25 de junio de 2014 – TO –
MIÉRCOLES DE LA SEMANA XII
Por sus frutos los reconocerán
PRIMERA LECTURA
Lectura del segundo libro de los Reyes 22,
8-13; 23, 1-3
El sumo sacerdote Jilquías dijo al
secretario Safán: «He encontrado el libro de la Ley en la Casa del Señor.»
Jilquías entregó el libro a Safán, y este
lo leyó. Luego el secretario Safán se presentó ante el rey, y le informó,
diciendo: «Tus servidores han volcado la plata que se encontraba en la Casa y
se la entregaron a los que dirigen las obras, a los encargados de supervisar la
Casa del Señor.»
Luego el secretario Safán anunció al rey:
«Jilquías, el sacerdote, me ha dado un libro.» Y Safán lo leyó delante del rey.
Cuando el rey oyó las palabras del libro
de la Ley, rasgó sus vestiduras, y dio esta orden a Jilquías, el sacerdote, a
Ajicám, hijo de Safán, a Acbor, hijo de Miqueas, a Safán, el secretario, y a
Asaías, el servidor del rey: «Vayan a consultar al Señor por mí, por todo el
pueblo y por todo Judá, acerca de las palabras de este libro que ha sido
encontrado. Porque es grande el furor del Señor que se ha encendido contra
nosotros, ya que nuestros padres no han obedecido a las palabras de este libro
y no han obrado conforme a todo lo que está escrito en él.»
El rey mandó que se reunieran junto a él
todos los ancianos de Judá y de Jerusalén. Luego subió a la Casa del Señor,
acompañado de todos los hombres de Judá y de todos los habitantes de Jerusalén
-los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, desde el más pequeño al más
grande- , y les leyó todas las palabras del libro de la Alianza, que había sido
hallado en la Casa del Señor.
Después, de pie sobre el estrado, el rey
selló delante del Señor la alianza que obliga a seguir al Señor y a observar
sus mandamientos, sus testimonios y sus preceptos, de todo corazón y con toda
el alma, cumpliendo las palabras de esta alianza escritas en aquel libro. Y
todo el pueblo se comprometió en la alianza.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 118, 33. 34. 35. 36. 39. 40 (R.: 33a)
R. Muéstrame, Señor, el camino de tus
preceptos.
Muéstrame, Señor, el camino de tus
preceptos,
y yo los cumpliré a la perfección. R.
Instrúyeme, para que observe tu ley
y la cumpla de todo corazón. R.
Condúceme por la senda de tus
mandamientos,
porque en ella tengo puesta mi alegría. R.
Inclina mi corazón hacia tus
prescripciones
y no hacia la codicia. R.
Aparta de mí el oprobio que temo,
porque tus juicios son benignos. R.
Yo deseo tus mandamientos:
vivifícame por tu
justicia. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Mateo 7, 15-20
Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos
con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los
reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? Así,
todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos.
Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir
frutos buenos.
Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja
al fuego. Por sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
Durante el reinado de Manasés,
la apostasía llegó hasta el punto de que se perdieron las
huellas del mismo libro de la alianza. Bajo el reinado del rey Josías, que
fue de los pocos buenos y fieles a Dios, unos obreros, que trabajaban en el
Templo, «descubren» el libro del Deuteronomio-, que se había perdido -o «escondido»-
en ese lugar unos años antes. El rey teme con razón que Dios debe estar muy
enojado y así se explican las calamidades que pasan.
Por los pecados de su pueblo en este gran
olvido de Dios, que ha durado tanto tiempo, el rey Josías tiene el corazón
traspasado y rasga sus vestiduras; hizo convocar a todos los ancianos, con
todos los habitantes de Jerusalén, sacerdotes, profetas y todo el pueblo, desde
el menor al mayor.
Josías organiza pues una especie de gran liturgia, una celebración
de la Palabra. La lectura solemne del Deuteronomio lleva a
todos, autoridades y pueblo, a renovar y suscribir la Alianza con Dios.
El Deuteronomio encontrado es como una nueva llamada a la Alianza:
Dios ama y nos invita a amarlo. Comienza una reforma, una nueva etapa de
vida. Hay momentos en que hace falta algún «hallazgo»,
recapacitemos y volvamos al camino de la sensatez.
***
No son invento de este tiempo los falsos profetas o charlatanes
convincentes. A lo largo de la historia hemos sido testigos del surgimiento
de movimientos, corrientes, agrupaciones, que dicen tener la exclusividad de la
salvación. Como dueños de la verdad su tarea es mostrar como
los demás están equivocados. Pero no siempre los frutos son coherentes con el
discurso o la ceremonia. Esa es tambiénnuestra tentación.
La comparación del falso profeta con un lobo disfrazado de oveja,
muestra hasta qué punto una persona puede predicar una Palabra sin estar
convertido a ella.
Jesús nos presenta un criterio de discernimiento a
partir de un contraste evangélico: los árboles buenos y malos. Lo bueno es y
puede ser reconocido como tal, a través de los hechos y no de las solas
palabras. No basta decir: “Señor, Señor”, la fe se acredita a
través de las obras. El criterio que garantiza la autenticidad del creyente y
su pertenencia al reino es la coherencia entre lo que se dice y se hace.
Todo árbol bueno da frutos buenos. Teniendo como base el Sermón de
la Montaña podremos hacer una valoración de los frutos. No es bueno olvidar
que los frutos no aparecen de un día para el otro. También se es
bueno, en la medida en que no se desfallece, en este modo de obrar. Obrar
el bien evangélico sin cansancio y sin ceder ante la tentación de
obrar el mal. Y si acaso se llega a ceder por cansancio o tentación, se
reconoce sinceramente, se arrepiente de corazón y… se vuelve
a empezar.
Los cristianos nos debemos caracterizar no sólo por el culto o por
la sabiduría teológica que seamos capaces de asimilar. Nuestra forma de
vida ajustada al espíritu del Evangelio es lo que le dará calidad y
coherencia a nuestra propuesta evangelizadora. La fe y
la oración deben estar estrechamente vinculadas con la práctica
concreta y eficaz al servicio de los hermanos. Ahí está
nuestro gran desafío, de lo contrario no seremos capaces de entusiasmar a
nadie.
PARA DISCERNIR
¿Experimento en mi comunidad divisiones por la presencia de falsos
líderes?
¿Cuál es el criterio para discernir al falso profeta?
¿Cómo descubro si estoy viviendo la Justicia del Reino?
¿Qué “frutos” de mi vida nueva todavía no se ven?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
…El que permanece en mí da mucho fruto…
PARA LA LECTURA ESPIRITUAL
Dar
buenos frutos
…”En un viñedo, se remueve la tierra que hay alrededor de los pies de la vid y se escardan las malas hierbas. También el hombre debe escardarse, tan profundamente atento debe estar a lo que pudiera haber todavía en él de esas hierbas y arrancarlas desde el fondo de su ser, para que el Sol divino pueda acercársele de manera más inmediata y billar en él. Si tú dejas que la fuerza de lo alto haga su obra…, el sol llega a ser esplendoroso, lanza sus rayos ardientes sobre los frutos y les hace ser cada vez más transparentes. Su dulzura es cada vez mayor, la piel que los envuelve es cada vez más delgada. Los obstáculos que se interponen llegan a ser, finalmente, tan tenues que reciben sin cesar los toques divinos de muy cerca. Tan a menudo y de inmediato que uno se gira hacia él, se encuentra siempre en el interior del brillante divino Sol con mucho más esplendor que todos los soles que jamás han brillado sobre el firmamento. Y así en el hombre todo es deificado hasta el punto que no siente, ni gusta, ni conoce nada en verdad más que Dios, con un conocimiento fundamental, y este conocimiento sobrepasa en mucho el modo de conocer de nuestra razón.
…”En un viñedo, se remueve la tierra que hay alrededor de los pies de la vid y se escardan las malas hierbas. También el hombre debe escardarse, tan profundamente atento debe estar a lo que pudiera haber todavía en él de esas hierbas y arrancarlas desde el fondo de su ser, para que el Sol divino pueda acercársele de manera más inmediata y billar en él. Si tú dejas que la fuerza de lo alto haga su obra…, el sol llega a ser esplendoroso, lanza sus rayos ardientes sobre los frutos y les hace ser cada vez más transparentes. Su dulzura es cada vez mayor, la piel que los envuelve es cada vez más delgada. Los obstáculos que se interponen llegan a ser, finalmente, tan tenues que reciben sin cesar los toques divinos de muy cerca. Tan a menudo y de inmediato que uno se gira hacia él, se encuentra siempre en el interior del brillante divino Sol con mucho más esplendor que todos los soles que jamás han brillado sobre el firmamento. Y así en el hombre todo es deificado hasta el punto que no siente, ni gusta, ni conoce nada en verdad más que Dios, con un conocimiento fundamental, y este conocimiento sobrepasa en mucho el modo de conocer de nuestra razón.
Finalmente se arrancan también las hojas de los sarmientos para
que el sol pueda llegar sobre los frutos sin encontrar obstáculo alguno. E
igualmente pasa con los hombres: todo lo que hace de intermediario, cae y todo
lo reciben de manera inmediata. Caen las oraciones, las representaciones de los
santos, las prácticas de devoción, los ejercicios. Ahora bien, que el hombre se
guarde mucho de rechazar estas prácticas antes que caigan por sí mismas. Cuando
se llega a este grado, el fruto resulta tan indeciblemente dulce que ningún
razonamiento puede comprenderlo… Ya no se es más que uno con la dulzura divina,
de forma que nuestro ser está totalmente penetrado del Ser divino en el que el
hombre se pierde como una gota de agua en un gran barril de vino… En este
estado las buenas intenciones, la humildad, no son sino una simplicidad, un
misterio tan esencialmente suave que apenas se llega a tomar conciencia de
ello”…
Juan
Tablero (hacia 1300-1361), dominico en Estrasburgo Sermón 7
PARA REZAR
Comunidad
Misionera
Señor,
haz que tus dones
se hagan vida en nuestra Comunidad.
Necesitamos personas
que sepan escuchar.
se hagan vida en nuestra Comunidad.
Necesitamos personas
que sepan escuchar.
Personas
que crean la paz.
Personas que construyan la unidad y la comunidad,
que equilibran y reconcilian,
que dan testimonio
y que dicen la verdad, sin lastimar.
Personas que construyan la unidad y la comunidad,
que equilibran y reconcilian,
que dan testimonio
y que dicen la verdad, sin lastimar.
Necesitamos
personas
en las que tu Espíritu resplandece,
que irradien esperanza
y desinteresadamente se comprometan,
para Ti y tu Reino.
en las que tu Espíritu resplandece,
que irradien esperanza
y desinteresadamente se comprometan,
para Ti y tu Reino.
Señor,
danos personas capaces
de conmover a otros con su actitud,
personas que rezan
y que también hacen realidad esa oración.
de conmover a otros con su actitud,
personas que rezan
y que también hacen realidad esa oración.
Señor,
convierte nuestra Comunidad,
en una comunidad misionera,
digna de ser colaboradora tuya,
en el servicio de la salvación del mundo. Amén.
en una comunidad misionera,
digna de ser colaboradora tuya,
en el servicio de la salvación del mundo. Amén.
LECTIO
DIVINA
Por sus frutos los
reconocerán
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 7, 15-20
Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de
ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los reconocerán.
¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? Así, todo árbol
bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos. Un árbol
bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos.
Al árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego. Por
sus frutos, entonces, ustedes los reconocerán.
Palabra del
Señor.
LECTURA - ¿QUÉ DICE EL TEXTO
BÍBLICO?
Guías para la lectura:
“Tengan
cuidado de los falsos profetas”: En el contexto no son los que dicen cosas erradas, sino los que no
hacen lo que dicen. Es típico de Mateo insistir en la coherencia: las obras son
las que revelan el corazón.
“…que se
presentan cubiertos con pieles de ovejas”: Hablan como Cristo, pero no obran como Él. Jesús les
dice: hagan lo que ellos dicen, pero no lo que hacen (23.3).
“…pero por
dentro son lobos rapaces”:
Son sepulcros blanqueados: el interior no es como el exterior (23, 25-27). Pero
eso no sucede por simple incoherencia, sino por hipocresía. Tienen la boca,
pero no el corazón del Hijo. Están dispuestos a aceptar su mensaje, pero no
aman y no lo siguen a Él, que es el Señor, por consiguiente no entran a través
de Él, que es la puerta del amor al Padre y a los hermanos.
“Por sus
frutos los reconocerán”:
Los frutos son la “justicia excesiva” de la cual se habló en el sermón de la
montaña: son las acciones de una vida filial y fraterna.
“¿Acaso se
recogen uvas de los espinos o higos de los cardos?”: La uva recuerda a Israel, viña de Dios, cuyo
fruto es la observancia de la Palabra (Is. 5.1-7; Sal.80). El higo, sabroso y
dulce, cuya planta produce fruto en todas las estaciones, es señal de
perennidad del amor, cumplimiento de la ley. ¡Son los frutos que nacen del
corazón nuevo, en cualquier período, propicio o adverso (21.18-22)!
“Así, todo
árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos”: El árbol, que se eleva desde la tierra
hacia el cielo y conoce las varias estaciones, es figura del hombre. En sí es
“muy” hermoso y bueno (Gn. 1.31): es imagen de Dios. Pero puede estar enfermo,
dañado y podrido, sin linfa vital, sin amor. Entonces produce frutos malos.
El árbol bueno
por excelencia es la cruz, en la cual está el fruto maduro y dulce del amor a
Dios y al hombre. Injertados en Él que es el árbol de la vida, también nosotros
producimos su fruto (Jn. 15.1-17). El árbol seco germina porque el árbol verde
se secó en su lugar (Lc. 23.31; Ez. 17.24).
“Un árbol
bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos
buenos”: El fruto de la bondad no depende de la
buena voluntad, sino de la calidad del árbol. Una vid no hace esfuerzos para
producir uvas: las produce espontáneamente. ¡Un espino, por más esfuerzos que
haga, nunca podrá producir uvas! Podrá a lo sumo coronar de espinas al Señor
(27.29).
“El árbol que
no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego”: ¡Espinos y zarzas deben ser cortados y
quemados en el fuego del amor del Crucificado, leño verde que sufre la misma
suerte que el leño seco!
“Por sus
frutos, entonces, ustedes los reconocerán”: Vivir la Palabra revela si el corazón es el del hijo o
no.
MEDITACIÓN - ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO
BÍBLICO?
Preguntas para la meditación:
¿Qué vigencia
tiene hoy esta enseñanza?
¿Las
apariencias pueden engañarme en cuestiones de fe?
¿Cómo distingo
los buenos de los malos frutos?
ORACIÓN - ¿QUÉ LE DIGO A DIOS A PARTIR
DEL TEXTO BÍBLICO?
Señor, ayúdanos a
protegernos a nosotros y a los hermanos-as más humildes y frágiles en la fe de
quienes son falsos profetas tuyos. Dame discernimiento espiritual para
distinguir los buenos de los malos frutos.
CONTEMPLACIÓN - ¿CÓMO INTERIORIZO EL
TEXTO BÍBLICO?
Medito en las
figuras que presenta Jesús: los lobos cubiertos de ovejas, las uvas y los
espinos y los frutos buenos y malos en relación a los distintos árboles.
Reflexiono
acerca de la importancia del discernimiento y el cuidado espiritual para
distinguir los verdaderos de los falsos profetas de Dios.
ACCIÓN - ¿CÓMO VOY A VIVIR EL
TEXTO BÍBLICO?
Preguntas para la acción:
¿Qué cuidados
voy a tener sobre quienes se presenten como profetas de Dios?
¿Cómo voy a
distinguir los buenos de los malos frutos?
¿Cómo voy a
transmitir este cuidado para mis hermanos-as más débiles y sencillos en su fe?
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