…De
todo
lo
que
contemplan,
no
quedará
piedra
sobre
piedra…
PRIMERA
LECTURA
Lectura
de
la
profecía
de
Malaquías 3,
19-20a
Llega
el
Día,
abrasador
como
un
horno.
Todos
los
arrogantes
y
los
que
hacen
el
mal
serán
como
paja;
el
Día
que
llega
los
consumirá,
dice
el
Señor
de
los
ejércitos,
hasta
no
dejarles
raíz
ni
rama.
Pero
para
ustedes,
los
que
temen
mi
Nombre,
brillará
el
sol
de
justicia
que
trae
la
salud
en
sus
rayos.
Palabra
de
Dios.
SALMO
Sal
97,
5-6.
7-8.
9
(R.:
cf.
9)
R. El
Señor
viene
a
gobernar
a
los
pueblos
con
rectitud.
Canten
al
Señor
con
el
arpa
y
al
son
de
instrumentos
musicales;
con
clarines
y
sonidos
de
trompeta
aclamen
al
Señor,
que
es
Rey.
Resuene
el
mar
y
todo
lo
que
hay
en
él,
el
mundo
y
todos
sus
habitantes;
aplaudan
las
corrientes
del
océano,
griten
de
gozo
las
montañas
al
unísono.
Griten
de
gozo
delante
del
Señor,
porque
él
viene
a
gobernar
la
tierra;
él
gobernará
al
mundo
con
justicia,
y
a
los
pueblos
con
rectitud.
SEGUNDA
LECTURA
Lectura
de
la
segunda
carta
del
apóstol
san
Pablo
a
los
cristianos
de
Tesalónica 3,
6-12
Hermanos:
Les
ordenamos,
en
nombre
de
nuestro
Señor
Jesucristo,
que
se
aparten
de
todo
hermano
que
lleve
una
vida
ociosa,
contrariamente
a
la
enseñanza
que
recibieron
de
nosotros.
Ustedes
ya
saben
cómo
deben
seguir
nuestro
ejemplo.
Cuando
estábamos
entre
ustedes,
no
vivíamos
como
holgazanes,
y
nadie
nos
regalaba
el
pan
que
comíamos.
Al
contrario,
trabajábamos
duramente,
día
y
noche,
hasta
cansarnos,
con
tal
de
no
ser
una
carga
para
ninguno
de
ustedes.
Aunque
teníamos
el
derecho
de
proceder
de
otra
manera,
queríamos
darles
un
ejemplo
para
imitar.
En
aquella
ocasión
les
impusimos
esta
regla:
el
que
no
quiera
trabajar,
que
no
coma.
Ahora,
sin
embargo,
nos
enteramos
de
que
algunos
de
ustedes
viven
ociosamente,
no
haciendo
nada
y
entrometiéndose
en
todo.
A
estos
les
mandamos
y
los
exhortamos
en
el
Señor
Jesucristo
que
trabajen
en
paz
para
ganarse
su
pan.
Palabra
de
Dios.
EVANGELIO
Lectura
del
santo
Evangelio
según
san
Lucas 21,
5-19
Como
algunos,
hablando
del
Templo,
decían
que
estaba
adornado
con
hermosas
piedras
y
ofrendas
votivas,
Jesús
dijo:
«De
todo
lo
que
ustedes
contemplan,
un
día
no
quedará
piedra
sobre
piedra:
todo
será
destruido.»
Ellos
le
preguntaron:«Maestro,
¿cuándo
tendrá
lugar
esto,
y
cuál
será
la
señal
de
que
va
a
suceder?»
Jesús
respondió:
«Tengan
cuidado,
no
se
dejen
engañar,
porque
muchos
se
presentarán
en
mi
Nombre,
diciendo:
“Soy
yo”,
y
también:
“El
tiempo
está
cerca.”
No
los
sigan.
Cuando
oigan
hablar
de
guerras
y
revoluciones
no
se
alarmen;
es
necesario
que
esto
ocurra
antes,
pero
no
llegará
tan
pronto
el
fin.»
Después
les
dijo:
«Se
levantará
nación
contra
nación
y
reino
contra
reino.
Habrá
grandes
terremotos;
peste
y
hambre
en
muchas
partes;
se
verán
también
fenómenos
aterradores
y
grandes
señales
en
el
cielo.
Pero
antes
de
todo
eso,
los
detendrán,
los
perseguirán,
los
entregarán
a
las
sinagogas
y
serán
encarcelados;
los
llevarán
ante
reyes
y
gobernadores
a
causa
de
mi
Nombre,
y
esto
les
sucederá
para
que
puedan
dar
testimonio
de
mí.
Tengan
bien
presente
que
no
deberán
preparar
su
defensa,
porque
yo
mismo
les
daré
una
elocuencia
y
una
sabiduría
que
ninguno
de
sus
adversarios
podrá
resistir
ni
contradecir.
Serán
entregados
hasta
por
sus
propios
padres
y
hermanos,
por
sus
parientes
y
amigos;
y
a
muchos
de
ustedes
los
matarán.
Serán
odiados
por
todos
a
causa
de
mi
Nombre.
Pero
ni
siquiera
un
cabello
se
les
caerá
de
la
cabeza.
Gracias
a
la
constancia
salvarán
sus
vidas.»
Palabra
del
Señor.
PARA
REFLEXIONAR
- Todos experimentamos la necesidad de vivir más intensamente, más plenamente, con mayor seguridad. Instintivamente buscamos «algo» capaz de llenar nuestras aspiraciones y en lo que podamos reposar nuestra vida y confiarnos sin reservas. Y cuando nos parece haberlo encontrado sin darnos cuenta, lo absolutizamos y le rendimos el culto de nuestra libertad.
- Son muchos los que, habiendo abandonado toda religión y toda fe en Dios, e incluso sin abandonarla «sacralizan» la ciencia, la política, el dinero, el bienestar, como nuevos “dioses” que nos pueden ofrecer hoy la «salvación». Pero si somos realistas, descubrimos que nuestras esperanzas no se cumplen y que nuestras aspiraciones, tantísimas veces quedan insatisfechas.
- ¿Qué esperanza cierta pueden tener hoy los hombres? Sin negar el progreso científico; la misma ciencia y la técnica que han pretendido resolver todo o casi todo, no han podido bajar el nivel de mortandad en el tercer mundo.
- ¿Qué es lo que hoy se puede esperar? Para muchos políticos encargados de dar seguridad y confianza, el pueblo no es más que un voto cada cuatro años, y el hombre sólo un resignado consumidor de palabras engañosas y de esperanzas no cumplidas, con soluciones que sólo llenan el bolsillo de los que juran servir al pueblo.
- ¿Dónde se puede apoyar la esperanza? Los medios de comunicación social globalizados destinados a hacernos conocer la realidad y acercarnos a la verdad están frecuentemente vendidos al mejor postor, o son incompetentes, desparramando falsedades nacidas de la mala voluntad, de la ignorancia o de intereses partidistas.
- ¿Hay algo que nos puede permitir una vida más liberada y humana? La propaganda nos engaña pretendiendo dar esperanza y seguridad creando un mundo de fantasía, y convirtiendo al hombre en un “ser-para-consumir”, incitando al trabajo desmesurado para poder comprar cada día más.
- Ante tanta insatisfacción que han creado seudo salvadores, se busca en vano en la droga, la música, la moda, la astrología, las “escuelas de meditación trascendental”, el deporte, la plenitud y seguridad. Algunas de estas cosas no son malas si permaneciesen en su lugar de “medios”, en lugar de convertirse en “fines” en la vida.
- Siempre hay quien pretende colocarse en el lugar de Dios: ideologías, o gobiernos, o partidos, o personas y grupos sociales o religiosos que aseguran que son la victoria. Se está con ellos o contra ellos. Jesús lo anuncia: “Muchos vendrán usando mi nombre diciendo ‘Yo soy’ o bien, el momento está cerca; no vayan tras ellos”. Pareciera que todo es Dios menos Dios mismo.
- Cada año, en este tiempo, leemos páginas del evangelio que nos hablan del futuro. Jesucristo anuncia la victoria, anuncia su venida final para dar vida total. Pero al mismo tiempo un largo y difícil camino de lucha hasta llegar a la victoria. Es decir, el anuncio de Jesucristo no es una promesa de facilidades y seguridades para quienes lo sigan.
***
- El profeta Malaquías, evoca la intervención postrera de Dios, el cual, poniendo fin a la historia del mundo, tratará según sus méritos respectivos a justos e impíos. Los “insolentes y malvados” serán destruidos como paja seca en un gran fuego y quedarán reducidos al estado de una cepa sin ramas ni raíces. Los justos, en cambio, se pavonearán al sol de justicia que brillará con todo su esplendor para ellos, dándoles vida y salvación. Sus enemigos serán destruidos, reducidos a cenizas, gracias a la intervención potente y victoriosa del Dios de los Ejércitos.
***
- Advierte San Pablo en la segunda lectura: “El que no trabaja que no coma”. Una llamada al realismo. La fe jamás es evasión. El día del Señor y su venida se prepara sin huir del mundo sino asumiendo en Él nuestras responsabilidades y nuestro trabajo de cada día.
***
- El evangelio desestabiliza. El pueblo judío vivía seguro y satisfecho a la sombra de su templo. Para un judío, el Templo era el compendio de su fe, la materialización de la alianza entre aquel pueblo pobre y humillado y su Dios; quizá la razón más clara de su existencia como pueblo elegido entre todos los pueblos para ser el depositario de la salvación. El Templo de Jerusalén era la seguridad. Mientras el Templo estuviera allí, el judío sabría cómo tenía que vivir. Si el Templo faltaba, no sabría cómo y por dónde caminar hacia Dios.
- La contemplación de la belleza del Templo de Jerusalén dio pie a las reflexiones de Jesús. El anuncio de su destrucción más que una referencia al hecho histórico de su pérdida material, es una anticipación de lo que será la presencia y misión de Jesús, aquel que llevará al pueblo al verdadero culto interior. Este texto de la destrucción del templo es muy significativo porque quiere decirnos que toda falsa seguridad del hombre, basada en sus obras, por muy colosales que sean, va a pasar por el tamiz del evangelio.
- Nuestro tiempo no es un tiempo de tranquilidad sino más bien de luchas y conflictos en toda la sociedad y también en la Iglesia. No falta quien piensa que estamos en un tiempo final de calamidades, que se ha perdido todo y que vamos de mal en peor. Vemos como nuestras seguridades, nuestras instituciones, como lo era para el pueblo judío su Templo, se resquebrajan sin que sepamos qué sentido tiene lo que sucede o qué hacer.
- Desaparece a nuestro alrededor el cristianismo como forma social y muchos cristianos nos sentimos indefensos y con la angustia de sentir que todo se está derrumbando. Es más fácil que la propia sociedad acompañe y proteja lo que nosotros creemos y deseamos hacer. Si desaparece este tipo de cristianismo de “feliz seguridad” en el que tanto nos hemos apoyado, es sólo para que, de cara a Dios seamos capaces de asumir, sin respaldos, el compromiso vital de nuestra fe.
- Si la ley común es que cada uno se arregle como pueda y el mundo no es más que una selva en donde sólo gana el más fuerte, el cristiano podrá gritar, sin andamiajes que lo sostengan, que la ley de su fe es que ha nacido para servir y no para ser servido; y que las bienaventuranzas son un estilo de vida y no una bella poesía; pero podrá gritarlo si lo vive y lo practica, no si es simplemente un “slogan sin sustento” en su realidad.
- La conformidad con este mundo es más peligrosa para la fe que la persecución cruenta. San Ambrosio decía: «Los emperadores nos ayudaban más cuando nos perseguían que ahora que nos protegen»
- Las situaciones de calma, en las que el culto y el funcionamiento interno de la Iglesia no sufre dificultades sino que más bien son protegidos, son propicias para convertir el cristianismo en algo insípido donde la inercia nos lleva a instalarnos, a mirar hacia adentro, a interesarnos por la Iglesia posponiendo la preocupación por el servicio. Llegamos a convertirnos absurdamente en mensajeros que llevan sus propios mensajes, empachadores de ovejas bien alimentadas más que pastores.
- Cataclismos y desastres cósmicos son la voz de alerta y el llamado a la responsabilidad para despertarnos del sueño de la rutina y de la comodidad creyendo que no pasa nada. El fin del mundo, como el fin o muerte de cada uno, no es la destrucción, sino la consumación y cumplimiento de la promesa de Dios: un nuevo cielo y una nueva tierra, una vida eterna.
- El anuncio del tiempo final no es para intimidarnos y obligarnos a ser buenos por la fuerza. Este anuncio es la “buena noticia” de saber que el mundo tiene fin, que el mundo y sus modos injustos pasan, que no son “dios” y que no hay razón para meternos en los moldes del mundo ni doblegarnos a sus dueños. Podemos, tenemos y debemos cambiar esta realidad injusta, violenta y deshumanizada para que todos puedan experimentar la belleza y la bondad del Reino de Dios, que viene y está.
- El evangelio del fin del mundo es una llamada a reavivar nuestra esperanza: Jesús, que está a punto de ser exaltado en la cruz, volverá y completará la obra iniciada en la creación y corregida en la redención. Pero todo eso no sucederá sin nosotros. No hay lugar para la evasión esperando que Dios lo haga todo, ni para el apuro desenfrenado, sino para la paciencia y la responsabilidad inteligente, solidaria y creadora.
- La autenticidad de nuestra fe y misión se mide por nuestra donación a los hermanos. Una comunidad de discípulos introvertida, replegada sobre sí, no es la Iglesia de Jesús, sino un grupo de personas que se alimentan de sus egoísmos.
- Una Iglesia de discípulos y misioneros es la que se compromete a servir, sin seguridades pagas con requisitos cumplidos, ni para este tiempo ni para la eternidad. Hacer una iglesia discipular y misionera es construir con otros creyentes una fraternidad con la misma esperanza que da el Padre de toda Vida, en la que todos comulgan en el amor a, y de Jesucristo; y que están dinamizados por la misma fuerza del Espíritu que los potencia para darse a los demás en la construcción de un mundo nuevo.
…Nuestras
comunidades
llevan
el
sello
de
los
apóstoles
y,
además,
reconocen
el
testimonio
cristiano
de
tantos
hombres
y
mujeres
que
esparcieron
en
nuestra
geografía
las
semillas
del
Evangelio,
viviendo
valientemente
su
fe,
incluso
derramando
su
sangre
como
mártires.
Su
ejemplo
de
vida
y
santidad
constituye
un
regalo
precioso
para
el
camino
creyente
de
los
latinoamericanos
y,
a
la
vez,
un
estímulo
para
imitar
sus
virtudes
en
las
nuevas
expresiones
culturales
de
la
historia.
Con
la
pasión
de
su
amor
a
Jesucristo,
han
sido
miembros
activos
y
misioneros
en
su
comunidad
eclesial.
Con
valentía,
han
perseverado
en
la
promoción
de
los
derechos
de
las
personas,
fueron
agudos
en
el
discernimiento
crítico
de
la
realidad
a
la
luz
de
la
enseñanza
social
de
la
Iglesia
y
creíbles
por
el
testimonio
coherente
de
sus
vidas.
Los
cristianos
de
hoy
recogemos
su
herencia
y
nos
sentimos
llamados
a
continuar
con
renovado
ardor
apostólico
y
misionero
el
estilo
evangélico
de
vida
que
nos
han
trasmitido….
(Aparecida
275)
PARA
DISCERNIR
- ¿Qué actitud tomo frente a los males de este mundo?
- ¿Soy consciente de mi responsabilidad en la marcha del mundo?
- ¿Vivo con una actitud esperanzadamente constructora?
REPITAMOS
Y
VIVAMOS
HOY
LA
PALABRA
…Dame
constancia
Señor…
PARA
LA
LECTURA
ESPIRITUAL
“Los
cristianos
no
se
distinguen
de
los
demás
hombres,
ni
por
el
lugar
en
que
viven,
ni
por
su
lenguaje,
ni
por
sus
costumbres.
Ellos,
en
efecto,
no
tienen
ciudades
propias,
ni
utilizan
un
hablar
insólito,
ni
llevan
un
género
de
vida
distinto.
Su
sistema
doctrinal
no
ha
sido
inventado
gracias
al
talento
y
especulación
de
hombres
estudiosos,
ni
profesan,
como
otros,
una
enseñanza
basada
en
autoridad
de
hombres.
Viven
en
ciudades
griegas
y
bárbaras,
según
les
cupo
en
suerte,
siguen
las
costumbres
de
los
habitantes
del
país,
tanto
en
el
vestir
como
en
todo
su
estilo
de
vida
y,
sin
embargo,
dan
muestras
de
un
tenor
de
vida
admirable
y,
a
juicio
de
todos,
increíble.
Habitan
en
su
propia
patria,
pero
como
forasteros;
toman
parte
en
todo
como
ciudadanos,
pero
lo
soportan
todo
como
extranjeros;
toda
tierra
extraña
es
patria
para
ellos,
pero
están
en
toda
patria
como
en
tierra
extraña.
Igual
que
todos,
se
casan
y
engendran
hijos,
pero
no
se
deshacen
de
los
hijos
que
conciben.
Tienen
la
mesa
en
común,
pero
no
el
lecho.
Viven
en
la
carne,
pero
no
según
la
carne.
Viven
en
la
tierra,
pero
su
ciudadanía
está
en
el
Cielo.
Obedecen
las
leyes
establecidas,
y
con
su
modo
de
vivir
superan
estas
leyes.
Aman
a
todos,
y
todos
los
persiguen.
Se
los
condena
sin
conocerlos.
Se
les
da
muerte,
y
con
ello
reciben
la
vida.
Son
pobres,
y
enriquecen
a
muchos;
carecen
de
todo,
y
abundan
en
todo.
Sufren
la
deshonra,
y
ello
les
sirve
de
gloria;
sufren
detrimento
en
su
fama,
y
ello
atestigua
su
justicia.
Son
maldecidos,
y
bendicen;
son
tratados
con
ignominia,
y
ellos,
a
cambio,
devuelven
honor.
Hacen
el
bien,
y
son
castigados
como
malhechores;
y,
al
ser
castigados
a
muerte,
se
alegran
como
si
se
les
diera
la
vida.
Los
judíos
los
combaten
como
a
extraños
y
los
gentiles
los
persiguen,
y,
sin
embargo,
los
mismos
que
los
aborrecen
no
saben
explicar
el
motivo
de
su
enemistad.
Para
decirlo
en
pocas
palabras:
los
cristianos
son
en
el
mundo
lo
que
el
alma
es
en
el
cuerpo.
El
alma,
en
efecto,
se
halla
esparcida
por
todos
los
miembros
del
cuerpo;
así
también
los
cristianos
se
encuentran
dispersos
por
todas
las
ciudades
del
mundo.
El
alma
habita
en
el
cuerpo,
pero
no
procede
del
cuerpo;
los
cristianos
viven
en
el
mundo,
pero
no
son
del
mundo.
El
alma
invisible
está
encerrada
en
la
cárcel
del
cuerpo
visible;
los
cristianos
viven
visiblemente
en
el
mundo,
pero
su
religión
es
invisible.
La
carne
aborrece
y
combate
al
alma,
sin
haber
recibido
de
ella
agravio
alguno,
sólo
porque
le
impide
disfrutar
de
los
placeres;
también
el
mundo
aborrece
a
los
cristianos,
sin
haber
recibido
agravio
de
ellos,
porque
se
oponen
a
sus
placeres.
El
alma
ama
al
cuerpo
y
a
sus
miembros,
a
pesar
de
que
éste
la
aborrece;
también
los
cristianos
aman
a
los
que
los
odian.
El
alma
está
encerrada
en
el
cuerpo,
pero
es
ella
la
que
mantiene
unido
el
cuerpo;
también
los
cristianos
se
hallan
retenidos
en
el
mundo
como
en
una
cárcel,
pero
ellos
son
los
que
mantienen
la
trabazón
del
mundo.
El
alma
inmortal
habita
en
una
tienda
mortal;
también
los
cristianos
viven
como
peregrinos
en
moradas
corruptibles,
mientras
esperan
la
incorrupción
celestial.
El
alma
se
perfecciona
con
la
mortificación
en
el
comer
y
beber;
también
los
cristianos,
constantemente
mortificados,
se
multiplican
más
y
más.
Tan
importante
es
el
puesto
que
Dios
les
ha
asignado,
del
que
no
les
es
lícito
desertar.”
De
la
Carta
a
Diogneto
(Cap.
5-6;
Funk
1,
317-321)
PARA
REZAR
Padre
Santo
En este día, me presento ante ti; mi Señor,
En este día, me presento ante ti; mi Señor,
para
honrarte
y
adorarte,
tú
eres
digno
de
todo
honor,
de
toda
gloria,
de
toda
alabanza.
Señor, me uno a esta oración de intercesión
Señor, me uno a esta oración de intercesión
por
tus
hijos,
que
están
sufriendo
persecución
en
estos
momentos.
He
visto,
Señor,
el
odio
exacerbado
sobre
tu
pueblo,
conozco
la
persecución
que
tus
hijos
sufren,
te
pido,
con
todo
mi
corazón,
tengas
misericordia.
En
este
día,
guarda
a
tu
pueblo
de
todo
consejo
oculto,
líbralo
de
todo
mal.
Pon
cerco
en
derredor
nuestro.
Te
pido
por
todos
mis
hermanos
que
sufren
persecución,
que
están
siendo
hostigados
y
torturados.
Sé que en muchas partes del mundo
Sé que en muchas partes del mundo
tu
pueblo
sufre
terriblemente.
Señor,
¿hasta
cuándo?
¿hasta
cuándo
tu
pueblo
seguirá
sufriendo?
Perdón
mi
Señor,
te
ruego,
tengas
piedad
de
nosotros,
escucha
nuestro
clamor,
escucha
nuestra
oración,
por
amor
a
tu
precioso
nombre,
No
desampares
la
obra
de
tus
manos.
Padre en el nombre precioso de Jesús
Padre en el nombre precioso de Jesús
te
lo
pedimos,
amén.
LECTIO
DIVINA
Gracias
a la constancia salvarán sus vidas
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 21, 5-19
Como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo: «De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido».
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?»
Jesús respondió: «Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: "Soy yo", y también: "El tiempo está cerca". No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin».
Después les dijo: «Se levantará nación contra nación y reino contra reino.
Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo.
Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí.
Tengan bien presente que no deberá preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir.
Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas».
Palabra del Señor.
1.
LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO BÍBLICO?
|
· Guías para la lectura:
Nuestro texto es un discurso de Jesús sobre la ruina de la ciudad santa, Jerusalén, no se trata necesariamente del fin del mundo.
En los versículos anteriores (21,1-4) Lucas ha presentado la “pequeñez” de la ofrenda de la viuda pobre y la “gran” valoración que de ella hace Jesús. Ahora algunos valoran la “grandeza” del templo y Jesús habla de su “caducidad”.
Podemos dividir el texto al menos en cuatro partes:
1) la valoración y admiración que hacen algunos del Templo de Jerusalén,
2) la intervención, relativización y profecía que Jesús hace de él,
3) la pregunta dirigida a Jesús sobre la fecha de la destrucción del templo por Él anunciada,
4) las respuestas, muy cargadas de imágenes violentas, pero no decisivas del final, por parte de Jesús, y su exhortación a perseverar con paciencia para salvar la vida.
Fijémonos en las palabras alentadoras y llenas de sabiduría de Jesús, dejemos que ellas mismas se expresen, nos hablen y animen. Ante todo, hay una insistencia en el “no”: “no” dejarse engañar, “no” los sigan, “no” se asusten, aún “no” habrá llegado el fin, “no” preparar de antemano su defensa, “no” se perderá ni un cabello de su cabeza. Entonces, en esos momentos tan difíciles, ¿qué hemos de hacer? Él nos da la respuesta: tener cuidado para no dejarse engañar, es la oportunidad de dar testimonio de Él, recibir sus palabras tan llenas de sabiduría para enfrentar y resistir a todo enemigo, mantenerse firmes, para poder salvarse.
La sociedad actual tiende a ver, leer, escuchar, poner en primer lugar, y proclamar las malas noticias, fija la mirada y la atención de todos sus destinatarios en lo negativo. Sin embargo, si se escucha con atención, se percibe que no todo es negativo. Es más, lo que se anuncia en el evangelio de hoy no es lo negativo (destrucción, corrupción, maldad), sino lo que Dios tiene preparado para los que, con paciencia, perseveren hasta el final. Es una clara invitación a vivir la fe desde la actitud del discipulado, confesando el nombre de Jesús, dejándose guiar sólo por su Espíritu de sabiduría y sus palabras alentadoras, siendo capaces de discernir quién es el que habla en nombre de Dios y quien un embaucador, trascendiendo el sentido de los fenómenos naturales, que tan solo son un preanuncio de la llegada del fin.
Ahora bien, la recompensa final a la perseverancia de los discípulos de Jesús es la “salvación”, ese estado que Dios ofrece a los que le reconocen, le testimonian, le anuncian con valentía, en medio de las diversas circunstancias de la vida. Se trata de comunicar Buenas Noticias a los que, confundidos, dudan sobre si seguir a los que se presentan como Mesías sin serlo, asegurándoles que solo Jesús es el Mesías sufriente, que da la vida por los suyos.
Buenas Noticias para los que se atormentan ante la maldad humana, y los fenómenos naturales, pues la maldad no tiene la última palabra, sino el Señor, que salvará y resucitará a los suyos.
Buenas Noticias para los perseguidos, encarcelados, juzgados y condenados a muerte por causa del nombre de Jesús, a ellos les asistirá el Espíritu Santo.
Buenas Noticias para los que firmes en la fe esperan la salvación que viene de Dios y que se hace visible en la persona de Jesús, el Hijo único de Dios.
2.
MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO BÍBLICO?
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Comencemos nuestra meditación con un fragmento del discurso del Papa Francisco en el hospital de San Francisco de Asís, Río de Janeiro en la Jornada Mundial de la Juventud:
“Miren con confianza hacia delante, su travesía es larga y fatigosa, pero miren adelante, hay «un futuro cierto, que se sitúa en una perspectiva diversa de las propuestas ilusorias de los ídolos del mundo, pero que da un impulso y una fuerza nueva para vivir cada día» (Carta encíclica Lumen Fidei, 57). Quisiera repetirles a todos ustedes: No se dejen robar la esperanza. Pero también quiero decir: No robemos la esperanza, más aún, hagámonos todos portadores de esperanza.”
· Preguntas para la meditación:
Ø ¿Realmente estás preparado para ser testigo de Jesús?
Ø ¿Le pides al Maestro palabras sabias para proceder?
Ø ¿Está puesta tu esperanza plenamente en el Señor a pesar de la adversidad?
3.
ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR DEL TEXTO BÍBLICO?
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Señor,
Dios omnipotente,
en
tus manos están todas las cosas,
y
no hay quien resista a tu voluntad.
tú,
Señor, bendices al justo,
y
como un escudo lo cubre tu voluntad…
…Líbrame
del
enemigo,
Señor,
que
me
refugio
en
ti,
enséñame
a cumplir tu voluntad,
ya
que tú eres mi Dios.
Tu
espíritu que es bueno me guíe por tierra llana.
Enséñame
a cumplir tu voluntad pues espero en ti.
Señor,
no merezco que fijes tu mirada en mí,
pero
fíjate en el rostro de tu Cristo,
y
enséñame a cumplir tu voluntad.
¿No
te tengo a ti en el cielo?
y
contigo, ¿qué me importa la tierra?
Dios
de mi corazón, mi herencia por siempre.
Venga
tu reino.
Hágase
tu
voluntad
en
la
tierra
como
en
el
cielo.
Amén
San
Juan Eudes
4.
CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL TEXTO BÍBLICO?
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Padre
eterno, saber que tienes todo bajo control, me llena de confianza y
digo con certeza que:
“Tú
anuncias
tu
victoria,
muestras
tu
justicia
a
las
naciones.”
5.
ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL TEXTO BÍBLICO?
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· Preguntas para la acción:
Ø ¿Cómo demuestras que el Maestro te acompaña en los momentos difíciles?
Ø ¿Cómo expresas tu confianza en Dios?
Ø ¿Qué haces cuando ves a un familiar o amigo desesperado?
Gentileza
Lectionautas
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