26 de abril de 2013 - VIERNES DE LA CUARTA
SEMANA DE PASCUA
Yo soy el camino, la verdad y la vida
PRIMERA LECTURA
Lectura de los Hechos de los
Apóstoles 13, 26-33
Habiendo llegado Pablo a
Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga:
«Hermanos, este mensaje de
salvación está dirigido a ustedes: los descendientes de Abraham y los que temen
a Dios. En efecto, la gente de Jerusalén y sus jefes no reconocieron a Jesús,
ni entendieron las palabras de los profetas que se leen cada sábado, pero las
cumplieron sin saberlo, condenando a Jesús.
Aunque no encontraron nada en
él que mereciera la muerte, pidieron a Pilato que lo condenara. Después de
cumplir todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del patíbulo y lo pusieron
en el sepulcro.
Pero Dios lo resucitó de entre
los muertos y durante un tiempo se apareció a los que habían subido con él de
Galilea a Jerusalén, los mismos que ahora son sus testigos delante del pueblo.
Y nosotros les anunciamos a
ustedes esta Buena Noticia: la promesa que Dios hizo a nuestros padres, fue
cumplida por él en favor de sus hijos, que somos nosotros, resucitando a Jesús,
como está escrito en el Salmo segundo: Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado
hoy.»
Palabra de Dios.
SALMO Sal 2, 6-7. 8-9. 10-12a (R.:
7)
R. Tú eres mi hijo, hoy yo te
he engendrado.
«Yo mismo establecí a mi Rey
en Sión, mi santa Montaña.»
Voy a proclamar el decreto del
Señor:
El me ha dicho: «Tú eres mi
hijo,
yo te he engendrado hoy.» R.
«Pídeme, y te daré las
naciones como herencia,
y como propiedad, los confines
de la tierra.
Los quebrarás con un cetro de
hierro,
los destrozarás como a un vaso
de arcilla» R.
Por eso, reyes, sean
prudentes;
aprendan, gobernantes de la
tierra.
Sirvan al Señor con temor;
temblando, ríndanle homenaje.
R.
EVANGELIO
X Lectura del santo Evangelio
según san Juan 14, 1-6
Jesús dijo a sus discípulos:
«No se inquieten. Crean en
Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si
no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y
cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos
conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el
camino del lugar adonde voy.»
Tomás le dijo: «Señor, no
sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?»
Jesús le respondió: «Yo soy el
Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí.»
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
Pablo al comienzo de su predicación, como lo hace en
la Sinagoga de Antioquía de Pisidia, se dirige a los judíos y a los que «temen
a Dios». Más tarde, a causa de los rechazos y las persecuciones, se verá
obligado a dirigirse directa y prioritariamente a los gentiles.
En la segunda parte de su discurso en la sinagoga,
Pablo afronta ya directamente el tema de Jesús
como enviado, como el Mesías, y no reconocido por el pueblo judío.
Más aún, las autoridades de Jerusalén lo han llevado a la muerte. Pero Dios lo
resucitó.
Pablo se atreve a
anunciar gozosa y claramente que Dios ha cumplido la promesa
que hizo a sus padres, resucitando a Jesús y lo hace presentando una serie de
«hechos» históricos y conocidos. El cristianismo no es una ideología, sino un
acontecimiento que tuvo una historia y una geografía: eso sucedió en tal época
y en tal ciudad… eso continúa hoy y aquí. De Jerusalén a Antioquía de Pisidia.
***
Jesús, después de lavar los pies a los discípulos,
anuncia su muerte, la traición de Judas y las negaciones de Pedro. Los
apóstoles están inquietos, estos anuncios han creado un clima de tristeza
pero Jesús pide un acto de fe en su persona,
total y sin reserva; que les traerá la paz a pesar de que ha
anunciado el futuro de su muerte.
El motivo de la confianza, es que Jesús ha venido al
mundo para asociar con Él a sus discípulos, unión que se realiza ahora por el
Espíritu, pero tendrá plenitud cuando Jesús “vuelva”.
Seguirlo es el objetivo de la vida, es hacia
donde camina la humanidad. Estar con Dios, estar donde está Jesús.
La pregunta de Tomás muestra la incomprensión de los
discípulos respecto a todo lo que Jesús les ha ido enseñando. Jesús ha
explicado muchas veces que va hacia la plenitud de la vida del Padre y que el
camino que conduce a esta plenitud es su entrega por amor hasta la muerte. Los
discípulos, a pesar de que también deben seguir este camino, aún no lo han
comprendido.
Jesús responde presentándose a sí mismo como
camino: el que se una a Él y haga como Él, irá
al Padre. Cristo, va delante y abre los caminos. El ha roto el
círculo infernal de la finitud humana, de la mortalidad y del pecado. Jesús ha abierto “la salida“.
Pero añade aún un nuevo paso: Él es “la verdad”, es decir, la auténtica
realización humana, porque manifiesta y hace lo que Dios es y quiere. Sin
Cristo la humanidad está encerrada en sus límites; pero aquí se abre una
esperanza. No seremos siempre egoístas, injustos, duros, impuros,
débiles.
Y también es “la vida”,
es decir, la plenitud del ser hombre, la culminación de todo, la superación de
todo mal y de la misma muerte. La humanidad no será siempre violenta,
excluyente, racista, injusta, agresiva y no estará dividida.
Esta es la “buena nueva”: la historia tiene un sentido, el hombre tiene un sentido, todo hombre
está destinado a vivir cerca del Padre.
Nos invaden proyectos económicos que muchas veces
arrasan la vida en todas sus formas, se extiende el individualismo imperando la
ley del: sálvese quien pueda. Crece la dependencia y la exclusión.
No vemos el camino ni el rostro de Dios en nuestra gente. Ante este mundo
desconcertado y perdido que busca la felicidad en ideologías mesiánicas o en
placeres pasajeros, evangelizar será en
definitiva anunciar a Cristo Jesús como la gran respuesta de Dios.
Fuera de Él no hay verdad ni vida, porque Él es el
único camino. Eso debe notarse en los mil pequeños detalles de cada día.
Estamos llamados a seguir su estilo de vida en nuestro trato con los demás, en
nuestra mirada de la historia, en nuestra manera de juzgar los acontecimientos.
Jesús camina por donde la vida está amenazada, donde la vida quiere crecer,
donde la vida vale. Para darnos certeza, se adelanta.
El seguimiento de Jesús nos plantea algo más
que su imitación. Nuestro camino tiene que ser el de la comunidad de
discípulos que encontraron en Jesús un camino para el encuentro con Dios, que
se traduce en el amor a todos los hombres y a todo hombre; especialmente a los
más pobres y desamparados.
Esta manera de ver y vivir la vida cristiana nos lleva
a arriesgarnos creativamente a
andar por nuevos caminos. Hoy como ayer, el verdadero discípulo de Jesús sabe
que “se hace camino al andar”.
PARA DISCERNIR
¿Cuáles son nuestros temores en la fe?
¿Esperamos el encuentro definitivo con Dios?
¿Por dónde va mi camino para entrar en la “morada” de
Jesús?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
«Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida».
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Mientras Jesús
está ausente, los discípulos han de defenderse de la turbación y afirmar su fe
en Dios y en Él mismo, puesto que llegará un día en que volverá el Señor a
colocarlos junto a Sí en la vida bienaventurada. Cuando Jesús responde a Tomás,
se da a conocer como Camino, Verdad y Vida. Comenta San Agustín:
«Si lo amas, vete detrás de Él. Lo amo, contestas,
¿por qué camino seguirlo? Si el Señor Dios tuyo te hubiera dicho: “Yo soy la
Verdad y la Vida”, tu deseo de la Verdad y tu amor a la Vida te llevarían
ciertamente a la búsqueda del camino que te pudiera conducir a ellas y te
dirías a ti mismo: “Magnífica cosa es la Verdad y magnífica cosa es la Vida, si
existiera el camino de llegar a ellas mi alma”. ¿Buscas
el camino? Oye lo primero que te dice: “Yo soy el Camino”… Dice primero por dónde has de ir y luego adónde has de ir. En el Señor del Padre está la Verdad y la Vida; vestido de nuestra carne es el Camino»…
el camino? Oye lo primero que te dice: “Yo soy el Camino”… Dice primero por dónde has de ir y luego adónde has de ir. En el Señor del Padre está la Verdad y la Vida; vestido de nuestra carne es el Camino»…
Tratado 34,9 sobre el Evangelio de San Juan.
PARA REZAR
Señor Jesús,
queremos seguirte
como los primeros apóstoles
a quienes llamaste
‘para que estuvieran contigo’.
Tú eres el camino hacia el Padre,
por eso no podremos extraviarnos
si te seguimos.
Tú eres luz, guía segura,
señal de pista hacia la meta;
sólo tú das sentido a nuestro vivir.
Tú eres la verdad de Dios,
eres nuestra raíz y nuestro cimiento,
la roca firme, la piedra angular,
el monte que no tiembla,
el ‘Amén’, el Sí total, continuo y gozoso
a la voluntad del Padre.
Tú eres la vida de Dios,
por eso nos animas
y nos salvas de todas las muertes
que amenazan con destruirnos.
Tú nos acompañarás
cuando atravesemos la frontera.
También entonces -entonces sobre todo-
serás nuestro alimento,
nuestro viático para el camino,
continuarás llamándonos y nosotros te seguiremos:
emprenderemos contigo nuestro último viaje.
Tú, Señor,
nos conduces, nos iluminas y nos salvas.
Nosotros creemos en ti
y no somos menos privilegiados
que tus primeros discípulos:
aunque te has ocultado a nuestra vista
has puesto ojos en nuestro corazón
y has reservado para nosotros una bienaventuranza:
‘Dichosos aquellos que sin ver
creerán en mí’.
queremos seguirte
como los primeros apóstoles
a quienes llamaste
‘para que estuvieran contigo’.
Tú eres el camino hacia el Padre,
por eso no podremos extraviarnos
si te seguimos.
Tú eres luz, guía segura,
señal de pista hacia la meta;
sólo tú das sentido a nuestro vivir.
Tú eres la verdad de Dios,
eres nuestra raíz y nuestro cimiento,
la roca firme, la piedra angular,
el monte que no tiembla,
el ‘Amén’, el Sí total, continuo y gozoso
a la voluntad del Padre.
Tú eres la vida de Dios,
por eso nos animas
y nos salvas de todas las muertes
que amenazan con destruirnos.
Tú nos acompañarás
cuando atravesemos la frontera.
También entonces -entonces sobre todo-
serás nuestro alimento,
nuestro viático para el camino,
continuarás llamándonos y nosotros te seguiremos:
emprenderemos contigo nuestro último viaje.
Tú, Señor,
nos conduces, nos iluminas y nos salvas.
Nosotros creemos en ti
y no somos menos privilegiados
que tus primeros discípulos:
aunque te has ocultado a nuestra vista
has puesto ojos en nuestro corazón
y has reservado para nosotros una bienaventuranza:
‘Dichosos aquellos que sin ver
creerán en mí’.
Gonzalo
LECTIO DIVINA
Yo soy el camino, la verdad y la vida
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 14, 1-6
Jesús dijo a
sus discípulos:
«No se
inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay
muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a
prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré
otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también
ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy.»
Tomás le dijo:
«Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?»
Jesús le
respondió: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por
mí.»
Palabra del
Señor.
LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Guías para la
lectura:
La expresión
de Jesús traducida por “No se inquieten”, da la idea de estar
conmocionados hasta lo más profundo del ser. Es el mismo verbo que aparece en
11.33 donde se muestra el estado de ánimo de Jesús cuando se vio confrontado
por la muerte de su amigo Lázaro, y en 13.21 debido a la traición de Judas. El
verbo en su original está usado en tercera persona del singular del presente
imperativo.
La forma del
verbo “creer” puede ser imperativa o indicativa al mismo tiempo. La mayoría de
las traducciones toma el verbo como imperativo. De ser así, todo el versículo 1
mostraría una intencionalidad imperativa de Jesús, orientada a fortalecer la fe
de sus discípulos en los momentos de inquietud y turbación, previos a la
Pasión. Fe en Él y en su palabra que debía ser contenida en la que tenían
en Dios, dando así una nueva y urgente señal de identificación esencial de su
persona con el Creador.
Inmediatamente
después de esa declaración, Jesús revela parte de los misterios de una casa que
conoce muy bien, porque viene de allí: “la casa del Padre”. Revela que en ese
lugar, “hay muchas habitaciones”; y avala esa realidad con la coherencia
de sus palabras “si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes” (v.2).
Ahora bien, si consideramos el sentido de la palabra griega moné, traducida
como “lugar”, “habitación”, “morada”, etc., nos encontramos con la idea
de “permanencia”. Esta expresión aparece únicamente dos veces en el Nuevo
Testamento, ambas en Juan 14. Si en el v.2 existe cierta ambigüedad en cuanto a
su referencia, no sucede lo mismo en el v.23 “…y mi Padre le amará y
habitaremos en él”. Muchos biblistas consideran que en ese contexto del
discurso de Jesús, la expresión “la casa del Padre” se refiere al cuerpo
glorificado de Jesús, en el que el Padre permanece y donde los cristianos
también permanecerán.
Como en
discursos anteriores, Jesús anuncia su partida. Esta vez, da un paso enorme en
su revelación escatológica, ofreciendo un nuevo sentido de cercanía y de
inminencia temporal de esos acontecimientos. Ese “irse”, se constituye
entonces en una expresión metafórica a su futura glorificación. No
solamente declara el propósito de su partida: “voy a prepararles un lugar” (v.2b),
sino que anuncia su regreso para que los suyos permanezcan a su lado: “Y
cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos
conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes” (v.3).
Es recién ante
la aseveración de que, lo que les estaba diciendo no debería ser del todo
extraño para los discípulos, que es interrumpido por uno de ellos.
Efectivamente, Jesús devela el misterio de su derrotero, pero les indica
que ellos tienen la información necesaria para recorrerlo: “Ya conocen el
camino del lugar a donde voy”. Esto resulta demasiado confuso para la
mirada temporal de los discípulos y es Tomás quien se atreve a “cuestionar” la
lógica informativa del Maestro. Su análisis es simple: Si se va y piensa
erróneamente que conocemos dónde y cómo llegar, la ilusión del reencuentro es
altamente improbable. “Señor, no sabemos a dónde vas. ¿Cómo vamos a conocer
el camino?” (v.5).
Esta pregunta
de Tomás, da el lugar y el momento a Jesús para hacer una nueva declaración
mesiánica con la fórmula divina del “Yo Soy”. Esta vez su definición es tan
contundente como revolucionaria: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”
(v.6a). Es “el Camino” al Padre porque su origen, pertenencia y
permanencia eterna le da esa atribución única: “Nadie va al Padre, sino por
mí” (v.6).Es “la Verdad” mesiánica, que ha sido profetizada en
la Escritura y cuyo cumplimento está sucediendo delante de ellos. Es “la
Vida” porque así como la tiene en sí mismo (5.26), es la fuente y el dador
de vida para los suyos (3.16, 6.33, 10.28, 11.25), posee la luz de la vida
(8.12), la palabra de vida (6.68) y vino para que pudiéramos tener una vida
abundante (10.10).
Preguntas para
la lectura:
¿Cuál es el
momento y el contexto narrativo en que Jesús hace estas declaraciones?
¿Cómo se
construye el núcleo conceptual que relaciona la permanencia de los discípulos
con el Padre y el Hijo?
¿En qué otras
maneras Jesús se ha declarado Camino, Verdad y Vida?
MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para
la meditación:
¿De qué manera
las palabras de Jesús, alivian mi inquietud y fortalecen mi fe?
¿Qué nuevo
significado tienen para mí la promesa de preparar “habitaciones” al
leer este texto?
¿Cómo se
manifiestan en mi vida la Verdad, el Camino y la Vida presente en Jesús?
ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO
BÍBLICO?
Señor, Vos que
sos el Camino, la Verdad y la Vida, acompáñame en el peregrinar de mi
existencia para que, fortalecido en la fe en Vos y permaneciendo en comunión
contigo, espere confiadamente tu regreso prometido. Amén.
CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
Reflexiono en
cada una de las palabras de Jesús que fortalecen mi fe y aseguran mi
permanencia con Él. Medito en la profundidad de las palabras Camino, Verdad y
Vida, ligándolas a la persona de Cristo.
ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para
la acción:
¿Cómo voy a
interiorizar las palabras de Jesús para quitar de mi vida la inquietud y
llenarla de fe y de paz?
¿Qué seguridad
presente y esperanza futura me brindan las revelaciones de su permanencia en la
“Casa del Padre”?
¿Con quién voy
a compartir que Jesús es Camino, Verdad y Vida?
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