12
de
octubre
de
2013
– TO
–
SABADO
DE
LA
SEMANA
XXVII
…Felices
los
que
escuchan
la
palabra
de
Dios
y
la
practican…
PRIMERA
LECTURA
Lectura
de
la
profecía
de
Joel 4,
12-21
Así
habla
el
Señor:
¡Que
despierten
y
suban
las
naciones
al
valle
de
Josafat!
Porque
allí
me
sentaré
para
juzgar
a
todas
las
naciones
de
alrededor.
Pongan
mano
a
la
hoz:
la
mies
está
madura;
vengan
a
pisar:
el
lagar
está
lleno;
las
cubas
desbordan:
¡tan
grande
es
su
maldad!
¡Multitudes
innumerables
en
el
valle
de
la
Decisión!
Porque
se
acerca
el
Día
del
Señor
en
el
valle
de
la
Decisión.
El
sol
y
la
luna
se
oscurecen,
las
estrellas
pierden
su
brillo.
El
Señor
ruge
desde
Sión
y
desde
Jerusalén
hace
oír
su
voz:
¡tiemblan
el
cielo
y
la
tierra!
¡Pero
el
Señor
será
un
refugio
para
su
pueblo,
un
resguardo
para
los
israelitas!
Así
ustedes
sabrán
que
yo
soy
el
Señor,
su
Dios,
que
habito
en
Sión,
mi
santa
Montaña.
Jerusalén
será
un
lugar
santo,
y
los
extranjeros
no
pasarán
más
por
ella.
Aquel
día,
las
montañas
destilarán
vino
nuevo
y
manará
leche
de
las
colinas;
por
todos
los
torrentes
de
Judá
correrán
las
aguas,
y
brotará
un
manantial
de
la
Casa
del
Señor,
que
regará
el
valle
de
las
Acacias.
Egipto
se
convertirá
en
una
desolación
y
Edóm
en
un
desierto
desolado,
a
causa
de
la
violencia
cometida
contra
los
hijos
de
Judá,
cuya
sangre
inocente
derramaron
en
su
país.
Pero
Judá
será
habitada
para
siempre
y
Jerusalén
por
todas
las
generaciones.
Yo
vengaré
su
sangre,
no
la
dejaré
impune,
y
el
Señor
tendrá
su
morada
en
Sión.
Palabra
de
Dios.
SALMO
Sal
96,
1-2.
5-6.
11-12
(R.:
12a)
R. Alégrense,
justos,
en
el
Señor.
¡El
Señor
reina!
Alégrese
la
tierra,
regocíjense
las
islas
incontables.
Nubes
y
Tinieblas
lo
rodean,
la
Justicia
y
el
Derecho
son
la
base
de
su
trono.
R.
Las
montañas
se
derriten
como
cera
delante
del
Señor,
que
es
el
dueño
de
toda
la
tierra.
Los
cielos
proclaman
su
justicia
y
todos
los
pueblos
contemplan
su
gloria.
R.
Nace
la
luz
para
el
justo,
y
la
alegría
para
los
rectos
de
corazón.
Alégrense,
justos,
en
el
Señor
y
alaben
su
santo
Nombre.
R.
EVANGELIO
X
Lectura
del
santo
Evangelio
según
san
Lucas 11,
27-28
Cuando
Jesús
terminó
de
hablar,
una
mujer
levantó
la
voz
en
medio
de
la
multitud
y
le
dijo:
«
¡Feliz
el
seno
que
te
llevó
y
los
pechos
que
te
amamantaron!»
Jesús
le
respondió:
«Felices
más
bien
los
que
escuchan
la
Palabra
de
Dios
y
la
practican.»
Palabra
del
Señor.
PARA
REFLEXIONAR
- Para los profetas, la vuelta del cautiverio de Babilonia representa el comienzo de la era mesiánica; y el triunfo de Israel supone la condena de sus enemigos. La respuesta divina a la oración y penitencia del pueblo había sido la promesa de bendiciones materiales. Ahora se añaden los dones espirituales: la efusión del Espíritu, el anuncio de los signos precursores del «día de Yahvé» y de la salvación de Sión.
- A diferencia de los tiempos antiguos, en los que la palabra de Yahvé era rara, en el tiempo mesiánico será abundante, habrá una íntima comunicación entre Dios y el pueblo elegido. Israel no dependerá de un caudillo ni de un profeta ocasional. Todos los israelitas serán profetas: sabrán descubrir el verdadero sentido religioso de la vida y de los acontecimientos. Los sueños y las visiones son tomados como los medios ordinarios de comunicación con Dios.
- Junto con la efusión del Espíritu aparece el juicio vindicativo de Dios contra las naciones paganas. El«Día de Yahvé» es descrito con imágenes apocalípticas que no pueden tomarse en sentido literal.
- Se describe esta intervención de Dios como una convulsión del cosmos. El sol, la luna y los demás astros eran tenidos por dioses en el mundo gentil. La destrucción de estas divinidades simboliza la manifestación de Dios. Las imágenes de la siega y de la vendimia le sirven para expresar el juicio sobre el bien y el mal que tendrá lugar aquel día.
- Joel se imagina una gran asamblea de todas las naciones, como una alusión al juicio de las naciones paganas, que se llevará a cabo en el “Valle de Josafat”, que significa «Yahvé juzgará»; nombre simbólico que no corresponde a ningún lugar geográfico.
- Para los que se han esforzado por seguir a Dios, este anuncio es un presagio de esperanza porque el Señor protege a su pueblo, auxilia a los hijos de Israel”, porque en aquel día “el Señor habitará en Sión”. Así el Pueblo de Dios sabrá cuánto lo ama el Señor que hizo Alianza con sus antiguos Padres, y que es fiel a la misma con los hijos de los patriarcas.
***
- Bienaventurados eran aquellos que habían alcanzado el favor de Dios y lo gozaban en el presente. En el evangelio de hoy encontramos por tercera vez una “bienaventuranza” aplicada a María: La primera la hace su prima Isabel al recibirla, la segunda la proclama la misma María en el magnificat. Ahora, es una mujer del pueblo que interrumpe la enseñanza de Jesús y proclama a María como una mujer bienaventurada: ¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!
- Jesús no rechaza la alabanza de la mujer, la eleva. No es la carne ni la sangre lo que marca el vínculo con Él. La comunión con Jesús viene del “sí” dado a la Palabra de Dios. Los que escuchan y practican la Palabra de Dios participan de la bienaventuranza de María que supo responder a la invitación divina. María es la esclava del Señor porque se hace discípula de la Palabra.
- María ha engendrado a Jesús a la vida; en el discipulado el maestro engendra a la vida del Reino por la fuerza de la Palabra, al discípulo. Lo que sucede entre María y Jesús en el campo natural, se realiza de modo espiritual dentro de las condiciones posibles, entre el maestro y el discípulo.
- María es la discípula que cubierta “con la sombra del Altísimo” ha escuchado y guardado la Palabra en su corazón. Jesús usa la exaltación de esta mujer del pueblo, para mostrar por donde pasa el camino de la verdadera Bienaventuranza, en la cual María, tiene el primer lugar.
- Jesús rompe con la tradición, y no es la pertenencia a Israel lo que da la garantía de acceder al Reino de Dios. Para el proyecto de la nueva humanidad, Jesús forma una comunidad en la que ni la sangre ni la carne son la clave de pertenencia. Quien hace fructificar su vida con actitudes palpables y con acciones reales lo que ha escuchado de Jesús, ése es discípulo; el verdaderamente dichoso.
- Los cristianos, corremos el riesgo de creernos que somos bienaventurados por recibir los sacramentos o por asistir a misa. Eso para Jesús y para la vida del reino no cuenta, si nuestra vida no está de acuerdo con su propuesta, y si no demostramos que hemos asumido su proyecto.
- La única realidad que garantiza nuestra pertenencia al Reino son las actitudes coherentes con la novedad del Evangelio. El Reino no se mide por actos de piedad ni por actos de caridad. El Reino se mide por la justicia, la verdad y el amor con que vivimos y la forma responsable de como asumimos nuestra existencia. Así, podremos ser dichosos como fue María, no sólo por ser la que engendró y amamantó a Jesús, sino por escuchar atentamente la Palabra, rumiarla en su corazón y vivirla.
PARA
DISCERNIR
- ¿Qué palabras son las que más rondan mi corazón?
- ¿Qué tengo que “conservar” en mi corazón?
- ¿Qué reclama Jesús a sus discípulos?
REPITAMOS
Y
VIVAMOS
HOY
LA
PALABRA
…Que
yo
sea
feliz,
escuchando
y
viviendo
tu
Palabra…
PARA
LA
LECTURA
ESPIRITUAL
«Dichosa
la
que
ha
creído;
porque
lo
que
te
ha
dicho
el
Señor
se
cumplirá»
(Lc
1,45)
…”En la Antigua Alianza los hombres estaban bajo el régimen de los símbolos. Por la gracia de Cristo, presente en la carne, la misma verdad ha resplandecido para nosotros. Y sin embargo, con relación al mundo venidero, todavía vivimos, en cierta manera, en la sombra de la verdad. El apóstol Pablo escribe: «Mi conocer es por ahora inmaduro, entonces podré conocer como Dios me conoce» (1C 13,9) y «no es que ya haya conseguido el premio» (Flp 3,13). En efecto, ¿cómo no hacer diferencia entre el que camina en la fe o el que se encuentra ya en la clara visión? Así «el justo vive de fe» (Ha 2,4; Rm 1,17) –es el bienaventurado que exulta por la visión de la verdad; mientras, el hombre santo vive todavía en la sombra de Cristo… Es buena esta oscuridad de la fe; filtra la luz cegadora para nuestra mirada todavía en la tiniebla y prepara nuestro ojo para que pueda soportar la luz. En efecto, está escrito: «Dios ha purificado sus corazones a través de la fe» (Hch 15,9). Porque el efecto de la fe no es apagar la luz, sino conservarla. Todo lo que los ángeles contemplan a rostro descubierto, la fe lo guarda oculto para mí; lo hace descansar en su seno para revelarlo en el momento querido. ¿Acaso no es una buena cosa que tenga envuelto lo que tu todavía no puedes captar sin velo?
…”En la Antigua Alianza los hombres estaban bajo el régimen de los símbolos. Por la gracia de Cristo, presente en la carne, la misma verdad ha resplandecido para nosotros. Y sin embargo, con relación al mundo venidero, todavía vivimos, en cierta manera, en la sombra de la verdad. El apóstol Pablo escribe: «Mi conocer es por ahora inmaduro, entonces podré conocer como Dios me conoce» (1C 13,9) y «no es que ya haya conseguido el premio» (Flp 3,13). En efecto, ¿cómo no hacer diferencia entre el que camina en la fe o el que se encuentra ya en la clara visión? Así «el justo vive de fe» (Ha 2,4; Rm 1,17) –es el bienaventurado que exulta por la visión de la verdad; mientras, el hombre santo vive todavía en la sombra de Cristo… Es buena esta oscuridad de la fe; filtra la luz cegadora para nuestra mirada todavía en la tiniebla y prepara nuestro ojo para que pueda soportar la luz. En efecto, está escrito: «Dios ha purificado sus corazones a través de la fe» (Hch 15,9). Porque el efecto de la fe no es apagar la luz, sino conservarla. Todo lo que los ángeles contemplan a rostro descubierto, la fe lo guarda oculto para mí; lo hace descansar en su seno para revelarlo en el momento querido. ¿Acaso no es una buena cosa que tenga envuelto lo que tu todavía no puedes captar sin velo?
Por
otra
parte,
la
madre
del
Señor
también
vivía
en
la
oscuridad
de
la
fe,
puesto
que
le
fue
dicho:
«Dichosa
tú
que
has
creído»
(Lc
1,45).
También
del
cuerpo
de
Cristo
recibió
una
sombra,
según
el
mensaje
del
ángel:
«El
poder
del
Altísimo
te
cubrirá
con
su
sombra»
(Lc
1,35).
Esta
sombra
pues,
no
tiene
nada
de
despreciable
porque
es
el
poder
del
Altísimo
que
la
proyecta.
Sí,
verdaderamente,
en
la
carne
de
Cristo
había
una
fuerza
que
cubría
a
la
Virgen
con
su
sombra,
a
fin
de
que
la
pantalla
de
su
cuerpo
vivificante
le
permitiera
soportar
la
presencia
divina,
aguantar
el
resplandor
de
la
luz
inaccesible,
lo
cual
era
imposible
a
una
mujer
mortal.
Este
poder
ha
domado
toda
fuerza
adversa;
la
fuerza
de
esta
sombra
echa
fuera
los
demonios
y
protege
a
los
hombres.
¡Poder
verdaderamente
vivificador
y
sombra
verdaderamente
refrigerante!
Y
es
totalmente
en
la
sombra
de
Cristo
que
nosotros
vivimos,
puesto
que
caminamos
por
la
fe
y
recibimos
la
vida
alimentándonos
con
su
carne”…
San
Bernardo
(1091-1153),
monje
cisterciense
y
doctor
de
la
Iglesia
Sermón
31
sobre
el
Cantar
de
los
Cantares
PARA
REZAR
“¡Oh
Virgen
Inmaculada,
la
más
tierna
de
las
madres
al
escuchar
a
Jesús,
Tú
en
modo
alguno
te
entristeces.
Antes
bien,
te
alegras
de
que
Él
pueda
decirnos
que
aquí
abajo
en
su
familia
nuestra
alma
se
convierte.
Sí,
te
alegras
de
que
Él
nos
dé
su
vida,
¡Los
tesoros
infinitos
de
su
divinidad!…
¿Cómo
no
amarte,
querida
Madre
mía
viendo
tal
grado
de
amor
y
de
humildad?”
Santa
Teresita
del
Niño
Jesús
LECTIO
DIVINA
¡Feliz
el seno que te llevó!
Felices
más bien los que escuchan la palabra de Dios
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 11, 27-28
Jesús estaba hablando y una mujer levantó la voz en medio de la multitud y le dijo: «¡Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron!»
Jesús le respondió: «Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican.»
Palabra del Señor.
1. LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
· Guías para la lectura:
Para algunos biblistas, estos dos versículos definen la actitud del verdadero discípulo en contraste con quien no esté con Jesús (11,23) o no persevere en su propia conversión (11, 24-26).
Se establece un contraste entre dos formas de dicha: La primera (v. 27) exalta el aspecto físico de la maternidad, la segunda la corrige asignando la prioridad al valor de la fe, para todos los creyentes, como en 8,21 “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican”.
Estas palabras no disminuyen en absoluto la figura de María, representada en otro lugar en Lc como una creyente modelo (1, 45) y como perfectamente atenta a los caminos de Dios manifestados en la infancia de Jesús (2, 19.51).
Nadie puede compartir la felicidad de la maternidad excepcional de María, pero todos están invitados a seguir su ejemplo en la fe y en la obediencia. “La Palabra de Dios” remite en Lc 11,28 con su mayor precisión a la enseñanza del mismo Jesús ( 5,1 y 6, 47ss).
2. MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
· Preguntas para la meditación:
· ¿Cuáles son las dos felicidades que están presentes para y desde Jesús?
· ¿Qué significa hoy escuchar la Palabra de Dios?
· ¿Qué significa hoy practicar la Palabra de Dios?
3. ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
Señor, siguiendo el ejemplo de María de escucha y obediencia a la Palabra de Dios, ayúdame hoy como verdadero discípulo a recibir tu voz y obedecerla.
4. CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
Imagino a la mujer gritando entre la multitud con ese “cumplido” para Jesús y su Madre.
Reflexiono en la respuesta de Jesús que está destinada a nosotros que recibimos su Palabra.
5. ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
· Preguntas para la acción:
· ¿Qué estoy haciendo cada día para profundizar mi escucha de la Palabra de Dios?
· ¿De qué manera estoy practicando esa Palabra escuchada?
· ¿Cómo me ayuda este método de Lectio Divina en esas prácticas?
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