16 de julio de 2013 – TO - MARTES DE LA SEMANA XV
…Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que
ustedes…
PRIMERA
LECTURA
Lectura del libro del
Éxodo 2, 1-15a
Un hombre de la
familia de Leví se casó con la hija de un levita. La mujer concibió y dio a luz
un hijo; y viendo que era muy hermoso, lo mantuvo escondido durante tres meses.
Cuando ya no pudo ocultarlo más tiempo, tomó una cesta de papiro y la
impermeabilizó con betún y pez. Después puso en ella al niño y la dejó entre
los juncos, a orillas del Nilo. Pero la hermana del niño se quedó a una cierta
distancia, para ver qué le sucedería.
La hija del Faraón
bajó al Nilo para bañarse, mientras sus doncellas se paseaban por la ribera. Al
ver la cesta en medio de los juncos, mandó a su esclava que fuera a recogerla.
La abrió, y vio al niño que estaba llorando; y llena de compasión, exclamó:
«Seguramente es un niño de los hebreos.»
Entonces la
hermana del niño dijo a la hija del Faraón: « ¿Quieres que vaya a buscarte
entre las hebreas una nodriza para que te lo críe?»
«Sí», le respondió
la hija del Faraón. La jovencita fue a llamar a la madre del niño, y la hija
del Faraón le dijo: «Llévate a este niño y críamelo; yo te lo voy a retribuir.»
La mujer lo tomó
consigo y lo crió; y cuando el niño creció, lo entregó a la hija del Faraón,
que lo trató como a un hijo y le puso el nombre de Moisés, diciendo: «Sí, yo lo
saqué de las aguas.»
Siendo ya un
hombre, Moisés salió en cierta ocasión a visitar a sus hermanos, y observó los
penosos trabajos a que estaban sometidos. También vio que un egipcio maltrataba
a un hebreo, a uno de sus hermanos. Entonces dirigió una mirada a su alrededor,
y como no divisó a nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.
Al día siguiente
regresó y encontró a dos hebreos que se estaban pelando. « ¿Por qué golpeas a
tu compañero?», preguntó al agresor. Pero este le respondió: « ¿Quién te ha
constituido jefe o árbitro nuestro? ¿Acaso piensas matarme como mataste al
egipcio?»
Moisés sintió
temor y pensó: «Por lo visto, el asunto ha trascendido.» En efecto, el Faraón
se enteró de lo sucedido, y buscó a Moisés para matarlo. Pero este huyó del
Faraón, y llegó al país de Madián.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 68, 3. 14. 30-31. 33-34 (R.: cf. 33)
R. Busquen al Señor,
humildes, y vivirán.
Estoy hundido en
el fango del Abismo
y no puedo hacer
pie;
he caído en las
aguas profundas,
y me arrastra la
corriente. R.
Pero mi oración
sube hasta ti, Señor,
en el momento
favorable:
respóndeme, Dios
mío, por tu gran amor,
sálvame, por tu
fidelidad. R.
Yo soy un pobre
desdichado, Dios mío,
que tu ayuda me
proteja:
así alabaré con
cantos el nombre de Dios,
y proclamaré su
grandeza dando gracias. R.
Que lo vean los
humildes y se alegren,
que vivan los que
buscan al Señor:
porque el Señor
escucha a los pobres
y no desprecia a
sus cautivos. R.
EVANGELIO
X Lectura del
santo Evangelio según san Mateo 11, 20-24
Jesús comenzó a
recriminar a aquellas ciudades donde había realizado más milagros, porque no se
habían convertido. « ¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los
milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace
tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza.
Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos
rigurosamente que ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás elevada
hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros
realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría. Yo les
aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos
rigurosamente que tú.»
Palabra del Señor.
Si de la Memoria:
Zacarías. 2,14-17
S. R: Lucas 1,46-55
Mateo 12,46-50
PARA
REFLEXIONAR
Frente a la poderosa fuerza del
faraón se alza una fuerza surgida de la nada: un niño nacido
de una tribu maldita, que no tiene ningún derecho a vivir. Será la sencilla
acción de tres mujeres, de la que Dios se servirá
para que sus planes sigan adelante: la madre y la hermana de Moisés, y la hija del mismo Faraón. Moisés vivirá gracias precisamente a los que lo habían condenado.
para que sus planes sigan adelante: la madre y la hermana de Moisés, y la hija del mismo Faraón. Moisés vivirá gracias precisamente a los que lo habían condenado.
Una cesta en el río y un niño llorando
dentro de ella, conmueve el corazón de la egipcia. Los caminos de Dios son
sorprendentes. La hija del Faraón y no otra persona, es la que los
encuentra. Paradojas de la vida: la hija del faraón adopta y educa al que
va a ser el liberador del pueblo oprimido por su padre.
Así sabe Dios darle la vuelta a las situaciones.
En esto tan cotidiano y simplón, con apariencia de cuento, se funda
la invitación a la esperanza: Dios salva, Dios es poderoso, Dios
está claramente al lado de los débiles, al lado del pueblo que sufre.
El nombre Moisés probablemente
era egipcio, “el sacado”, “el salvado de las aguas”: él será luego el que
libere a su pueblo de la esclavitud, ayudándole a atravesar el Mar Rojo y el
desierto.
El capítulo se completa con dos
escenas, que nos presentan gestos proféticos del futuro dirigente del
pueblo: Moisés, ya hombre, sale de su instalación en la corte faraónica,
y descubre la opresión a que están sometidos sus hermanos hebreos;
toma partido en favor del oprimido comprometiendo su futuro; sin embargo los suyos no entienden ni aceptan el gesto de Moisés.
toma partido en favor del oprimido comprometiendo su futuro; sin embargo los suyos no entienden ni aceptan el gesto de Moisés.
El futuro liberador del pueblo tendrá
que sufrir, a lo largo de su vida, las incomprensiones de sus liberados.
Moisés, el protegido del faraón, el hombre comprometido en la liberación de sus
hermanos, huye de Egipto, rompe con el pasado y vuelve al marco de vida de
sus antepasados a la experiencia del desierto.
Ahí se terminará de fraguar el hombre
libre y fiel, capaz de conducir a un puñado de esclavos, hasta el libre
servicio de Yavhé.
***
Lo que decía ayer Jesús que no había
venido a traer paz, sino espadas y división, se ve claramente en la página
siguiente del evangelio.
Los prodigios de Jesús son signos que anuncian la llegada del Reino.
La respuesta del ser humano debe ser la conversión y
la fe. Jesús una vez más se muestra pródigo en signos de verdad y amor,
pero los beneficiarios de los mismos; aceptan lo que les
interesa humanamente, pero se desentienden de los compromisos que esto
significa. Por eso la voz de Jesús adquiere tonos proféticos y
escatológicos de denuncia y condena.
Estas tres ciudades: Corozaín,
Betsaida y Cafarnaún, estaban situadas a orillas del lago de Galilea y
fueron testigos privilegiadas de las grandes obras del Mesías; han
oído la proclamación a los pobres del Reino de los cielos y su llamado a
la conversión; han visto con sus ojos las señales de los tiempos
mesiánicos; han recibido la visita de los apóstoles. Pero no
se han convertido. Tenían motivos más que suficientes para haber creído,
sin embargo se resisten.
Estas ciudades son sedes de escuelas
rabínicas y centros de cultura religiosa. La invectiva a las ciudades mira,
sobre todo, a los círculos intelectuales. Jesús se lamenta de
ellas. Las compara con Tiro y Sidón con fama de impías, o con paganas
como Sodoma por la corrupción de sus costumbres, y asegura que esas
ciudades «malditas», seguramente se habrían convertido ante sus signos y
prodigios.
A pesar de que sus hechos acreditan la
cercanía del reinado de Dios, esas ciudades no han cesado de practicar la
injusticia. Estas ciudades han encarnado una estructura
de poder prepotente, presumiendo y envaneciéndose de su sabiduría, que les
impide reconocer a Jesús como la verdadera sabiduría a través de sus obras.
Cuanto más ha recibido uno, más tiene que
dar. Nosotros somos verdaderamente ricos en gracias de Dios, por la formación,
la fe, los sacramentos, la comunidad cristiana.
En todo momento nuestros actos son una
elección “por o contra” Dios. No siempre pensamos en ello.
Podemos creernos convertidos de una vez
para siempre, y Dios deja de ser novedad en nuestra vida. Nos
acostumbramos a vivir con un poco fe y algunas obras buenas que nos
tranquilizan, pero sin la fe desafiante que nos llama cada día
al cambio.
Nos conformarnos con un podo de fe y
con una salvación privatizada a nuestra medida, que impide la fe
valiente que nos hace volver sobre nuestras vidas, confrontarnos
con el evangelio de Jesús y dar pasos en nuestro
camino cotidiano de conversión. La autosuficiencia conformista es
veneno para el corazón.
Asistir todos los días a la Iglesia, o
tener muchos gestos de piedad no son garantía de pertenencia al Reino. Vivir la
experiencia del Reino de Dios, es una novedad que requiere de conversión
permanente.
PARA DISCERNIR
¿Me siento convertido?
¿Experimento la novedad que me trae el
evangelio?
¿Mi fe, hace camino con mi vida?
REPITAMOS Y
VIVAMOS HOY LA PALABRA
…Señor, creo en ti…
PARA LA
LECTURA ESPIRITUAL
…”Aunque sin saberlo, todos los hombres
sirven a los planes de Dios. Las obras de Dios empiezan en la humildad, en lo
escondido, y en estas circunstancias no sabemos nunca que es lo que puede
servir al Señor: tal vez sus enemigos son sus mejores colaboradores, tal vez
colaboren en sus planes más de lo que lo hacen sus amigos. También hoy sigue
siendo así: ¡qué misterio se desarrolla a través de la historia! Es Dios quien
conduce los acontecimientos; todos ellos responden al designio divino, y los
hombres sirven todos a este designio: lo quieran o no, todos entran en este
plan.
¿Quién nos dará ojos para saber descubrir,
en los acontecimientos más humildes, el comienzo de las obras más grandes?
No son la grandeza y el poder el
instrumento de las obras divinas, sino precisamente la humildad, la pobreza, la
debilidad, la impotencia. Hoy como ayer, y siempre. Sólo en la medida en que
los hombres se mantengan en la humildad y en lo escondido, en la pobreza y en
la impotencia, servirán al Señor.
Moisés, instrumento de Dios, es un pobre
niño. Pero salvará a Israel contra el poder del faraón, y lo salvará
precisamente a través del mismo faraón. El mundo, el enemigo de Dios, se
ensañará contra un poder opuesto al suyo, no se ensañará contra la debilidad,
contra la impotencia. La hija del faraón salva la vida del pequeño Moisés. El
faraón se pone duro contra Israel porque éste se muestra recalcitrante a sus
órdenes; sin embargo, contra este niño pequeño que nada hubiera podido oponerle
si le hubiera matado, el faraón se encuentra sin poder, y es él mismo quien lo
salva [...]. No son el poder, la grandeza, la riqueza, los que deben dar miedo
a los enemigos de Dios, sino la humildad de los pobres, de los que aún confían
en Dios…
D. Barsolti, edición española:
Espiritualidad del Éxodo, Ediciones Sígueme, Salamanca 1968.
PARA REZAR
Oración de la Interioridad
¡Tarde te amé belleza tan antigua y tan
nueva, tarde te amé!
El caso es que tú estabas dentro de mí y yo fuera.
Y fuera te andaba buscando y, como un engendro
de frialdad, me abalanzaba sobre la belleza de tus
criaturas.
Tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo.
Pero me tenían prisionero lejos de ti aquellas cosas
que, si no existieran en ti, serian algo inexistente.
Me llamaste, me gritaste, y desfondaste mi sordera.
Relampagueaste, resplandeciste,
y tu resplandor disipó mi ceguera.
Exhalaste tus perfumes,
respiré hondo, y suspiro por ti.
Te he paladeado, y me muero de hambre y de sed.
Me has tocado, y ardo en deseo de tu paz.
El caso es que tú estabas dentro de mí y yo fuera.
Y fuera te andaba buscando y, como un engendro
de frialdad, me abalanzaba sobre la belleza de tus
criaturas.
Tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo.
Pero me tenían prisionero lejos de ti aquellas cosas
que, si no existieran en ti, serian algo inexistente.
Me llamaste, me gritaste, y desfondaste mi sordera.
Relampagueaste, resplandeciste,
y tu resplandor disipó mi ceguera.
Exhalaste tus perfumes,
respiré hondo, y suspiro por ti.
Te he paladeado, y me muero de hambre y de sed.
Me has tocado, y ardo en deseo de tu paz.
Confesiones 10, 27, 38
16 DE JULIO – NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
El Carmelo, cuya hermosura ensalza la
Biblia (Is. 35, 2), ha sido de siempre un monte sagrado. En el siglo IX A. C.,
Elías lo convirtió en el refugio de la fidelidad al Dios único y en el lugar de
los encuentros entre el Señor y su pueblo (1 R 18, 39). El recuerdo del Profeta
«abrasado de celo por el Dios vivo» había de perpetuarse en el Carmelo.
En tiempo de las Cruzadas, las grutas del
monte dieron acogida a los ermitaños cristianos. Pero hasta el siglo XIII no
pasaron éstos a formar una familia religiosa, a la que el patriarca Alberto de
Jerusalén dio una regla (hacia el 1209), y que fue confirmada por el papa
Honorio III (1226).
El Monte Carmelo, que domina la llanura de
Galilea, no cae lejos de Nazaret, en donde vivió María “conservando todo en su
corazón”. De ahí que la Orden del Carmelo haya querido desde sus orígenes
ponerse bajo el patrocinio de la Madre de los contemplativos.
En el siglo XVI, los dos doctores y
reformadores de la Orden – Santa Teresa de Ávila v San Juan de la Cruz –
convertirían al Monte Carmelo en el símbolo de aquello que San Buenaventura
llamaba «itinerario hacia Dios». Por eso le pedimos hoy al Señor que nos haga
llegar, gracias a «la intercesión de la Virgen María» «hasta Cristo, monte de
salvación».
OREMOS
Haz venir, Señor, sobre nosotros la
poderosa intercesión de la gloriosa Virgen María, para que, protegidos con su
auxilio, podamos llegar a tu monte santo, que es Jesucristo, tu Hijo. Que vive
y reina contigo.
LECTIO DIVINA
En el día del juicio, Tiro, Sidón y la tierra de
Sodoma
serán tratadas menos rigurosamente que ustedes
serán tratadas menos rigurosamente que ustedes
+ Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo según san Mateo
11, 20-24
Jesús comenzó a recriminar a aquellas ciudades donde había realizado más
milagros, porque no se habían convertido. «¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti,
Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en
Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y
cubriéndose con ceniza. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón
serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.
Y tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás
precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se
hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría. Yo les aseguro que, en el
día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú.»
Palabra del
Señor.
LECTURA
- ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Guías para la
lectura:
El contenido
del párrafo da a entender claramente que ya se habían hecho muchos milagros en
Cafarnaúm y sus ciudades vecinas. Esto puede señalar el tiempo de la última
parte del gran ministerio en Galilea. Sin embargo, si reflexionamos en el hecho
de que al comienzo mismo de ese ministerio, Jesús inmediatamente eligió
Cafarnaúm como su cuartel general y comenzó a mostrar su poder sanador en esa
ciudad y en sus proximidades (4.12ss), llegamos a la conclusión de que no
necesariamente sería en un punto tan avanzado de su ministerio: quizá haya sido
más o menos en el medio del período, o en la parte final.
Así que Jesús
comenzó a reprender a las ciudades en las que había realizado la mayoría de sus
obras poderosas. Estas ciudades habían visto las obras de Cristo, como se
llaman aquí los milagros. Tales obras, debieran haberlos hecho reflexionar
sobre sus caminos y haberlos hecho volverse a Dios, verdaderamente arrepentidos
por el pecado, pero ese no había sido el efecto (Ap 9.20,21).
Es probable
que Corazín y Betsaida estuvieran situadas muy cerca de Cafarnaún, la cual se
menciona en último lugar, a saber, en el v.23. Las ruinas de la actual Kerazeh,
al noroeste del Mar de Galilea, y unos cuatro kilómetros al norte de lo que era
Cafarnaún, es todo lo que queda de la antigua Corazín. La Betsaida aquí
mencionada podría ser Betsaida Julia, situada exactamente al sureste del punto
en que el río Jordán desemboca en el Mar de Galilea desde el norte, o también
la otra Betsaida, situada más cerca de Cafarnaún. En vista de la mención de
Corazín y Cafarnaún en esta misma conexión, la última parece ser la más
probable.
Jesús declara que
si las poderosas obras hechas en las dos ciudades mencionadas, hubieran sido
hechas en Tiro y Sidón, estas ciudades fenicias, situadas más al norte en la
costa oriental del Mediterráneo, se habrían arrepentido mucho antes. Amós
denunció a los tirios por vender a israelitas como esclavos a Edom (Am. 1.9).
De acuerdo a Is.23 y Ez.26-28 uno recibe la impresión de que los navegantes
comerciales y los colonizadores que habitaban estas ciudades eran orgullosos,
codiciosos de dinero y crueles. Sin dudas, la comparación hecha por Jesús era
terrible.
Por su parte,
la ciudad de Cafarnaún, había permanecido impenitente a pesar de todo el
trabajo de amor que Jesús les había prodigado. Es por esta razón que ahora se
dirige a este centro de su actividad con palabras que a uno le hacen recordar
Is. 14.13,15, donde el rey de Babilonia se presenta jactándose de que subirá al
cielo, y entonces se lo describe realmente descendiendo a los sectores más
profundos del Seol.
Es claro que
la completa ruina aquí predicha para el pueblo de Cafarnaún, también implicaba
la destrucción de la ciudad. Igualmente, el castigo que visitó a la población
de Sodoma y Gomorra incluyó la pérdida de las ciudades de ellos. Sin embargo,
en muchos casos lo primario es la maldición sobre la población, la gente. La
destrucción de la ciudad es un resultado del pecado de la gente y no viceversa.
Jesús culmina
su lamentación con una referencia escatológica durísima: “Yo les aseguro
que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente
que tú”.
MEDITACIÓN
- ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para
la meditación:
¿Qué mayor
responsabilidad de arrepentimiento tienen aquellos que han sido testigos de las
obras de Dios?
¿Cómo evalúo
mi conocimiento de las obras del Señor y mi actitud hacia Él?
¿De qué manera
considero la apertura espiritual de pueblos que no han tenido conocimiento de
la gracia de Dios?
ORACIÓN
- ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
Señor, Vos que
te has mostrado de manera generosa en tu poder y gracia sobre nosotros y
nuestros pueblos, ten piedad de nosotros y guíanos a una actitud de
arrepentimiento y obediencia a ti. Amén.
CONTEMPLACIÓN
- ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
Trato de
ponerme en el lugar de los oyentes y entender el fuerte impacto de moralidad
comparativa que hace Jesús entre sus ciudades y la otras, tan paradigmáticas y
trágicas en la historia bíblica.
ACCIÓN
- ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para
la acción:
¿Cómo evalúo la
presencia de Dios en nuestro pueblo?
¿Cómo evalúo
las obras de Cristo en mi vida y la de mi familia y amigos?
De acuerdo a
las dos respuestas anteriores. ¿Qué sentido de responsabilidad cristiana,
arrepentimiento y gratitud a Cristo me invaden?
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