón la medida de la mente humana puede ser comparada a una lamparita, aunque esté colmada de luz y sabiduría. Qué signifique: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos, lo explica cuando dice: Elévense los valles, desciendan los montes y colinas: que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale.
Pues hay vías públicas y senderos casi impracticables, escarpados e inaccesibles, que obligan unas veces a subir montes y colinas y otras a bajar de ellos, ora te ponen al borde de precipicios, ora te hacen escalar altísimas montañas. Pero si estos lugares señeros y abruptos se abajan y se rellenan las cavidades profundas, entonces sí, entonces lo torcido se endereza totalmente, los campos se allanan y los caminos, antes escarpados y tortuosos, se hacen transitables. Esto es, pero a nivel espiritual, lo que hace el poder de nuestro salvador. Mas una vez que se hizo hombre y carne —como dice la Escritura—, en la carne destruyó el pecado, y abatió a los soberanos, autoridades y poderes que dominan este mundo. A nosotros nos igualó el camino, un camino aptísimo para correr por las sendas de la piedad, un camino sin cuestas arriba ni bajadas, sin baches ni altibajos, sino realmente liso y llano.
Se ha enderezado todo lo torcido. Y no sólo eso, sino que se revelará la gloria del Señor, y todos verán la salvación de Dios. Ha hablado la boca del Señor. Pues Cristo era y es el Verbo unigénito de Dios, en cuanto que existía como Dios y nació de Dios Padre de modo misterioso, y en su divina majestad está por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. El es el Señor de la gloria y hemos contemplado su gloria que antes no conocíamos, cuando hecho hombre como nosotros según el designio divino, se declaró igual a Dios Padre en el poder, en el obrar y en la gloria: sostiene el universo con su palabra poderosa, obra milagros con facilidad, impera a los elementos, resucita muertos y realiza sin esfuerzo otras maravillas.
Así pues, se ha revelado la gloria del Señor y todos han contemplado la salvación de Dios, a saber, del Padre, que nos envió desde el cielo al Hijo como salvador”…
San Cirilo de Alejandría, Comentario sobre el libro del profeta Isaías
(Lib. 3, t 4: PG 70, 802-803) 

PARA REZAR

¡Maranatha! ¡Ven, Señor, Jesús!
Yo soy la Raíz y el Hijo de David,
la Estrella radiante de la mañana.
El Espíritu y la Esposa dicen: “¡Ven, Señor!”
Quien lo oiga, diga: “¡Ven, Señor!”
Quien tenga sed, que venga; quien lo desee,
que tome el don del agua de la vida.
Sí, yo vengo pronto.
¡Amén! ¡Ven, Señor, Jesús!

LECTIO DIVINA 

Nos visitará el Sol naciente 
  
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     1, 67-79

Zacarías, el padre de Juan, quedó lleno del Espíritu Santo y dijo proféticamente:
«Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su Pueblo, y nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor, como lo había anunciado mucho tiempo antes por boca de sus santos profetas, para salvarnos de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odian. Así tuvo misericordia de nuestros padres y se acordó de su santa Alianza, del juramento que hizo a nuestro padre Abraham de concedernos que, libres de temor, arrancados de las manos de nuestros enemigos, lo sirvamos en santidad, y justicia bajo su mirada, durante toda nuestra vida.
Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor preparando sus caminos, para hacer conocer a su Pueblo la salvación mediante el perdón de los pecados; gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios, que nos traerá del cielo la visita del Sol naciente, para iluminar a los que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz.»
Palabra del Señor. 

1.     LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

 ·   Guías para la lectura:            

La grandeza de la misión del niño que ya nació y la del que va a nacer. Zacarías, su padre, quedó lleno de Espíritu Santo, y profetizó diciendo: «Bendito el Señor Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo». 
Estamos ya a las puertas de la Navidad y escuchamos en este preludio de la gran fiesta que comienza esta noche, un hermoso himno de alabanza por la vida y la misión de Juan Bautista y de Jesús, conocido como el “Benedictus” (por la palabra con la que empieza). Es como si fuera la “obertura” de la gran sinfonía navideña.
Notemos que es el Espíritu Santo quien le abre la boca a Zacarías y quien lo hace orar y profetizar: “Zacarías quedó lleno de Espíritu Santo, y profetizó diciendo...” (1,67). 
La idea central de su himno profético es, como también ocurre en el de María, la proclamación de la misericordia, la credibilidad y el poder de Dios que ayuda a su pueblo y que lo conduce hasta la plenitud de la vida. 
Ante la grandeza del misterio de Jesús - Mesías, Zacarías proclama ahora el significado de la misión de Juan Bautista: “Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, pues irás delante del Señor...” (1,76). Con estas palabras Zacarías, consigue responder a la pregunta que había formulado el pueblo ante el nacimiento de Juan (ver 1,66). 
Enseguida Zacarías, profetizando, proclama quién es éste “Señor” que él precede. Por eso, la segunda parte del Himno se divide en otras dos: (1) la misión de Juan (1,76-77) y (2) la misión del Mesías (1,78-79).
Juan es un servidor del plan de Dios. Su título más significativo es el de “profeta”; su tarea: la de ir como precursor para preparar los caminos del Mesías; el contenido de su anuncio: la experiencia de Dios como Salvador; salvación que en última instancia se vive en el perdón de los pecados. Así se cumple la promesa de Jeremías 31,34: “Todos me conocerán del más chico al más grande -oráculo de Yahvé- cuando perdone su culpa, y de su pecado no vuelva a acordarme”. 
Al final de su himno Zacarías nos enseña lo que debería ser la clave de lectura de toda la obra de Jesús: la misericordia de Dios. De esta forma, su oración se remonta hasta la fuente de todo, hasta el corazón de Dios, y trata de traducir todo lo que capta allí: “las entrañas de misericordia de nuestro Dios” (1,78) 
Todo lo que Jesús va a realizar estará en consonancia con ese corazón. Jesús es el corazón amoroso de Dios que la humanidad nunca antes había experimentado en tan tremenda cercanía. 

2.     MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

·                       Preguntas para la meditación: 

Ø     Según la oración inspirada de Zacarías (el “Benedictus”), ¿Cuál es la misión de Juan Bautista? ¿Qué relación tiene con la misión que me encomendaron?
Ø     ¿Las imágenes con que se presenta la misión del Mesías, qué nos dicen con relación a los dones que de Él voy a recibir en esta Navidad?
Ø     Jesús es el Sol que se levanta para alumbrar, cuáles son los aspectos de mi vida, de mi misión sobre los cuales dejé brillar la luz de Cristo durante este año que termina? 

3.     ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
                                  
Oramos guiados por la lectura de los Salmos de la liturgia de hoy:

Cantaré eternamente tu amor, Señor.
Cantaré eternamente el amor del Señor,
proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones.
Porque tú has dicho: «Mi amor se mantendrá eternamente,
mi fidelidad está afianzada en el cielo.» 
Yo sellé una alianza con mi elegido,
hice este juramento a David, mi servidor:
«Estableceré tu descendencia para siempre,
mantendré tu trono por todas las generaciones.» 
El me dirá: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora.»
Le aseguraré mi amor eternamente,
y mi alianza será estable para él.

4.     CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
  
Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón:

Esta noche es Nochebuena. La Palabra de Dios nos conduce progresivamente hasta el encuentro vivo con Jesús en la Eucaristía, ese espacio privilegiado sacramental en que acogemos su “venida”.
A lo largo de todos estos días la Palabra de Dios no sólo ha querido calentar nuestro corazón despertando nuestros sueños y poniéndolos en sintonía con Dios, sino también nos ha llamado a una purificación. Vivámosla sacramentalmente en la celebración de la misericordia por medio de una buena confesión. 

5.     ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

·                        Preguntas para la acción: 

Ø     ¿Cuáles son las “sombras de muerte” que hay en mi vida, en mi familia, en mi comunidad, en la sociedad? ¿Cómo se pueden vencer? ¿Qué anuncia la Navidad?
Ø     ¿Qué compromisos especiales tomaré en esta Nochebuena?
Ø     ¿Compartiré esta noche en la cena navideña esta reflexión con mi familia y amigos? 

Autor: Padre Fidel Oñoro CJM 
Fuente: Centro Bíblico Pastoral para la América Latina (CEBIPAL) del CELAM

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