4 de junio de 2013 – TO - MARTES DE LA SEMANA IX
…Dar a Dios lo
que es de Dios…
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Tobías 2, 9-14
Aquella misma noche, después de bañarme, salí al
patio y me acosté a dormir junto a la pared, con la cara descubierta a causa
del calor. Yo no sabía que arriba, en la pared, había unos gorriones; de
pronto, su estiércol caliente cayó sobre mis ojos, produciéndome unas manchas
blancas. Me hice atender por los médicos, pero cuantos más remedios me
aplicaban, menos veía a causa de las manchas, hasta que me quedé completamente
ciego.
Así estuve cuatro años privado de la vista, y todos
mis parientes estaban afligidos. Ajicar me proveyó de lo necesario durante dos
años, hasta que partió para Elimaida.
Desde ese momento, mi esposa Ana empezó a trabajar
en labores femeninas: hilaba lana, enviaba el tejido a sus clientes y recibía
el pago correspondiente. Una vez, el siete del mes de Distros, terminó un
tejido y lo entregó a sus clientes. Estos el pagaron lo que correspondía y,
además, le regalaron un cabrito para comer. Cuando entró en mi casa, el cabrito
comenzó a balar. Yo llamé a mi mujer y le pregunté: « ¿De dónde salió este
cabrito? ¿No habrá sido robado? Devuélvelo a sus dueños, porque no podemos
comer nada robado.» Ella me respondió: « ¡Pero si es un regalo que me han
hecho, además del pago!»
Yo no le creí e insistía en que lo devolviera a sus
dueños, llegando a enojarme con ella por este asunto.
Entonces ella me replicó: « ¿Para qué te sirvieron
tus limosnas y tus obras de justicia? ¡Ahora se ve bien claro!»
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 111, 1-2. 7-8. 9 (R.: cf. 7bc)
R. El corazón del justo está firme, confiado en el
Señor.
Feliz el hombre que teme al Señor
y se complace en sus mandamientos.
Su descendencia será fuerte en la tierra:
la posteridad de los justos es bendecida. R.
No tendrá que temer malas noticias:
su corazón está firme, confiado en el Señor.
Su ánimo está seguro, y no temerá,
hasta que vea la derrota de sus enemigos. R.
El da abundantemente a los pobres:
su generosidad permanecerá para siempre,
y alzará su frente con dignidad. R.
EVANGELIO
X Lectura del santo Evangelio según san
Marcos 12, 13-17
Enviaron a Jesús unos fariseos y herodianos para
sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones. Ellos fueron y le dijeron:
«Maestro, sabemos que eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las
personas, porque no te fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con
toda fidelidad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o
no? ¿Debemos pagarlo o no?»
Pero él, conociendo su hipocresía, les dijo: « ¿Por
qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario.»
Cuando se lo mostraron, preguntó: « ¿De quién es
esta figura y esta inscripción?»
Respondieron: «Del César.»
Entonces Jesús les dijo: «Den al César lo que es
del César, y a Dios, lo que es de Dios.»
Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
Sigue la historia de Tobías padre, el que, a pesar de ser una buena
persona sufre una prueba muy dura. Tobías, fatigado después de su trabajo,
volvió a su casa, se recostó contra una tapia y se durmió. Mientras dormía, del
nido de unas golondrinas cayó excremento caliente sobre sus ojos.
Por este accidente tonto queda ciego. Tobías fue siempre temeroso de
Dios, por lo mismo no le reprochó su ceguera, sino que perseveró
inquebrantablemente en el temor de Dios, glorificándolo todos los días de
su vida a pesar de que sus parientes se burlan de él y de que su mujer, Ana,
también pierde la paciencia y tiene un trato duro con su marido.
El autor, quiere dejar claro que los justos, no son artificialmente
preservados de la desgracia. Dios, no interviene constantemente en las
leyes del universo para hacer excepciones. Este absurdo accidente, sugiere que
no hay que hacer a Dios responsable de muchas «pruebas», que nos llegan como
ésta, fruto de la conjunción de circunstancias ordinarias y ridículas.
La fidelidad a Dios se pone a prueba en este tipo de
acontecimientos, que por desgracia, provienen simplemente de la condición
humana, más que en las grandes catástrofes apocalípticas.
El autor quiere también afirmar que el mal puede a veces resultar
un bien. Aunque Dios no haya querido ese accidente, lo ha “permitido” para
que creciera la fe de Tobías. Creer en Dios, es creer que Dios no
puede querer el mal: el que ama, sólo quiere el bien para los que ama.
Al temer que el cabrito que balaba en su casa fuera fruto de un robo,
muestra que su fidelidad no es tan sólo meritoria respecto a Dios,
sino que tiene la misma delicadeza de conciencia respecto a los hombres. Ambas
van de la mano.
***
El Imperio Romano con toda su fuerza y sin piedad venía ahogando al
pueblo con sus crudas políticas de economía, generando esclavitud y
servidumbre. Durante muchos años este imperio había vivido de los pueblos más
pobres y tenía al pueblo judío pisoteado con la bota en el cuello. Hacía muchos
años existía en medio de la población, un descontento desde las clases populares,
y por todos los medios se buscaba la forma de liberarse del yugo imperial,
y decretar un tiempo de libertad y de vida para toda la población.
Este descontento era mayor con la clase dirigente y
poderosa de la población, que se había aliado y convertido en vasallo
del Imperio, vendiendo al pueblo por puestos de poder, o por cantidades de
dinero que le servían para vivir bien.
En este contexto se le acercan a Jesús se los fariseos y herodianos,
para ponerlo a prueba, tenderle una trampa, aunque la apariencia sea la de
preguntar con sinceridad, para pedirle claridad frente a lo político y lo
económico.
El asunto de los impuestos pagados a Roma era espinoso, porque venían a ser
como el símbolo y el recordatorio de la potencia ocupante. Los zelotes prohibían
a sus seguidores pagarlo, mientras que los fariseos, opuestos a ello en
principio, se acomodaban a la práctica, y los herodianos adulaban al poder
establecido. Si Jesús decía
que había que pagarlos, se enemistaba con el pueblo; si decía que no, podían acusarlo de revolucionario.
que había que pagarlos, se enemistaba con el pueblo; si decía que no, podían acusarlo de revolucionario.
Los judíos tenían la tendencia a confundir lo político con lo
religioso. La espera mesiánica, identificaba también la salvación espiritual
con la política o la económica. Jesús tuvo que salir de la
trampa y corregirlos, llevándolos a la concepción mesiánica que Él
tenía.
Les pide una moneda y la examina: la efigie del emperador romano, se
encontraba en la moneda y, ellos tienen que admitir que tanto la efigie como la
leyenda, indican que la moneda pertenece al César.
La clave de la respuesta se encuentra en las palabras conclusivas de Jesús. ”Den
al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Si la moneda del
tributo es del César, devuélvansela a él, porque a él le pertenece, pero no
reconozcan al César como divinidad por que ésta solamente compete a
Dios.
Lo importante de la afirmación de Jesús, no está en la primera parte:
“Den al César lo que es del César”, sino en la segunda: “Den a Dios lo que
es de Dios”. Las dos frases son adversarias. La moneda del impuesto fue
acuñada por el César, es de él; el que la tenga debe devolvérsela; pero la
divinidad es de Dios. Jesús no puede aceptar que el César usurpe el puesto de
Dios. Jesús, vuelve a enseñarle al pueblo que la divinidad es sólo de Dios y
ningún ser humano, ni ninguna estructura, puede arrogarse el derecho de
declararse Dios; de esta forma los que van a poner a prueba a Jesússalen incriminados
de participar en la idolatría al César.
La moneda tiene la imagen del César, pero las personas hemos sido creadas
«a imagen de Dios»: la efigie de Dios es más importante que la del emperador.
Jesús no niega lo humano, «dad al César»;pero lo relativiza, «dad
a Dios».
Jesús reconoce la autonomía del estado, pero al mismo tiempo proclama su límite: el ser humano pertenece solamente a Dios. Jesús reconoce al poder civil su legítima autonomía. Dios no es, ni una alternativa al César, ni su rival. Dios está en otro plano muy diverso del emperador romano.Dios es el Señor de la historia y el Señor de todo ser humano, creado a imagen suya.
Jesús reconoce la autonomía del estado, pero al mismo tiempo proclama su límite: el ser humano pertenece solamente a Dios. Jesús reconoce al poder civil su legítima autonomía. Dios no es, ni una alternativa al César, ni su rival. Dios está en otro plano muy diverso del emperador romano.Dios es el Señor de la historia y el Señor de todo ser humano, creado a imagen suya.
Las cosas humanas tienen su esfera, su legitimidad. Los problemas técnicos
piden soluciones desde la técnica. Las cosas de Dios tienen su propia esfera y
esta es prioritaria. No es bueno confundir los dos niveles ni
contraponerlos. No es bueno ni servirse de lo religioso para
los intereses políticos, ni de lo político para los religiosos. No se
trata de sacralizar todo a cualquier precio, ni tampoco de
olvidar los valores éticos y cristianos, en aras de un supuesto progreso
realizado al margen del plan de Dios.
Nosotros podemos caer en la misma trampa de la moneda; dejándonos
contagiar insensiblemente por el mundo, dando más importancia de la debida al
bienestar material y ubicándolo por encima del espiritual. Un cristiano debe
ser: por una parte, ciudadano pleno, comprometido en los varios niveles
de la vida humana y social, pero también un hombre de fe en cuya
escala de valores, sobre todo en casos de conflicto, da preeminencia a
«las cosas de Dios».
PARA DISCERNIR
¿Qué lugar le damos a las cosas humanas y materiales dentro de nuestra
vida?
¿Qué lugar le damos a las propuestas de Dios?
¿Vivimos separadamente nuestra vida humana y las cosas de Dios o las
podemos integrar dentro de un único proyecto?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
…Quiero glorificarte Señor…
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
…En Cristo,
Dios nos hace pasar de ser su imagen a ser sus semejantes…
…Hombre, ¿por qué te desprecias de tal manera siendo así que eres tan
precioso a los ojos de Dios? ¿Por qué te deshonras hasta tal punto, siendo así
que Dios te honra a través del nacimiento de Cristo en nuestra carne? ¿Por qué
buscas con tanto empeño cómo has sido hecho y no buscas con qué finalidad has
sido hecho? ¿Acaso toda esta morada del mundo que tú contemplas no ha sido
hecha para ti? Es por ti que la luz se expande y disipa las tinieblas, es por
ti que la noche tiene sus reglas, por ti que el día tiene sus medidas; es por
ti que el cielo irradia los diversos esplendores del sol, de la luna y de las
estrellas; por ti que la tierra está esmaltada de flores, árboles y frutos; por
ti que ha sido creada esta multitud impresionante de animales en el aire, en
los campos, el agua tan bella para que una lúgubre soledad no malogre el gozo
de un mundo nuevo…
Además, el Creador busca qué es lo que puede añadir a tu dignidad: pone en
ti su imagen (Gn 1,27), a fin de que esta imagen visible haga presente en la
tierra al Creador invisible, y te confía la gerencia de los bienes terrestres,
para que no se le escape al representante del Señor un tan amplio dominio … Y
lo que Dios ha hecho en ti por su poder, ha tenido la bondad de asumirlo él
mismo; ha querido manifestarse verdaderamente en el hombre en quien, hasta
entonces, no se había hecho presente más que en imagen. Ha dado al hombre poder
ser en realidad lo que hasta entonces había sido tan sólo una simple semejanza.
Cristo, pues, nace para devolver toda su integridad a la naturaleza caída…
Comentario del
Evangelio por San Pedro Crisólogo (hacia 406-450),
obispo de Rabean, doctor
de la Iglesia – Sermón 148, Sobre el misterio de la Encarnación
PARA REZAR
Lo que hace falta pedir
Señor, ayúdame a decir la verdad
delante de los fuertes
y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la felicidad.
Si me das fuerza, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame siempre a ver el otro lado de la medalla.
No me dejes inculpar de traición a los demás
por no pensar como yo.
Enséñame a querer a la gente como a mi mismo
Y a juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo.
Ni en la desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia
que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es lo más grande del fuerte
Y que la venganza es la señal primitiva del débil.
Si me quitas la fortuna, déjame la esperanza.
Si me quitas el éxito, déjame la fuerza para triunfar del fracaso.
Si yo faltara a la gente, dame valor para disculparme.
Si la gente faltara conmigo, dame valor para perdonar.
Señor, si yo me olvido de Ti, no te olvides de mí.
y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la felicidad.
Si me das fuerza, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame siempre a ver el otro lado de la medalla.
No me dejes inculpar de traición a los demás
por no pensar como yo.
Enséñame a querer a la gente como a mi mismo
Y a juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo.
Ni en la desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia
que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es lo más grande del fuerte
Y que la venganza es la señal primitiva del débil.
Si me quitas la fortuna, déjame la esperanza.
Si me quitas el éxito, déjame la fuerza para triunfar del fracaso.
Si yo faltara a la gente, dame valor para disculparme.
Si la gente faltara conmigo, dame valor para perdonar.
Señor, si yo me olvido de Ti, no te olvides de mí.
LECTIO DIVINA
Den al César lo que es del César,
y a Dios lo que es de Dios.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 12, 13-17
Le enviaron a Jesús unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones. Ellos fueron y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarlo o no?»
Pero Él, conociendo su hipocresía, les dijo: «¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario.»
Cuando
se lo mostraron, preguntó: «¿De quién es esta figura y esta inscripción?»
Respondieron: «Del César.»
Respondieron: «Del César.»
Entonces Jesús les dijo: «Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es
de Dios.»
Y ellos
quedaron sorprendidos por la respuesta.
Palabra del Señor.
1.
LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Guías
para la lectura:
Las autoridades siguen
buscando la manera de eliminar a Jesús, e intentan ponerlo a prueba en una
encrucijada. Aquí le preguntan si hay que pagar o no el impuesto al emperador
romano. Si contestaba que sí, lo acusaban de estar aliado con el poder
extranjero que los oprimía, y así le ponían al pueblo en contra; pero si decía
que no, lo acusaban de oponerse al emperador y los mismos romanos se
encargarían de eliminarlo. Con su respuesta Jesús ponía en riesgo la
continuidad de su ministerio, y no quería confundir a la gente. Debía quedar
claro que la misión de Jesús iba más allá de los grupos políticos de aquel
momento. Los mismos que aparentemente se oponían al poder romano, buscaban sus
propios intereses y eran capaces de pactar con los romanos si eso era de su
conveniencia.
Por eso la respuesta de
Jesús se limita a decir que las monedas acuñadas por el emperador romano debían
volver a él. De hecho los judíos rechazaban ese rostro que parecía invitar a la
idolatría, a endiosar a un ser humano. Sin embargo, la respuesta de Jesús es
algo ambigua; lo libera del problema que se le plantea pero no es una
invitación a no pagar el tributo- ¿Por qué?
Jesús ha rechazado
claramente todo dominio despótico (Mc 10,42), pero está en la línea realista de
los profetas del exilio, que invitaban a someterse momentáneamente porque una
rebelión no podría lograr nada y traería males mayores para el pueblo. ¿Qué se
podía hacer humanamente frente al tremendo poder del imperio romano? De hecho,
la posterior rebelión de los zelotas provocó la tremenda crisis del incendio de
Jerusalén y la dispersión de los judíos, una espantosa catástrofe para el
pueblo. Jesús, para evitar males mayores a su pueblo, veía conveniente no
motivar una rebelión, y si bien se oponía a los dominios despóticos, no quería
promover una oposición irracional.
2.
MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Preguntas
para la meditación:
Ø
¿En qué consiste la tentación en que quieren ponerlo a Jesús? ¿Podemos nosotros
hacer lo mismo?
Ø ¿En
qué consiste poner a prueba a Jesús? ¿Podemos nosotros hacer lo mismo?
Ø
¿A dónde apunta la admirable respuesta de Jesús?
3.
ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
|
Oremos guiados por la lectura de los Salmos de la liturgia del día.
SALMO
Sal 111, 1-2. 7-8. 9 (R.: cf. 7bc)
Feliz el hombre que teme al Señor
y se complace en sus mandamientos.
Su descendencia será fuerte en la tierra:
la posteridad de los justos es bendecida.
No tendrá que temer malas noticias:
su corazón está firme, confiado en el Señor.
Su ánimo está seguro, y no temerá,
hasta que vea la derrota de sus enemigos.
El da abundantemente a los pobres:
su generosidad permanecerá para siempre,
y alzará su frente con dignidad
Feliz el hombre que teme al Señor
y se complace en sus mandamientos.
Su descendencia será fuerte en la tierra:
la posteridad de los justos es bendecida.
No tendrá que temer malas noticias:
su corazón está firme, confiado en el Señor.
Su ánimo está seguro, y no temerá,
hasta que vea la derrota de sus enemigos.
El da abundantemente a los pobres:
su generosidad permanecerá para siempre,
y alzará su frente con dignidad
4.
CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
|
ALELUIA
Cf. Ef 1, 17-18
Aleluia.
El Padre de nuestro Señor Jesucristo
ilumine nuestros corazones,
para que podamos valorar la esperanza
a la que hemos sido llamados.
Aleluia.
5.
ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
|
·
Preguntas para la acción:
Ø ¿Me acerco
al Señor con humildad y reconociendo su soberanía y majestad?
Ø ¿Cómo
evitar tentar o probar al Señor en mis oraciones?
Ø ¿Le
doy a Dios lo que le pertenece?
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