1 de agosto de 2013 – TO - JUEVES DE LA SEMANA XVII
…Recojan lo bueno en canastas y tiren lo que no sirva…
PRIMERA
LECTURA
Lectura del libro del
Éxodo 40, 16-21. 34-38
Moisés realizó
exactamente todo lo que el Señor le había ordenado. En el segundo año, el
primer día del primer mes, se procedió a la erección de la Morada. Para ello,
Moisés asentó sus bases, colocó sus bastidores, dispuso sus travesaños y
levantó sus columnas. Después extendió la carpa por encima de la Morada, y
sobre ella colocó la cobertura de la carpa, como el Señor se lo había ordenado.
En seguida tomó las tablas del Testimonio y las puso en el arca; sujetó las
andas en el arca, y sobre ella colocó la tapa. Entonces condujo el arca hasta
el interior de la Morada, colgó el velo que la protegía y así cubrió el Arca
del Testimonio, conforme a la orden que el Señor le había dado.
Entonces la nube
cubrió la Carpa del Encuentro y la gloria del Señor llenó la Morada. Moisés no
podía entrar en la Carpa del Encuentro, porque la nube se había instalado sobre
ella y la gloria del Señor llenaba la Morada.
En todas las
etapas del camino, cuando la nube se alzaba, alejándose de la Morada, los
israelitas levantaban el campamento. Pero si la nube no se alzaba, ellos no se
movían, hasta que la nube volvía a hacerlo. Porque durante el día, la nube del
Señor estaba sobre la Morada, y durante la noche, un fuego brillaba en ella, a
la vista de todo el pueblo de Israel. Esto sucedía en todas las etapas del
camino.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 83, 3. 4. 5-6a y 8a. 11 (R.: 2)
R. ¡Qué amable es
tu morada, Señor del universo!
Mi alma se consume
de deseos
por los atrios del
Señor;
mi corazón y mi
carne claman ansiosos
por el Dios
viviente. R.
Hasta el gorrión
encontró una casa,
y la golondrina
tiene un nido
donde poner sus
pichones,
junto a tus
altares, Señor del universo,
mi Rey es mi Dios.
R.
¡Felices los que
habitan en tu Casa
y te alaban sin
cesar!
¡Felices los que
encuentran su fuerza en ti!
Ellos avanzan con
vigor siempre creciente. R.
Vale más un día en
tus atrios
que mil en otra
parte;
yo prefiero el
umbral de la Casa de mi Dios
antes que vivir
entre malvados. R.
EVANGELIO
X Lectura del
santo Evangelio según san Mateo 13, 47-53
Jesús dijo a la
multitud: «El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al
mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a
la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.
Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de
entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y
rechinar de dientes.
¿Comprendieron
todo esto?»
«Sí», le
respondieron.
Entonces agregó:
«Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un
dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo.»
Cuando Jesús
terminó estas parábolas se alejó de allí.
Palabra del Señor.
PARA
REFLEXIONAR
Hoy terminamos la lectura del
Libro del Éxodo. Lo iniciamos con la imagen de la opresión del pueblo de
Israel a manos del faraón, y ahora lo concluimos con una perspectiva
esperanzadora.
El pueblo de Dios alcanzó la libertad y marcha,
protegido y guiado por Yahvé hacia la tierra prometida. Esta
transformación es obra exclusiva de Yahvé. El ha llamado a
este pueblo de la nada, lo ha sacado de la opresión, lo ha puesto en el camino
de la libertad y le ha dado sentido a su marcha, para que sea signo de su
presencia salvadora. Dios se revela en los acontecimientos de la historia.
El Dios de Israel es un Dios que
«hace camino» con su pueblo a través del desierto.
Moisés manda construir «el
santuario», que no es todavía el Templo. Esta tienda, que contiene
el arca de la alianza con el documento en que constan las cláusulas de
la Alianza, será el punto de referencia de la presencia de Dios en medio
de su pueblo.
Pero es una tienda desmontable, de modo
que cuando el pueblo levantaba el campamento para continuar su marcha por el desierto
hacia la tierra prometida, Dios también caminaba con ellos. Su
presencia se manifestaba por medio de una nube, de día, y una columna
de fuego, de noche.
Se ha hecho realidad la promesa de
Dios de habitar en medio de los hijos de Israel y ser
su Dios.
***
En la orilla del mar,
en la barca, con las redes encuentra
Jesús el paisaje para su enseñanza; que en el final de esta sección
de parábolas, pone su insistencia en el juicio definitivo de Dios.
Jesús ha proclamado el reino y cada
hombre ahora es llamado a situarse en una opción con respecto a Él;
es invitado no sólo a prestar atención a sus palabras, sino a
comprometerse en una actitud de confianza obediencial a la buena
Noticia Revelada.
Los peces son separados por sus
cualidades, por lo que son. Mateo invita a reflexionar con esta serie de
comparaciones en la radicalidad del juicio de Dios.
No podemos quedarnos dormidos. La
presencia de Jesús marca el tiempo de la opción, el tiempo de buscar a
Dios y el bien, con todas nuestras fuerzas, sin consentir ni dar lugar al
mal y a la injusticia. O estamos con Cristo o estamos contra Él.
Convertirse significa, en este
caso, optar totalmente por pertenecer al reino y llevar una vida
digna de hijos. Sin embargo, muchas veces tenemos en nuestro interior la
experiencia del pecado: vemos el bien que deberíamos hacer y en cambio obramos
el mal.
Si queremos dar una verdadera unidad
a nuestras vidas, debemos reconocer que solos, no podemos hacer mucho.
Necesitamos ponernos en manos de Dios, para lograr una vida que ame, busque
el bien y camine en justicia y santidad.
Jesús termina invitándonos a ser como los
escribas del Reino y que nos sirvamos de lo antiguo y de lo
nuevo, poniendo todo al servicio de la vida. No
debemos apegarnos a las grandes verdades del pasado, ni a snobismos
del presente. No debemos atarnos a lo que siempre hemos sido,
ni fantasear lo que nunca podremos ser. Vivir con sencillez y humildad la
realidad, pasando todo por el fuego purificador del
evangelio, para descubrir lo verdadero y bueno que hay en cada cosa.
«Por el hecho de no estar seguros del
tiempo en que vendrá nuestro Juez, debemos vivir cada jornada como si nos
tuviera que juzgar al día siguiente». San Jerónimo.
PARA DISCERNIR
¿Tengo juicio claro acerca de lo bueno y
lo malo?
¿La bondad o maldad de algo radica en el
beneficio que me brinda?
¿Valoro la experiencia y la confronto con
las cosas nuevas que se presentan?
REPITAMOS Y
VIVAMOS HOY LA PALABRA
…Estoy en tus manos Señor, como arcilla en
manos del alfarero…
PARA LA
LECTURA ESPIRITUAL
«El que cree en el Hijo posee la vida
eterna; el que no crea en el Hijo, no verá la vida»
[Santa Catalina oyó que Dios decía:]
…“En el último día del juicio, cuando
el Verbo, mi Hijo, revestido de mi majestad, vendrá a juzgar al mundo con su
poder divino, no vendrá como pobre y miserable tal como se presentó cuando
nació del seno de la Virgen, en un establo y en medio de animales, o tal como
murió, entre dos ladrones. Entonces, en él mi poder estaba escondido; como
hombre le dejé sufrir dolores y tormentos. No fue, en absoluto, que mi
naturaleza divina se separara de la naturaleza humana, sino que le dejé sufrir
como a hombre para expiar vuestras faltas. No, no es así que vendrá en el
momento supremo: vendrá con todo su poder y con todo el esplendor de su propia
persona…
A los justos les inspirará, al mismo
tiempo que un temor respetuoso, un gran júbilo. No es que su rostro cambie: su
rostro, en virtud de su naturaleza divina, es inmutable porque no es sino uno
conmigo, y en virtud de la naturaleza humana su rostro es igualmente inmutable
porque tiene asumida la gloria de la
resurrección. A los ojos de los réprobos, aparecerá terrible, porque le verán con ese ojo de espanto y turbación que los pecadores llevan dentro de sí mismos.
resurrección. A los ojos de los réprobos, aparecerá terrible, porque le verán con ese ojo de espanto y turbación que los pecadores llevan dentro de sí mismos.
¿No es lo mismo que ocurre con un ojo
enfermo? Cuando brilla el sol no ve más que tinieblas, mientras que el ojo sano
ve la luz. No es que la luz tenga algún defecto; no es que el sol cambie. El
defecto está en el ojo ciego. Es así como los réprobos verán a mi Hijo: en la
tiniebla, el odio y la confusión. Será por culpa de su propia enfermedad y no a
causa de la majestad divina con la que mi Hijo aparecerá para juzgar al mundo”…
Santa Catalina de Siena (1347-1380), terciaria
dominica,
doctora de la Iglesia, Copatrona de Europa – El
Diálogo, Cap. 39
PARA REZAR
Guárdame Señor, de la insignificancia,
que seamos amplios en el pensamiento,
la palabra y el acto.
Que eliminemos la crítica,
que seamos amplios en el pensamiento,
la palabra y el acto.
Que eliminemos la crítica,
y nos apartemos del egoísmo.
Permítenos alejar toda ostentación
y encontrarnos con el otro cara a cara sin
lástima ni prejuicios.
Que no juzguemos apresuradamente,
y seamos siempre generosos.
Que nos tomemos tiempo para todas las cosas.
Permítenos crecer calmos, serenos, mansos.
Que no juzguemos apresuradamente,
y seamos siempre generosos.
Que nos tomemos tiempo para todas las cosas.
Permítenos crecer calmos, serenos, mansos.
Enséñanos a poner en acción nuestros
mejores impulsos
y haznos honrados y no temerosos.
Concédenos comprender que,
y haznos honrados y no temerosos.
Concédenos comprender que,
son las pequeñas cosas en la vida, las que
crean diferencias,
porque en las grandes todos somos uno.
Y, oh Señor Dios, que no olvidemos ser amables. Amén.
porque en las grandes todos somos uno.
Y, oh Señor Dios, que no olvidemos ser amables. Amén.
María Estuardo, Reina de Escocia
LECTIO
DIVINA
Recogen lo bueno en canastas y tiran lo que
no sirve
+ Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo según san Mateo 13, 47-53
Jesús dijo a la multitud: «El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.
Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de
entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y
rechinar de dientes. ¿Comprendieron todo esto?»
«Sí», le respondieron.
Entonces agregó: «Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos
se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo.»
Palabra del Señor.
Palabra del Señor.
1.
LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Guías
para la lectura:
La parábola de la red (v.
47-50) es la última de la serie de éstas acerca del Reino de los Cielos que
agrupa Mateo en su segundo apartado narrativo (13.1-52). De hecho, luego de
ésta, se agrega una conclusión de todas a modo de cierre de la sección (v.51-52).
Ésta parábola se parece a
la de la cizaña. Así como el campo permitió que la buena semilla y la cizaña
crecieran mezclados hasta la madurez y no fueron separados hasta el tiempo de
la cosecha, así también la red pescó peces de toda clase, buenos y malos, y no
se los separó en dos categorías hasta que la red estuvo en la playa. Las
palabras de interpretación “Así sucederá al fin del mundo” aparecen en relación
con cada una de estas dos parábolas (v.40 b, 49 a), la función de los ángeles
es esencialmente la misma en ambos casos (v. 41, 49 b), y la suerte de los
malvados se describe en dos versículos que son idénticos (v. 42 y 50).
Los que oyeron a Jesús
cuando contó esta parábola – algunos de ellos eran pescadores – estaban, por
supuesto, muy familiarizados con el hecho de poner redes grandes, atrapando
peces de todas las variedades, mientras el agua, abundando en peces, pasaba
libremente a través de ella. Ellos sabían lo que era arrastrar una red de ese
tipo hasta la orilla, sentarse luego en la playa y seleccionar los peces. Los
peces comestibles y los vendibles eran echados en baldes o barriles, los demás
eran descartados.
A modo de conclusión,
Jesús hace una pregunta a los suyos que obtiene una inmediata respuesta
afirmativa: “¿Comprendieron todo esto? , le respondieron”. No
se puede dudar de la sinceridad de los discípulos, pero sí podemos intuir que
esta comprensión necesitó ser completada a través de la comprensión de los
sucesos que siguieron tanto en la vida de Jesús como de la Iglesia luego de
Pentecostés.
Jesús finaliza con una
referencia a los escribas convertidos, a quienes “utiliza” como ejemplo para
reafirmar que la historia bíblica (lo viejo) y la llegada del Bautista y del
Mesías (lo nuevo) se conjugan armónicamente para develar los misterios del
Reino de los Cielos y su economía.
2. MEDITACIÓN
- ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Preguntas
para la meditación:
Ø ¿Qué
significa la red que recoge buenos y malos peces para mi hoy?
Ø ¿Quién
tiene el atributo de separar los peces?
Ø ¿Puedo
decir como los discípulos que comprendí las parábolas del Reino?
3. ORACIÓN -
¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
|
Señor, Tú que atraes con tu red de amor y misericordia a todos, ayúdame a recibirlos a todos “en la orilla” y descansar en tu soberanía y justicia para separar los mismos.
Dame luz para poder
afirmar con los discípulos que he comprendido el sentido profundo de las
parábolas del Reino de los Cielos. Amén.
4. CONTEMPLACIÓN
- ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
|
Entendiendo que la
audiencia a los que hablaba Jesús eran pescadores o conocían de este oficio,
trato de imaginar la dimensión y realismo que esta parábola provocó en ellos.
5. ACCIÓN -
¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
|
·
Preguntas para la acción:
Ø ¿Qué
actitud dispondré en mi corazón hacia aquellos hermanos y hermanas que están en
la Iglesia y fueron traídos conmigo con la “red del Evangelio”?
Ø ¿Cómo
descansaré en el juicio y soberanía de Dios sobre los suyos?
Ø ¿Cómo
podré sacar de la Biblia, cosas nuevas y viejas que me ayuden a comprender los
misterios del Reino de Dios?
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