1 de mayo de 2013



San José, obrero

…Permanecer en Él para dar mucho fruto…

PRIMERA LECTURA
Lectura de los Hechos de los Apóstoles    15, 1-6

    Algunas personas venidas de Judea enseñaban a los hermanos que si no se hacían circuncidar según el rito establecido por Moisés, no podían salvarse.
    A raíz de esto, se produjo una agitación: Pablo y Bernabé discutieron vivamente con ellos, y por fin, se decidió que ambos, junto con algunos otros, subieran a Jerusalén para tratar esta cuestión con los Apóstoles y los presbíteros.
    Los que habían sido enviados por la Iglesia partieron y atravesaron Fenicia y Samaría, contando detalladamente la conversión de los paganos. Esto causó una gran alegría a todos los hermanos.
    Cuando llegaron a Jerusalén, fueron bien recibidos por la Iglesia, por los Apóstoles y los presbíteros, y relataron todo lo que Dios había hecho con ellos.
    Pero se levantaron algunos miembros de la secta de los fariseos que habían abrazado la fe, y dijeron que era necesario circuncidar a los paganos convertidos y obligarlos a observar la Ley de Moisés.
    Los Apóstoles y los presbíteros se reunieron para deliberar sobre este asunto.
Palabra de Dios.

SALMO    Sal 121, 1-2. 3-4a. 4b-5 (R.: Cf. 1)
R.    Vamos con alegría a la Casa del Señor.

    ¡Qué alegría cuando me dijeron:
    «Vamos a la Casa del Señor!»
    Nuestros pies ya están pisando
    tus umbrales, Jerusalén. R.

    Jerusalén, que fuiste construida
    como ciudad bien compacta y armoniosa.
    Allí suben las tribus,
    las tribus del Señor. R.

    Según es norma en Israel
    para celebrar el nombre del Señor.
    Porque allí está el trono de la justicia,
    el trono de la casa de David. R.

EVANGELIO
    X Lectura del santo Evangelio según san Juan    15, 1-8

    Jesús dijo a sus discípulos:
    «Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
    Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
    Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
    La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.»
Palabra del Señor.


PARA REFLEXIONAR

Antioquía en Siria era símbolo de una “iglesia” en la que habían entrado muchos gentiles. Jerusalén en Judea, símbolo de una “iglesia” compuesta mayoritariamente de antiguos judíos. Una cierta categoría de cristianos, muy apegados a la tradición, a quienes se designa con el término de «judaizante», tenían mucho empeño en permanecer fieles a la Ley de Moisés, que practicaban antes de su conversión a Jesucristo. Unos de este grupo que bajaron de Judea quieren imponer leyes claramente judaizantes y se producen conflictos en la iglesia de Antioquia.
Entre esos dos grupos de cristianos hay muy poco en común, salvo la “fe” en el mismo Cristo. Tienen una conciencia del bien y el mal con categorías culturales distintas. Viven costumbres alimenticias opuestas: mientras los venidos de la gentilidad comen de todo, los judíos consideran impuros varios alimentos. Los modos de plegaria son absolutamente distintos.
Se corría el riesgo de hacer «dos» Iglesias. Se decidió entonces que Pablo y Bernabé subieran a Jerusalén cerca de los Apóstoles y de los Ancianos para tratar con ellos esta cuestión. Fueron bien recibidos y todos «se reunieron a examinar el asunto». La decisión la van a tomar
dialogandoponiendo en común argumentos, y discerniendo en común lo que es más fiel a la voluntad de DiosSe produce así el primer Concilio de Jerusalén.
***
Jesús en su discurso de despedida no esconde a los discípulos los peligros y dificultades que deberán afrontar en el futuro. No deben acobardarse ni agobiarse ante el odio del mundo, porque Jesús renueva la promesa del envío del Defensor. Pero el peligro mayor no viene de fuera: la peor amenaza puede surgir del corazón del propio discípulo al no vivir el amor fraterno y faltar a la unidad con la Cabezade este Cuerpo que ahora se forma. La recomendación a la unidad que hará Jesús será a partir de la alegoría de la Vid y los sarmientos.
La imagen de la viña era tradicional en la Biblia, para traducir el amor de Dios para con su pueblo. La “viña” era “el pueblo de Dios”. La comparación del viñador es muy concreta: en invierno corta toda rama seca y la echa al fuego… y poda una parte de las ramas buenas a fin de que la savia se concentre y dé mayor número de racimos. Si una viña no es podada, acaba por no dar más que hojas.
Jesús se define como la vid verdadera, la cepa, el tronco, mientras a sus discípulos los llama los sarmientos. De la vid pasa la savia, o sea, la vida, a los sarmientos, si «permanecen» unidos a la vid. Si no, quedan secos, no dan fruto y se mueren o son cortados.
La metáfora hace presente la unión íntima y vital que Cristo quiere que exista entre Él y sus discípulos. Esta es una unión más profunda que la que se expresa en otras comparaciones: entre el pastor y las ovejas, o entre el maestro y los discípulos. Es un «trasvase»
íntimo de vida desde la cepa a los sarmientos, desde sí a los discípulos.
Necesitamos a Jesús como alma de nuestra vida. Estar unidos a Jesús, como el Evangelio nos plantea, es recibir; beber la savia de Jesús es asimilar su modo de pensar, semejante al del Padre, y hacer las obras que Él hace.
Sin estar unidos personalmente a Jesús, lo que hacemos con nuestras solas fuerzas es estéril. Las personas y las situaciones no van a cambiar en la medida en que nosotros nos esforcemos para que así sea, sólo Jesús puede tocar los corazones y cambiar la realidad.
La mayor alegría del Padre Viñador es que demos “fruto abundante”. Incluso, para conseguirlo, a veces recurrirá a la «poda», para que el fruto sea mayor.
Será fruto
la vida con sentidodiscípulos que viven en esperanzacon serenidad, alegría, fortaleza en medio de las dificultades. Personas capaces de ayudar a los demás, sostenerlos en sus fragilidades porque la seguridad y fortaleza que tienen son las que da Jesús; como la vid al sarmiento.
En la medida en que nuestra vida permanece unida a la de Jesús, como los sarmientos a la vid por medio de la vida de la gracia, la Eucaristía, la oración, la lectura y el compromiso con la Palabra de Dios,nuestros frutos son los frutos de nuestro tronco. La razón de ser del discipulado está en que reciba de Jesús su forma de ver, de pensar y de actuar, de tal manera que corra por su vida la vida del Maestro, como corre por las ramas la savia del tronco.


PARA DISCERNIR 

¿Trato de llegar a Dios por la especulación de la razón o por la dinámica del amor?
¿Busco desde mis méritos alcanzar la vida en Dios?
¿Pretendo entender a Dios o dejarme entender por Él?
¿Trato de alcanzar a Dios o me dejo alcanzar por Él?
¿Me abandono confiadamente en Él o me guardo algo por si acaso?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

…Jesús es la vid y nosotros los sarmientos…

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

…El arte de vivir en íntima unión con Jesús se puede ejercitar de tres maneras: en primer lugar, manteniéndonos siempre en su presencia, sin perderlo nunca de vista. Este arte consiste, esencialmente, en acostumbrarse a oír a Jesucristo en sí mismo mediante el recuerdo de su divina presencia en nosotros, mediante la costumbre arraigada de realizar actos de amor con él y mediante la gracia que Dios nos concede a fin de crear unas íntimas relaciones de familiaridad entre él y el alma. La disposición más importante que se requiere es pensar en él con motivo de todo, representarnos su vida, su pasión y sus dichos, porque de este modo es como se crea una dulce familiaridad.
En segundo lugar, corresponder fielmente y con exactitud a las inspiraciones del cielo. Es preciso seguir a Jesús con corazón atento, ávido de escuchar su Palabra y seguir sus invitaciones. En tercer lugar, con humildad de corazón: así como los que viven en la corte deben seguir la regla de una perfecta corrección exterior, también los que Forman la corte de nuestro Señor deben ser conscientes de la grandeza de la vocación cristiana y vivir con ansiedad y amor humilde… 
J. J. Surin, Un fundamento de la vida espiritual, Roma 1994.

PARA REZAR

Jesús es:
    La Luz que debe ser encendida,
    la Vida que se debe vivir,
    el Amor que debe ser amado,
    la Palabra que debe ser dicha,
    la Alegría que se debe compartir,
    la Paz que se debe dar,
    el Pan de la Vida que se debe comer,
    el Hambriento que debe ser sustentado,
    el Sediento que debe ser saciado,
    el Desnudo que debe ser vestido,
    el Desalojado que hay que acoger,
    el Solitario que se debe amar,
    el Despreciado que debe ser recibido.
                    Madre Teresa de Calcuta.


-SAN JOSÉ OBRERO- 

PRIMERA LECTURA
    Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas    3, 14-15. 17. 23-24

    Hermanos:
    Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección.
    Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias.
    Todo lo que puedan decir o realizar, háganlo siempre en nombre del Señor Jesús, dando gracias por él a Dios Padre.
    Cualquiera sea el trabajo de ustedes, háganlo de todo corazón, teniendo en cuenta que es para el Señor y no para los hombres. Sepan que el Señor los recompensará, haciéndolos sus herederos. Ustedes sirven a Cristo, el Señor. 
Palabra de Dios.

SALMO    Sal 89, 2. 3-4. 12-13. 14 y 16 (R.: 17c) 
R.    El Señor haga prosperar la obra de nuestras manos.

    Antes que fueran engendradas las montañas,
    antes que nacieran la tierra y el mundo,
    desde siempre y para siempre, tú eres Dios. R.

    Tú haces que los hombres vuelvan al polvo,
    con sólo decirles: «Vuelvan, seres humanos.»
    Porque mil años son ante tus ojos
    como el día de ayer, que ya pasó,
    como una vigilia de la noche. R.

    Enséñanos a calcular nuestros años,
    para que nuestro corazón alcance la sabiduría.
    ¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo?
    Ten compasión de tus servidores. R.

    Sácianos en seguida con tu amor,
    y cantaremos felices toda nuestra vida.
    Que tu obra se manifieste a tus servidores,
    y que tu esplendor esté sobre tus hijos. R.

EVANGELIO
    X Lectura del santo Evangelio según san Mateo    13, 54, 58

    En aquel tiempo:
    Al llegar a su pueblo, se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados.
    « ¿De dónde le vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?»
    Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo.
    Entonces les dijo: «Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia.»
    Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.
Palabra del Señor.

A finales del siglo XIX y principio del XX, el 1 de mayo se convirtió en una fecha reivindicativa y revolucionaria a favor de la clase obrera. El Papa Pío XII, en 1955, quiso darle una dimensión cristiana, e instituyó la fiesta de San José Obrero, que no sólo fue trabajador, artesano humilde, sino el modelo de todo trabajador cristiano desde su dedicación a la familia de Nazaret. De esta manera el Papa proyectaba una luz nueva sobre la dignidad del trabajo, que ofrece el medio de perfeccionar la creación, sirviendo a Dios y a los hombres, imitando a Dios Creador y al Hijo de Dios también artesano como su padre José, y uniendo los sufrimientos y contrariedades del propio trabajo a la cruz de Cristo.

PARA REFLEXIONAR

Los evangelios nos dicen muy poco de San José, sin embargo lo presentan con cinco títulos, importantes y significativos que lo definen y definen su lugar en la historia de la salvación: se lo llama“hijo de David” (Mt 1,20), “esposo de María” (Mt 1,16), “padre de Jesús” (Lc 2,48), “hombre justo” (Mt 1,19), y “el carpintero” (Mt 13,55) que enseñó su mismo oficio a Jesús (Mc 6,3).
Hoy celebramos al sencillo carpintero de Nazaret que tiene que trabajar cada día, para sostener a su familia con el esforzado y humilde trabajo en una vida oculta y laboriosa. 
El título de “carpintero” en San José, define no sólo un trabajo, sino una actitud frente a la vidaEl trabajo es el modo concreto y cotidiano con que expresa su amor a la familia de Nazaret. Jesús participa en el trabajo y en el estilo de vida de José, y llega a ser conocido como el “hijo del carpintero”. Jesús ha redimido el trabajo que sólo era una carga, para que sea una colaboración generosa en la transformación del mundo. …”En el artesano de Nazaret, Dios nos quiere revelar la dignidad del trabajo por más simple que seaLa laboriosidad, es una virtud por la cual el ser humano puede participar en la obra de Dios, Creador y Redentor, puede hacerse en cierto sentido más humano, y puede profundizar en la amistad con Cristo. San José nos enseña a santificar la vida diaria, elevando a Cristo las obras comunes, humildes y sencillas. Redemptoris Custos, Juan Pablo II.
El evangelio no recoge ni una sola palabra suya, por eso la tradición, nos muestra a José como unhombre de profundo silencio, y fe madura, capaz de percibir la acción de Dios. San José, más que con sus palabras, habla con sus actitudes y gestos. Con su silencio, su obediencia, su trabajo.Fue un obrero auténtico.
La vivencia del trabajo de San José es modélica para todos los trabajadores; de ahí que sea considerado su patrono. Al hablar de la realidad del trabajo, la Iglesia nos dice que “los fieles laicos deben desempeñar su trabajo con competencia profesional, con honestidad humana, con espíritu cristiano y especialmente como forma de su propia santificación… Es más, sabemos que mediante el trabajo ofrecido a Dios, las personas se asocian con la obra redentora de Jesucristo, cuyo trabajo con sus manos en Nazaret, ennobleció grandemente la dignidad del trabajo” (GS. 67). En este mensaje fuerte y sencillo el cristiano inmerso en el mundo está invitado a encontrar su propia espiritualidad.
El 5 de enero de 1964, desde Nazareth, exhortaba el Papa Paulo VI a aprender la lección del trabajo,la conciencia de su dignidad. Y nos señalaba a todos “al gran modelo, al hermano divino, al defensor de todas las causas justas, es decir: a Cristo, Nuestro Señor”, el hijo del carpintero, como era conocido Jesús. Y con el hijo, el padre, San Joséobrero. “La Obra Bien Hecha”. El realizaría tareas sencillas, pero pondría toda su alma en hacer las cosas bien. No haría cosas extraordinarias, pero lo ordinario lo haría extraordinariamente. Que él sea nuestro ejemplo a seguir en las tareas que hagamos cada día de nuestra vida, y pidamos a él su intercesión para que nuestro trabajo sea siempre agradable a los ojos de Dios.

PARA DISCERNIR

¿Desde qué perspectiva valoro el trabajo?
¿Descubro en el trabajo un modo de santificación personal y de construcción del Reino?
¿Me siento colaborador en la obra creadora de Dios?

REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA 

…Señor yo soy tu siervo…

PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

…”El ejemplo de Tomás Moro demuestra que le es posible a un cristiano vivir en el mundo según el Evangelio y actuar en él a imitación de Cristo; y ello en medio de su propia familia, de sus posesiones y de la vida política: es posible llevar una vida santa en medio de estas distintas situaciones, con sobriedad, sencillez y honestidad, sin caer en fanatismos ni «beaterías», de modo serio y alegre al mismo tiempo.
¿Qué es, pues, lo más importante para un cristiano que vive en el mundo? Realizar, en la fe, una opción radical por Dios, por el Señor y por su Reino, a pesar de todas las inclinaciones pecaminosas, y conservarla intacta a través de los acontecimientos ordinarios de cada día. Conservar, viviendo en el mundo, la libertad fundamental respecto al mundo, en medio de la familia, de las posesiones y de la vida política, al servicio de Dios y de los hermanos. Poseer la alegre prontitud que permite ejercer esta libertad, en cualquier momento, a través de la renuncia, y cuando estemos llamados a hacerlo, a través de la renuncia total. Sólo en esta libertad respecto al mundo, buscada por amor a Dios, es donde el cristiano, que vive en el mundo, pero recibe la libertad como don de la gracia de Dios, encuentra la fortaleza, el consuelo, el poder y la alegría que son su victoria”…
H. Küng, Libertad en el mundo. Brescia 1966, 44s. 

PARA REZAR

¡San José, guardián de Jesús y casto esposo de María,
Tú empleaste toda tu vida en el perfecto cumplimiento de tu deber.
Tú mantuviste a la Sagrada Familia de Nazaret con el trabajo de tus manos. Protege bondadosamente a los que se vuelven confiadamente a ti.
Tú conoces sus aspiraciones y sus esperanzas.
Ellos se dirigen a ti porque saben que tú los comprendes y proteges.
Tú también supiste de pruebas, cansancio y trabajo.
Pero, aun dentro de las preocupaciones materiales de la vida,
tu alma estaba llena de profunda paz y cantó llena de verdadera alegría
debido al íntimo trato que gozaste con el Hijo de Dios
que te fue confiado a ti a la vez a María, su tierna Madre. Amén
JUAN XXIII

Oremos 
Dios nuestro, creador del universo, que has establecido que el hombre coopere con su trabajo al perfeccionamiento de tu obra, haz que, guiados por el ejemplo de San José y ayudados por sus plegarias, realicemos las tareas que nos asignas y alcancemos la recompensa que nos prometes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

LECTIO DIVINA

El que permanece en mí, y yo en él,
da mucho fruto

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan     15, 1-8

Jesús dijo a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.»
Palabra del Señor.

LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?

Guías para la lectura:

Jesús vuelve a utilizar la fórmula de presentación divina veterotestamentaria “Yo Soy”. Esta vez lo hace recurriendo a una relación simbólica muy conocida por el pueblo judío, la de la vid (Sal 80.8-16; Is 5.1-7; Jer 5.9-11; 12.10-11; Ez 15.1-6; 19.10-14). Siguiendo con las imágenes comparativas de Jesús, si antes había tomado el lugar del Templo y de Moisés, ahora toma el lugar de Israel. Es también en los evangelios sinópticos, donde se ve de qué manera Jesús utilizó la imagen de la vid o de la viña en sus enseñanzas (Mt.20.1-28; 21, 28.33-41), allí el Reino de los cielos se compara con un viñedo cuyo dueño es Dios.
La identificación de cada elemento de la metáfora es clara: Jesús es la vid (v.1 a; 5), el Padre es el viñador (v.1b) y los discípulos son los sarmientos (v.5).
En su “rol” de vid, Jesús revela de sí mismo que es la vid verdadera (v.1), dando lugar a interpretar que había otras “vides” así como había “otros pastores” (10.1-18).  No es nuevo en las afirmaciones personales de Jesús en este Evangelio el presentarse de esta forma, ya se había dicho que era “la luz verdadera” (1.9) y el “pan verdadero” (6.32). Además, como el uso común de la metáfora de la vid en el Antiguo Testamento era para referirse a la infidelidad del pueblo de Israel, de esta manera Jesús se presenta como el Israel verdadero en su misión histórica.
El Señor aclara que los sarmientos son suyos (v.15.2 “…mis sarmientos…”). También que la palabra suya ya ha hecho una tarea de limpieza en ellos: “Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié” (v.3),  lo que es una reiteración de lo dicho en la escena del lavatorio de los pies (v. 13.10) con la obvia exclusión de Judas.
Por su parte, el Padre como “viñador” tiene un rol activo, selectivo y purificador en la imagen: corta los sarmientos que no dan fruto (v.2a) y al que da fruto, los poda para dé más todavía (v.2b). Tan interesado está el Padre en el resultado de esta tarea que Jesús dice que: “La gloria del Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y sean mis discípulos” (v.8).
Pero es sin dudas, la relación entre la vid y los pámpanos, o entre el Señor y sus discípulos, la que ocupa el lugar central en la enseñanza de Jesús.  La relación está presentada de manera imperativa como una permanencia recíproca “Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes” (v.4a).  Recordemos que la palabra “permanencia” es clave en la estructura cristológica del Evangelio de Juan. De la decisión de permanencia de los sarmientos (los discípulos), no de la vid (Jesús) que se da por sobreentendida, depende el fruto: “Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí”  (v. 4); “El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer.  Más aún, la no permanencia es presentada por Jesús de manera terminantemente trágica “Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; y después se recoge, se arroja al fuego y arde” (v.6). Finalmente, se vuelve a asociar a la persona de Jesús con sus palabras y a ésta con los frutos de la oración: “Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán” (v.7)

MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?

Preguntas para la meditación:

¿De qué manera yo mantengo mi permanencia en Jesús según esta metáfora?
¿Qué importancia tiene para mi vivencia espiritual cercana a Jesús la tarea del Padre como “viñador”?
¿Qué significa que Jesús se otorgue a sí mismo el rol de vid en la imagen?

ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?

Señor, ayúdame a permanecer siempre unido a Vos como los sarmientos a la vid. Que mi vida dé el fruto que Vos esperás, facilitando la tarea del Padre de “podarme” para dar más todavía.

CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?

Me tomo unos minutos para leer detenidamente y en voz alta cada palabra del texto, imaginando la metáfora.
Escribo un detalle de lo que significa ser un sarmiento que permanece y cómo lograrlo.

ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?

Preguntas para la acción:

¿De qué manera intentaré vivir para ser un sarmiento que dé fruto?
¿Qué importancia le daré a las palabras de Jesús en mi vida de discípulo?
¿Qué cuidados voy a tomar en mi vida cristiana para no alejarme de la vid?



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