Patrono
de
la
Ciudad
de
Buenos
Aires:
solemnidad.
…¡Auméntanos
la
fe!…
PRIMERA
LECTURA
Principio
del
libro
de
la
Sabiduría 1,
1-7
Amen
la
justicia,
ustedes,
los
que
gobiernan
la
tierra,
piensen
rectamente
acerca
del
Señor
y
búsquenlo
con
sencillez
de
corazón.
Porque
él
se
deja
encontrar
por
los
que
no
lo
tientan,
y
se
manifiesta
a
los
que
no
desconfían
de
él.
Los
pensamientos
tortuosos
apartan
de
Dios,
y
el
Poder
puesto
a
prueba,
confunde
a
los
insensatos.
La
Sabiduría
no
entra
en
un
alma
que
hace
el
mal
ni
habita
en
un
cuerpo
sometido
al
pecado.
Porque
el
santo
espíritu,
el
educador,
huye
de
la
falsedad,
se
aparta
de
los
razonamientos
insensatos,
y
se
siente
rechazado
cuando
sobreviene
la
injusticia.
La
Sabiduría
es
un
espíritu
amigo
de
los
hombres,
pero
no
dejará
sin
castigo
las
palabras
del
blasfemo,
porque
Dios
es
el
testigo
de
sus
sentimientos,
el
observador
veraz
de
su
corazón,
y
escucha
todo
lo
que
dice
su
lengua.
Porque
el
espíritu
del
Señor
llena
la
tierra,
y
él,
que
mantiene
unidas
todas
las
cosas,
sabe
todo
lo
que
se
dice.
Palabra
de
Dios.
SALMO
Sal
138,
1-3.
4-6.
7-8.
9-10
(R.:
24b)
R. Señor,
llévame
por
el
camino
eterno.
Señor,
tú
me
sondeas
y
me
conoces,
tú
sabes
si
me
siento
o
me
levanto;
de
lejos
percibes
lo
que
pienso,
te
das
cuenta
si
camino
o
si
descanso,
y
todos
mis
pasos
te
son
familiares.
R.
Antes
que
la
palabra
esté
en
mi
lengua,
tú,
Señor,
la
conoces
plenamente;
me
rodeas
por
detrás
y
por
delante
y
tienes
puesta
tu
mano
sobre
mí;
una
ciencia
tan
admirable
me
sobrepasa:
es
tan
alta
que
no
puedo
alcanzarla.
R.
¿A
dónde
iré
para
estar
lejos
de
tu
espíritu?
¿A
dónde
huiré
de
tu
presencia?
Si
subo
al
cielo,
allí
estás
tú;
si
me
tiendo
en
el
Abismo,
estás
presente.
R.
Si
tomara
las
alas
de
la
aurora
y
fuera
a
habitar
en
los
confines
del
mar,
también
allí
me
llevaría
tu
mano
y
me
sostendría
tu
derecha.
R.
EVANGELIO
Lectura
del
santo
Evangelio
según
san
Lucas 17,
1-6
Jesús
dijo
a
sus
discípulos:
«Es
inevitable
que
haya
escándalos,
pero
¡ay
de
aquel
que
los
ocasiona!
Más
le
valdría
que
le
ataran
al
cuello
una
piedra
de
moler
y
lo
precipitaran
al
mar,
antes
que
escandalizar
a
uno
de
estos
pequeños.
Por
lo
tanto,
¡tengan
cuidado!
Si
tu
hermano
peca,
repréndelo,
y
si
se
arrepiente,
perdónalo.
Y
si
peca
siete
veces
al
día
contra
ti,
y
otras
tantas
vuelve
a
ti,
diciendo:
“Me
arrepiento”,
perdónalo.»
Los
Apóstoles
dijeron
al
Señor:
«Auméntanos
la
fe.»
El
respondió:
«Si
ustedes
tuvieran
fe
del
tamaño
de
un
grano
de
mostaza,
y
dijeran
a
esa
morera
que
está
ahí:
“Arráncate
de
raíz
y
plántate
en
el
mar”,
ella
les
obedecería.»
Palabra
del
Señor.
PARA
REFLEXIONAR
- El libro de la Sabiduría es el último escrito del Antiguo Testamento escrito unos cincuenta años antes de Cristo. Está dedicado a los judíos de la diáspora, sobre todo a los que vivían en Alejandría de Egipto, en medio de la cultura helénica, con problemas para mantener su propia identidad de pueblo de la Alianza. Todo el libro es un canto a la sabiduría verdadera, opuesta a la de los impíos, que no tienen la mentalidad de Dios.
- La Sabiduría se presenta como personificada en una joven hermosa que solicita a su amante para un encuentro feliz. Se hace la encontradiza para los que la aman, para los que la desean y la buscan. El verdadero conocimiento de Dios no es el resultado de una operación intelectual, es un don que se ofrece con generosidad a cuantos se disponen a recibirlo con un corazón abierto.
- La sabiduría de Dios madruga más que quienes la desean. Cuando éstos despiertan y empiezan a buscarla, ella ya está esperando a la puerta. Dios se presenta siempre al hombre que lo busca y se anticipa a sus deseos.
- La sabiduría es el mismo espíritu de santidad que procede de Dios, es “un espíritu amigo de los hombres”: porque “el espíritu del Señor, que llena la tierra y da consistencia al universo”, “penetra en su interior”.
- Pero la sabiduría no puede adquirirse sin la justicia. La encuentran “los que la buscan con corazón entero”, huye de la falsedad, de la maldad y de las malas lenguas. El Señor sólo se da a conocer, mediante su sabiduría, a los sencillos, a los que no exigen pruebas ni desconfían de Él.
- La sabiduría conoce todo, escruta todo, penetra todo y nada se le escapa: es «el espíritu educador y santo».
***
- Se tiene, a veces, tendencia a idealizar a los primeros cristianos, como si hubiesen vivido en un mundo ideal y aureolado de todas las cualidades. La Iglesia no ha estado nunca exenta de los problemas concretos que supone todo grupo humano. El texto nos presenta tres realidades importantes para la comunidad de discípulos y para la Iglesia futura: escandalizar a los pequeños, la falta de perdón y la fe de los apóstoles.
- Las palabras de Jesús son radicales porque una Iglesia en la que se escandaliza a los niños y a los pobres, en la que no se perdona al hermano que peca con gran frecuencia y en la que falta la fe en los que la conducen, no es su Iglesia.
- Jesús habla diciendo que son inevitables los escándalos y previene a los discípulos, pero se lamenta y condena a aquel que los propicia. El ambiente de la comunidad de Lucas es judeo-cristiano, es decir con miembros provenientes del judaísmo y del mundo gentil. Desde este contexto podemos descubrir algunos motivos de escándalo: existe un desequilibrio socio-económico; hay un reparto injusto de los bienes en el seno de la misma comunidad.
- Por otro lado encontramos la dificultad de corregir al hermano y la resistencia a brindarle generosamente el perdón todas las veces que lo necesita. Una comunidad que quiere ser signo de que el Reino de Dios ha comenzado, no puede pasar por alto las exigencias de una justicia nueva y de una fraternidad basada en el verdadero amor al hermano; que alcanza su máxima expresión en el perdón y la reconciliación.
- Los discípulos reconocen que son insuficientes sus fuerzas para asumir la responsabilidad que implica la construcción del reino. Estas actitudes sólo alcanzan sentido y posibilidad de ser vividas con integridad, desde la fe.
- Todos influimos para bien o para mal en los que conviven con nosotros. El amor sin límites a los hermanos es la característica de los discípulos que forman una comunidad de hermanos. Los cristianos somos hermanos pero no somos personas perfectas; somos pecadores. Jesús no idealiza su comunidad ni la piensa impecable y sin historia: concretamente sabe que es y será una comunidad en la que las personas se equivocan, se impacientan, buscan su propio interés, se ofenden unas a otras; hasta siete veces al día. A todos nos cuesta perdonar, nos sale mucho mejor juzgar, condenar y recriminar.
- La corrección fraterna si se realiza con prudencia y con la delicadeza que brota del amor, va de la mano del perdón y la generosidad de corazón. Debemos hacer nuestra la petición de los discípulos.
- Hay que tener una fe fuerte y grande para seguir creyendo en nuestros hermanos cuando nos han fallado muchas veces. La misma fe que Dios tiene en cada uno, que sigue creyendo en nosotros a pesar de las reiteradas veces que fallamos. Se hace imprescindible reconocer con humildad nuestra impotencia y pedir confiadamente al Señor la fe, al menos del tamaño de un grano de mostaza, para que Él obre en nosotros y con nosotros.
PARA
DISCERNIR
- ¿Cuáles son las cosas que más me escandalizan?
- ¿Cuáles son las cosas con que más escandalizo?
- ¿Puedo dar el perdón con generosidad?
REPITAMOS
Y
VIVAMOS
HOY
LA
PALABRA
…Dame
la
fe
de
un
grano
de
mostaza,
Señor…
PARA
LA
LECTURA
ESPIRITUAL
«Tú,
perdónalo»
… «El
amor
disculpa
sin
límites,
cree
sin
límites,
espera
sin
límites,
aguanta
sin
límites»
(1C
13,7).
Con
ello
el
apóstol
Pablo
nos
quiere
enseñar
que
si
esta
virtud
se
puede
mantener
con
una
firmeza
tal,
es
porque
está
unida
a
una
paciencia
a
toda
prueba.
Y
dice
más:
«Sobrellevaos
mutuamente
con
amor;
esforzaos
en
mantener
la
unidad
del
Espíritu
con
el
vínculo
de
la
paz»
(Ef.
4,2).
No
es
posible
mantener
la
unidad
ni
la
paz
si
los
hermanos
no
se
esfuerzan
en
practicar
la
tolerancia
mutua
y
el
vínculo
de
la
concordia,
gracias
a
la
paciencia.
¿Y
qué
decir
aún
de
no
jurar,
ni
maldecir,
de
no
reclamar
lo
que
nos
han
quitado,
de
presentar
la
otra
mejilla
a
quien
nos
bofetea,
de
perdonar
al
hermano
que
ha
pecado
contra
nosotros,
no
solamente
setenta
veces
siete,
sino
todos
sus
errores,
amar
a
nuestros
enemigos,
orar
por
nuestros
adversarios
y
por
los
que
nos
persiguen?
¿Cómo
conseguir
todo
esto
si
no
se
es
firmemente
paciente
y
tolerante?
Es
lo
que
hizo
san
Esteban
cuando,
en
lugar
de
clamar
venganza,
pidió
misericordia
para
sus
verdugos
diciendo:
«
¡Señor,
no
les
tengas
en
cuenta
este
pecado!»
(Hch
7,60″…
San
Cipriano
(hacia
200-258),
obispo
de
Cartago
y
mártir
– Los
Beneficios
de
la
paciencia
PARA
REZAR
Dios
y
Padre
nuestro
que
conocés
nuestra
poca
fe
te
pedimos
que
no
desfallezca
nuestra
esperanza,
que
tu
Espíritu
renueve
nuestro
ardor,
que
se
agota
buscando
otras
riquezas
y
otros
caminos.
Que
tu
palabra,
sembrada
en
nuestro
corazones,
crezca
y
dé
fruto,
y
así
transforme
nuestro
mundo
y
lo
haga
adelanto
del
reino
definitivo.
Nos
confiás
el
cuerpo
y
la
sangre
de
tu
Hijo,
que
son
anticipo
del
Reino
definitivo;
Ellos
son
fruto
de
nuestra
tierra
y
de
nuestro
trabajo,
y
unidos
a
tu
obra
creadora
son
ya
las
primicias
de
los
tiempos
nuevos.
Que
sean
también,
para
nuestro
gozo,
el
alimento
y
la
fuerza
para
el
camino
que
nos
conduce
a
tu
encuentro.
SAN
MARTÍN
DE
TOURS
Lecturas:
Isaías
61,
1-3a
S.R.
88,2-5,
21-22.25.27
2
Corintios
5,
14-20
Leccionario
Santoral
p.
758
Mateo
25,
31
– 40
Oración
de
los
fieles
Respondemos
rezando:
Por
San
Martín
de
Tours,
escúchanos
Padre.
- Pidamos por la Iglesia en Buenos Aires, pastores y fieles, que celebrando hoy a su patrono y modelo brinde siempre el ejemplo de la imitación de Cristo y la oración de intercesión ante quien nos cuida desde la bienaventuranza. Oremos.
- Pidamos por nuestra Ciudad de Buenos Aires para que por la intercesión de San Martín de Tours pueda vivir desde la cultura ciudadana los valores humanos en unión con todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Oremos.
11
de
noviembre-
SAN
MARTIN
DE
TOURS
“Oriundo
de
Sabaria
(Panonia),
hijo
de
un
tribuno
romano,
se
alistó
como
soldado
a
los
quince
años:
en
este
período
es
cuando
tuvo
lugar
la
famosa
escena
de
partir
la
capa
militar
para
darle
la
mitad
a
un
pobre.
Bautizado
a
los
dieciocho
años,
abandonó
la
milicia
para
convertirse
en
discípulo
de
san
Hilario
de
Poitiers.
Tras
un
viaje
a
la
patria,
empezó
a
hacer
vida
eremítica
en
la
isla
Gallinaria,
cerca
de
Génova.
Más
tarde,
fundó
en
Ligugé,
el
primer
cenobio
de
Occidente.
El
pueblo
lo
eligió
como
obispo
de
Tours.
Siendo
obispo
fundó
el
Maius
Monasterium,
destinado
a
ser
un
gran
centro
de
vida
religiosa,
de
donde
debían
salir
muchos
candidatos
al
episcopado.
Misionó
el
centro
de
Francia
y
se
puso
en
contacto
con
las
autoridades
políticas,
sobre
todo
para
obtener
la
paz
en
los
asuntos
de
los
herejes
priscilianistas,
lo
que
le
causó
la
enemistad
de
algunos.
Murió
el
8
de
noviembre
en
Candes,
durante
la
visita
pastoral
del
año
397.
Un
testigo
directo
dice
que
en
sus
funerales,
celebrados
el
día
11,
concurrió
una
impresionante
multitud
de
fieles,
en
especial
monjes
y
vírgenes.
Martín
es
uno
de
los
primeros
santos
no
mártires
venerados
en
la
liturgia,
sino
el
primero.
Los
reyes
francos
conservaban
como
reliquia
insigne
la
capa
que
se
tenía
como
la
de
san
Martín:
el
custodio
de
ésta
se
titulaba
“capellán”
y
el
nombre
“capilla”
procede
del
lugar
donde
se
guardaba
esa
capa.”
“El
Santoral
del
calendario”
CPL
83.
Barcelona,
1999
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