28 de diciembre de 2012 - LOS SANTOS INOCENTES (F)
«Levántate, toma al niño y a su madre,
huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise,
porque Herodes va a
buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, tomó de noche al niño y
a su madre, y se fue a Egipto.”
PRIMERA
LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san
Juan 1, 5-2, 2
Queridos hermanos:
La noticia que hemos oído de él y que nosotros
les anunciamos, es esta: Dios es luz, y en él no hay tinieblas. Si decimos que
estamos en comunión con él y caminamos en las tinieblas, mentimos y no
procedemos conforme a la verdad. Pero si caminamos en la luz, como él mismo
está en la luz, estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo
Jesús nos purifica de todo pecado.
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos
a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros
pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y purificarnos de toda maldad. Si
decimos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso, y su palabra no
está en nosotros.
Hijos míos, les he escrito estas cosas para que
no pequen. Pero si alguno peca, tenemos un defensor ante el Padre: Jesucristo,
el Justo. El es la Víctima propiciatoria por nuestros pecados, y no sólo por
los nuestros, sino también por los del mundo entero.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 123, 2-3. 4-5. 7b-8 (R.: 7a)
R. Nuestra vida se salvó
como un pájaro de la trampa del cazador.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando los hombres se alzaron contra nosotros,
nos habrían devorado vivos.
Cuando ardió su furor contra nosotros. R.
Las aguas nos habrían inundado,
un torrente nos habría sumergido,
nos habrían sumergido las aguas turbulentas. R.
La trampa del cazador: la trampa se rompió
y nosotros escapamos.
Nuestra ayuda está en el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R.
EVANGELIO
+ Lectura del santo Evangelio según san
Mateo 2, 13-18
Después de la partida de los magos, el Ángel del
Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su
madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va
a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, tomó de noche al niño y a su
madre, y se fue a Egipto.
Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para
que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde
Egipto llamé a mi hijo.
Al verse engañado por los magos, Herodes se
enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores
de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. Así se
cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: En Ramá se oyó una
voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que
la consuelen, porque ya no existen.
Palabra del Señor.
PARA
REFLEXIONAR
La memoria de los Santos Inocentes no debería ser ocasión para bromas de
mal gusto, sino una oportunidad para hacer memoria y meditar sobre tres
actitudes que revela la narración.
Por una parte, la tiranía del gobernante de turno, en este caso el rey
Herodes. Siente que su poder está amenazado por la pequeñez de un niño (dice la
tradición que hizo asesinar a su propio hijo, por miedo a perder el trono);
cuando los tiranos y poderosos ven amenazados sus intereses de poder por parte
de los pequeños, son capaces de desatar toda clase de represión para
eliminarlos.
La segunda actitud es la de los padres de Jesús: huyen, se desplazan
para proteger la vida de su pequeño. Hoy en día, millones de familias tienen
que desplazarse por causa de la violencia o de la extrema pobreza, para
sobrevivir y defender la vida de su familia.
Y, finalmente, la actitud de Dios. Solidario y comprometido con las
víctimas de los sistemas represivos de todos los tiempos. Proteger y defender
la vida amenazada por tantas formas de violencia, desde el aborto hasta la
eutanasia, pasando por la miseria y opresión, debe ser compromiso cristiano
fundamental que se desprende de nuestra fe en Jesucristo.
***
La carta de Juan entra en el primer gran tema de su mensaje: Dios es luz, Dios es «verdadero», Dios es transparencia,
Dios es sinceridad. En El no hay ningún desfase entre “lo que dice
o muestra”… y «lo que verdaderamente es».
Jesucristo está en la luz, y nosotros debemos también caminar en la luz.
Juan utiliza términos que en su contraposición nos hacen más claro el
mensaje: amar-odiar, dar vida-dar muerte, luz-tinieblas.
Juan se propone “desvelar” el mensaje de Cristo a los destinatarios de la carta porque deben ahondar cada vez más en sus exigencias.
Juan se propone “desvelar” el mensaje de Cristo a los destinatarios de la carta porque deben ahondar cada vez más en sus exigencias.
La luz, en el lenguaje bíblico, es sinónimo de alegría, de
vida, de verdad, de bondad, de pureza. Lo contrario de todo esto es la
tiniebla, la oscuridad, la penumbra.
Caminar en la luz significa realizar el proyecto de vivir en comunión con
El. Pero
esto, no está al alcance de los solos medios humanos: el pecado
obstaculiza continuamente nuestro caminar en la luz y nos extravía
constantemente entre las tinieblas. Por desgracia todos tenemos la experiencia
de nuestra debilidad, y nos sentimos pecadores. Con humildad, nadie puede decir
que no tiene pecado. Sería engañarnos a nosotros mismos e ir contra la luz. Sin
embargo esto no nos puede llenar de angustia, porque «la sangre de Jesús nos
limpia» y «si alguno peca, tenemos a uno que aboga ante el Padre: Jesucristo,
el Justo».
La confesión de los pecados nos mantiene en la luz y en la comunión con
Dios, pues la actitud misma de confesar los pecados es una llamada al perdón de
Dios. Caminar en la luz de Dios no es un
estado adquirido de una vez para siempre; se trata, por el
contrario, de un incesante paso de las tinieblas a la luz por la
conversión y la confesión de los pecados.
El pecado es también una ocasión de comunión con Dios por el perdón que
puede provocar. Sólo la pretensión de estar sin pecado nos priva de esa
comunión salvadora.
Vivir «según la verdad», es «vivir según Dios». Es en primer lugar una exigencia de lucidez,
de santidad, de verdad.
El Jesús de quien habla Juan es el que ha venido en Navidad y a la vez
el de la Cruz, el que con su sangre nos purifica de todo pecado, no sólo a
nosotros, sino a todo el mundo.
***
El texto del evangelio de san Mateo relata la matanza de los niños inocentes de Belén por obra del rey
Herodes el Grande, despechado porque los magos no le avisaron del lugar en el
que lo encontraron. Este es el fundamento
histórico de este legendario relato que evoca la famosa matanza
de los niños israelitas en Egipto, cuando el faraón ordenó hacerlos morir
ahogados en el Nilo, para controlar así el crecimiento del pueblo hebreo al que
consideraba peligroso.
San Mateo quiere presentar a Jesús como el nuevo Moisés que desde su nacimiento ha
venido para dar al pueblo de Dios la nueva ley, a ser el mediador de
una alianza definitiva y a liberarlo de toda esclavitud. El intento asesino del
rey causa la muerte en torno suyo, pero, en este contexto de homicidio, Dios se hace presente, de nuevo, por medio de su
ángel. Una nueva aparición del ángel durante el sueño de José prepara lo necesario
para el cumplimiento de su palabra liberadora que se llevará a cabo a través de
la fuga a Egipto de José con el niño y su madre. De esta manera se cumple lo
anunciado en Oseas: “De Egipto llamé a mi hijo” (cf. Os 11,1).
En un mundo de muerte causada por el temor de los poderosos, Dios se revela como Padre, fuente de la vida para su hijo y,
por medio de él, para toda la Humanidad.
Al igual que el pueblo elegido, la familia de Jesús huye a Egipto para
escapar de las calamidades que sobrevinieron en Palestina hacia el final del
reinado de Herodes el Grande. Esta
peregrinación les sirvió para madurar sus opciones de fe y estar preparados
para los continuos llamados de Dios.
El sacrificio de estos niños inocentes y las lágrimas de sus madres se
convierten en símbolo de tantos niños que son injustamente tratados y han
sufrido y siguen sufriendo sin ninguna culpa.
Estos niños mártires, hoy,
también tienen nombres concretos en niños que
siguen siendo asesinados víctimas de la pobreza, del desamparo, de la miseria. Mueren porque sus padres no llegan a
los hospitales, porque no pueden pagar sus medicamentos, o simplemente porque
no pueden darles de comer.
La muerte ronda implacable alrededor de miles de inocentes
abandonados por sus madres a las horas de nacer porque no pueden hacerse cargo
de sus vidas, mueren en la calle, en las villas, en los campos, en los cordones
industriales.
Mueren miles de niños víctimas de la violencia familiar, de la
prostitución infantil y de la delincuencia juvenil. Mueren en las calles, que
para muchos es el único hogar que conocen, con hambre, frío, desnudos, sucios y
analfabetos; empachados de drogas caseras y con la nostalgia de no haber sido
amados por alguien. Mueren también en las cárceles y hogares de reformatorios.
El amor de Dios se ha manifestado en la Navidad. Pero el mal existe, y el desamor de los hombres
ha ocasionado a lo largo de la historia mucha muerte inocente.
José y María empiezan a experimentar que los
planes de Dios exigen una disponibilidad nada cómoda. La huida y el
destierro no son precisamente un adorno poético en la historia de la Navidad.
De esta experiencia brota una enseñanza para la comunidad de discípulos
que nace y crece en un contexto de amenazas a la vida. El discípulo está llamado a hacer una experiencia de
exilio, no de evasión, respecto a su entorno, para trabajar comprometidamente
con la vida amenazada. Nuestra opción de fe nos invita constantemente
a levantarnos, nos hace estar atentos a las cosas que pasan a nuestro
alrededor, porque es el lugar donde Dios habla.
También hoy el ángel del Señor nos invita a preservar la vida poniendo distancia de los que la amenazan y
de esa forma, convertirnos en signo de esperanza para los inocentes que
están expuestos a la matanza.
PARA DISCERNIR
¿Nos quedamos contemplando horrorizados la muerte de los inocentes sin
ver la que ocurre a nuestro alrededor?
¿Tomamos alguna actitud en defensa de la vida amenazada?
¿Qué postura tomamos ante la constante amenaza a la vida no nacida?
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Los santos Inocentes, pobres como Cristo pobre
No muy lejos del primer mártir [Esteban] se
encuentran las «flores martyrum», las tiernas flores que fueron arrancadas
antes que pudieran ofrecerse como víctimas. La piedad popular ha creído siempre
que la gracia se adelantó al proceso natural y concedió a los niños inocentes
la comprensión de lo que sucedería con ellos para hacerles capaces de
entregarse libremente y asegurarse así el premio de los mártires. Sin embargo,
ni aún así pueden equipararse al confesor consciente que con heroísmo se
compromete en la causa de Cristo. Ellos se asemejan más bien a los corderos
que, en su indefensa inocencia, «son llevados al matadero» (Is 53,7; Hch 8,32).
De este modo son la imagen de la pobreza más
extrema. No poseen más riqueza que su vida. Y ésta también se les quita, sin
que ellos opongan resistencia. Ellos rodean el pesebre para indicarnos cual es
la mirra que hemos de ofrecer al Niño Dios: quien quiera pertenecerle
totalmente, tiene que entregarse a Él sin reservas y abandonarse a la voluntad
divina como esos niños.
Santa Teresa Benedicta de la Cruz [Edith Stein]
(1891-1942),carmelita descalza,
mártir, copatrona de Europa Meditación para el 6 de
enero 1941
PARA
REZAR
Recibe, Señor
Recibe, Señor, nuestros miedos
y transfórmalos en confianza.
Recibe, Señor, nuestro sufrimiento
y transfórmalo en crecimiento.
Recibe, Señor, nuestro silencio
y transfórmalo en adoración.
Recibe, Señor, nuestras crisis
y transfórmalas en madurez.
Recibe, Señor, nuestras lágrimas
y transfórmalas en plegaria.
Recibe, Señor, nuestra ira
y transfórmala en intimidad.
Recibe, Señor, nuestro desánimo
y transfórmalo en fe.
Recibe, Señor, nuestra soledad
y transfórmala en contemplación.
Recibe, Señor, nuestras amarguras
y transfórmalas en paz del alma.
Recibe, Señor, nuestra espera
y transfórmala en esperanza.
Recibe, Señor, nuestra muerte
y transfórmala en resurrección.
LECTIO
DIVINA
Herodes mandó matar en Belén a todos los niños
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 2, 13-18
Después de la
partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le
dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí
hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se
levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto.
Allí
permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor
había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo.
Al verse
engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus
alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que
los magos le habían indicado. Así se cumplió lo que había sido anunciado por el
profeta Jeremías: En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel,
que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen.
Palabra del
Señor.
LECTURA - ¿QUÉ DICE
EL TEXTO BÍBLICO?
Guías para la lectura:
El Evangelio
de Mateo, redactado en torno a los años 80 y 90, tiene la preocupación de
mostrar que en Jesús se realizan las profecías. Muchas veces se dice: “Esto
sucedió para que se realizara lo que dice la escritura....” (cf. Mt 1,22;
2,17.23; 4,14; 5,17; etc.). Es porque los destinatarios del Evangelio de Mateo
son las comunidades de judíos convertidos que vivían una crisis profunda de fe
y de identidad. Después de la destrucción de Jerusalén en el año 70, los
fariseos eran el único grupo superviviente del judaísmo. En los años 80, cuando
empezaron a reorganizarse, creció la oposición entre judíos fariseos y judíos
cristianos. Estos últimos terminaron siendo excomulgados de la sinagoga y
separados del pueblo de las promesas. La excomulga volvió a agudizar el
problema de la identidad. No podían frecuentar más sus sinagogas. Y llegó la
duda: ¿Será que nos equivocamos? ¿Quién es el verdadero pueblo de Dios? Jesús,
¿es realmente el Mesías?
Es para este
grupo sufrido, que Mateo escribe su evangelio como Evangelio de la consolación, para ayudarlos a superar el
trauma de la ruptura, como Evangelio de la revelación para mostrar que Jesús es el
verdadero Mesías, el nuevo Moisés, en quien se realizan las promesas; como
Evangelio de la nueva práctica para enseñar el camino de cómo
alcanzar la nueva justicia, mayor que la justicia de los fariseos (Mt 5,20).
En el
evangelio de hoy aparece esta preocupación de Mateo. El consuela las comunidades perseguidas mostrando
que Jesús también fue perseguido. El revela que Jesús es el Mesías, pues por dos
veces insiste en decir que las profecías se realizarán en Él; y sugiere además
que Jesús es el nuevo Moisés, pues al igual que Moisés, fue perseguido y tuvo
que huir. El indica un nuevo camino,
sugiriendo que deben hacer como los magos, que supieron evitar la vigilancia de
Herodes y volvieron por otro camino a su morada.
MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE
EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para la
meditación:
Herodes mandó
matar a los niños de Belén. El Herodes de hoy sigue matando a millones de
niños. Mueren de hambre, de enfermedad, de desnutrición, por el aborto. ¿Quién
es hoy Herodes?
Mateo ayuda a
superar la crisis de fe y de identidad. Hoy, muchos viven una crisis profunda
de fe y de identidad. El Evangelio, ¿cómo puede ayudar a superar esta crisis de
fe?
ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A
DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
Oremos guiados por la
lectura de los Salmos de la liturgia de hoy:
SALMO Sal 123, 2-3. 4-5. 7b-8 (R.: 7a)
Nuestra vida se salvó como un pájaro
de la trampa del cazador.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando los hombres se alzaron contra nosotros,
nos habrían devorado vivos.
Cuando ardió su furor contra nosotros.
Las aguas nos habrían inundado,
un torrente nos habría sumergido,
nos habrían sumergido las aguas turbulentas.
La trampa del cazador: la trampa se rompió y nosotros escapamos.
Nuestra ayuda está en el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
Nuestra vida se salvó como un pájaro
de la trampa del cazador.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando los hombres se alzaron contra nosotros,
nos habrían devorado vivos.
Cuando ardió su furor contra nosotros.
Las aguas nos habrían inundado,
un torrente nos habría sumergido,
nos habrían sumergido las aguas turbulentas.
La trampa del cazador: la trampa se rompió y nosotros escapamos.
Nuestra ayuda está en el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO
INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
Busco las similitudes del
relato con el éxodo de Moisés y reflexiono en ellas.
ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A
VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para la acción:
¿Cómo utilizar
en mi vida el ejemplo de obediencia de José a la voz de Dios?
¿Qué serenidad
y confianza me dan las referencias del seguro cumplimiento de las promesas del
Señor?
¿Con quién
compartiré lo reflexionado en la Lectio de hoy?
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