26 de enero de 2013



SANTOS TIMOTEO Y TITO

“¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos.
No lleven dinero, ni alforja, ni calzado…”

PRIMERA LECTURA
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a Timoteo 1,1-8.

Pablo, Apóstol de Jesucristo, por la voluntad de Dios, para anunciar la promesa de Vida que está en Cristo Jesús, saluda a Timoteo, su hijo muy querido. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz que proceden de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo.
Doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura al igual que mis antepasados, recordándote constantemente, de día y de noche, en mis oraciones.
Al acordarme de tus lágrimas, siento un gran deseo de verte, para que mi felicidad sea completa.
Porque tengo presente la sinceridad de tu fe, esa fe que tuvieron tu abuela Loide y tu madre Eunice, y estoy convencido de que tú también tienes.
Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que has recibido por la imposición de mis manos.
Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad.
No te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que soy su prisionero. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos que es necesario padecer por el Evangelio, animado con la fortaleza de Dios.
Palabra de Dios 

SALMO Sal 96 (95), 1-3.7-8.10.
R: Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R.

Proclamad día tras día su victoria.
contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R.

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor. R.

Decid a los pueblos: “El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente.” R.

EVANGELIO 
+ Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10,1-9

Después de esto, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir.
Y les dijo: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.
¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos.
No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
Al entrar en una casa, digan primero: ‘¡Que descienda la paz sobre esta casa!’.
Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes.
Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa.
En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: ‘El Reino de Dios está cerca de ustedes’. 
Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

Timoteo y Tito fueron, según la tradición bíblica neotestamentaria, dos colaboradores de Pablo en su tarea misionera. Probablemente murieron mártires, como su maestro, por defender la fe en Jesucristo. La lectura y meditación de sus escritos nos ayudará a profundizar en aspectos importantes de nuestra fe.
Las características del envío misionero que Jesús hace a sus discípulos son muy particulares. Implica ir “ligeros de equipaje”. Se trata de despojarse de todo lo que sobra e impide que el mensaje evangélico sea creíble.
La misión implica sencillez. No sólo hay que despojarse de las cosas materiales sino, sobre todo, de las estructuras mentales, los apegos afectivos, las dependencias emocionales que se generan cuando se entra en relación con la gente sencilla.
Jesús quiere discípulos misioneros que puedan moverse libremente en todos los espacios, sin anquilosarse en métodos, costumbres, lugares, personas e instituciones.
¡Qué bella pauta nos da este pasaje para revisar críticamente nuestra manera de anunciar el evangelio hoy. ¿Somos realmente libres y desprendidos para dejarnos llevar dócilmente por la fuerza del Espíritu que nos envía a donde menos pensamos? ¿Estamos dispuestos a renunciar a aquellas posesiones y posiciones que nos impiden anunciar en total libertad a Jesucristo?
***
Pablo recuerda con cariño a Timoteo, que lo ha ayudado tanto. Le encomienda que siga adelante con valentía en su ministerio, que no sea cobarde, sino que actúe con energía, amor y buen juicio, «no tengas miedo de dar la cara», «toma parte en los duros trabajos del evangelio».
Vigoroso programa para todos los que de alguna manera somos apóstoles, testigos de Cristo en el mundo, evangelizadores en medio de esta sociedad.
El modelo de esta actitud, aparte de Cristo Jesús, el apóstol auténtico y testigo fiel de Dios, puede ser el mismo Pablo, el viejo luchador y apóstol, que a lo largo de toda su vida se ha entregado de lleno a su ministerio. Ahora, en la cárcel, no cede en su empeño de anunciar a Cristo: «Sé de quién me he fiado». Todavía le quedan fuerzas para preocuparse de las comunidades y aprovechar hasta las últimas energías para evangelizar.
***
Jesús se hace ayudar en su tarea misioneraEnvía a setenta y dos discípulos para que vayan de dos en dos a prepararle el camino.
Ante todo quiere que recen a Dios pidiéndole que envíe obreros a la mies. El campo está preparado para la siega, pero faltan obreros que quieran trabajar en la proclamación del Evangelio; y que tengan el estilo que El enseñafieles, disponibles; llenos de la misión a la que los envía: anunciar que el Reino de Dios está cerca.
Hoy celebramos la memoria de dos valientes colaboradores de Pablo: Timoteo y Tito. Es bueno que se nos recuerde y recemos este mandato misionero.
Los cristianos hemos recibido el encargo de ser apóstoles en el mundo, testigos de la verdad. Nuestro ideal debería ser que todos conozcan a Cristo, y crean en El.
Nos viene bien escuchar las palabras de ánimo a Timoteo: “No tengas miedo de dar la cara por nuestro Señor, toma parte en los duros trabajos del Evangelio”…
Jesús también nos da ánimos, asegurándonos que las fuerzas para esta misión nos vienen de su presencia de Resucitado en medio nuestro.

PARA DISCERNIR

¿A qué compromiso me invita la palabra de este día?
¿Qué palabras de Pablo movilizan mi corazón?
¿Qué desafío recibimos como comunidad pastoral, familiar, laboral?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

…Digo que sí Señor a tu llamado…

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

Santos Timoteo y Tito, sucesores de los apóstoles 

La comunidad, nacida del anuncio evangélico, reconoce que es convocada por la palabra de aquellos quienes fueron los primeros en vivir la experiencia del Señor y fueron enviados por él. Sabe que se puede apoyar sobre la conducta de los Doce, así como de los que, poco a poco, se asocian a ellos y son sus sucesores en el ministerio de la Palabra y el servicio de la comunión. En consecuencia, pues, la comunidad se siente comprometida a transmitir a los demás la «gozosa nueva» de la presencia actual del Señor y de su misterio pascual, que se opera en el Espíritu. 
Esto se evidencia claramente en las carta paulinas: «Os he transmitido lo que yo mismo he recibido» (1C 15,3). Y esto es importante. San Pablo sabe que al principio fue llamado por Cristo, y por tanto es un verdadero apóstol y, sin embargo, lo que cuenta fundamentalmente, también para él, es la fidelidad a lo que ha recibido. No quería él «inventar» un nuevo cristianismo, que podríamos llamar «paulino». Sino que él mismo insiste: «Os he transmitido lo que yo mismo he recibido». Transmitió el don inicial que viene del Señor y que es la verdad que salva. Más adelante, hacia el final de su vida, escribe a Timoteo: «Eres el depositario de esta buena nueva. Guarda este tesoro en toda su pureza con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros» (2Tm 1,14). 
Es lo mismo que, nos muestra con eficacia este antiguo testimonio de la fe cristiana, escrito por Tertuliano hacia el año 200: (Los apóstoles) afirmaron la fe en Jesucristo y establecieron Iglesias por toda la Judea y muy pronto, esparcidos por el mundo anunciaron la misma doctrina y una misma fe a todas las naciones, y en ellas fundaron la Iglesia casi en todas las ciudades. A partir de éstas, las demás Iglesias intercambiaban, comunicaban y propagaban su fe y las semillas de la doctrina, y para ser verdaderas Iglesias prosiguen este intercambio y comunicación. Es de esta manera que también ellas reciben el nombre de apostólicas en tanto que descendientes de la Iglesias de los apóstoles». 
Papa Benedicto XVI – Audiencia general del 03/05/2006

PARA REZAR

ORACIÓN POR LAS MISIONES
Padre de bondad,
Tú que eres rico en amor y misericordia,
que nos enviaste a tu Hijo Jesús
para nuestra salvación,
escucha a tu iglesia misionera.
Que todos los bautizados
sepamos responder al llamado de Jesús:
“Vayan y hagan que todos los pueblos
sean mis discípulos”.
Fortalece con el fuego de tu Espíritu
a todos los misioneros,
que en tu nombre anuncian
la Buena Nueva del Reino.
María, Madre de la Iglesia
y estrella de la evangelización,
acompáñanos y concédenos
el don de la perseverancia
en nuestro compromiso misionero.
Amén. 

LECTIO DIVINA

Sus parientes decían: «Es un exaltado»

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos     3, 20-21 

    Jesús regresó a la casa, y de nuevo se juntó tanta gente que ni siquiera podían comer. Cuando sus parientes se enteraron, salieron para llevárselo, porque decían: «Es un exaltado».
Palabra del Señor.

LECTURA -  ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

Guías para la lectura:

Jesús vuelve a casa, probablemente se hace referencia a la casa de Simón en Cafarnaúm. Como ha venido pasando ante cada uno de sus movimientos, la gente lo sigue y lo abruma con sus necesidades y urgencias. En este caso, el evangelista nos aclara el detalle: que ni siquiera podía comer él ni sus discípulos. Tal el volumen de “la audiencia”, tal la urgencia de sus clamores.
Desde luego que estos hechos y los narrados hasta aquí por el evangelio de Marcos no describen para nada la vida cotidiana de un “hombre normal” de su época. ¡Algo extraño debe pasar con él! Un versículo delante de la lectura de hoy, algunos  osarán decir que hacía todas estas cosas y se comportaba de esa manera porque tenía una “asociación ilícita” con Beelzebú. En este caso, los suyos quisieron “protegerlo y ponerlo a buen resguardo psicológico” porque según ellos, padecía algún trastorno psicológico cercano a la pérdida de la razón, y que era asociado con un trastorno de exaltación.
Pretendían, en nombre de la normalidad y la cordura, sacar a Jesús de al lado de la gente necesitada. Necesitaban un Jesús más predecible, más enmarcado en su propio “status quo” de la vida religiosa en ese momento. No buscaban su mal desde luego, pero sí querían que el Cristo se asemeje y se acomode a sus propios parámetros y no al revés. Proponían el lado contrario al discipulado, no el seguimiento a Jesús, sino que Él los siguiera en sus mandatos y prejuicios religiosos.
Desde luego que Jesús no les hace caso, sigue su propio camino, el de la imagen visible del Dios invisible.

MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

Preguntas para la meditación:

¿Qué importancia tiene que este suceso se diera en la casa habitual de Jesús?
¿Qué significado tiene que hasta sus parientes desconfiaban de su salud mental?
¿Cuánto hay de manipulación y soberbia en esa actitud?

ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayudame a seguirte cómo eres y a donde quieras ir. Líbrame de encasillarte en mis propios preconceptos y acomodarte a mi agenda de conveniencia y comodidad religiosa.

CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?


Reflexiono acerca de lo que debe haber sentido el Señor que hasta sus parientes y personas más cercanas desconfiaran de su salud mental. Medito en la importancia que el Señor le daba a las necesidades del pueblo por encima de preconceptos y encasillamientos religiosos.

ACCIÓN -  ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

Preguntas para la acción:

¿Trato de acomodar a Jesús a mis conveniencias?
¿Qué significa y qué no significa ser un verdadero discípulo a la luz de este pasaje?
¿Con quién compartiré hoy lo reflexionado en la Lectio?

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