12 de febrero de 2013



SANTOS EULALIA Y DAMIÁN

“¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías,
en el pasaje de la Escritura que dice:
Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.”

PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Génesis    1, 20-2, 4a

    Dios dijo: «Que las aguas se llenen de una multitud de seres vivientes y que vuelen pájaros sobre la tierra, por el firmamento del cielo.» Dios creó los grandes monstruos marinos, las diversas clases de seres vivientes que llenan las aguas deslizándose en ellas y todas las especies de animales con alas. Y Dios vio que esto era bueno. Entonces los bendijo, diciendo: «Sean fecundos y multiplíquense; llenen las aguas de los mares y que las aves se multipliquen sobre la tierra.» Así hubo una tarde y una mañana: este fue el quinto día.
    Dios dijo: «Que la tierra produzca toda clase de seres vivientes: ganado, reptiles y animales salvajes de toda especie.» Y así sucedió. Dios hizo las diversas clases de animales del campo, las diversas clases de ganado y todos los reptiles de la tierra, cualquiera sea su especie. Y Dios vio que esto era bueno.
    Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo.» Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.
    Y los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los vivientes que se mueven sobre la tierra.»
    Y continuó diciendo: «Yo les doy todas las plantas que producen semilla sobre la tierra, y todos los árboles que dan frutos con semilla: ellos les servirán de alimento. Y a todas la fieras de la tierra, a todos los pájaros del cielo y a todos los vivientes que se arrastran por el suelo, les doy como alimento el pasto verde.» Y así sucedió. Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el sexto día.
    Así fueron terminados el cielo y la tierra, y todos los seres que hay en ellos. El séptimo día, Dios concluyó la obra que había hecho, y cesó de hacer la obra que había emprendido. Dios bendijo el séptimo día y lo consagró, porque en él cesó de hacer la obra que había creado.
    Este fue el origen del cielo y de la tierra cuando fueron creados.
Palabra de Dios.

SALMO     Sal 8, 4-5. 6-7. 8-9 (R.: 2a) 
R.    ¡Señor, nuestro Dios, qué admirable es tu Nombre en toda la tierra! 

    Al ver el cielo, obra de tus manos,
    la luna y la estrellas que has creado:
    ¿qué es el hombre para que pienses en él,
    el ser humano para que lo cuides? R.

    Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
    lo coronaste de gloria y esplendor;
    le diste dominio sobre la obra de tus manos,
    todo lo pusiste bajo sus pies. R.

    Todos los rebaños y ganados,
    y hasta los animales salvajes;
    las aves del cielo, los peces del mar
    y cuanto surca los senderos de las aguas. R.

EVANGELIO
+ Lectura del santo Evangelio según san Marcos    7, 1-13

    Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús, y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar. Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados; y al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras y de la vajilla de bronce.
    Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?»
    El les respondió: «¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos. Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres.»
    Y les decía: «Por mantenerse fieles a su tradición, ustedes descartan tranquilamente el mandamiento de Dios. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y además: El que maldice a su padre y a su madre será condenado a muerte. En cambio, ustedes afirman: “Si alguien dice a su padre o a su madre: Declaro corbán -es decir, ofrenda sagrada- todo aquello con lo que podría ayudarte…” En ese caso, le permiten no hacer más nada por su padre o por su madre. Así anulan la palabra de Dios por la tradición que ustedes mismos se han transmitido. ¡Y como estas, hacen muchas otras cosas!»
Palabra del Señor.

PARA REFLEXIONAR

Jesús confronta a las autoridades religiosas del pueblo con el tema de la pureza legal. Denuncia la falsedad e hipocresía de una religión que se ha montando sobre normas, costumbres, tradiciones, ritos que ocultan el verdadero rostro misericordioso, compasivo y liberador de Dios.
Tres grandes instituciones religiosas se habían convertido en una pesada estructura que tenían que llevar sobre todo los pobres. Estas tres grandes instituciones son: la ley, el templo y el culto. Además de los pesados preceptos estaban también los impagables impuestos.
Por eso Jesús pone en evidencia la pesadez de la ley, la vaciedad del culto y la corrupción religiosa encerrada en el templo.
Para Jesús la única ley es el amor, el único culto es la misericordia y el único templo es el corazón humano.
Posiblemente hoy también hayamos hecho de lo religioso una estructura demasiado pesada que impide el encuentro con Dios y con los hermanos. Tomemos esta oportunidad para revisar nuestras costumbres, prácticas y concepciones religiosas.
La cuaresma que se avecina es un tiempo de gracia para hacer esta revisión. Que mañana, miércoles de ceniza, lo vivamos como la oportunidad de entrar en un camino auténtico de conversión personal y comunitaria.
***
Si en los primeros cuatro días Dios había creado la luz, las aguas, el día y la noche, ahora el relato del Génesis nos dice, con su lenguaje particular, cómo nació la vida en la tierra.
Primero, la vida en las aguas marinasLuego, en la tierra, con toda clase de animales y finalmente
la pareja humana. En este último día, el comentario que se pone en labios de Dios, es que todo lo que había hecho era muy buenoEl hombre y la mujer aparecen como la cumbre de la creación.
El día séptimo «descansó Dios de todo el trabajo que había hecho». Frase en la que se motiva el«sabbat»: descanso del día séptimo de la semana judía. Este esquema narrativo no quiere ser científico o histórico, sino que presenta una intención religiosa muy interesante: nos está diciendo que todo procede de Dios y que todo lo ha pensado para bien de la raza humana.
El vértice del texto de hoy está claramente en la creación del ser humano a nuestra imagen y semejanza. El mensaje central es que no somos frutos del mero azar, de la fuerza ciega de la evolución. Somos fruto de un amor infinito, fuente de nuestra más radical dignidad, de nuestra másenriquecedora diversidad, de la más apasionante misión que consiste en cuidar y desarrollar la obra de Dios.
***
En el Evangelio de hoy, la primera afirmación importante que hace Jesús, es que el mandamiento de Dios y las tradiciones de los hombres tienen que ser considerados como dos cosas distintas. No están en el mismo plano, sino que el primero es perenne las segundas son provisionales. Además, las tradiciones, aunque hayan nacido como un esfuerzo de interpretación del mandamiento e incluso como un intento de veneración del mismo, no tienen que esconder a dicho mandamiento, hasta el punto de distraernos de lo que es esencial.
En la segunda afirmación Jesús rechaza la distinción judía entre lo puro y lo impuro, entre una esfera religiosa, separada, en la que Dios está presente, y otra esfera ordinaria, cotidiana, en la que Dios está ausente. La impureza radica en el pecado que llevamos dentro de nosotros.
La tercera afirmación apunta a la absurda tradición del “corbán”, que permitía a los hijos,desentenderse del deber de mantener a los padres ancianos e inválidos, gracias a una pequeña ofrenda hecha al Templo.
Lo esencial del texto está constituido por la pequeña parábola de Jesús, en la que pone de manifiesto que no son las cosas las que contaminan, sino que es el mismo ser humano, quien a partir de sus opciones, de sus decisiones, le dice sí o no a Dios mismohaciéndose así puro o impuro frente al proyecto de Dios en la historia.
Jesús afirma la moral del corazón, no sólo la de las acciones. Cuando la conducta es ciega, es porque el corazón está en desorden. Es necesario entonces, un esfuerzo continuo de purificación. No se trata tampoco de hacer las cosas de corazón, fuera de toda ley, sino de hacer cosas que procedan de un corazón recto. Es el corazón el que tiene que estar purificado, porque tiene que estar abierto de modo que pueda captar la voluntad de Dios. La voluntad de Dios no es simplemente letra escrita, ni repetición de costumbres.
El corazón purificado del que habla Jesús, está hecho de fe y disponibilidad. Se trata de crear una situación interior capaz de conocer al verdadero Dioscapaz de descubrir su voluntad en lo cambiante de la vida cotidiana. El corazón es el lugar donde Dios se revela, no simplemente el lugar donde se percibe la obligatoriedad de una ley y donde se encuentra la fuerza para repetirla.
Jesús desde la referencia al mandamiento del amor a los padres, restablece la verdad de la naturaleza de las cosas.
El evangelio nos llama a que no nos limitemos a honrar al Señor sólo con los labios, mientras nuestro corazón permanece lejos de Él por falta de un amor auténtico, que nos ponga al servicio de nuestros hermanos.
Nuestra fe es una invitación a entrar en relación con una persona, Jesús, y dejar que su amor y su presencia llegue hasta el centro de nuestro corazónEstar cerca de Jesús, significa que Él habita en nosotros y transforma nuestra existencia; para que permaneciendo en nosotros y desde nosotros, se manifieste con las obras concretas de nuestra vida, que Él sigue amando y salvando a todos mediante su Iglesia.

PARA DISCERNIR

¿Qué idea tengo acerca de la pureza evangélica?
¿Qué significa que nuestra vida esté cerca de la del Señor?
¿Cómo puedo vivir una moral desde la fe?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

…Alabo tu Nombre Señor con mi corazón…

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

…”Al principio se confió a ambos (al hombre y a la mujer) la tarea de conservar su propia semejanza con Dios, dominar sobre la tierra y propagar el género humano. Ser todos de Dios, entregarse a él, a su servicio, por amor, ésa es la vocación no sólo de algunos elegidos, sino de todo cristiano; consagrado o no consagrado, hombre o mujer [...].
Cada uno está llamado a seguir a Cristo. Y cuanto más avance cada uno por esta vía, más semejante se hará a Cristo, puesto que Cristo personifica el ideal de la perfección humana libre de todo defecto y carácter unilateral, rica en rasgos característicos tanto masculinos como femeninos, libre de toda limitación terrena; sus seguidores fieles se ven cada vez más elevados por encima de los confines de la naturaleza. Por eso vemos en algunos hombres santos una bondad y una ternura femenina, un cuidado verdaderamente materno por las almas a ellos confiadas; y en algunas mujeres santas una audacia, una prontitud y una decisión verdaderamente masculinas. Así, el seguimiento de Cristo lleva a desarrollar en plenitud la originaria vocación humana: ser verdadera imagen de Dios; imagen del Señor de lo creado, conservando, protegiendo e incrementando a toda criatura que se encuentra en su propio ámbito, imagen del Padre, engendrando y educando -a través de una paternidad y una maternidad espirituales- hijos para el Reino de Dios.
La elevación por encima de los límites de la naturaleza, que es la obra más excelsa de la gracia, no puede ser alcanzada, ciertamente, por medio de una lucha individual contra la naturaleza o mediante la negación de nuestros propios límites, sino sólo mediante la humilde sujeción al nuevo orden entregado por Dios”…
E. Stein, edición española: La mujer, Ediciones Palabra, Madrid 1998.

PARA REZAR

Tú y yo nos vamos haciendo
En ti estoy, de ti vengo, a ti voy.
Estás fuera de mí, puedo encerrarme.
Estás dentro de mí, puedo encerrarte.
No puedo dejar de estar en ti.
Mi carne extiende raíces que llegan hasta ti.
Puedo olvidarlo.
Mi espíritu es una chispa
que brota de tu incendio.
Puedo ignorarlo.
No puedo dejar de venir de ti.
Mis ojos buscan su horizonte.
Mi corazón, su hogar universal.
Puedo extraviarme en una encrucijada.
Puedo paralizarme en algún hogar.
No puedo dejar de ir hacia ti.
No vi tu rostro cuando salí de ti.
No fue una despedida.
Allí empezó un encuentro sin orillas.
Cada tarde añado en mi lienzo
un nuevo rasgo tuyo.
Cada tarde añades en tu lienzo
un nuevo rasgo mío.
En medio del camino al adivinar una frente,
al estrechar una mano, al mirar unos ojos,
al nacer el futuro, al morir el presente,
yo te descubro, yo me descubro.
Dentro de mí, los dos a la par,
uno hacia el otro, nos vamos haciendo…
Ahora te veo, Señor marginado,
maestro sirviendo, madre exprimida,
padre sin nada, infinito pidiendo, libre clavado.
Ahora te veo, pueblo en camino.
Y en este misterio se pierden mis días,
mis razones y mis sueños.
Tú y yo nos vamos haciendo tu pueblo
.
B. González Buelta s.j.

LECTIO DIVINA
  
Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios,
por seguir la tradición de los hombres
  
 + Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos     7, 1-13

    Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús, y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar.
    Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados; y al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras, de la vajilla de bronce y de las camas.
    Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: «¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?»
    Él les respondió: «¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice: 
        "Este pueblo me honra con los labios,
        pero su corazón está lejos de mí.
        En vano me rinde culto:
        las doctrinas que enseñan
        no son sino preceptos humanos".
    Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres.»
    Y les decía: «Por mantenerse fieles a su tradición, ustedes descartan tranquilamente el mandamiento de Dios. Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y además: El que maldice a su padre y a su madre será condenado a muerte. En cambio, ustedes afirman: "Si alguien dice a su padre o a su madre: Declaro corbán -es decir, ofrenda sagrada- todo aquello con lo que podría ayudarte..." En ese caso, le permiten no hacer más nada por su padre o por su madre. Así anulan la palabra de Dios por la tradición que ustedes mismos se han transmitido. ¡Y como estas, hacen muchas otras cosas!»
Palabra del Señor.

1.     LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

 ·   Guías para la lectura:             

Este texto se detiene a explicar cuál era el problema de Jesús con los maestros de la ley y los fariseos. Ellos se dedicaban a estudiar la Ley de Dios, a enseñarla y a promover su práctica. Pero el problema es que habían agregado a esa Ley una cantidad innumerable de prácticas y normas que la hacían complicada y que producían un efecto negativo, ya que se olvidaba lo esencial por perderse en muchas cosas secundarias.  
Además, estos jefes religiosos se dedicaban a espiar y controlar a la gente para ver si cumplía o no esas tradiciones. Aquí acusan a los discípulos de Jesús por no lavarse las manos antes de comer. 
Jesús rechaza ese tipo de religión y quiere devolverle la simplicidad. Como ejemplo, acusa a los fariseos de ser poco atentos con sus padres y de no cumplir con el mandamiento divino que manda honrarlos, porque se han inventado una tradición que dice que las personas consagradas ya no tienen obligación de preocuparse por sus padres. Pero los mandamientos de Dios están siempre antes que nuestras tradiciones. 
Por eso cada tanto es conveniente detenerse a mirar la propia vida, para ver si no la hemos complicado con demasiadas normas que nosotros mismos inventamos. No es necesario ofrecer a Dios esfuerzos innecesarios, sino aceptar y vivir generosamente las incomodidades y exigencias que la vida misma nos presenta. 

2.     MEDITACIÓN - ¿QUÉ  ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
  
·                       Preguntas para la meditación: 

Ø     ¿A qué le daban prioridad los fariseos, a la Ley de Dios o a la tradición?
Ø     ¿Por qué Jesús les cita ese texto de Isaías?
Ø    ¿Hasta qué circunstancia absurda se puede llegar según los dichos de Jesús a los fariseos?

 3.     ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
                               
Mi Señor, Tú quisiste resumir todas las leyes en el amor, para que no compliquemos nuestra vida con miles de exigencias y nos olvidemos de lo esencial. Concédeme vivir en el amor, dame un corazón generoso. No permitas que busque falsas excusas en tradiciones humanas, ni que controle sin compasión los defectos de los hermanos” 

4.     CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
       
Reflexiono acerca de la importancia que le doy a los mandamientos de Dios en su Palabra y el lugar que le doy a tradiciones u obligaciones autoimpuestas. Medito en la importancia de la fidelidad de corazón sobre la religiosidad exterior.  

5.     ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

·                        Preguntas para la acción: 

Ø     ¿Cómo analizaré mis prioridades normativas en el caminar cristiano?
Ø     ¿Qué normas que he inventado estoy manteniendo?
Ø    ¿Es el amor a Dios y al prójimo mi primer mandamiento? 

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