Bta. Jacinta de Jesús Marto, niña vidente (a. 1920)
“Al ver Jesús
que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: «Esta es una generación
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía de Jonás 3, 1-10
La palabra del Señor fue dirigida por segunda vez a
Jonás, en estos términos: «Parte ahora mismo para Nínive, la gran ciudad, y
anúnciale el mensaje que yo te indicaré.»
Jonás partió para Nínive, conforme a la palabra del
Señor. Nínive era una ciudad enormemente grande: se necesitaban tres días para
recorrerla. Jonás comenzó a internarse en la ciudad y caminó durante todo un
día, proclamando: «Dentro de cuarenta días, Nínive será destruida.»
Los ninivitas creyeron en Dios, decretaron un ayuno
y se vistieron con ropa de penitencia, desde el más grande hasta el más
pequeño. Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, este se levantó de su trono,
se quitó su vestidura real, se vistió con ropa de penitencia y se sentó sobre
ceniza. Además, mandó proclamar en Nínive el siguiente anuncio:
«Por decreto del rey y de sus funcionarios, ningún
hombre ni animal, ni el ganado mayor ni el menor, deberán probar bocado: no
pasten ni beban agua;
vístanse con ropa de penitencia hombres y animales; clamen a Dios con todas
sus fuerzas y conviértase cada uno de su mala conducta y de la violencia que
hay en sus manos. Tal vez Dios se vuelva atrás y se arrepienta, y aplaque el
ardor de su ira, de manera que no perezcamos.»
Al ver todo lo que los ninivitas hacían para
convertirse de su mala conducta, Dios se arrepintió de las amenazas que les
había hecho y no las cumplió.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 50, 3-4. 12-13. 18-19 (R.: 19b)
R. Tú, Señor, no desprecias el corazón contrito y
humillado.
¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad,
por tu gran compasión, borra mis faltas!
¡Lávame totalmente de mi culpa
y purifícame de mi pecado! R.
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
y renueva la firmeza de mi espíritu.
No me arrojes lejos de tu presencia
ni retires de mí tu santo espíritu. R.
Los sacrificios no te satisfacen;
si ofrezco un holocausto, no lo aceptas:
mi sacrificio es un espíritu contrito,
tú no desprecias el corazón contrito y humillado.
R.
EVANGELIO
X Lectura del santo Evangelio según san
Lucas 11, 29-32
Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó
a decir: «Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro
que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el
Hijo del hombre lo será para esta generación.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará
contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los
confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien
que es más que Salomón.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se
levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron
por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
La gente reclama una señal extraordinaria. Esa ha sido la lógica de todos
los pueblos, en todos los tiempos: pedir señales extraordinarias para creerle a
Dios.
Jesús siente tristeza, y al mismo tiempo rabia, por esa actitud tan
infantil del pueblo. Los judíos no aceptan que han estado rodeados de falsos
mesías que los han incitado a las armas en nombre de Dios.
Ahora reclaman una señal del cielo; pero Jesús responde con algo imprevisto
e inimaginable. No habrá una señal irrebatible y poderosa por parte de Dios. El
Padre de Jesús no funciona de esa manera ni entra en esa lógica. Dios no es el
“Dios máquina” que interviene en la historia de los hombres imponiendo su poder
aterrador.
Dios no se mueve en la lógica infantil de los creyentes que necesitan
señales o avisos sobrenaturales para actuar con radicalidad.
La señal que recibirán no es la de un Dios “Todo-Poderoso” que se impone,
sino la de un “Dios-Misericordioso” que se expone hasta la muerte en cruz.
La gran señal de Dios es el Fracaso del Hijo del Hombre, su muerte, en
manos de los poderosos, explotadores y detentadores de poder que se ensañaron
contra la humanidad. Pero al tercer día resucitará.
***
Nínive era una ciudad
pagana considerada corrupta, impía y pecadora. Jonás
teme el fracaso en su misión. Dios elige a Jonás como mediador para invitar a la conversión a los ninivitas. Jonás no es precisamente un modelo de creyente ni de profeta. Va a predicar a Nínive porquese ve obligado, porque había querido escaparse de su misión.
teme el fracaso en su misión. Dios elige a Jonás como mediador para invitar a la conversión a los ninivitas. Jonás no es precisamente un modelo de creyente ni de profeta. Va a predicar a Nínive porquese ve obligado, porque había querido escaparse de su misión.
Dios le envía una tempestad pavorosa que hace peligrar su vida y la de
todos los tripulantes de la barca en la que viaja. El capitán y los marineros
paganos creen ver un castigo de Dios en la tormenta. Para calmar a Dios lo
arrojan al mar. Recogido en el vientre de un mítico pez, Jonás ora y misteriosamente es arrojado en
tierra. Allí vuelve a recibir la misión de ir
a Nínive a predicar y convertirlos; y ahoraobedece.
En Nínive, con su palabra, logra el arrepentimiento
de toda la población y Dios perdona
al pueblo pecador.
***
El pueblo de Israel del tiempo de Jesús, mantenía la idea de que el Dios de la Alianza haría una intervención espectacular
y contundente en su historia y que esta manifestación les traería la libertad
soñada. Por eso necesitan milagros para tener fe y convertirse.
Cristo penetra en el corazón del problema cuando proclama que la fe se apoya sobre la confianza puesta en la persona del
enviado.
Jesús, el Mesías verdadero, el enviado del Padre, es
la única señal que debe comprender todo hombre que desee descubrir el misterio del
Amor del Padre.
La vida sencilla de Jesús que
obra en medio de los sufrientes, y su muerte a
mano de los poderosos, son la señal que debe
ser asimilada por los cristianos. En la persona de Jesús se
hace presente el Dios que fracasa para el mundo. Jesús
invierte los valores mesiánicos de ese momento.
Jesús que comparte la suerte de los empobrecidos de la historia y vive la
impotencia que viven los sencillos, es el que se
hace signo de un Dios que se compadece y siente misericordia por su pueblo.
Desde su palabra eficaz, desde sus gestos sencillos y cercanos, hasta en los milagros del reino se hace patente en Jesús, el corazón misericordioso del Padre que quiere que todos
los hombres se salven. Esta es la señal y no otra. Nada que deslumbre,
enceguezca y obligue.
Jesús quiere enseñarle al pueblo a tener una
mirada de fe y descubrir el gran milagro de la misericordia de Dios. Por
eso la única señal que recibirá será la de Jonás. Así como este profeta fue un
signo para los ninivitas de la misericordia que Dios tiene a todos sin distinción; el mensaje y la misma vida de Jesús, son la única señal que Dios Padre brinda a la humanidad. En Jesús, la misericordia de Dios se ha volcado hacia los hombres y busca ser abrazada por todos.
signo para los ninivitas de la misericordia que Dios tiene a todos sin distinción; el mensaje y la misma vida de Jesús, son la única señal que Dios Padre brinda a la humanidad. En Jesús, la misericordia de Dios se ha volcado hacia los hombres y busca ser abrazada por todos.
La salvación no se realizará a través de una intervención portentosa de
Dios, sino en lo ordinario en la vida. Dios no salva violentando la historia, sino asumiendo la historia y las realidades humanas, por
más bajas y limitadas que sean.
El Señor nuevamente en esta Cuaresma dirige su Palabra, invitándonos a una sincera conversión que nos permita
experimentar su salvación. El Señor, rico en
misericordia para con nosotros, quiere que seamos signo de su misericordia con
todos los hombres.
Como Iglesia discípula de su Señor, podremos ser un signo de la presencia del
Reino, en la medida que aceptemos vivir con la sabiduría misericordiosa de Dios,
que sale a nuestro encuentro para darnos vida,
y vida en abundancia.
PARA DISCERNIR
¿Qué vida me quiere dar Jesús?
¿Cuál es la penitencia que reclama mi corazón?
¿Qué ayuno necesita mi vida para que crezca en libertad?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
“El Reino de Dios está cerca. Convirtámonos y vivamos el Evangelio”.
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…Creer en Jesús es escuchar su Palabra, que nos revela su amor infinito por
nosotros pecadores. Ser creyentes significa estar seguros de que el amor existe
y que tiene el rostro de la misericordia. Creer en Jesús quiere decir adherirse
a su amor absolutamente gratuito con los pobres como nosotros. Seguir a Jesús
es entregarse totalmente a su misericordia y confiar únicamente en su
misericordia. Amar a Jesús es sencillo. Para lograrlo debemos ante todo creer
que Él nos ama de verdad, tal como somos, hoy. En este acto de fe es posible
que rebose la alabanza de nuestro corazón y descansar en este amor infinito. La
alabanza, la acción de gracias y la adoración abren nuestro corazón al don que
Dios nos concede de su amor misericordioso.
El amor divino no se queda inactivo si encuentra en nosotros su espacio y
su libertad. Pero para acoger la misericordia de Dios debemos tener
misericordia con nuestros hermanos. Por la dulzura de su corazón compasivo,
Jesús nos da un corazón misericordioso. Nada más concreto, nada más práctico
que el verdadero amor. Vivir del amor de Jesús es ponernos al servicio de
nuestros hermanos más cercanos y nos hace mansos y humildes. Nada hay tan
exigente como seguir a Jesús por este camino del amor, pues es el camino de la
cruz. Pero no se trata de una carga demasiado pesada; basta con que no nos
empeñemos en llevarla solos y con dejar que Jesús la lleve con nosotros. Para
descubrir por lo menos un poco la misericordia infinita, único secreto del
corazón de Jesús, hay un lugar preferido donde morar: delante de la cruz de
Jesús, a sus pies.
J.-P. van Schoote, El sacramento de la penitencia,
en J.-P. van Schoote y J.-C. Sagne, Miseria e
misericordia, Magnano 1992, 46s.
PARA REZAR
Es hermoso ayunar para ti, Dios, vida nuestra
y dejar que el hambre profundice en nosotros
el deseo de un mayor amor.
Queremos seguir a Jesús en el desierto
y de nuestro despojo de cada día
renacerá un hombre nuevo,
fruto de la gracia y de la pobreza.
Bendito seas por la mesa del pan partido,
por el pan de los reconciliados
que se entregan sin miedo,
confiados en tus manos.
Bendito este día en que nos llamas
a descubrir la ternura de tu amor
a pesar de los senderos de cruz
por los que vamos caminando.
LECTIO DIVINA
A
esta generación no le será dado otro signo que el de Jonás
+ Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo según san Lucas
11, 29-32
Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir:
«Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de
Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del
hombre lo será para esta generación.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará
contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los
confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien
que es más que Salomón.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán
contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la
predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás.»
Palabra del Señor.
LECTURA
- ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Guías para la lectura:
El episodio narrado en el texto responde a una pregunta
hecha en el verso 16 “Otros para ponerlo a prueba, exigían de Él un signo
que viniera del cielo”. La demanda de ellos era malvada, porque
además de ser insultante e insolente era también hipócrita, porque se sentían
seguros de haber pedido a Jesús algo que Él no podría de ningún modo realizar.
Jesús había dado a los hebreos muchas señales, sobre
todo curaciones y exorcismos, incluso el milagro de los panes y las
resurrecciones. Lo que Él rechaza es una señal espectacular que venga del
cielo, señal esperada por algunos apocalípticos hebreos.
En Lucas la señal de Jonás, se refiere a la
predicación del profeta, mientras que en Mateo (Mt 12.39-41), se convierte
primeramente en la ejemplificación directa de la futura resurrección de Jesús.
La explicitación de la correspondencia de los tres días viene probablemente del
mismo Mateo, que explica una frase de Jesús que citaba simplemente el signo de
Jonás (Mt. 16.4). Marcos refiere sólo el rechazo de la señal pedida (Mc. 8.12).
En primer lugar, Jesús apela al ejemplo bíblico de la
visita de la reina de Saba en 1 Reyes 10.1. Ella, una pagana, vino de los
confines de la tierra (probablemente la región en la que hoy se encuentra
Yemen) para escuchar a un simple mortal, Salomón. En el día del juicio, esa generación
incrédula, deberá reconocer su error al no haber escuchado a Jesús, un
predicador incomparablemente superior a Salomón.
En segundo lugar, el Señor menciona directamente como
ejemplo, la actitud del pueblo de Nínive ante la predicación de Jonás (Jonás
3.1-10 de la lectura de hoy). Ellos creyeron en Dios, decretaron ayuno y
penitencia. El propio rey ninivita tomó esa actitud de arrepentimiento en forma
personal, lo cual extendió a sus súbditos, por medio de un decreto oficial de
ayuno para los hombres y sus animales. Ellos también en el día del juicio
podrán cojuzgar a esta generación, que no reconoce en Jesús alguien
infinitamente mayor que el profeta Jonás.
Jesús utiliza la frase, “esta generación”, para
referirse a sus interpeladores que lo acosaron durante todo su ministerio.
Fariseos, escribas y doctores de la Ley, que no podían a causa de su
soberbia, reconocer en la economía de Dios, la llegada del Mesías.
MEDITACIÓN
- ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para la meditación:
¿Para fortalecer mi fe, espero algunas veces señales
extraordinarias de Dios en mi vida?
¿Desafío al Señor con señales especiales que
demuestren su presencia?
¿No me bastan para mi fe las señales de Dios
mencionadas en las Escrituras y su significado para mi vida y la de la Iglesia?
ORACIÓN
- ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
Señor, ayúdame siempre a volver a ti de todo corazón,
porque Vos sos bondadoso y compasivo.
Oro con el salmista en las citas de ese libro del día
de hoy:
Tú, Señor, no desprecias el corazón contrito y
humillado.
¡Ten
piedad de mí, Señor, por tu bondad,
por
tu gran compasión, borra mis faltas!
¡Lávame totalmente de mi culpa
y
purifícame de mi pecado!
Crea
en mí, Dios mío, un corazón puro,
y
renueva la firmeza de mi espíritu.
No me
arrojes lejos de tu presencia
ni
retires de mí tu santo espíritu.
Los
sacrificios no te satisfacen;
si
ofrezco un holocausto, no lo aceptas:
mi
sacrificio es un espíritu contrito,
tú no
desprecias el corazón contrito y humillado. Amén.
CONTEMPLACIÓN
- ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
Medito en el Señor Jesús y en todo su poder,
incomparable con cualquier persona humana piadosa de las Escrituras (Salomón,
Moisés, Jonás, etc.)
Reflexiono en mi propia predisposición de buscar
señales que fortalezcan mi débil fe y me arrepiento de ello, buscando recibir
de Jesús y su testimonio en los Evangelios, los sostenes de mi fe.
ACCIÓN
- ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para la acción:
¿Estoy dispuesto a reconocer hoy, mi predisposición de
buscar recibir señales que no se condicen con una actitud de fe que descansa en
Jesús y su vida narrada en los Evangelios?
¿Me decido a vivir hoy la alegría de ser un discípulo
de Jesús, quien es mayor a todos las personas que pisaron este mundo y lo
harán?
¿Cómo demuestro en mi andar diario, que Jesús es el
centro de mi vida y fe?
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